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sgs |
en el principio fue el tumulto
y no estaba mal
luego…
alcachofas, pimientos morrones, cabezas de cordero guiñándote un ojo y asomando la lengua; la Mundi en su puesto de chichorros que parece vestida de noche; rastras de ajos, olores cruzados de cebollas, mariscos, menuceles, meadas y melones maduros como el agua; un ciego de la once vendiendo el cero diecisiete, la suerte, oiga; un señor mayor que mejor no hubiera salido de casa porque en cualquier momento se le romperá la cadera y se caerá, o le tirarán de un empujón y se la romperá después; legumbres, pilas de melocotones, piezas de vaca, ternera, buey y lomos y solomillos enteros de cerdo; un vago romántico a mitad de las escaleras del río, saboreando la lluvia con las manos en los bolsillos en medio del ajetreo; anda ponme cuarto y mitad, dice una mujer con voz hombruna; fabiolas, gallegos, chapatas, baguettes, cintas y colines, todo crujiente y hasta calentito; una señora arrancando la teta de una barra recién hecha y llevándosela a la boca; otra que se le hace la boca agua al verla y traga saliva, pues si que está cara hoy la borraja, anda Susi, ponme aquella, no esa no, aquella, la del fondo; una torre de cajas de madera corriendo entre la multitud, sobre los hombros del Charly, ¡que mancho, que mancho! Y la Gurruchaga, la de los jamones, atusándose, que va siempre de peluquería, anda Charly, cuando acabes con las cajas tráeme un cortado del San Isidro que tengo el mono; el póster de una rubia con dos tetas como sandías en el puestecico enano del Andrés, muy macho él, siempre leyendo el marca entre botes de nesquik, magdalenas la bella easo, sobaos martínez y hasta trenzas de almudévar; alubias, garbanzos, lentejas y kilos y kilos de patatas; estratégicamente oculto en un rincón parisién de hierros modernistas a lo infiel, Pulgarcito reta bajico a las cartas sobre un cajón volcado; también mira de reojo a la Merche, que hoy ha venido sin su madre, pero la Merche no le mira a él, que se le van los ojos tan detrás del mozo mazas del pequeño catalán que ni se entera: anda, Andrés, dame una coca-cola, light por supuesto; y el Purgalcito, acongojado: ay, esas miradas de la Merche, si su madre las viera; quesos manchegos, frescos, curados y sin curar; morcillas de burgos y chorizos cantimpalos; un póster con el gol de Nayín; una chiquilla arrastra a un joven grande y moreno y se cuela en la fila de los mariscos: ¿has visto, Celi, has visto que marido tan guapo tengo?, es moro, ¡pero es muy guapo! Y la Celi con un langostino entre las manos adivina de inmediato donde debe esconder el moro tanta guapura; al fondo los encurtidos, olor a vinagre, con el olivero al frente, hacia el puente de Santiago dando lecciones de vida al Moros, el de los caracoles, que de vez en cuando se asoma a la salida y mira hacia San Juan de los Panetes y a las torres del Pilar que están detrás, para volver enseguida a su saco con el convencimiento de que por allá afuera todo está en orden.
Servando Gotor
La ciudad sin faro
.
ResponderEliminarQue conste en acta que tengo este libro subrayado,
pero aún con todo: wow... tengo que ascenderte a
Maestrísimo (ya te había ascendido de modo informal),
de modo que el siguiente peldaño ascensiones será
Maestro de Maestros, precioso aunque pueda, de entrada
parecer algo redundante o pretencioso: no, es solamente
precioso.
En la borraja hay hallazgos memorables, claro.
Gracias, Maestrísimo (este título te durará poco,
es difícil de escribir y hasta de decir, ay, sí, ay)
Narciso
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Me ha gustado mucho Servando. ¿ Se puede leer el libro ? ¿o es como el Guacamayo Azul ,que no está publicado?
ResponderEliminarParece una fotografía
Saludos a todos, de vuelta de las vacaciones
angel
De la mano del creador salieron toda clase de frutas y verduras, de colores y gracia las adornó. Volátiles de cazuela, costillas de cerdo, tomates tigres verdes, así como adanes y evas de bellas bocas apetitosas y dulces ojos hambrientos, de sensualidad llenos. Y vio Dios que era bueno. (Génesis Apócrifo)
ResponderEliminarSe agradecen vuestros comentarios.
ResponderEliminarÁngel, está publicado pero no a la venta. Ya trataré de conseguirte un ejemplar.
Mi mercado Central... tal cual.
ResponderEliminarLa Conchaparis
Muchas gracias Servando!!!
ResponderEliminarTengo ganas de leerlo...
Como anécdota, está en el mercado Central el pollero Andrés...fue profe mío de karate. A mis 14 años, cuando empecé, estaba rodeado de treintañeros que me fundían vivo a palos. Andrés, que era un poco miope y no controlaba la distancia, me dio un puñetazo en la nuez que me dejó sin voz instantáneamente.
A los dos años cuando aprendí a bloquear y empecé a sacar algún puño...cambiaron las tornas radicalmente.
Le mando un saludo desde aquí...buen tío el Andrés.
angel
Por lo que se ve ese mercado es una caja de sorpresas... un pollero profesor de karate miope; una frutera artista de varietés (Oasis)
Eliminar¿Qué otras sorpresas guardará?
Todo un huevo Kinder... o como demonios se llame esa guarrería que encanta a los niños.
La Conchaparis
Muy bueno, Angel, si llego a caer que estudiando artes marciales se le puede pegar -legítimamente, claro- al profesor, me hubiera apuntado de inmediato (claro que a mí, con lo poco que he crecido, aún me seguiría sacudiendo el profesor... tendría que esperar a que se hiciera muy viejo muy viejo muy viejo...
EliminarJe, qué bueno.
Si te digo la verdad, creo que mi aficción por el pensamiento, se la debo a dos de mis profes, con los que he estado más tiempo. Armando y Jose Luis Arjol.
EliminarSon dos Sabios y ya lo eran de jóvenes. Recuerdo que Jose Luis, antes de pedirle consejo, me decía: ¿ estás seguro de que quieres hablar ? consciente de que iba a producir un cambio en mi.
Otro saludo para ellos , les echo mucho de menos.
angel
Es de los libros que cuando lo relees, te gusta más.
ResponderEliminarEn su día ya expresé que me gustó el libro. En otras ocasiones (por fragmentos colgados) siempre más de lo mismo. Precioso, muy bonito
Gracias por colgar este trocito que trae a nuestra memoria el Mercado Central de Zaragoza.
isabel
Gracias Isabel. Por cierto, tú que tienes sentido del humor, sabes que lo del profesor -como tantas otras cosas- lo digo en broma. Al contrario, su labor en nuestras cabezas es primordial. Hemos de recuperar para ellos el respeto que nunca debieron perder. Ese mismo que se vislumbra en el entrañable comentario de Ángel por el suyo de karate.
ResponderEliminarServando, si te tienes que pasar la vida, cuando conoces a las personas explicándote, lo único que haces es perder tu precioso tiempo.
ResponderEliminar¿cómo voy a entender lo del profesor de otra manera que como lo dices si te dejas llamar "maestro"?
Cuando un texto está bien escrito, la ´¿realidad ficcionada?', puede parecer más real que la propia realidad y ahora me estoy acordando de los cafés-colirio, tú nunca denominaste así a los carajillos, pero otros sí (a lo mejor, por poner ejemplo: yo misma), o por ejemplo cuando hablasteis de los martini (eran los de Buñuel). Es fantástico que lo que uno haya escrito (en literatura: narración, poesía, humor, etc.) sea para algunos más real que lo que pueden conocer de la vida de uno.
En cuanto a lo del respeto al profesor, si se quiere aprender siempre hay que tenérselo, te juegas futuro. Pero... como en botica, los hay de muchas maneras (esa profesión no es distinta de las otras). Cuando toque uno un poquillo borde, a compensar por otra parte (¿casa? ¿academias? ¿profes particulares?), como cuando sale el chiquillo/a un poquico vago y entre todos/muchos hay que hacer que no pierda trenes necesarios (comba) .
isabel
(En mi biografía está que algunos/as hayan fantaseado con que iba detrás de determinadas personas, pero en la realidad y lo han comprobado nunca fue así. Las personas prefieren sus fantasías a las realidades. Uno pierde el tiempo si se tiene que pasar la vida explicándose. Como dice Concha, en esos casos no pasan de la lectura de la segunda línea. Çe la vie. A pasar todos un buen día)
Gracias por tus aportaciones, comentarios y consejos, Isabel.
Eliminar(Lo de "Maestro" es cosa del -verdadero- maestro Narciso, "cachondeo" -si vale la expresión- que soporto y sobrellevo con paciencia, porque no me queda otra).
El término "Maestro" a mí me gusta.
EliminarCreo que fue en tiempos en que la presencia de Vladimira era visible (a través de sus comentarios y preguntas) cuando ya lo expresé (no me repito)
"Maestro", fuiste para mí, y me lo recuerda el poema colgado hoy en 'balconcillos' de T.S. Eliot "la tierra yerma", por poner un ejemplo, pero... podría seguir con 'el cementerio marino' de Paul Valerie, Celan, 'la divina comedia' de Dante Alighieri, Pessoa, etc. etc.
Algunos distinguimos entre lo que es saber los títulos y el tema de las obras de autores que han pasado a la historia de la literatura y haber leído su obra
"maestro" en el primer caso, "Maestro" en el segundo
Cada uno de nosotros, porque nuestros sentimientos son personales e individuales, sabemos a lo que nos referimos cuando hablamos.
Para mí, tú, "Maestro" ( y si encima lo dicen de ti, Narciso y Antonio, certificado, sin error alguno)
como diría Antonio (Envid) este tema ya se puede dar por terminado.
A pasar buen día
Isabel
(todos los "maestros" son necesarios: el 'maestro, , 'el Maestro', 'el Maestro de maestros' 'el Maestro de Maestros', de ninguno de ellos se puede prescindir en este mundo)