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ὈΜΦΑΛΌΣ
Ónfalo, el ombligo o centro del mundo
(Museo de Delfos)
La Conchaparís anda con una máquina de fotos nueva y se ha tirado a la calle como una loca disparando a viento y marea. Lleva una semana así y como se ha comido España en un momento, acaba de largarse a Holanda para comérsela también. Eso sí, con queso gouda y buena cerveza. Cientos y cientos de fotos con un lápiz de memoria que siempre acaba encima de mi mesa con mirada amenazante (no ella, el lápiz) exigiéndome horas y horas de photoshop. A La Conchaparís le pasa como a mí: dispara mucho. Ya se sabe que cuando se dispara mucho alguna vez aciertas. Y. como ahora, en estos tiempos, disparar sale gratis, su cámara –como la mía- parece una auténtica ametralladora. Claro, que la Conchaparís es mucho mejor que yo. La Conchaparís, además de la estadística, mira bien. Como deben mirar los artistas. Pero además, y aquí viene lo esencial, no tiene vergüenza: se mete en cualquier tienda, la confunden con una sixter de Andy Warhol y le abren las puertas de par en par. Luego, cuando se despide le preguntan que dónde saldrán esas fotos y ella se encoje de hombros y contesta tan feliz que en ningún sitio. Después llega a casa y como se conoce ya el manejo del programilla de edición de Picasa, va haciendo algún retoque y así, poco a poco, avanza por momentos. En todo caso acaba endosándome a mí al día siguiente todo ese material para pasarlo por el photoshop, material que –la verdad sea dicha- siempre viene bien para la barricada.
Don Antonio nada que ver con La Conchaparís. Cierto que, como ella, tampoco se corta un pelo aunque muchas veces no ve muy bien, no sabe ver y, lo que es peor, siendo autodidacta, se niega a aprender a ver y eso me cuesta más de una bronca con él porque, para mí, los autodidactas son gente con el oído bien abierto. Vamos que para aprender a ver es conveniente tener bien abiertos… eso: los oídos. Don Antonio, no. Y no lo digo porque jamás siga un consejo mío (yo doy pocos y cuando los doy raramente acierto) sino porque no admite consejos de nadie. Si bien reconoce haberse apuntado -tiempos ha- a un curso de fotografía y que la experiencia le gustó: sólo chicas jóvenes y él. Hala, todos revueltos en el cuarto oscuro. De modo que salió como había entrado: indemne (en cuanto a conocimientos de fotografía, se entiende). Es don Antonio, pues, además de autodidacta, algo ciego (me refiero sólo al tema de la imagen, claro), bastante sordo y sobre todo autónomo. Tiene pues mucho mérito lo suyo porque nada –o muy poco- le debe a nadie y sin embargo, algunas veces también acierta. Digo yo si será también porque apunta mucho y dispara más.
Y con esto de no deber nada a nadie me voy a María Jesús. A ella más bien le deben y, lo que es peor: no le pagan. Autónoma también y autodidacta donde las haya. Lo que no quiere decir sola, que siempre marcha bien pertrechada de incondicionales (más bien "incondicionalas") que, unas veces con razón y otras con menos, le aplauden fervorosamente hasta la extenuación. Aunque, ojo, la lealtad o el cariño ciego no siempre son buenos consejeros. En todo caso, creo que María Jesús y sus incondicionales harían bien escuchando las críticas de sus –también por lo demás- amigos, sus muchos amigos que no le faltan. Que los mismos que te silban unas cosas te aplaudan otras no es garantía de buen juicio pero sí de objetividad y distanciamiento, buenos ingredientes ambos para una crítica certera. Yo doy el mismo crédito a aquellos que te aplauden siempre como a los que siempre te silban: ninguno. O te quieren mucho (cosa que se agradece) o te odian mucho. En todo caso, malas posiciones para un buen juicio.
No voy a hablar de Narciso, mirada siempre expectante, oído abierto, actitudes ambas tan agotadoras, y más a su ritmo, un ritmo por el que a veces explota y otras se desvanece haciendo mutis por el foro. Desaparece y es capaz de dejarnos colgados a todos, después de habernos animado a escalar las más altas cumbres. Mil proyectos, mil energías, mil ideas, mil miradas para cada objeto. Es el poeta profesional del blog como Vladimira es, o fue o lo ha sido, la poeta ocasional.
De Juan Serrano y Ángel sólo voy a decir un par de cosas, por ser tan recientes por estos lares: don Juan, desde que lo leí por vez primera me ha parecido siempre el señor de la pluma, la palabra y el pensamiento. Ángel es un encanto, un hombre más culto de lo que él cree y persona inteligente como lo acredita su británico sentido del humor. Un humor sin aspavientos. Suave.
Javi es otro de los poetas completos: escriba, haga un comic, fotografíe lo que sea o se marque (como en los tiempos del cine) un señor film de inigualable talento, todo lo hace a la perfección. Es un hombre que sabe oír y mirar como pocos (por cierto, la huída Fabiola –esperemos que algún día vuelva, o al menos se asome- también, e incluyo el humor).
¿Y qué me dicen de Babiluno? Seguimos con el humor, el buen humor. El señor (joven, por cierto) que se esconde tras Babiluno nada que ver con lo que escribe. Nada que ver… aparentemente, claro. Incluso parece serio y hasta buena persona. Qué cosas.
Y, para el final: Isabel. Isabel es como la sombra de todos, algo así como -siempre salvando las distancias- Pepín Bello para la élite surrealista española: artista sin –casi- obra, pero cuya impronta impregna inconscientemente la de algunos de los que andamos por aquí. Y digo casi sin obra porque algunos de sus comentarios son verdaderos poemas.
Evidentemente no hablaré de mí –uno nunca debe hablar de sí mismo- que, por más que abro los ojos y los oídos sigo siendo ciego y sordo. Y cuando alguna vez hablo –como hoy, por ejemplo- siempre me queda la duda luego desvelada de que más me hubiera valido ser también mudo.
Servando Gotor
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ResponderEliminarBien, Maestro: me reservo el deber (y derecho), en este orden
de réplica. Pero esperaré a ver qué dice la peña, si es que dice,
al tiempo que me tomo un poco de tiempo antes de contarte
por escrito. Me parece bien esto de hablar de todos, muy bien
incluso, quizá me falta una visión global, de dinámica de
grupo, por decirlo así. Aunque personalmente las cosas
cambian (en el trato personal, digo), en el blog nos queremos
en general muy poco, y un grupo tan escaso no puede
tener una dinámica de crítica como predominante (incluyo
el silencio o la ignorancia como la más grave y mortal y
principal de las críticas, claro).
Y me callo, coño.
Gracias
Narciso
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Narciso, he hecho esto como un juego, una broma, seguramente porque no tenía nada mejor que escribir ;-(
EliminarTambién he sido consciente de que puede provocar un debate interno que podría ser interesante o acabar como el rosario de la aurora (no es esta última mi intención ni mi deseo, claro).
Gracias y besos.
¿Y Azulenca?
ResponderEliminarM.J.M
María Jesús, cómo me voy a olvidar de Azulenca. Lo que pasa que aquí me he referido sólo a las personas de carne y hueso que conozco personalmente. He dejado a un lado a los seudónimos y a los heterónimos, quienes quizá merezcan un capítulo aparte: Azulenca, Armando Bulla, las hermanas Parcial, Roberto Plural etc.
EliminarGracias y besos.
¿quien ostias es asulensa?
ResponderEliminarjoder, que esto no es lo mio... o si'?
aquien de importa quien es asulensa, ostia puta jajjjajjajaj
mierda de gilipoyas ostia
a cagar
Pues yo voy a decir algo de tí Servando...creo que la palabra que mejor te define es la perseverancia...igual que a Narciso.
ResponderEliminarConcretamente creo que eres la máquina de este tren, vamos, el que tira del carro. Eres incombustible e inquieto y además, tienes una voz potente y jotera.
Me alegro de haberos conocido a todos, ha sido una suerte muy grande para mí.
Un abrazo a todos
angel
Bueno, quería decir un abrazo para cada uno, que si no no me dan los brazos
ResponderEliminarangel
Otra de la peña
ResponderEliminarSalvando la distancias nunca me hubiera importado ser un Pepín Bello. Así que gracias por el piropo.
Siempre dije que el fiel, en mi caso, por estos blogs es Narciso. Conociéndolo ninguno de sus amigos (de la peña) podían ser malas personas
Lo que tú nos dices de los otros, de cada uno de nosotros, lo certifica
El trocito dedicado a Mª Jesús me ha gustado mucho. Me has recordado a mi madrina (tía-abuela), entre las cosas que te decía estaba un "el que bien te quiera te hará llorar" , explicándote muy clarito a continuación, que -no, esa persona no te maltratara ni física ni psíquicamente, pero en los momentos en que este en riesgo tu patrimonio, el bienestar de tu persona, te dirá lo que crea que debe decirte, no te seguirá el agua (si cree que haciéndolo algo no bueno puede llegar a tu vida). Tal vez los que te la sigan, cuando las cosas vayan mal te abandonen, ella, estos otros, los del cariño verdadero,( no los del halago y a vivir a través de otros emociones que no se permitirían ellos en su vida personal) te vaya bien o mal siempre estarán a tu lado.
En cuánto a la dinámica de este grupo (pequeño),al ampliarse, aparecimos por ejemplo primero: Vladimira, Ángel, yo, (pero no eramos conocidos personalmente por todas las personas de la barricada) ; otros más tarde
y por otra, reducirse, se nos fue Don Mariano, otras personas han dejado de frecuéntarlo, etc.
Me imagino que pronto volverá Fabiola, sabe que gusta a todos los del blog. Nos gustan sus pinturas, nos gustan sus escritos. Todos valoramos su calidad literaria y algunos (por lo menos yo) si el contenido es triste e intenso deseas que no sea muy personal, deseas simplemente lo haya expresado bajo una forma literaria magnífica.Tal vez en estos momentos este viviendo tiempos de estudios y amores
La dinámica de grupo, fue la que fue
Todo grupo necesita un encaje entre sus miembros. Ninguno debe de quedar sin su función y sin su reconocimiento
El que quedara así no es miembro del grupo.
Es lógico que hasta saber las intenciones de los nuevos, algunos de los antiguos se mostrasen ¿cautos? (¿y si los desplazaban de su propia casa?, -eso no gusta a nadie).
Y hasta conocer a los antiguos que los nuevos fueran desconcertados a veces. Las personas somos poliédricas
Con pocos conocimientos personales del otro, de los otros, todo puede podía ser sacado de contexto, dificultando ese tipo de relación ¿positiva? que siempre necesita un grupo pequeño ( y más si es una barricada, nada hay más absurdo que los miembros de una pequeña barricada los pellazos se los tiren entre ellos).
A mí me gusta Servando, es amigo incondicional, pero eso no lo exime de decir lo que cree que bajo su opinión es lo mejor para la persona amiga y además lo deja claro, puede equivocarse, pero su opinión es la que honestamente expone. Podrá equivocarse, y lo acepta. Lo que no aceptaría nunca es darle cuerda a un amigo en un asunto donde haya por medio prestigio profesional, dinero, bienestar de la persona, etc.
Tengo que irme. Leí un articulo muy majo de Félix de Azua (como poeta, está en la Antología Poética), si tengo tiempo esta tarde escribo (copio) unas pinceladas del artículo en un comentario de este escritor y poeta).
Buen día
isabel
Je, coges la gracia, Isabel. Antonio siempre lanza sus dardillos y yo me defiendo. Y viceversa, claro.
EliminarBesos.
más parece el catálogo de un zoológico
ResponderEliminara mí me veo en una jaula con el rótulo "animal autista"
creo que Santa Teresa agradeció a un pintor por haberla pintado fea y legañosa, ya que le ayudaba a mortificarse, de modo que, gracias servando.
Creo que los comentarios son muy benevolos, como propios de la bonhomía de Servando, yo habría sido bastante cruel
lo de los rótulos de las jaulas se lo dejo a María Jesús, que es tarea que se le da muy bien
saludos a todos: escribidores y lectores
Antonio
Antonio, tu crueldad hubiera sido capaz de decirme que yo no ligaría ni en un cuarto oscuro. Seguro. No lo has dicho, pero como si lo hubieras dicho.
EliminarBesos.
Por cierto, Antoni, esa referencia que haces a María Jesús, aunque también vale para ella ¿no habrá sido un desliz tuyo porque, en realidad, te estabas refiriendo a Azulenca? A las dos les iría tu comentario, pero me parece que en realdiad tú te estás refiriendo a Azulenca.
Eliminarantonio me ha quitado la palabra de la boca. Te caracteriza tu bohonomía aderezada con una dosis de realismo difícil de obviar. Conservar esa actitud a pesar de la consciencia de lo malo o triste o injusto que hay en el mundo es poco usual. Comprendes las miserias humanas y hablas de ellas sin acritud asumiendo que van en el pack de nuestra naturaleza. Bueno, os dejo, es agotador escribir con un móvil lento. Luego sigo. Salud¡ Vlad
ResponderEliminarGracias, Valadimira. Siempre es bueno saber de ti, aunque sea desde un móvil.
Eliminarbesos.
lo de animal autista, no lo veo como el rotulo más adecuado
ResponderEliminarjeje, y Servando, se pone a chinchar a quienes sabe que tienen sentido del humor y Antonio lo tiene ( y en sentido como mínimo biunívoco).
Me ha gustado mucho ese saludo a la primavera desde el santuario de Segeda. No sabía nada de la piedra angular...
interesantísimo.
Buenas noches
isabel
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ResponderEliminarComo lo prometido es deuda, aquí va mi comentario sobre el Maestro, aunque con él siempre se es injusto. Más breve de lo que desearía, claro, pero el guión obliga:
Todo empezó con la madre, que era –con el debido respeto lo digo- un vector alienígena, quizá fue –temporalmente- abducida. Al grano: fue abducida para que pusiera a si hijo el nombre de Servando. ¿En qué me baso? Ante todo, en que se lo he oído contar a él –no la abducción, claro, sino el resto- y además en que no hay más Servandos (salvo su hijo) en el mundo (civilizado) y además en los motivos por los que ella –su madre- eligió tal nombre para él: ‘conocí a un señor que se llamaba Servando y era muy listo’… uf, qué mala pinta, apesta a abducción alienígena.
Bien, aceptemos –no hay otra- esta hipótesis. Su madre, después de ponerle el nombre, dejó de ser un vector alienígena: claro, ya estaba cumplida la misión que le habían encomendado.
Tenemos, en suma, a un Servando, en la vida y en el mundo. ¿Para qué tanto interés alienígena en que hubiera un Servando? Porque el nombre –y sobre todo éste- imprime carácter. A San Juan Bautista o a San Pedro los bautizó directamente Dios, por ejemplo.
Servando vino (al mundo) y fue bautizado (alienígenamente) así para meter el dedo en el ojo, para ser esa piedrecita en el zapato que incomoda sin doler, que molesta sin dañar: que avisa, advierte, recuerda. Uno (cualquiera) está tan tranquilo, creyendo que se la ha colado, porque Servando parece que no se entera, que se olvida –y él mismo fomenta esa imagen suya-. Y de pronto, Servando te la suelta: como si hubiese tenido una inspiración alienígena, Servando te la suelta. Estaba (casi) todo nebuloso, nublado, turbio, y va Servando y te la suelta. Eso que no habías querido ver, que te estabas ocultando, que incluso ocultabas que te lo ocultabas.
El otro gran motivo por el que Servando fue bautizado (alienígenamente) es: para ser ecuménico, para hacer ecumenismo: reunir, integrar, agrupar, liderar, cementar (de cemento, no de cimiento) a (casi) todos los humanos (y humanas) que estén más de media hora escasa al lado suyo, cerca de él.
No voy a seguir por el camino grande: me retiro por un caminito secundario: las que he citado son las características de la amistad, las que la definen, las que la hacen. Servando es el amigo: no un amigo, ni a veces un amigo, ni aquí un amigo: sino el amigo. Posee la virtud de la amistad –la más apreciada por Aristóteles- en grado sumo. Lo demás son nimiedades.
Narciso
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Jeee... Narciso. Todo un honor para mí este texto tuyo estilo merodeador... Pocas cuentan con semejante privilegio, la verdad. Quedo por tanto más que agradecido. Un beso agradecido muy gordo.
ResponderEliminar¡Qué empanada llevo!
ResponderEliminarAsí que soy encantador...
¿ Os dirigís a mi ????
¿ Os dirigís a mi ???????
Pumba
angel