("Vivir el cine. 120 películas que no podrás olvidar",
coord. Miguel Losada, edit. Pigmalión, 2013)
Phoenix, Arizona.
Viernes, 11 de diciembre. 14: 43 h.
Dos amantes en un triste motel
apuran los últimos besos prohibidos
antes de que den las tres.
El amor se alquila por horas
en habitaciones oscuras y enfermizas.
-Ésta es la última vez...
-Necesito verte en cualquier circunstancia.
El calor es asfixiante y se pega al cuerpo
como el animal viscoso de un pantano.
Cuarenta mil dólares al contado sin pestañear.
Un tipo vulgar se jacta de la felicidad y el dinero.
Un sobre blanco espera encima de una colcha oscura
y una maleta corriente sólo con lo imprescindible.
¿Te imaginas, Marion? Debo huir sin mirar atrás.
Papá y Mamá, por fortuna, ya no pueden enterarse.
Ahora ya es tarde. Márchate lejos, a cualquier lugar.
Los faros alucinados en la noche no me dejan ver.
Estoy atrapada: ¿Qué significan esas rayas que
se disparan en mil direcciones?
Rayas. Sólo Rayas. Arriba y Abajo.
Rayas que se clavan en mis ojos.
Rayas Horizontales. Rayas que se parten.
Rayas Verticales como Rejas de una celda.
Marion, te vence el sueño, déjate caer.
Permiso de conducir y Matrícula ANL 709, Arizona.
Ese policía te acusará de dormir.
Pero eso no es ningún delito, ¿verdad?
Olvida el retrovisor o rompe ese estúpido espejo.
Dijiste “sin mirar atrás”: Sigue.
Rayas. Sólo Rayas. Arriba y Abajo.
Rayas que se clavan en tus ojos.
Cash-Car: estúpidos trileros.
700 dólares y su coche: Trato hecho.
¿No quiere probarlo?
¡Eh! –Dios mío- ¡Olvida su maleta!
Todo el mundo habla en tu cabeza:
Me voy a volver loca.
Faros y tormenta. Las ves:
Rayas, más Rayas...¡Están por todas partes!.
Luces de Neón: “Motel Bates. Habitaciones libres”.
Pobre muchacho, tan sólo intenta ser amable.
¡Te he dicho mil veces que no quiero que traigas chicas
y menos que se alimenten de mi comida y de mi hijo!
Disculpe a mi madre, está enferma.
(Siento que los ojos de estos pájaros me atraviesan).
Es algo más que un pasatiempo.
Un pasatiempo es matar el tiempo sin llenarlo.
Co..come, come usted como un pájaro.
Dígalo claro: ¡Manicomio!
Mi...mi madre es inofensiva:
La mejor amiga de un muchacho es su madre.
Buenas noches, Señor Bates.
No, Buenas noches, Norman.
De acuerdo, Norman (Mañana volveré a Phoenix).
Necesitaba sentirme limpia con agua y jabón.
Figura sobre fondo.
Las cortinas blancas de la ducha colorean una sombra.
¡¡¡LAS RAYAS!!!
Una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez...
Adiós, Marion: No extiendas tu mano.
Todo está lleno de huecos: huecos sin ojos, sumideros sin tapón, un cubo vacío...
El muchacho aterrado esconde una mueca
y limpia la sangre del cuarto de baño.
Envuelve el cuerpo casi virginal en un sudario de plástico
y la lleva en brazos como a una novia al atravesar el dintel.
Todo se lo tragará el pantano.
¿Madre, qué has hecho?
Delatarte y conservar algo más que mi nombre.
Norman ya no existe: el muchacho sólo es un niño
que vuelve a las entrañas de un cadáver.
Una mosca. Una manta. Una Madre.
Descubran a la verdadera víctima...
Lucía Fraga
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