Intemperies. Palabras sin voz (Servando Gotor)
Una jauría de palomos salvajes revienta la calle a cada verbo y yo alimento mis entrañas con brisas marchitas.
Vivíamos como siempre, rodeados de melones, nube de pacíficos lobos asesinos de encinas. No, no eran tiempos de móviles ni ordenadores, ni había luna. Sólo sombras militares y un policía en cada esquina.
Ni siquiera llovía.
De "Noches calladas"
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