miércoles, 4 de mayo de 2011

EN LA TRASNOCHADA 47 (María Jesús Mayoral)

MJM
 

En Villamayor de Gállego, 2 de mayo de 2011

En esta trasnochada pienso que si septiembre es un mes evocador, mayo no lo es menos. A estas alturas del año acostumbro a contemplar mi pasado a través de las copas de los árboles.

Llegó la primavera. Las robinias y los castaños de Indias del paseo se revistieron de hojas y se engalanaron con sus floreados racimos blancos. Un sol altivo y joven estrellaba su luz sobre las copas de los árboles cubriendo el suelo de doradas sombras. Almudena y yo, nos sentábamos en los alcorques de las robinias para comernos las florecillas dulzonas que caían de sus racimos.

Siempre he sentido fascinación por los castaños de Indias. Durante mi infancia fueron testigos de días importantes, enmarcaron los maravillosos años del colegio y señalaron, curso tras curso, el paso del tiempo. En primavera se cubren de hojas y racimos cónicos, enhiestos, cuajados de florecillas; cuando sopla el viento, sus flexibles y cimbreantes ramas son agitadas, bamboleando las hojas palmeadas y meciendo en el aire las redondeadas copas. En verano, sus hojas y ramas tamizan la luz del vigoroso sol estival, adornándose con sus frutos. En otoño, la funda correosa se abre dejando caer la castaña, sus hojas amarillean hasta enrojecer y despojar las ramas; el suelo se cubre con su hojarasca acolchando nuestros pasos, sopla el primer viento frío y barre las hojas secas levantado un suave siseo. En invierno, sus desnudas, rígidas e implorantes ramas desafían a hielos y fríos.

Estos dos párrafos corresponden a mi primera novela Los Castaños de Indias (1999).

{…} Recoge las hojas amarillas del suelo otoñal y guárdalas como recuerdo. ¡Ese es el momento! Soplaba el primer viento frío, corrí tras ellas, no se dejaban atrapar y recogí con tristeza varias hojas del árbol de los Cien Escudos y pensé: volverá la primavera y veré de nuevo en otro lugar las copas de los castaños de Indias floreadas, ese será el momento y sin duda será mío.

Este último corresponde a Cuore Ingrato (Cartas a Fabio)

Releo esto y rescato recuerdos perdidos. Y mañana el sol se alzará con todo su vigor sobre los Monegros y cuando salga a la carretera camino del trabajo, lo saludaré. Mayo es la fuerza de la Naturaleza.

3 comentarios:

  1. Me ha gustado "acolchando nuestros pasos" y "suave siseo", expresas lo que siempre he sentido cuando he pisado las hojas en otoño. Fantástico. A.E.G.

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  2. Ya sabía A.E.G. que estos párrafos no te pasarían inadvertidos. No sé si te he comentado alguna vez, que así como nuestra fecha de nacimiento corresponde a un horóscopo; nuestra fecha de nacimiento se corresponde también con un árbol. En mi caso, mi árbol es el castaño de Indias. Casualidad.

    María Jesús

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