SGS |
Albertina, cómo olvidar tus ojos. Cómo borrar tu mirada en mis Recuerdos.
-Sire,
¿se encuentra bien?
-Sí,
waiter, pero ahora déjame en paz.-Parece, no sé, parece como sí...
- Que me dejes en paz, waiter... Qué calor. Qué calor y qué frío...
Me llamo Conrado Arbués.
Soy del Moncayo.
Y qué me harán
Lo justoY qué es lo justo
Lo que corresponda
Sabe,
cuando entré, que lo hice por equivocación, el conserje me había dicho que la
tienda de obleas, la del rechoncho Cooper, estaba aquí.
Y de
alguna manera, tenía razón.¿En lo de la tienda de obleas?
En lo de Cooper. Cooper es rechoncho.
Pero qué hago yo a las cinco de
la mañana en misa de doce del Pilar. Es
la fiebre, seguro. Porque sí, tengo
fiebre y estoy frente a la entrada de la basílica esperando que salga la gente
para hacer unas tomas. La gente es mayor
y la plaza está abarrotada.
-El siete ocho noventa y siete, ¡la suerte!
Salida de Misa de 12 de la
Basílica de El Pilar
Las
miradas me rodean y una de ellas, la más penetrante se ríe y repite
constantemente
EL VALLE LLEVABA UNA VALLA, la cual no
fue
dado atravesar
Entonces
Cooper se ríe enseñando su boca despiñada, sus hueras encías, su lengua azul
En las rotas márgenes rojas
del
rígido amarillo regio
rugen rejas inhóspitas
Los
cojones, Aldo, los cojones
Pero al
menos deja que te mire la herida¿Herida? ¿Qué herida?
-Querría unas chinchetas...
El ruido
Con que rueda
La ronca tempestad
Buñuel, sí, fue Buñuel quien habló por vez
primera del Valle
...del valle que llevaba una valla
Se lo repetí, mire que se lo repetí,
pero usted se empeñó
¿Por qué?
Sí,
porque si no hubiera cogido la sartén limpia del fregadero, alguien podría
pensar. No sé, alguien podría pensar
Mariana,
Mariana mía, traeme agua. Anda, haz el
favor tráeme un poco de agua.
Te dije,
¡te lo dije y no me hiciste caso!Sí Maríana, lo que tú quieras pero tráeme agua, por favor. Mariana.
Con la
cabeza blanca, sí. Las chinchetas, claro
Si me
hubieras hecho caso ahora no te verías como te ves.
¡Mariana!
...si te ocurre todo esto y de verdad
estás solo, solo, solo,
entonces acude esta noche al Cuesco,
a partir de las dos de la mañana
Narciso de Alfonso
Servando Gotor
Cuescos (2004)
unidos nuestros corazones,
ResponderEliminarun viento helado,
me susurró....¡ ahora !
perdiéndose la sincronía.
¿De dónde nace
esa voz sigilosa,
espectante
y dueña de emociones?
¿ Quién osa jugar
con el destino de dos almas?
Tierra y mar
reencuentro eterno