jueves, 24 de enero de 2013

CONFUSIÓN DE CONFUSIONES (Antonio Envid Miñana)

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No puede asegurarse que el repunte al alza de la Bolsa al que estamos asistiendo estos días sea sostenido, pero razonablemente hay que esperar que en algún momento de este 2013 se produzca esa inflexión de subida generalizada de cotizaciones, cambiando la tendencia del mercado de valores español. Entre la economía financiera y la economía real tiene lugar un gap, de modo que la Bolsa se anticipa siempre a la reactivación de la actividad económica. Encarrilada, que no cerrada, la reestructuración de nuestro sistema financiero, el verdadero enfermo de nuestro sistema económico, cuando los grupos internacionales vuelvan la vista a España, país que les ofrece bastante seguridad jurídica, costos relativamente bajos en relación con otras áreas y personal bien formado, adecuadas infraestructuras, el inicio de la recuperación estará próxima, aunque quizá sus efectos no se noten todavía, y la Bolsa anticipará estas perspectivas.

No es muy conocido el hecho de que el primer tratado sobre la Bolsa se escribió en español. Su autor José Penso de la Vega, un judío de origen español, aunque quizá nacido en Portugal, y asentado en Ámsterdam, publicó en 1699 un libro que tituló “Confusión de confusiones”, en alusión a los azarosos negocios que en su ciudad se llevaban a cabo. El libro, aparte de describir el funcionamiento de la primera Bolsa moderna, la de Ámsterdam, es una pequeña joya literaria del judeoespañol. El gran hispanista francés M. Bataillon aseguraba que “Joseph de la Vega maneja con virtuosismo la lengua de Baltasar Gracián” y veía en sus obras el testimonio de la vitalidad de la cultura judeo-española en los Países Bajos en una época en que desaparecía Spinoza dejando una biblioteca bien nutrida de literatura castellana. La diáspora provocada por la expulsión de los judíos de España y luego de Portugal expandió su cultura por toda Europa.

Pero, como ha quedado dicho, a la vez se trata de un interesante libro para conocer cómo se desarrollaba el activo mercado de valores holandés del siglo XVII y conocer, de primera mano, el desarrollo de una de las burbujas financieras históricas. Holanda atravesaba un periodo de floreciente prosperidad en esa época; el comercio con sus factorías en las Indias proporcionaban una abundancia de dinero que buscaba colocación ante pocas alternativas, dando lugar a importantes especulaciones. Entre 1636 y 1637 se desarrolló el conocido episodio de la especulación con los tulipanes, de trágicas consecuencias, y con una duración de casi todo un siglo, el diecisiete, el auge y crisis de su Bolsa. Todo comenzó cuando en 1602 se funda la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, verdadera multinacional con factorías en Indonesia, India y China, que proporcionó a los Países Bajos un volumen inusitado de comercio. Sus jugosos beneficios hicieron que sus acciones subieron de valor rápidamente y ello dio lugar a un activo comercio con sus valores, sobre todo en el mercado de Ámsterdam. José Penso de la Vega nos informa de los tipos de negocio que se practicaban en dicha Bolsa y cómo se desarrollaban, con la sorpresa de que casi toda las operaciones actuales ya se conocían en aquel tiempo: además de las operaciones al contado se realizaban operaciones a crédito y a futuro, se contrataban, de modo habitual, opciones, tanto en la modalidad “call”, como “put”; incluso una curiosas operaciones sobre valores virtuales, que eran las acciones “ducaton”, fracciones ideales de acciones de la Compañía, que al ser su nominal muy elevado, 500 libras, se fraccionaban artificialmente para popularizar su negociación.

No faltaron tampoco los pánicos financieros, así en 1608 las acciones de la Compañía, que habían doblado su valor, cayeron de pronto a un treinta por ciento del mismo, debido a arteros negocios a corto de un grupo de inversores, aunque posteriormente se recuperaron, conociendo un buen ciclo, pero hacia finales de siglo, cuando nuestro autor publica su libro, la Bolsa se había desplomado otra vez, para no recuperarse ya. Por cierto que Penso de la Vega, al parecer, se arruinó en esa debacle y ello le impulsó a escribir su tratado y darle tan sugestivo título.

Puede hallarse este libro en Amazon en versión para Kindle con comentarios técnicos del autor de este artículo que ayudan a la comprensión de las operaciones financieras descritas.


Antonio Envid Miñana
21 enero 2013


3 comentarios:

  1. Don Antoinio, acabo de leer su post : la bolsa no es ni una anticipacion de la economia real, ni un instrumento de desarrollo de progreso economico...hoy en dia...es mas el reflejo de una lucha de poderes economicos..es suficiente analizar las buburlas "internet", imobiliaria y financiera...Ya comentare mas, si acaso
    Bernardo

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  2. En primer lugar he de rendir tributo a Servando Gotor, que es quien me descubrió este interesante libro y quien se ha encargado de hacer una cuidada edición, yo solo he aportado las notas técnicas para explicar las operaciones de bolsa que describe el autor.
    Desde luego la Bolsa no es ese mercado de competencia perfecta que nos han enseñado en la Facultad. Ni lo ha sdio nunca, pues precisamente en sus incios, en este mercado de Ámsterdam que describe José Penso, ya hubo una fuerte especulación por parte de un grupo de inversores, jugando en corto y propalando rumores, lo que dió lugar a varios decretos prohibiendo determinadas operaciones.
    Pero dicho lo anterior, siendo que los mercados financieros y la economía real van por caminos distintos, con el tiempo no les queda más remedio que converger, pero estoy convencido de lo que digo, que la bolsa española repuntará este año, bastante antes de que lo haga la economía.
    Realmente los mercados financieros están manejados por los grandes fondos de inversión, tanto privados, como soberanos, y hay una veintena de empresas españolas que están muy baratas y tienen potencial, de modo que comprarán ahora que están baratas, las someterán a operaciones de alza y las venderán cuando estén caras. Lo que pasa es que ninguno de nosotros nos vamos a enterar, ni cuando entren ni cuando salgan.
    Me he ùesto un poco pelma, disculpen.

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  3. Seguimos esperando, con gran anhelo, la reaparición del blog Balconcillos. Saludos.

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