―Un tipo llamado Adolfo.
―Quiero decir: de dónde es, qué hace...
―Bueno, bueno, ya veo que empiezas a comprender. Verás, una vez me dijo que había estudiado en Oxford... Pero, la verdad, no termino de creerlo, como tampoco me creo que matara a un hombre, cosa que también se dice de él.
Todos habrían aceptado sin la menor objeción, la noticia de que Adolfo surgiera de los pantanos de Louisiana o de los barrios más bajos del East Side de Nueva York. Era comprensible. Pero en la provinciana experiencia de todas las mentalidades, no cabía que un hombre atractivo y misterioso pudieran surgir así, bruscamente, de la nada, y comprarse un piso de trescientos metros en el centro del barrio de San Valero.
Llegó a casa a punto de amanecer. Se preparó un johnny walker con abundante hielo y lo saboreó despacio con un cigarrillo inglés, Benson & Hedges, dorado hasta muy lejos. Era la mejor forma de disfrutar del saxo de Ben Webster, cuyo aliento suave y apacible se fugaba por los enormes baffles del maravilloso equipo HI-FI, único en la ciudad, imprescindible para recoger los mínimos matices del viento, un viento que en Webster sonaba a brisa.
El ritual de cada madrugada. Lo mejor del día. Su momento. El resto de la jornada para los demás, para todos. En beneficio propio, dicen. ¿Propio? Es posible. Y algunas mañanas, rayando el medio día porque se levanta tarde, lee un par de horas. Nunca menos porque si no, no merece la pena. Pero las madrugadas, para pensar. A veces sobre lo mismo que ha leído. Con música, buena música, güisqui y cigarrillos rubios. Claro que a veces los problemas se imponen a la meditación. Muchas. Más de las convenientes.
Servando Gotor
La ciudad sin faro
El bueno de Adolfo-demasiado-pronto-demasiado-tarde. M
ResponderEliminarEl texto en cursiva es un eco de El gran Gatsby.
ResponderEliminarGracias, Mercedes, por tu atención.
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ResponderEliminar.
Bien con lo de gatsby, Maestro bueno, pero:
'y lo saboreó despacio con un cigarrillo inglés,
Benson & Hedges, dorado hasta muy lejos.'
dorado hasta muy lejos… mmmmm…
¿puedes prestármelo o… ejem, dármelo?
Un brazo
Gracias
Narciso
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ResponderEliminar.
Aps, foto collonuda te has plantado
en la tapa, desde la puerta del arzobispado.
Parece un libro con calcos nuevos.
Narciso
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Sí, me gusta más esta portada que la del libro editado por la Cámara de Comercio (que también era mía). Ahora sólo está en versión digital pero también quiero hacerlo en papel.
ResponderEliminarGracias por los comentarios.