CRÓNICA HEROICA (Por Azulenca)

MJM

Si la semana pasada fue gloriosa, esta ha sido heroica. Los americanos en una acción sin precedentes, al menos que yo conozca, han ejecutado al máximo líder del terrorismo global –Bin Laden- y luego han arrojado su cuerpo a los tiburones. USA no quiere mártires, no quiere mostrar la foto del muerto, no quiere trofeos ni prisioneros de guerra… Obama, que para eso le dieron el Premio Nobel de la Paz, fue el que dio la orden de matarlo y posteriormente la noticia. La escenografía americana ha sido perfecta. El mensaje presidencial al pueblo americano y luego una foto con caras de circunstancias -con Obama en estado máxima tensión, una Hilaria Clinton mirando con estupor, un señor uniformado con un medallero tan grande como un frontón al mando de un ordenador, además de unos cuantos altos cargos como testigos- presenciando en directo la operación, gracias a la cámara de un soldado, probablemente instalada en el casco; reconozco que esa puesta en escena ha sido al más puro estilo de Hollywood. Supongo que la retransmisión de Pakistán a la Casa Blanca sería vía satélite y con sonido Dolby. En un principio no me creí la ejecución de Osama Bin Laden. Ya saben que soy de las que opinan, que la desconfianza y el caldo de gallina no hacen mal a nadie. Sin embargo ahora que Al Qaeda ha confirmado la muerte de su líder, me quedo convencida y me pregunto: ¿Qué prueba habrán hecho llegar los americanos a los terroristas islamistas para que estos ”certifiquen” la muerte de Osama? Hay muchas, muchísimas cosas que no me encajan, pero en esto también los americanos saben aplicar la cuadratura del círculo divinamente.

Los americanos hacen todo al estilo Juan Palomo, yo me lo guiso yo me lo como. Ellos crearon y adiestraron a Bin Laden, amamantaron al monstruo y luego el monstruo -hecho a imagen y semejanza- se volvió contra USA. Ahora USA lo ejecuta, justificando su muerte como una acción de guerra. Yo, que soy aristotélica-platónica-agustiniana, no comprendo que se aplique la ley del ojo por ojo, en este caso literal, pues dejaron a Osama con un ojo colgando y con la masa encefálica a punto de nieve. Lo cierto es que la muerte de este terrorista no me deja tranquila, al contrario, me crea mayor inquietud. No entiendo esta salida de pata de banco de USA, bueno, sí. Obama estaba en sus momentos más bajos, había perdido toda credibilidad y necesitaba un golpe de efecto para recuperarse. Prueba superada. Por mi parte pienso que este energúmeno –Bin Laden- se merecía un juicio y un castigo, ahora, con su muerte se abre una nueva era de mayor intranquilidad y peligro. Si USA es USA, nosotros somos el Occidente civilizado y sabemos de moros y cristianos mucho más que ellos.

Y mientras el cuerpo del terrorista más buscado yace en el fondo de los mares, en España se legaliza Bildu y se pone el territorio español en venta. Pepiño Blanco pasa de ministro de Fomento a tocho, a ministro que vende ladrillos en el extranjero. Este Pepiño está a las duras y a las maduras. Yo creo que puestos a vender, yo vendería la costa española a cachos: las playas, la paella y la tortilla de patata es lo que más gusta a los extranjeros. Se vende, por ejemplo, un trozo de playa y se regala pincho de tortilla y sangría: con esta medida acabamos pronto con la crisis y con España, tal y como quiere nuestro Zp.

El miércoles al cine. The company man. La realidad, como la vida misma, lo que estamos viviendo ahora mismo. Los actores magníficos y también el guión. El final un poco pastel, pero el resto perfecto.

 Azulenca