COPLAS Y ROMANCILLO DE JOSÉ, MARÍA Y EL NIÑO
Como cada fin de año
está José inventariando.
- Tanto me gasté en clavos
y en maderas otro tanto,
y después de tanto esfuerzo
esto es lo que hemos ahorrado,
unos míseros dineros
que se gastarán volando.
Vamos a invertirlos bien,
dice María cantando,
en Deuda al dos por cien.
- Desde luego María eres
una ingenua que da espanto.
Los meteré en una botija
y los enterraré en el patio,
no venga el recaudador
y se los lleve el bellaco,
y también evitaremos,
que nos los roben los Bancos.
En esto tercia Jesús
y, por Dios, que dio un buen tercio
- “Había, hace años luz,
un rico señor avariento,
que al coger el autobús
para ir a..... no me acuerdo
dio a cada uno de sus
criados un sextercio.......”
¿Qué dice el chico, María,?
¿qué dice, que no lo entiendo?
yo creo que es que delira.
- Una parábola, maestro.
¿Y porqué no habla en hebreo,
y así todos tan contentos,
como habla todo el mundo.
Y nos dejamos de cuentos?
€€€€€€€€€€€€
Por eso de vez en cuando
dice José a su vecino,
cabizbajo y con retranco,
- Este chico, Ceferino,
me lo vengo preguntando,
¿a quién crees que ha salido...?
* * *
A UNA GRANADA
Mortalmente herida te me ofreces
abierto el corazón de horrible tajo.
Al penetrar la luz en tu regazo
me deslumbra estallando en mil rubíes.
Compleja arquitectura que asombrara
al humilde fray Luis, que en ti descubre
la perfección de Dios. A ambos nos une
hermosa comunión que todo iguala.
En tu sangre se gozan mis sentidos
y mi sed terrena casi sacias
otorgándome del cielo un anticipo
que entreabre mi torpe mente hacia
la realidad en que los escogidos
eternamente viven en Tú gracia.
Antonio Envid.
Mi soneto no quiere rivalizar con el de Paul Valery, sería un extraño desvarío. Ni tiene nada que ver con el del gran poeta francés, el mío quiere enraizarse con la tradición española. Me inspiró el escribirlo (hace algunos años de esto) la insuperable descripción que de este fruto hizo Fray Luis de Granada, que ve en él la perfección divina, que se muestra hasta en el diseño de una humilde granada y en el arrobamiento mísitico que esto le produce. Sin negar el gozo estético, aunque meramente materialista, de Valery, me impresiona mucho más la profundidad y arrobamiento con que Fray Luis contempla una granada y que yo, por supuesto, no he sabido recoger. Pero le he intentado.
ResponderEliminarEn cuanto a las coplillas, Servando, con buena intención, pero con mal criterio, me las ha mezclado con algo que yo he querido que fuera profundo (otra cosa es que lo haya conseguido, pero eso ya no me preocupa, soy consciente de mis limitaciones y de vuestra benevolencia)con lo que ha quedado como un revuelto de chistorra con muose de erizos sobre un lecho de espuma de vainilla.
Valga, no obstante, esta mezcolanza mistica y puñeterilla para desear a todos los colaboradores y lectore de este blog unas fiestas de Navidad provechosas, tanto material como espiritualmente. Ah, también se lo deseo de todo corazón a Servando, alma, vida y corazón de este blog, aunque a veces me gaste alguna broma.
Antonio, la verdad es que he hecho todo muy rápido porque voy muy mal pero que muy mal de tiempo y, además, tenía que colgar también la entrada de Azulenca.
ResponderEliminarIntentaré esmerarme más en lo sucesivo. (Y hasta de corregirlo y separarlo)
Besos.
El soneto, A Una Granada, me trajo recuerdos de adolescencia. Yo también leí el de Fray Luis y el suyo me parece bueno.
ResponderEliminarY quién no sonríe con las Coplas y Romancillo de José, María y el Niño
Les deseo unas Felices Fiestas a todos.
isabel