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| SGS |
La verdad duele.
Huele a batas de hospital y a alcohol
Que se gravan en la pituitaria a fuego.
Duele saberse loco, poeta o trapecista.
Es el precio de la vida.
La verdad duele.
Es un cuchillo oxidado
Que nos atraviesa el estómago
Y nos muestra la putridez de nuestro pasado.
Es la gran herida abierta.
La verdad duele.
Ese dolor de cabeza que nos lleva
En un tiovivo macabro al fondo del vaso.
Ese fracaso inmotivado que nos obliga
A tachar y escupir versos.
La verdad duele.
Seamos reyes o mendigos,
La verdad nos mata de manera sigilosa.
Dadme una palabra verdadera
Y yo desmontaré el mundo.
Huele a batas de hospital y a alcohol
Que se gravan en la pituitaria a fuego.
Duele saberse loco, poeta o trapecista.
Es el precio de la vida.
La verdad duele.
Es un cuchillo oxidado
Que nos atraviesa el estómago
Y nos muestra la putridez de nuestro pasado.
Es la gran herida abierta.
La verdad duele.
Ese dolor de cabeza que nos lleva
En un tiovivo macabro al fondo del vaso.
Ese fracaso inmotivado que nos obliga
A tachar y escupir versos.
La verdad duele.
Seamos reyes o mendigos,
La verdad nos mata de manera sigilosa.
Dadme una palabra verdadera
Y yo desmontaré el mundo.
mientras jean cocteau continua buscando la mentira verdadera definitiva
ResponderEliminarDesde que Göedel enunción su famoso teorema de la incompletitud (en todo sistema de inferencias hay afirmaciones que no pueden ni demostrarse ni refutarse con las reglas del propio sistema) la verdad es algo que cada uno tenemos que construirnos en nuestro propio cerebro. Por eso la verdad es dolorosa, es de nuestra propia responsabilidad, si proviniera de la demoistración de un sistema de lógica, estaría fuera de nosotros, bastaría con aceptarla, además sería incuestionable.Gödel nos gastó una pesadísima broma.
ResponderEliminarAntonio.