Una tarde senté a la Belleza en mis rodillas. Y la encontré amarga. Y la injurié. (A. Rimbaud)
sábado, 17 de julio de 2010
SE HALLABA MUY PÁLIDA (Antonio Envid)
Se hallaba muy pálida
y tenía una flor entre los muslos.
Entonces comenzó el deseo
a tocar su ronco violín
Oh, su flor abierta entre los muslos
Toda la noche bailamos
el eterno y viejo vals
a su enervante son,
el siempre repetido vals
Oh, su flor abierta y palpitante
Hasta que ambos, lívidos,
nos asomamos al pozo infinito
de la pequeña muerte
en la agonía del aniquilamiento
Oh, pulsión de su cáliz estremecido.
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