viernes, 14 de septiembre de 2012

24 HORAS EN LA VIDA DE UNA MUJER (Juan Serrano).

-
-



De la mano de deletreados, he leído 24 horas en la vida de una mujer. (Stefan Zweig). Y estas han sido mis anotaciones a su lectura.


Sinopsis

El comerciante de una pensión es abandonado por su mujer, madame Henriette. A raíz de este escándalo un grupo de residentes entabla una violenta discusión. La mayoría de los contertulios critican la actitud de la mujer del comerciante porque ésta ha tenido la sinvergonzonería de fugarse con un joven francés recién llegado al que no conocía de nada. Tan sólo el narrador de la historia y una viuda ya mayor se muestran respetuosos con la actitud adúltera de Henriette. A raíz de esta coincidencia, la viuda -Madame C- le cuenta al narrador la aventura que a sus cuarenta años, después de morir su marido, mantiene durante 24 horas con un joven jugador de casinos.


1.- Igualdad de género

Lo de menos de la discusión es considerar propio o impropio que una mujer sea criticada por fugarse con otro a la primera de cambio. En el fondo del debate subyace una determinada ideología acerca de la libertad personal, la sinceridad y la hipocresía. ¿Es el hombre, ante el abandono y la soledad, más vulnerable que la mujer? ¿Es el varón sin la mujer menos hombre que la mujer sin varón? El decantamiento del autor por la igualdad de género es manifiesto. El mismo narrador lo dice bien claro:
"... personalmente yo encuentro más digno que una mujer ceda al instinto en forma libre y apasionadamente, a que engañe a su esposo."
 

2.- Brevedad, trascendencia y naturaleza del amor

La señora C no olvidará nunca el incidente de su corta relación con el jugador de casinos. Esta circunstancia es como un tizón encendido que late, ilumina y contextualiza las restantes etapas de su vida. El ser protagonista de un episodio breve, pero de gran calado por su trascendencia sentimental, le da la oportunidad de saber lo que realmente tiene sentido:
"Bien. Ya he dicho que sólo deseaba referirme a un solo día de mi vida: el resto de ella me parece totalmente desprovisto de importancia"
La complejidad de la naturaleza humana se escapa al rigor de las leyes físicas, tales como la lógica y el tiempo:
"En aquellas dieciséis horas había aprendido más de la realidad de la vida que en cuarenta años de apacible y ejemplar existencia burguesa."
El hecho vertiginoso por su rapidez (la fuga de Henrriete con el desenvuelto visitante) es una sorpresa para todos. ¿Es la esencia del amor, un flechazo no compulsado por la razón y la cordura? Y siendo el amor de condición tan sublime como fugaz, ¿cómo es que nos empuja a cometer la peor de las bajezas?

¿Tiene el sexo el poder de transformar a las personas? Hasta la naturaleza baila al son de los sentimientos:
"El mar ayer furiosamente agitado, permanecía ahora sereno, silencioso e iluminado."
¿Hasta qué punto una experiencia tan corta puede influir tanto? La mujer después de haber dormido en la misma cama con el joven jugador, pasa de la angustia y la vergüenza a esa otra sensación de afecto y ternura. Tan sólo unas horas antes, el muchacho era un cadáver digno de lástima. Y nada más levantarse, la mujer siente por él una profunda admiración. Admiración, sexo, ¿o tal vez ese sentimiento altruista de haber salvado a alguien de la fatalidad sea el sucedáneo -efecto placebo- del mismo amor?
"Ni el menor asomo de vergüenza ni de disgusto por lo ocurrido oprimía mi corazón....Cambié mi ropa de luto por otra de vivos colores."

3.- El poder creativo del lenguaje

Es preciso volver a decir (repetir) aquello de lo cual hemos tenido experiencia. Para que una cosa haya existido no basta con que ocurra, es necesario hablarla, referirla, comunicarla. Lo que no se dice, no ha sucedido:
"Tenía que impedir que dijera una palabra. Nada de lo de la pasada noche tenía que reproducirse, comentarse o ponerse en claro...
Si nombrar es crear (según Octavio Paz: la cosa es el nombre), el vacío linguístico es la nada, la inexistencia. O dicho con palabras de Antonio Gamoneda: "No sé lo que sé hasta que no me lo dicen mis propias y ya escritas palabras". En un mundo donde las palabras no existen, es imposible forjar la realidad. La palabra es centración, autorregulación y conciencia.
"Abandoné el hotel cuyo nombre ignoraba, exactamente como ignoraba el del hombre aquel con quien había pasado la noche"
Varias veces en la novela la mujer apela a la necesidad de ser sincera. El contar a alguien, al lector, al muchacho que escoge como confidente de su aventura con el joven jugador, en el fondo es un ejercicio de sinceridad consigo misma. Necesitamos del otro, del oyente, para hacer este trabajo. Creo recordar que Zweig, en algún momento de la novela, se refiere al papel consolador del sacramento de la confesión entre los católicos. Al final de la novela, cuando la mujer termina de relatar su azaroso incidente de un día con el joven jugador exclamará: "Me siento más ágil, casi gozosa."


4.- Erotismo implícito o amor reprimido
El autor para despertar el interés en el lector no recurre a descripciones amorosas de excesiva sensualidad o erotismo. Su amor relatado es completamente blanco. La circuntancia de una señora viuda ante la presencia del cuerpo desnudo de un joven apuesto se presta, tal como años más tarde hará Nabokov con Lolita , a teñir con colores lujuriosos y pornográficos una historia parecida. La mujer en su interior deseaba ser poseida por el joven.
"Por un momento me figuré que iba a abrazarme."
Ella misma confiesa haber deseado que el joven la llevara consigo y que viera en ella a la mujer de su deseo: "Él no vio en mi a la mujer."

Y si la mujer deseó al joven hasta el punto de estar dispuesta a deshonrar su nombre y el de sus hijos, ¿por qué no se lo hace ver así al muchacho?


5.- Amor de género

El autor, ya al principio de la novela hace una mención a la volatidad de los sentimientos del hombre, como si nos anticipara que este es el tema que quiere sobre todo transmitir a los lectores: No aman de igual manera hombres y mujeres. ¿La naturlaeza de su amor es distinta?
"La mayoría de los hombres tienen escasa imaginación. Todo lo que no les afecta de inmediato y directamente no hiere sus sentidos, cual dura y afilada cuña, casi no logra excitarlos; mas si un día ante sus ojos acontece algo insignificante, inmmediatamente estallan apasionados. Entonces la apatía se convierte en frenética vehemencia".
Madame C es capaz de entregar la vida, la eternidad e intensidad de todo su amor al joven jugador. Al contrario, el muchacho, al cabo tan sólo de unas horas, se olvidará de ella; y vuelve a entregarse al juego con la fuerza que debiera poner en corresponder a la mujer. Ella en cambio, sigue amando, aunque para ello cometa la peor de las bajezas. Y lo ama hasta el punto de ser considerada una prostituta:
"Me sentí como si me hubieran desnudado en plana sala."
La mujer se siente culpada y censurada por todos aquellos que supieran de su desliz con el muchacho del casino. Y huía de todo el mundo. La autoinculpación lleva a la mujer a que ni siquiera se deje besar por su hijo. Se ve a si misma sucia y manchada: "Esta ternura no causaba más que dolor".


6.- Suicidio

Zweig al final de la novela recurre al suicidio del joven jugador como medio reparador y victimista. ¿El suicidio para el escritor es una manera de hacer justicia al deshonor de la mujer causado por el joven?. No olvidemos que Stefan Zweig en su vida real también se suicidará desengañado ante el panorama bélico de su tiempo, al ver que Europa, su patria espiritual se destruye a si misma.

Dejemos que sea el mismo escritor quien nos diga las razones que le llevaron a tomar esta libre determinación con una sobredosis de veronal:

Después de los sesenta se requieren fuerzas especiales para empezar de nuevo. Y las mías están agotadas después de tantos años de andar sin patria. De esta manera considero lo mejor, concluir a tiempo y con integridad una vida, cuya mayor alegría era el trabajo espiritual, y cuyo más preciado bien en esta tierra era la libertad personal.
Saludo a mis amigos. Ojalá puedan ver el amanecer después de esa larga noche. Yo, demasiado impaciente, me les adelanto.
 
 
 
 
Juan Serrano
(En el blog Blao
30 abril de 2012)
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...