¡Qué bonito el cuento de Blancanieves, ¿verdad?
Pues resulta que no lo es tanto cuando en vez de ser la princesa eres un enanito.
Claramente los pobres enanitos estaban sobreexplotados, pues salían de casa temprano hacia la mina (¡de diamantes!) y volvían al anochecer, lo cual son al menos más de ocho horas.
Segunda cuestión: seguro que les pagaban un sueldo … iba a decir irrisorio, pero seguro que ni les pagaban ni eran autónomos ni nada, porque no es normal trabajar en una mina de diamantes y vivir en una simple cabaña, con los lógicos roces de convivencia, ¡y más teniendo en cuenta el carácter de Gruñón! Aunque a Gruñón deberíamos apreciarlo más, me parece que era el único de todos que se rebelaba contra la situación en la que vivía, a pesar de que luego llegase una chica y le ablandara con un beso.
En fin, misterios de Disney.
Mercedes
.
ResponderEliminar.
bueno, M., tenemos -para
contrastar, o para nada, sólo porque
sí- la perspectiva de Leopoldo María
Panero, que se ha pasado la vida
en manicomios:
Blancanieves se despide de los siete enanos
Prometo escribiros, pañuelos que se pierden
en el horizonte, risas que palidecen,
rostros que caen sin peso
sobre la hierba húmeda, donde las arañas
tejen ahora sus azules telas.
En la casa del bosque crujen, de noche,
las viejas maderas, el viento agita raídos
cortinajes, entra sólo la luna a través
de las grietas. Los espejos silenciosos,
ahora, qué grotescos, envenenados peines,
manzanas, maleficios, qué olor
a cerrado, ahora, qué grotescos.
Os echaré de menos, nunca os olvidaré.
Pañuelos que se pierden en el horizonte.
A lo lejos se oyen golpes secos,
uno tras otro los árboles se derrumban.
Está en venta el jardín de los
cerezos.
Los cuentos funcionan, claro, con el mundo
interior de los niños, dividido -sin matices-
en buenos y malos. Parece claro qué personajes
son rotundamente buenos y malos, pero
los enanos… mmm… siendo de la zona buena,
los hijos (¿adultos?) de Blancanieves, no son
cabalmente buenos, sino un repertorio de
algo, un surtido cuétara. Pero tampoco
parece que vayan -gradualmente- de
más a menos buenos -enano a enano-.
Son buenos, pero:
gruñen, o se avergüenzan, o son mudos…
Nu sé, lo cierto es que no sé por dónde
coger a estos seres, que socialmente tienen
también una imagen muy ambigua -la cosa
es: ¿Disney, si el cuento es de él, nos la
quiere meter doblada manteniendo para
nuestros niños la hipocresía social o los
convierte en un solo personaje -parece
claro que los enanos son muchos en uno,
o uno en muchos- que no da la talla -por
eso tiene que venir el príncipe-. ¿Son adultos
niños, cuyas necesidades sexuales se niegan?
Y, en efecto, ¿para quién trabajan? No para
Blancanieves, porque ya estaban currando
cuando ella llegó… Tampoco saben defenderla
del mal -la espléndida, como siempre, es
la bruja, que es una especie de cruela de vil
fascinante… vaya: los perros son también,
muchos, 101 en vez de 7, pero para el caso…
Bueno, aquí lo dejo, que me lío a escribir y
no paro.
Un saludo cordial, gracias por traer el
cuento a colación, realmente da para
pensar.
Narciso
.
Me ha venido una cuestión a la mente.
Eliminar¿Porqué la manzana, que es símbolo de lo contrario, de darse cuen, es la que hace dormir?
¿Está Disney persuadiéndonos de algo? Tal vez sea proteger el mundo de los cuentos.
Si se da un extremo, se tiene que dar el contrario.
Con lo que se lo había currado, Steves Jobs.
Ángel
.
EliminarÁngel: me pierdo con la manzana,
¿puedes explicarlo más, o con otros
palabros, o algo?
Gracias
Narciso
.
Lo de la manzana... tiene tela, ¿no? Da para mucho. En el cuento, ¿qué papel juega? ¿Parecido al del génesis? El símbolo de la tentación, sigue estando en el cuento. Y el resultado es el mismo, aunque no exactamente. También aquí, como en el Génesis, conduce a la "muerte". Pero aquí, con remedio: la escupe y vuelve a la vida. Claro que también para los cristianos llega Cristo, nos redime del mordisco, y nos abre de nuevo las puertas al nuevo paraíso: El cielo. (Por cierto: ¿qué os parece una reflexión entre el cielo y el paraíso perdido (porque no parece que sean lo mismo y el perdido siempre es mejor que aquel que todavía nos resulta alcanzable (el cielo)? El perdido era naturaleza, rica naturaleza. El cielo, contemplación divina... huy, huy, huy... y ambos sin sexo.. sin ¿manzanas? (Pienso rescatar un estudio literario que creo que es sobre ese paraíso sin manzanas que creo saqué de La Regenta).
EliminarSaludos.
Como dice Servando, es la del Génesis, si. Y también me pregunto, de qué se dieron cuenta más , aparte de tener consciencia de ellos mismos. ¿Acaso, Dios vio que dieron el primer paso para la conquista de su voluntad?
EliminarSólo tenemos esto, voluntad y tiempo para domesticarla, nada más. Lo demás, es polvo en el viento. Aunque...creo que el sedimento que queda de todo lo filtrado, también es nuestro y de a los que pasamos, la bola.
¿Quién después de Adan y Eva, comenzó a fabricar el lodo que todos tenemos que tragar, creyendo que mordemos la manzana?
¿Tendremos que desenterrarnos todos, ( sobretodo los que no quieren comer barro) , para tener acceso a la manzana, y ver que estamos desnudos?
Porque lo que realmente vemos cuando abrimos los ojos es que estamos rodeados de cieno. Excepto dos, o tres cabras expertas en riscos, como sabiamente dijo un poeta.
No sé si he conseguido explicarlo, o ha sido peor el remedio.
Ángel
Je, muy interesante el asunto de la manzana. La del génesis también llevaba veneno. Creo que es en La Regenta donde leí esto: ¿te imaginas un paraíso sin manzanas?
ResponderEliminarEl cuento es de los hermanos Grimm (teniendo siempre en cuenta que ellos fueron recopiladores de cuentos orales ya existentes):
http://www.grimmstories.com/es/grimm_cuentos/blancanieves
Igual que los Grimm adaptaron sus cuentos y los cambiaron y manipularon, Disney hizo exactamente lo mismo a su conveniencia. Los enanitos están en el cuento pero (como dice Narciso) no están individualizados, es como si fueran sólo uno. El rey no besa a Blanca Nieves y esta despierta, sino que se prenda del supuesto cadáver, se lo lleva y durante el trayecto en un golpe Blanca Nieves escupe el trozo de manzana (ojo al dato:un sólo bocado; en el génesis no se aclara este dato, sólo se dice que Eva comió de la manzana y luego se la pasó a Adán, que también comió).
Hace unos 30 años (¡) me leí un libro muy interesante: "Psicoanálisis de los cuentos de hadas", de Bruno Bettelheim; será curioso volver a releerlo ahora. Está en la red. Aquí:
http://es.scribd.com/doc/48282371/Bruno-Bettelheim-Psicoanalisis-de-Los-Cuentos-de-Hadas
Y fijaos qué dice en esta nota a pie de pág. (de la 234)
El dar a cada enanito un nombre distinto y una personalidad determinada —en el cuento son todosidénticos—, como en la película de Walt Disney, obstaculiza la comprensión inconsciente de quesimbolizan una forma de existencia preindividual e inmadura, que Blancanieves ha de superar. Así pues,al añadir a los cuentos de hadas estas modificaciones erróneas, que aparentemente incrementan elinterés por la historia, lo único que se consigue es destruir el relato porque se dificulta la correctacomprensión del significado profundo del mismo. El poeta está mucho más capacitado para captar elsignificado profundo de los personajes de los cuentos de hadas que un director de cine y todas aquellaspersonas que repiten la historia siguiendo su ejemplo. La versión poética que Anne Sexton hace de«Blancanieves» insinúa la naturaleza fálica de los enanitos al referirse a ellos como «los enanos, aquellosperritos calientes».
Anne Sexton (yo la conocí por Balconcillos)... Lo cuelgo en el siguiente comentario:
El poema de Anne Sexton I (lo he sacado de aquí: http://cocinasensuales.blogspot.com.es/2010/11/blanca-nievesanne-sextontraduccion.html) Lo cuelgo en dos parte:
ResponderEliminarNo importa que vida lleves,
Ser virgen es una linda imagen:
mejillas frágiles como papel de arroz,
brazos y piernas hechas de Limoges,
labios como Vin du Rhone,
girando los ojos azul-china de muñeca,
abriéndose y cerrándose.
Abriéndose para decir,
buenos días mamá,
y cerrándose para esperar la embestida
del unicornio.
Ella es inmaculada,
tan blanca como el esqueleto de un pez.
Érase una vez una adorable virgen
llamada Blanca Nieves.
Se cuenta que tenía trece años.
Su madrastra,
una belleza en su propio estilo
consumida sin embargo por la edad,
no quería escuchar de nadie que sobrepasara su hermosura.
La belleza es una pasión muy primaria
pero, ¡ay amigos míos!,
al final ella bailará la danza del fuego con zapatos de metal.
La madrastra tenía un espejo al que le preguntaba
algo parecido al pronóstico del tiempo,
y que siempre la proclamaba
la más hermosa de la tierra.
Ella quería saber, mirándolo colgado en la pared,
¿quién era la más hermosa de todas?
El espejo contestaba:
Tú eres la más hermosa.
Ella, como envenenada, se convulsionaba de orgullo.
Inesperadamente un día el espejo replicó:
Reina, es verdad que eres una belleza suprema,
pero Blanca Nieves es más hermosa que tú.
Hasta entonces Blanca Nieves
había tenido la misma importancia
que la de una pelusa bajo la cama.
Pero de pronto la reina vio manchas de vejez en sus manos
y cuatro pelos arriba de sus labios,
y decidió condenar a Blanca Nieves a morir descuartizada.
“Tráeme su corazón, le dijo al cazador,
me lo comeré con sal”.
Sin embargo , el cazador dejó huir a su presa,
regresando al castillo con el corazón de un jabalí.
La reina lo devoró como si fuese un jugoso bistec.
“Ahora soy la más hermosa”, se dijo,
lamiendo sus delgados y blancos dedos.
Blanca Nieves caminó y caminó por el bosque salvaje
durante semanas, a lo largo de su trayecto encontró veinte pasadizos
y en cada uno había un lobo hambriento
con la lengua de fuera como un gusano.
Los pájaros la llamaban lascivamente, hablando como loros color de rosa,
y las víboras colgaban como aros
cada una enlazándose a su frágil y blanco cuello.
A la séptima semana, llegó hasta la séptima montaña
y ahí encontró la casa de los enanos.
Era tan graciosa como una cabaña para recién casados
y completamente equipada con siete camas, siete sillas,
siete tenedores y siete bacinicas.
Se comió siete higaditos de pollo,
y finalmente se acostó a dormir.
Los enanos, esas especies de hot dogs,
caminaron tres veces alrededor de Blanca Nieves,
la virgen durmiente.
Eran sabios y barbones como pequeños zares.
“Sí. Esto es un buen augurio”, dijeron, “y nos traerá suerte”.
Se pararon de puntillas para observar
su despertar.
El poema de Anne Sexton (y II):
ResponderEliminarElla les habló acerca del espejo y de la reina asesina
y los enanos le pidieron que se quedara y se ocupara de la casa.
“Cuídate de tu madrastra”,
le dijeron.
“Pronto sabrá que estas aquí.
Durante el día, mientras estemos en las minas
no le abras la puerta a nadie”.
Mirando al espejo en la pared
el espejo contestó...
Y entonces la reina se vistió de harapos
y salió disfrazada como vendedora de listones
para atrapar a Blanca Nieves.
Atravesó las siete montañas,
llegó a la casa de los enanos
y Blanca Nieves abrió la puerta,
y le compró un poco de listón.
Rápidamente, la reina
lo amarró alrededor de su corpiño
tan apretado como una venda de yeso,
tanto que Blanca Nieves se desvaneció
cayendo al suelo como una margarita arrancada.
Cuando los enanos regresaron a casa le desataron el listón
y ella revivió milagrosamente.
Tan llena de vida como un refresco burbujeante.
“Cuídate de tu madrastra, le dijeron.
Ella lo intentará de nuevo”.
Mirando al espejo en la pared...
Una vez más, el espejo habló.
Una vez más la reina se vistió de harapos,
Y una vez más Blanca Nieves abrió la puerta.
Esta vez ella compró un peine envenenado,
Un curvado escorpión de ocho pulgadas.
Lo puso en su cabello y se desvaneció de nuevo.
Los enanos regresaron y le quitaron el peine,
Y revivió milagrosamente
abriendo los ojos tan desorbitadamente como Anita la huerfanita.
“Cuidado, cuidado”, le dijeron.
El espejo habló...
Y la reina regresó.
Blanca Nieves, conejita idiota, abrió la puerta nuevamente
y mordió la manzana envenenada
cayendo de nuevo al suelo, esta vez por última vez.
Cuando los enanos regresaron
no pudieron reanimarla.
Buscaron un peine entre su cabello,
pero no sirvió de nada.
También la bañaron con vino
y la frotaron con mantequilla,
pero tampoco sirvió de nada.
Siguió tan rígida como una pieza de oro.
Los siete enanos no fueron capaces de enterrarla
en la oscura tierra.
Finalmente decidieron construir un ataúd de cristal
e instalarlo sobre la séptima montaña,
de esa manera cualquiera que pasase por ahí
podría contemplar su hermosura.
Un día de junio, llegó un príncipe
y al ver a Blanca Nieves, decidió no moverse de ahí nunca más.
Permaneció tanto tiempo, que su cabello se volvió verde
y aún entonces siguió ahí.
Los enanos se apiadaron de él
y le entregaron a la inerte Blanca Nieves
con esos ojos de muñeca cerrados para siempre,
para que la conservara en su lejano castillo.
Cuando los sirvientes del príncipe transportaban el ataúd,
tropezaron y lo dejaron caer.
El pedazo de manzana salió de la boca de Blanca Nieves
reviviendo milagrosamente.
Fue así que Blanca Nieves se convirtió en la esposa del príncipe.
La malvada bruja fue invitada al banquete de bodas
y cuando llegó, le fueron atenazados unos zapatos rojos de metal,
parecidos a patines de ruedas.
“Primero los dedos de tus pies se quemarán
y tus talones se volverán negros
y quedarás frita de abajo a arriba como una rana”.
Y entonces bailó hasta quedar muerta.
Una figura subterránea
con la lengua saliendo y entrando
como la estela de un avión a propulsión.
Mientras tanto, Blanca Nieves reinó en la corte,
girando los ojos azul-china de muñeca
abriéndolos y cerrándolos,
y algunas veces interrogando al espejo
como acostumbran las mujeres.
FIN
El post de Mercedes se ha centrado exclusivamente en la cuestión social. La situación de los enanitos explotados y, lo que es peor, conformes y resignados (salvo en Gruñón, en el que si se atisba cierta forma de rebelión). Pero los enanitos pueden tener un problema aún mayor que el de la explotación. Un problema insalvable: su merma física. Es curioso que Mercedes sólo se haya centrado en el aspecto económico-social del asunto... Je.
Gracias, por supuesto, por tu entrada, Mercedes.
ACABO DEFINITIVAMENTE: "Un paraíso sin manzanas" es el capítulo que aporta Azorín a un experimento (al parecer sin ningún éxito) de novela colectiva, bajo el título común: "Las vírgenes locas".
ResponderEliminarEs un asunto recurrente en Azorín. Voy a conseguir el texto (que no es fácil) y lo colgaré en lecturas hispánicas por si alguien está interesado. Parece ser que hay muchos estudios sobre el asunto (el del paraíso sin manzanas).
Tiene buena pinta, lo del paraíso sin manzanas...
EliminarÁngel
buenos días, yo creo que los enenitos están inspirados en los ángeles. Vladimira
ResponderEliminar.
ResponderEliminarOs veo poco puestos en el
paraíso y el Cielo. En fin. Sólo
unas líneas 8-) :
en el paraíso el asunto fue que
no podían comer fruto del árbol
de la ciencia del bien y del mal:
pero, ante todo: la cosa no fue ordeno
y mando: hay que suponer una comprensión
profunda de los primeros sapiens en relación
al árbol. Bueno: a lo que voy: Dios les concedió
-al jamarse la manzana-
la ciencia del bien y del mal, y actualmente la tenemos,
claro, pero se nos escapa: no sabemos cuándo va en
un dirección u otra.
Antes del manzano tenían la ciencia del bien y sólo
del bien.
Y su naturaleza no era natural sino
preternatural…
Es un asunto sumamente interesante. Nietzsche
dijo que la osadía del idealismo alemán había sido
poner el mal en Dios: espléndido.
En relación con el Cielo, el asunto es otro, claro.
No se contempla nada. Se sigue viviendo (claro)
porque somos inmortales y la actividad es intensa,
se dice que en altas modalidades del juego -en sentido
amplio, no penséis en el baccarrá-
Pero, sobre todo, sólo en el Cielo se da la réplica.
El amor, el arte, cada vez que algo muy intenso nos
arrebata y quisiéramos ponernos enteros a nosotros
mismos en lo que decimos o hacemos: eso es la réplica.
Me temo que tendréis -tendremos- que hacer algo
para averiguar qué pasa en el Cielo, que es mucho más
que lo dicho.
Saludos cordiales.
Narciso
.
Yo creo que los únicos que mueren con voluntad, son los elefantes...grandes introspectores.
ResponderEliminarY se comen la manzana de su propia vida, como Funes el memorioso.
Ángel
el asunto de los cuentos infantiles es muy interesante. Recuerdo que ya de pequeña no los comprendí, y ahora menos. Me resultaban complejos y me quedaba con cuatro cosas que conformaban mi propio cuento y las demás las olvidaba. Hay películas de este señor Disney que fui a verlas y no recuerdo absolutamente nada, por ejemplo Bambi o Dumbo. Ni siquiera ahora sé de qué tratan.
ResponderEliminarY luego está Alicia en el País de las Maravillas, ¿quién decidió que eso era apto para una mente infantil? Es incomprensible. Otra cosa es que cojan como hacía yo, y se extraigan episodios y se expliquen a los niños.
De todas formas, reconozco que no fui una niña muy normal, quizá por eso nunca comprendí estas historias. Ya de pequeña tenía claras algunas cosas sobre el Bien y el Mal -que al fin y al cabo es de lo que va esto-. Siempre ví a los personajes, y a las personas, como soportes de esas fuerzas.
Mercedes, a mí tu entrada no me ha gustado tanto como la otra. Conseguiste ese tono divertido con tu anterior entrada porque nos hiciste ver lo absurdo del mundo real, lo absurdos que somos la gente, pero esta...en un cuento vale lo absurdo y es más difícil que una crítica social encaje aquí. repito que es sólo mi opinión. Y que respeto mucho a las personas que escribís.
saludos,
Vladimira
Vladimirita, permíteme recordarte que si bien el embrión de Alicia fue un cuento -contado, oral- la obra va mas allá, especialmente Alicia a través del Espejo ¡maravillosa Alicia!
EliminarEn fin, que las Alicias son una debilidad para mi y libro recurrente. Un par de joyas...
Solo recordar al caballo inventor de la segunda Alicia contando su invento de como rizar el pelo o como saltar una valla empiezo a reir y cuesta pararme.
Las Alicias no son para niños y son una delicia.
Además, libros de pequeño tamaño, cómodos para viajar. Esos y un par mas me han acompañado en viajes.... y luego los he perdido en los hoteles ¡cachis!
Grandes las Alicias, imperdibles.
La Conchaparis
Concetta, no tenía ni idea de lo que me cuentas. Ya sé algo más. Gracias.
EliminarVladimira
A mi la peli de Alicia en el país de las maravillas, me parece de un simbolismo brutal.
ResponderEliminarMe refiero a la que actúa Johnny Depp.
Ángel
Yo no la he visto. Es que no la entiendo y ni siquiera estéticamente me gusta el cuento. Además de que Carrol me produce un gran rechazo. Que el cuento que una persona que retrataba a niñas en actitudes poco infantiles sea leído a niños me da mucho asco. Pero eso es ahora. Antes no lo sabía.
ResponderEliminarVladimira
No hay cuentos infantiles : es una traducción "amable" de la vida real: la Biblia, los mitos, las leyendas, las fabulas son una forma linda (me gusta la palabra "linda") de tratar de dar una explicación del mundo, de la vida...es por eso que contamos a nuestros hijos "cuentos"... (y si fuese machista a nuestras mujeres).
Eliminar@Mercedes : tu eres la chispa que ahora enciende este blog : Servando pone la paja y desencadena la hoguera...cuidado : te puedes quemar...
Un abrazo a todos
En lo que a los cuentos se refiere, creo que es una explicación parcial de la realidad.Lo digo porque los cuentos más conocidos siempre acaban bien y la realidad es bastante diferente.
ResponderEliminarYo creo que Mercedes es la chispa que enciende el blog, junto con Ángel.
Gracias,
Vladimira
A mi una película que me gusta, real como la vida misma...es El Rey León.
EliminarÁngel
Ángel tiene razón...es real como la vida misma.
EliminarComo coja a Scar, me va a oír.
Mufasa
@ Ángel @ Mufasa: no confundáis cuentos y película
ResponderEliminar(nb : quien es Scar ?
Vamo a vel, buen hombre...
EliminarScal e el hermano de Mufasa, pol favol. ¡Mie que no sabelo!
Corto el rollo ya... aunque...¡me vuelve a crecel!
Rafiki
Soy Gandalf.
ResponderEliminarHe visto que estáis discutiendo sobre los cuentos y películas.
Bernado tiene razón, no es lo mismo un cuento que una película, pero ambos, son para los niños. Es magia igualmente.
Vladimira también lleva razón, la realidad es más dura. He oído que ahora se están haciendo cuentos, para niños de padres divorciados, lo que supone un handicab muy interesante, para la escuela de magia, donde los magos aprendemos a lanzar chispas.
Si queréis acercaos a un cuento de ficción-realidad , os aconsejo El Señor de los Anillos.
Y si véis un Balrog a lo largo de vuestra vida...¡ corred insensatos !
Gandalf (El blanco)
Gaaaaandlf es mi mago preferido. Soy admiradora de este mago que se mete en el barro cuando toca y se pone fantástico cuando toca. Gracias sr. Gandalf por aparecer en el blog.
ResponderEliminarVladimira
Gracias a ti Vladimira, por tu poesía.
EliminarSon conjuros mágicos muy buenos
Gandalf (el blanco)
¡Humm!...permíteme, gran Gandalf, que me presente.
ResponderEliminarSoy el director de Hogwarts, Dumbledore, el colegio de magia.
Nuestro cuento es muy realista también. La muerte, nos rodea constantemente. Todos salimos de la misma escuela, pero cada uno lleva un camino diferente, aunque, el sombrero seleccionador, se encarga de que cada uno, encaje dentro de su papel en la vida.
Recomiendo esta lectura a los jóvenes que se quieran preparar para la vida.
Dumbledore
Dumbledore, soy Voldemort...
EliminarNo me negarás, tu que eres tan sabio, que una buena lluvia de mentiras, no fomenta la esperanza, esa que tanto defiendes...
Ja,ja,ja,ja,ja
Viejo cabezota...¡nos veremos las caras!
El innombrable
Mira...¡chato!
EliminarComo me cabree, llamo a mi amigo Gandalf, que ahora que es blanco, tiene más caracter.
Dumbledore
Utilizar deberíais más las manos, que la lengua.
ResponderEliminarEl poder del lado oscuro, subestimar no debéis.
¡Que la fuerza os acompañe!
Yoda
Hijos míos, no os peléeis.....
ResponderEliminarMerlín
Anarg safrá, urbás besá, dogie tempe.
EliminarEl conjuro de la vida eterna ¿no?
Ángel
A ver, por favor...
ResponderEliminarSoy Dios y vivía, como yo.
Esta es mi sucursal, la Tierra. Mis superiores me van a pasar una auditoría en breve y estoy acojonado.
!Lucifer¡, sal de ahí, que te van a malmeter estos humanos.
¿Me queréis decir qué estáis haciendo?
Con la cantidad de cosas que podéis hacer
Dios (el que vivía como yo)
Me queda para entender un par de ajos, un crucifijo et un estaca para salvarme o sino, llamar al 112 o al doctor N,
ResponderEliminarBernardo
Bernardo, anda, llama mejor al 091, que desde que ha aparecido dios por aquí, puede pasar cualquier cosa.
EliminarServando : el O91 no funciona : dios es internacional...que tu blog sirva para una vez para informar : el 112 es el numero de emergencia para la UE
ResponderEliminarUn saludo
A ver, soy Blancanieves. Los enanitos y yo vivimos en Santa Compaña, sin conflictos y aún menos laborales. Así que no me los soliviantéis, que para una cosa que funciona...dejadla estar. El cuento no nos lo cambia ni Dios!!!
ResponderEliminar¡Ah! yo soy libre albedrío...así que, a mi plin.
EliminarDios
Yo seré la chispa, pero anda que vosotros no poneis combustible ni nada para que todo vuele por los aires!!!! (---hasta el infinito y mas allá---)
ResponderEliminarYo solo hacía un poco la gracia con el cuento. Y vale que os pongais metafísicos, pero lo de Mufasa, Rafiki, Gandalf, Dumbledore, Voldemort, Yoda, Dios...
Me gusta la explicación que Narciso nos da de la manzana. Recuerdo vagamente que también salía la explicación o similar en "El Árbol de la Ciencia" de Pío Baroja.
También es interesante el símil de la manzana con la rebeldía de Ángel.
Sobre el resto de personajes... para qué comentar... Solo que salga el fan de Harry Potter, que yo también lo soy (y no he sido la de los comentarios).
M
El responsable de la rebelión de los personajes infantiles soy yo.
EliminarHace ya varios años que aprendí, de la psicología, que toda ficción tiene su conexión con la realidad. No existe ficción que no la tenga, por mucho que se invente.
Pido disculpas si me he extendido mucho pero no podía dejar pasar algunas cosas como que no son realistas los cuentos.
Una aclaración. Los anónimos no son míos y en el comentario de Voldemort...sobra el segundo no.
Un saludo afectuoso
Ángel
¡Uy! y el de Merlín, tampoco es mío.
EliminarÁngel
Por cierto, para mi, los comentarios de Narciso, son poesía en movimiento.
EliminarEs un merodeo sobre la manzana, así, sobre la marcha, recien salido del horno.
Ángel