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SGS |
Yo aprendí a hablar con una piedra en la boca,
cuando el mundo era un eterno desfile por brazos
desconocidos
y las almas se deshacían dentro de puños violentos.
Me acostumbré al silencio y a la hipnosis de los relojes.
A la caricia del verdugo antes de dormir.
Del hacha comprendí
que las heridas más dolorosas no se abren en la carne.
Y aunque mi grito se fue haciendo anónimo,
cuanto más crecía
más eran las manos que cercaban mi cuello.
Comencé a caminar de noche,
convencida de que la sombra era un escondite para ciegos.
Di mis primeros pasos a oscuras
y mis primeras palabras fueron para el reflejo de una
ventana.
Pero un día me escapé y corrí hacia el sol.
Dicen que hay niños que traen un pan debajo del brazo.
.................................A mí me robaron el pan:
...........................................en su lugar
.......................................puse un cuchillo.
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