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De un
tiempo a esta parte oigo una muletilla en las palabras de la mayoría de los
políticos. Con machaconería han hecho u omitido algo “como no podría ser de
otra manera”, ha ocurrido un hecho “como no podría ser de otra manera”, se
pronuncian sobre un tema afirmando o denegando “como no podría ser de otra
manera”, dejan que un sucio asunto lo resuelvan los tribunales, “como no podría
ser de otra manera”, escurriendo el bulto. Resulta que ante un universo
probabilístico, para la chata mente de nuestros políticos ese universo es
determinístico y además solo hay una manera de ocurrencia. Preguntad a un
físico por la ley de la gravedad y os dirá: “Hay un alto grado de probabilidad
de que si soltáis una manzana, ésta caiga hacia el centro de la Tierra, pero
solo un alto grado de probabilidad. No hay leyes determinísticas en la física”.
Sin embargo, para esta clase política, endogámica, cooptativa, periférica (en
cuanto viven en la periferia de la realidad social) las cosas “no podrían ser
de otra manera” En un mundo multicolor, ellos solo ven el blanco y el negro.
Así,
los montes, uno tras otro, arden “como no podría ser de otra manera”, la deuda
soberana española está al nivel de los bonos
basura “como no podría ser de otra manera”, se suben los impuestos a
niveles obscenos “como no puede ser de otra manera”, gobiernan o se oponen
absolutamente a labor del gobierno “como no podría ser de otra manera”. Esa
pereza mental que embarga a nuestros prebostes y dirigentes, esa miopía en la
visión del mundo, ese reduccionismo está amenazando con contaminar a toda la
sociedad española, de modo que nos iremos decididamente a la mierda “como no
podía ser otra manera”. ¿Se escuchará una voz, una tan sola, que diga que las
cosas pueden ser de otra manera, que pueden ser de miles de maneras distintas?
Aunque lo más probable es que me oiga: “fúmese un puro y no se haga mala
sangre”.
Antonio
Envid.
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Pie de
la foto:
Antonio,
ResponderEliminarToda sociedad busca "responsables expiatorios" : nos exima de nuestra responsabilidad...
La critica es facil y el arte (=hacer) es dificil
Tenemos los politicos que nos merecemos...Al paredon, todos... y despues ?
Bernardo el belga
Yo no he podido evitar irme a lo anecdótico -estoy tan harta de políticos y crísis...- el armatoste de los puros es maravilloso. Hace poco encontré algunos artilugios de mi bisabuelo y no pude evitar que antes las cosas se hacían a conciencia.
ResponderEliminarEl chisme es maravilloso.
salud!
Vlad
Sobre el tema de que cada país tiene el Gobierno que se merece he meditado alguna vez y he sacado alguna consecuencia: normalmente gobierna gracias a una minoría mayoritaria, es la dictadura de la democracia, la peor de todas porque halla su legitimación en la urnas y no se puede combatir. ¿Merecían todos los alemanes el gobierno nazi? Hitler se alzó con el poder "democráticamente".
ResponderEliminarYo vi con entusiasmo la mayoría del PP y empiezo a decir, como Unamuno, "no es eso, no es eso". Aún les concedo, no obstante, cierto grado de confianza.
Si, la democracia, en matematica politica es la dictadura del uno, encima de los 50..pero la democracia es tambien la separacion de los poderes y reservar al Estado el ejercicio de la violencia publica...
EliminarHitler salio de las urnas y de la demision de los organos del Estado (la utilizacion de la fuerza fisica contribuyo mucho à su "exito")
Como tu, espero que el Gobierno haga la reforma del sistema financiero (mas importante que la reforma laboral,), que ponga "mano dura" en las commuidades, que vayan a los tribunales los delicuentes cuales sean sus pelos
Viva la democracia...y que vive muchos años : los españoles de tu generacion saben lo que es y lo que cuesto
Bernardo el Belga
Bernrado el Belga
Yo no siento afinidad hacia ningún partido político pero creo que hay que darles un voto de confianza a estos señores -o al menos a casi todos-. Dan una cierta sensación de orden y de seriedad. Al menos son gente que actúa con cierto rigor.
ResponderEliminarVlad
Bernardo, creo que has dicho algo interesante: que la generación de los que ya somos mayores sabemos lo que cuesta. A veces veo a gente joven, profesionales: jueces, abogados, periodistas, que como no han conocido otra cosa tampoco le dan el valor que hay que darle ni a la democracia, ni a las leyes ni al estado de derecho. Parece ignorar que la arbitrariedad sólo beneficia al fuerte y, especialmente, al que más poder tiene y más armas. Desde luego a quien perjudica la arbitraridad (pues no otra cosa es la ausencia del Estado de Derecho) es al más débil. Las leyes, especialmente, sirven para sujetar y controlar al poder.
ResponderEliminarUn abrazo.