domingo, 29 de agosto de 2010

COSAS QUE PASAN EN VERANO (Antonio Envid)

SGS

Era la imagen misma del desvalimiento y en su mirada una pregunta: ¿qué hace un perro como yo en una playa como esta? La misma pregunta que yo me hacía ¿qué hago yo en un lugar tan inhóspito para un ser humano como una playa? De modo que creí haber encontrado un alma gemela y mientras contemplaba el espectáculo de los cuerpos desnudos y rebozados de grasa revolcándose por la arena, más propio del infierno de Dante o de un ensayo general para el evento del valle e Josafat, compartí con mi improvisado amigo mi paquete de patatas fritas e incluso le invité a un traguito de mi caña de cerveza. Total, que después no podía despegarme el chucho ni con agua caliente. Como llevaba una chapita al cuello lo deje al cuidado de la guardia municipal. Ya ven ustedes, lleva su chapita, no es un perro vagabundo, seguro que pronto viene su dueño a reclamarlo. Todavía estarán maldiciéndome por la faena.

Viaje rápido a Barcelona. Los campos monegrinos, de auténtico amarillo pajizo después de cosechados, huyen al conjuro de la velocidad del AVE. Donde llega la vivificadora agua, aspersores y otros ingenios de riego los llenan de amables manchas verdes. Pronto se abren las amenas huertas de Fraga y Lérida. Senyors viatgers propera estaçio Lleida Pirineus. Una pareja de orientales (japoneses, chinos, coreanos… quién puede saberlo) en un elemental inglés, tan elemental que hasta yo lo entiendo, preguntan asombrados por los Pirineos que acaban de escuchar por la megafonía. Quién puede hacer comprender a la sutil alma oriental la sutileza del alma ibérica (todavía no tengo noticia de que los catalanes hayan repudiado sus orígenes ibéricos). Cuando empiezo a entusiasmarme con la garriga de los campos de Tarragona, con sus retorcidos y esmirriados pinos carrascos y sus olivos en bancales, me saca de mi emoción la vecina de asiento, una señora de cierta edad (y tan cierta: una cincuentona, pero hay que cuidar mucho como se dicen las cosas, las palabras pueden herir, los hechos, por lo visto no) que le está contando por enésima vez a la enésima amiga que llama por el móvil su fabuloso viaje a Turquía. Bueno, Turquía reducida a Estambul y Kayseri, pero con esto basta. Estambul, que es más grande que Barcelona, oye, si, si…, también con mar. Fabulosa. Llena de mezquitas fabulosas. Las puestas de sol del Bosforo, fabulosas, y los amaneceres, también fabulosos, que no veas que madrugones nos pegábamos. Capadocia, fabulosa, con fabulosas cuevas que son iglesias fabulosas, llenas de grafitos antiguos que representan santos y dragones. A todo esto: Senyors viatgers propera estaçio Camp de Tarragona. Los orientales se desojan tratando de vislumbrar en medio de aquel pinar desolado la Imperial Tarraco. Quién puede explicar a una sutil alma oriental la sutileza aldeana que exige que un tren de alta velocidad vaya parando en todas las capitales de provincia. Cuando lleguen a su país también comentarán: el viaje por España, fabuloso; los famosos Pirineos no levantan un palmo; la ciudad esa tan importante cuando los romanos, Tarraco, debe de estar en alguna catacumba, pues no hay forma de verla…. El tren avanza atravesando penosos túneles que perforan las serranas tierras del litoral al encuentro del Mediterráneo. Siempre he pensado que los aragoneses somos una tribu que nadie contó, pues pasaba de la docena, que es hasta donde se llegaba, y que por oscuros pecados ancestrales fuimos expulsados del Mediterráneo y obligados a peregrinar por este especial Sinaí, que son los Monegros, de ahí nuestra nostalgia por el mar. De Zaragoza han salido patrones de yate para cubrir los puestos de los puertos deportivos de medio planeta.

Bien, a lo que venimos, a dar vuelta de nuestro patrimonio. El retablo del monasterio de Sigena, sigue donde siempre: presidiendo una sala del Museo Nacional de Arte de Cataluña. El retablo gótico luce estupendamente, seguramente en mejor estado que cuando las buenas monjitas lo vendieron en 1918. Gracias a esta venta podemos contemplarlo, si no habría que contentarse con alguna fotografía del archivo Mora, ya que habría sucumbido en el criminal incendio del monasterio cuando nuestra incivil guerra. En la misma sala hay otras dos tablas que yo robaré cuando tenga redaños para ello: una del siglo XIV que representa a una bellísima Vírgen dando el pecho a su hijo, procedente de la catedral de Albarracín y otra tabla con una Madre de los Ángeles, también gótica y también muy hermosa, que procede de la iglesia de Longarés. Ahora vamos a otra sala. Hela aquí, una sala perfectamente acondicionada y con el exclusivo objeto de exhibir y guardar los frescos románicos que embellecían la sala capitular de Sigena. Limpiados y arrancados con gran mimo, restaurados en lo que se pudo, después de sufrir aquel criminal incendio. También hay que recordar, que al parecer fue una columna de anarquistas venidos desde Barcelona quienes lo incendiaron. Por cierto, no se extrañe el visitante si ve en la fachada del museo al lado de la señal de la casa real de Aragón (lo que vulgarmente llaman “la senyera”) la bandera española, porque el museo está regido por un patronato integrado por el Estado, la Generalitat (que también es Estado) y el ayuntamiento de Barcelona y las obras, de momento, son propiedad del Estado.

Antonio Envid

2 comentarios:

  1. Esto es un poco como cuando griegos y egipcios reclaman a ingleses y alemanes las joyas que éstos exhiben en sus museos. La pregunta es: ¿cómo las cuidarñuab kis oruneris? ¿por qué se conservan?, ¿gracias a quién?
    En todo caso, en Aragón tenemos un flamante presidente del Gobierno que salvo el idiota poco más sabe hacer, porque no tiene lo que hay que tener para plantar cara al "falto" de ZP, como hacen habitualmente los catalanes. Comparen si no cómo se resolvió el asunto del archivo de la Guerra Civil en Salamanca -que con alevosía y nocturnidad se trasladó a Cataluña- con los bienes de la franja. Éle!

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  2. Lo del archivo de Salamanca fue una estupidez y las estupideces se pagan. La historia y los estoriadores les estarán refrotando por los morros tamaño atentado durante siglos.
    Pudiendo pasar a bases de datos toda la documentación para ser consultada desde cualquier sitio sería una majadería que pidieramos la desmembración del archivo de la Corona de Aragón, por ejemplo.
    Si tuvieramos, que no tenemos, unas instalaciones museísticas dignas, habría que proponer canjes o préstamos temporales del rico patrimonio aragonés que está entre Barcelona y Madrid (qué pintan las yeserías de la alfajería en el arqueolócgico de Madrid, donde nadie las mira tan fuera de contexto)
    El tema de los bienes de la franja es para mear y no echar gota. De momento han conseguido que hayamos hecho un museo digno en Barbastro, es la mejor manera de avergonzar a nuestros, por otra parte, queridos leridanos.
    Por último, si el Museo Nacional de Cataluña es el primero del mundo en conjuntos pictóricos románicos (alguna ermita aragonesa hay allí) el segundo es el museo diocesano de Jaca, del que podemos enorgullecernos. ¿Porqué la diocesis de Zaragoza no tiene un museo diocesano?
    Me alegra estimado Anonimargau tu objetividad, ver las cosas como son, sin las simplificaciones del "malos y buenos". Critiquemos nuestros defectos y mostremos nuestras virtudes. Aunque te advierto que con la objetividad se llena uno de enemigos.

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