CRÓNICA DE GLORIA (Por Azulenca)

¡Qué tiempos aquellos en los que los presupuestos llegaban hacinados en una furgoneta y salían a recibirlos los ministros! Hoy, como los tiempos adelantan que es una barbaridad, nos enseñan un pendrive y nos dicen que están dentro. Esto ya es casi un dogma de fe: creer que en un chisme tan insignificante pueda caber tanta cifra. Esta modalidad ya la utilizó la Minnie Mouse de Economía, Elena Salgado. Aunque bien mirado lo que nos mostró Montoro debía contener agujeros y recortes, de lo que deduzco que ese pendrive no iría necesitado de gigas. Vi a Cristóbal de Hacienda en la presentación de los presupuestos más elfo doméstico que nunca, eso sí, estuvo respaldado por un equipo que parecía sacado de la baraja española. Según pude ver en la foto de familia que se hicieron, la señora que estaba a su izquierda maletín en mano parecía la sota de bastos. Lo dejaré aquí que estamos en la semana de Gloria.

Con esto de los recortes en Sanidad y Educación han salido de la madriguera Trini -antigua de Exteriores- y Elena Valenciano. ¡Cómo está la Valenciano! Tiene una cara que se asemeja más a un hígado que a un rostro. La pérdida del poder ocasiona serias desfiguraciones. Yo le recomendaría a Elena un Activia al día y una crema despigmentante. La que va para nota es Trini, ella en su estilo de siempre, entoldando su cerebro con la melena. Pues no nos sale a estas alturas Trini, después de haber dado y tirado el dinero a espuertas por el mundo adelante cuando iba de Ministra de Exteriores, que está en contra de los recortes. Pues yo digo que gracias a ella y a gente como ella, que han derrochado y tirado el dinero del contribuyente, estamos como estamos.

Hay sarpullidos, sarcomas y Sarkozy’s. El presidente galo nos da una cal y otra de arena, en sus últimas intervenciones nos equipara a Grecia y les pregunta a sus ciudadanos si desean seguir el ejemplo de nuestro país. Estos Gabachos siempre tirándonos “romericos”, en fin Nicolás, cúrratelo que no sé si serás reelegido aunque nos pongas como un mal ejemplo.

Esta Semana Santa ha sido pobre en noticias y rica en procesiones. No sé yo si nuestros políticos serán cofrades, hermanos o penitentes; en cualquier caso yo les recomendaría las siguientes cofradías. Por ejemplo, a Montoro y a Deguindos les recomendaría que se apuntasen a la cofradía de El Prendimiento, más que nada porque nos tienen cogidos a todos por el bolsillo, con la esperanza de que al ver el paso se apiaden de los contribuyentes. A José Manuel Soria le diría que le iría bien “procesionar” al lado de alguna Dolorosa; aunque la dolorosa la tenemos todos los meses cuando nos llega el recibo de la luz. A Pepiño Blanco le vendría bien ingresar en la cofradía de la conversión del Buen Ladrón, no diré más… A María Dolores de Cospedal yo le recomendaría el ingreso en una de esas cofradías tan serenas llamadas del Silencio: en boca cerrada no entran moscas. A los sindicalistas, Cándido y Toxo, yo los encajaría en la cofradía de Nuestro Señor en el Huerto, que es donde pretenden llevarnos. Soraya, la niña de Rajoy, daría la talla en la procesión de La Borriquita, tampoco añadiré más… Bueno, aclarar que digo esto porque la muchacha va como este animalito hacia delante y sin mirar nada más, bueno, añadir que es algo terca. Lo dejo aquí. A Leire, Elena Valenciano, Bibiana y demás, las añadiría a alguna cofradía de las Esclavas y de los Dolores, más que nada porque son esclavas de su ideología y nos dan dolores de esos que estomagan. Por último dejaré al “más” para el final… Gallardón, que como Ministro de Justicia debería apuntarse a La Piedad, para que se apiade de las víctimas que sufren por causa de la Justicia. Porque en este país nadie se acuerda de las víctimas y las leyes cada día amparan más a los delincuentes.

Y pedir disculpas a aquellos que se sientan ofendidos con este párrafo final, no era mi intención meterme con las cofradías; sino dar un toque de atención a nuestros políticos, que no les iría mal entrar en alguna de ellas por aquello del propósito de la enmienda y cumplir la penitencia.

 

Azulenca