Crisis. Ya estamos en el infierno. Mi barricada, frecuentadísima. Licinio Pedrol me aguijonea con su célebre “Manifiesto bélico”: toma, para tu panel de anuncios. ¿Cuál? El de tu jodida frente: primero pan, luego moral. Lo transcribo, merece la pena:
¡Basta de ruido! Un fantasma asola España. La confusión genera indefensión y la indefensión interesa al poder. Por eso engañan al pueblo haciéndole creer que lo meramente instrumental es lo realmente esencial. Por ejemplo, el concepto “patria” (o “nación”, tanto da). Por ejemplo, el idioma. Nación e idioma no son cuestiones esenciales sino instrumentales, la primera constituye el medio en que el ser humano permanece unido por unos lazos más o menos naturales, el segundo la herramienta imprescindible para comunicarse, único modo de progreso.
Y ante el engaño, reniego de la paz apostando por la guerra. La paz interesa sólo al trepa y al que manda. Es decir, a los mismos. En 1964 Franco la armó con sus “25 AÑOS DE PAZ”. Cinco años más tarde, en el 69, con los 30; 45 después ZP nos salió con lo mismo: que si la alianza de civilizaciones, que si negociar con ETA, que si pagar a corsarios… todo por la PAZ.
Pues bien, me opongo frontalmente a la PAZ. A esa paz pactada entre poder y terror (¡cuánto se parecen!), laberinto del ciudadano presionado por ambas fuerzas; a esa paz errónea (“se equivocó la paloma”) que propugnan quienes andan montados en el carro y declaro abiertamente la guerra al sistema con este manifiesto:
1º Jamás renegarás de Occidente, aquí nació la libertad, la democracia, el estado de derecho, la política social, la penicilina y el calimocho.
2º Apostarás por la verdad condenando lo políticamente correcto. Llamarás negro al negro y mujer a la mujer.
3º Lucharás contra el naci-onalismo paleto, obsoleto y egoísta que confunde patrias con matrias.
4º Renegarás de la intolerancia y la reconocerás allá donde se esconda, por muy guapa y guay que parezca.
5º Vivirás contra el poder opresor venga de donde venga comprobando que contra Franco se vivía mejor porque nunca bajabas la guardia.
6º Amarás al ser humano, nacido o no, sobre todas las cosas, incluso a Aznar y a Zapatero. Y siempre más que a los propios animales, por muy toros que sean o por muy protegidos que estén.
7º Te reirás de esos gays que en el día de “su orgullo” pretenden insultarte con el lema: “maricón lo serás tú”. Porque tú eres tú y no lo que los demás quieran. Aunque te equivoques. Y no te venderás a nadie porque venderse es prostituirse y la prostitución como todo aquello que pone precio a lo que no lo tiene es indigna.
8º Eludirás el canon de la SGAE y te bajarás gratis de internet cuanto se te antoje (que por lo demás sólo lo tendrás en el mercado si a al mercado le interesa que lo tengas).
9º Castigarás al menor que te llame "tron" por confundir disciplina con represión. Melón.
10º Distinguirás entre la política de la cultura y la política cultural, dejando claro que tu deber es sembrar dudas en vez de recoger certezas.
Y estos diez mandamientos se cierran en dos: amarás al prójimo como a “sí” mismo y nunca dejarás que te vivan.
¡Basta de ruido! y empieza por romper este manifiesto y las demás “cadenas” que te m-atan. Un día, a finales de los sesenta, un genio cambió el término “emisora” por “cadena”. Fue un profeta. Pero como nunca se es profeta en su tierra, nadie lo recuerda. Sin embargo, de quien dijo eso de la política de la cultura y la siembra de dudas, si nos acordamos: el italiano Noberto Bobbio.
Dicho queda, Licinio. ¿Y el fantasma que asola España? La estupidez. ¿Algo que añadir? Añádase.
(El Comarcal del Jiloca 28/05/10)
No hay comentarios:
Publicar un comentario