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No me gusta ser catastrofista, de modo que cuando encuentro una buena noticia sobre nuestro querido país me apresuro a comunicarla. Un interesante estudio de The Economist Intelligence Unit y la consultora Heidrick & Struggles, que mide las condiciones y el potencial de los países para producir talento coloca a España en el puesto 11 de los treinta países clasificados, detrás de la India, que ocupa el 10. Estados Unidos, Reino Unido y Canadá encabezan el Indice de Talento Global, China se sitúa en el puesto 6.
Este índice se obtiene del análisis de distintos factores:
- población en edad de 20 a 59 años
- nivel de educación
- calidad de las universidades y escuelas de negocios
- ambiente cultural del país (porcentaje de la población con estudios superiores, porcentaje de investigadores, costo de la vida, productividad, meritocracia…)
- movilidad y apertura del mercado laboral
- capacidad de atracción de personas con talento
Según este estudio España está bien situada, pero casi todos los factores que se tienen en cuenta para elaborarlo tienden a empeorar, excepto el de ambiente cultural general, que es estable. Esto pone en evidencia algo que he repetido algunas veces, que en nuestro país nunca como ahora se había dado tanta acumulación de talento, tenemos muchos y buenos profesionales, pero que las nuevas generaciones ya no saldrán tan bien preparadas, toda la educación en general, tanto la media como la universitaria está perdiendo calidad a ojos vista, por muchos factores. Otras veces he comparado algunos aspectos socio-económicos de España con Argentina, y resulta que este último país ha pasado, en el puesto que ocupa por Talento Global, de estar en el puesto 17 al puesto 21 en solo cinco años, todo un record de descenso, y es una muestra de cómo pueden empeorar las cosas en poco tiempo.
Armando Bulla
Será como usted dice, don Armando -me refiero al "dato numérico", que eso lo maneja usted mejor que yo-, pero le aseguro que en cuanto a comprensión lectora cualquier argentino da sopas con honda a cualquiera de nuestros talentos.
ResponderEliminarEn fin, que yo matizaría algo el dato. Uno puede ser un talento en cirugía y un analfabeto funcional en un campo tan esencial como el lenguaje.
PD.- Note usted, don Armando, que no mento el lenguaje oral que ahí... ya sabe.
La Conchaparis
¿porqué sale tan chiquitilla la letra últimamente? hay que tener una excelente vista para leer el blog
ResponderEliminar¿quién me explica, que teniendo tanto talento en el país, tenemos una clase política tan mediocre?
ResponderEliminarPorque somos buena gente y tenenmos miedo a dar caña a los corruptos...aquí y en cualquier parte del mundo, ganan los malos en general.
ResponderEliminarLos buenos, ganan viviendo individualmente haciendo lo que pueden...
En cuanto a talento, del que no se puede medir objetivamente...somos de los primeros...seguro.
Siendo el lenguaje importantísimo, tanto el escrito como el oral, si me tuviera que poner en manos de un cirujano preferiría que fuera bueno en su trabajo, no me importarían sus conocimentos literarios, filosóficos, artísticos o sus dominios del lenguaje o de otras ¿artes?.
ResponderEliminarMe importaría que tuviera destreza (¿arte?)y responsabilidad en el ejercicio de su profesión .
En general, creo que a las personas nos interesa más la salud (sobre todo la nuestra).
Si fuera un fontanero al que tenemos que recurrir por un percance en nuestra vivienda, etc. también creo que lo que le exigiríamos sería que nos resolviera bien (¿con arte?), con prontitud y buen precio nuestro problema.
Talento, talento, talento... ¿pero que clase de talento?
¿o sólo lo hay de una clase?
Al último anónimo: un profesional con dificultades de comprensión, lectura, lenguaje y unas humanidades más que deficientes jamás puede ser bueno, en nada. Por mucha destreza que tenga con las manos y por muy bien que se conozca el mecanismo de lo que a su profesión atañe. Y no sólo me refiero a una cirujano, también a un mecánico de taller, por ejemplo.
ResponderEliminar¿Por qué pienso así? Porque cualquier profesión, cualquier oficio se ejerce en un contexto social y humano que transciende a lo que es directamente objeto de dicho oficio: trata no con consumidores, sino con personas; no con proveedores, sino con personas; tiene por compañeros, jefes y empleados no a máquinas sino a personas, etc.
Y el error más grande de nuestra sociedad (o uno de los más grandes) es precisamente ese: la deshumanización, normalemnte acorde con la cultura.
Esta es mi opinión, como todas -y especialmente las mías, lógicamente- discutibles.
Saludos.
Estoy de acuerdo con el blogger, yo conozco a cocineros buenísimos y que te preparan guisos maravillosos, pero que si un día están cabreados por lo que sea, se echan algún que otro japillo en el guiso.
ResponderEliminarSí, es necesaria la cultura y la calidad humana.
Saludos.
En efecto, también Josef Mengele debía ser un manitas y conocía muy bien complejas técnicas científicas. Pero una mala formación humanística le llevó a cometer las mayres atrocidades, para las que -por cierto- tenía grandes dotes. La técnica pura, desnuda de humanidad puede ser atroz.
ResponderEliminarUna persona que ha aprobado una carrera científica, tal vez pueda tener erratas sintácticas o de otro tipo. Si además ha sacado una especialidad y es bueno el ella, no cabe duda de que procesa bien los discursos de los demás y si es de éxito, los demás el suyo
ResponderEliminarCon el otro manitas: sea fontanero, electricista, mecánico, pintor de brocha gorda o lo que sea, será similar.
Nadie puede triunfar en el ejercicio de su profesión (siendo competente, bueno) sin una buena comunicación humana.
Sabemos de la importancia de saber nombrar, concretar, pero...
el verbo no siempre se hace acción hablando, las formas de expresarse son diversas y apropiadas al acto.
No hubo una mala lectura, fue un matiz, sobre el ¿talento?
y como en función de nuestras necesidades priorizamos uno u otro
Dejando siempre claro la importancia del lenguaje o los lenguajes, (los buenos lenguajes),con ellos la especie humana transmite los conocimientos y las experiencias, de unos a otros, progresa...
El talento es la capacidad de una persona para adquirir nuevos conocimientos y ello no es posible sin una curiosidad por lo que te rodea, por palantearse problemas y rsolverlos y todo esto pertenece a la esfera humanística. Un mecánico de coches recibe al año dos o tres cursos de formación y lo mismo es predicable para un fontanero o peluquero, continuamente aparecen nuevos métodos nuevos procedimientos y para ello hace falta una buena formación básica, capacidad de comprender, de razonar, en el fondo de pensar. Lo mismo que un médico, un abogado o un contable. Yo creo que hoy tenemos en España una población con una buena formación básica capaz de adquirir los conocimientos más vanguardistas en cualquier ámbito laboral o profesional. Confío plenamente en mis contemporáneos. La prueba está en esos movimientos civiles que están reclamando de nuesgtros dirigentes más capacidad, menos garrulismo, que no les cuenten memeces (gran pecado del gobierno Zapatero, pensar que los españoles somos menores de edad, que se nos contenta con una caramelo, lo pagará con un rotundo fracaso)
ResponderEliminarOtra cosa son las nuevas generaciones, por un cúmulo de problemas mal resueltos están recibiendo una formación superficial, banal en muchos casos y el fracaso escolar es una lacra que se está resolviendo dando las maximas facilidades para pasar de curso a curso sin unas exigencias mínimas.
He admirado siempre la sólida formación que daba el antiguo Bachillerato. Quizá houy estemos viviendo de sus rentas ¿Pero cuando se acaben esos antiguos bachilleres, que luego siguieron o no educación superior?
Armando
Creo que la Conchaparis, se refería simplemente a que hay médicos, que siendo su profesión de caracter humano,algunos son sólo mecánicos.
ResponderEliminarServando tiene razón en lo que dice, si se quiere llegar a la excelencia en el trabajo, hay que ir por ese camino.
Isabel tiene razón también en lo que refiere a que no todo el mundo tiene la suerte de tener la sensibilidad suficiente como para comprender filosofía, literatura, etc...pero que aun así, son buenos en su trabajo, sin más. Así que nada mas se les pide.
Vamos a ver, el mentar a los cirujanos era un ejemplo. Daba por supuesto que no hay ninguno aquí y por eso lo tomé.
ResponderEliminarNo se trata que todo el mundo sea físico nuclear o algo parecido. Se trata de tener mínimamente amueblada la cabeza.
Cuando yo era joven -allá por el año catapun- la gente escribía cartas y en casa era mi madre quien se ocupaba de despacharlas. Mi madre solo recibió instrucción elemental. Con frecuencia he recordado aquellas cartas y he visto muchos universitarios que no son capaces de escribir algo semejante. Y si no se sabe transmitir una idea tampoco podrán comprender un texto -analfabetismo funcionales con título
Tentada estoy de transcribir un párrafo de un informe redactado por un profesional liberal como ejemplo de lo que sostengo.
He tenido que hacer como los cirujanos -cortar/coser- para poder adivinar qué decía. Ha sido costoso el descifrar el párrafo y no tengo seguridad en haberlo interpretado bien. En fin, que no estoy segura de si dice SI o dice NO.
La Conchaparis