
Si yo fuera Camps me redimiría subastando los trajes de la vergüenza y repartiría el dinero entre los más desarrapados de la Comunidad de Valencia, si es que les queda alguno, porque lo mismo no tienen. Pero por favor que dejen en paz a las pobres anchoas Cántabras. ¿Se pueden imaginar la cara de una anchoa institucional? Llegados a este punto, yo creo que deberían crear una denominación de origen con los productos que se regalan a las instituciones: el arroz institucional, las anchoas institucionales, las cerezas institucionales, los jamones institucionales… Y que, a diferencia, los trajes institucionales llevaran un cartel fosforescente que dijera “en préstamo”. Sería genial entrar en una recepción podrida de políticos y que los trajes de noche y los chaqués llevaran esta esquelita, entonces seguro que nadie querría llevar trajes con esa marca. A todo esto dónde está Zaplana… ¿Qué pensará de los trajes de Camps? Sería interesante conocer su opinión.
Las majas de la paridad, nuestras ministras, llevan unas declaraciones que van para nota, debe ser que el calor las sofoca. Nuestra Leyre ha acusado al PIB de ser masculino. Yo sigo opinando que Leyre es un ser superior al que no comprendemos, porque de ser una pobre mortal como yo es como para encerrarla a ella y a quien la ha puesto.
La de la Vega sigue elegante, con el pelo cada día más erizado y con el rostro más apuntalado; cada día rejuvenece un poco más, cada día le cuento una arruga menos. Y es que el relleno hace milagros. Cuando acabe la crisis España estará vacía y la cara de la vicepresidenta rellena, todo un milagro.
Muchos pensaban que Zp estaba sólo, que no sacaría adelante sus proyectos porque ya no le quedaban apoyos. Si alguno pensaba eso es que es de natural ingenuo. Zp es el hombre de las llaves y ni siquiera necesita llavero.
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