SGS |
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Si es usted un hombre
trabajador y responsable, emprendedor, con más de una buena y productiva idea;
si ha inventado algo parecido al fuego o a la rueda y cree todavía que el esfuerzo
acaba siendo recompensado y existe la iniciativa privada, es usted un soberano imbécil
porque toda actividad económica en esta maldita aldea global en que morimos más
que vivimos está monopolizada por dos únicas fuerzas: el capital privado en
manos de media docena de sinvergüenzas, de un lado, y el público, de otro,
repartido entre los caciquillos locales también dependientes en gran medida de
aquel gran capital pero, en todo caso, aliados.
El resto somos: funcionarios
vendidos, empleados vendidos, autónomos vendidos y parados resignados sin
posibilidad alguna de salir adelante. Esto no es ni comunismo ni capitalismo, sólo
una merienda de caníbales degenerados.
Urge una señora revolución
que regule de verdad la libre competencia con mínimas intervenciones estatales. El comunismo ya fracasó, el estado social de
derecho también. Conviene poner al estado en su sitio: que regule y juzgue y
gobierne y se meta sus ambiciones empresariales y su intervencionismo atroz
allá donde le quepa. Y la media docena
de capitalistas sinvergüenzas que controlan el cotarro que se abstengan de
repartirse el mercado y se apliquen fortísimas sanciones, incluso de orden
penal, a todos aquellos que violen las leyes contra la libre competencia,
únicas que harán posible que nos espabilemos y salgamos la burra masa del estado
catatónico que padecemos.
Y, por supuesto, no se
fíen de las OONNGG, están controladas –casi sin excepción- por funcionarios y/o
políticos corruptos que se llevan las sobras y las faltas de las arcas del estado.
Con ciertos matices, porque
siempre hay que concederle al Estado una mínima potestad que evite cualquier
abuso de la libertad por exceso o defecto, reivindico la visión mayoritaria del
tribunal norteamericano que resolvió el conocido caso Lochner contra el Estado de Nueva York.
Esto:
El
Estado de New York aprobó en 1895 la Bakeshop Act (ley de las panaderías)
que limitaba a diez las horas que los panaderos podían trabajar en un día y a
sesenta las semanales, multando a los empresarios que no cumpliesen estas normas.
En 1901 Joseph Lochner fue condenado a pagar 50 dólares por haber infringido
reiteradamente dicha ley. Después de haber recibido sentencias desfavorables en
las instancias inferiores, Mr. Lochner apeló ante el Tribunal Supremo federal,
alegando que la ley de las panaderías violaba la decimocuarta Enmienda, que
establecía que “ningún estado privará a nadie de su vida, de su libertad o de
su propiedad sin seguir el debido proceso legal”, y en este caso se le estaba privando a él del derecho a
gestionar su propiedad como él quisiera y de su libertad a contratar con quien
y como él quisiera.
El Tribunal resolvió
que, efectivamente, la decimocuarta Enmienda concedía al individuo “un amplio
derecho a contratar libremente en el ámbito de sus negocios”. Y que, aunque
este derecho no era absoluto, pues estaba limitado por “un cierto poder de
policía del estado”, dicho poder de policía también estaba limitado, pues si no la
decimocuarta Enmienda no tendría ningún sentido y el estado podría regular sin
límite lo que quisiera. Correspondía por tanto al Tribunal determinar si la ley
era “un ejercicio justo, razonable y adecuado del poder de policía del estado o
[por el contrario] una interferencia excesiva, innecesaria y arbitraria sobre
el derecho del individuo a contratar el empleo que le pareciera más
conveniente”. Y no se podía alegar que
el estado tuviera un derecho u obligación a proteger a ningún ciudadano de su
ignorancia, pues los ciudadanos en general, y en este caso los panaderos, “no eran los pupilos del estado”. Los panaderos eran “capaces de reclamar sus
derechos y cuidarse a sí mismos sin que el brazo protector del estado
interfiriera con su libertad de juicio y de actuación”. (Luis Grau
Gómez/Manuel Martínez Neira).
Ahora, en estos momentos en que
un fantasma asola Europa
saludos cordiales
hipócrita lector, mi semejante, mi hermano...
Truhán
Sr. Truhán, toda la vida, creo que desde los primeros pobladores, el mundo ha padecido de seres que han enarbolado la bandera del catastrocismo. "urge una señora revolución que ...una verdad libre". NUNCA ESTE PAIS HA GOZADO DE MAS LIBERTAD QUE EN ESTOS ULTIMOS AÑOS. (pido perdón a los asiduos seguidores de la cadena INTERECONOMIA, verdadero opio de pueblo)
ResponderEliminarEstoy de suerte. Justo ayer, en otro blog, pedía que alguien me ilustrara y me dijera que ampliación de derechos y libertades me había sido concedido en los últimos años. Es que no me entero!
ResponderEliminarDesde luego, el "Omo lava mas blanco" funciona porque ese mantra lo escucho en periodista pero, claro, no especifican, solo dicen que se ha ampliado derechos individuales.
Por fin veo que aquí hay alguien que lo tiene claro. ¿Tendría la amabilidad de ilustrarme, D. Anónimo?
Es que mi opinión es que el Sr. Presidente es un misógino -lo digo por esa chapa que se pone de feminista-; y eso lo argumento y sostengo donde y cuando quiera.
Repito, ¿tendría la amabilidad de ilustrarme y decirme qué derechos se me han concedido, o ampliado, y no me he enterado?
Gracias de antemano.
Srta. Ignorante total!!
¿Me permite otra pregunta, D. Anónimo de las 14,04h?
ResponderEliminarApuesto que usted es un funcionario "del Capítulo IV? Basta con que me diga a qué se dedica -usted guarda su anonimato- y yo le explicaré que oficio es ese y firmaré con mis 3 nombres y apellidos.
O es "un funcionario del Capítulo IV", o dispone de un contrato de "coordinación" -de cualquier cosa- o algo parecido. Lo de contrato de coordinación lo he visto esta mañana en la prensa. ¡44.000 euros de sueldo! Pasmá me he quedado! Como no ha tenido "sitio" político, le hacen un contrato de coordinación. ¿De qué va a comer si no tienen oficio ni beneficio?
Apuesto que D. Anónimo usted traduce ese contrato como signo de buena gestión y preocupación por el ciudadano.
Mire usted, y disculpe el improperio, es que estoy de mentecatos hasta allá... Y no por mí, que estoy al cabo de la calle sino porque en mi familia hay gente joven, muy preparada y sobre ellos va a recaer esta lacra, de los directamente beneficiados, y de los mentecatos que se tragan los mantras que les lanzan... y los repiten.
Hasta mas allá del cogote
Mª de la Inmaculada Concepción Fernández París Sánchez-Valverde Ortín.
¡Muy bien, Sánchez-Valverde!
ResponderEliminarVaya vaya con este "anonimote"
¿qué es para él una catástofre? ¿que se resfríe su mamá o que estemos endeudados hasta más allá de las generaciones de nuestros tataranietos?
Sobran aborregados.
Anoni-¡MATO!... ¿o Anoni-MOTO?
(... siéntolo... me perdí)
Me sorprende el "amaestramiento" de los comentaristas anexos al blog. Alguno alude al feminismo del Sr. Presidente, !Oiga lo prefiero! Fíjese en Italia el Sr. Berlusconi, el machismo que desarrolla por doquier. Por cierto creo que pertenece a la derecha inmovilista y el pais lo lleva a la deriva, en este caso con la perdida de derechos y libertades.Ya se que algunos prefieren el retorno de "Los Principios del Movimiento Nacional", "La Ley Orgánica del Estado"..... !oiga! me quedo con nuestra Constitución....
ResponderEliminarAllá por el año 2000, en las elecciones generales, conocí a un señor muy interesante e inteligente, que llevaba una chapa en el pecho en la que se leía: " simpatizante ", del partido socialista se entiende.
ResponderEliminarA este señor, le pregunté por la génesis del socialismo y porqué uno se siente socialista.
Estuvo dándome unas explicaciones muy esclarecedoras sobre el porqué de haber pasado de ser militante a simpatizante.
No voy a entrar en eso ahora, pero después de hablar con este señor, profesor de historia en la unversidad, egiptólogo y que exponía arte en el museo de una ciudad muy bonita, me dí cuenta de que éste país, todavía no ha conocido el socialismo. Y de que hay gente socialista que pasa desapercibida, muy, pero que muy preparada.
Pero a lo que voy es a otro tema.
Lo que más me sorprendió de este señor, fue lo siguiente:
Yo estaba con un compañero de trabajo, que me caía fatal y yo a él, aspecto que este señor percibió enseguida.
Comenzamos a hablar los tres como si nada y en medio de la conversación, fue preguntandonos, qué nos gustaba, nuestros hobbies etc...
Parecía una conversación normal, pero de repente este señor no estaba y mi compañero y yo comenzamos a hablar muy amigablemnte, hasta el punto de encontrar semejanzas entre nosotros.
Hasta tal punto, que con el tiempo comprendí, el gran peso que mi compañero llevaba encima desempeñando su labor en el trabajo.
Por esto, me dí cuenta de que este buen señor nos había unido, sacando sin casi apreciarlo, lo mejor de nosotros.
Cuando mi compañero a los pocos días se jubiló, le regalé esta poesía, pues tenía una voz parecida a la de Paco Rabal y las leía estupendamente.
Algún día yo me iré
Y seré libre
Y dejaré tras de mí a los estériles
A su segura esterilidad
Me iré sin decir dónde voy
Y caminaré a través de un campo baldío
Para allí dejar el mundo
Y alejarme luego despreocupado
Como un Atlas sin empleo.
Jame Kavanaugh. Algún día.
fenix
Personas como ese profesor que nombras Fenix existen, pero son bienes escasos en esta vida.
ResponderEliminarTal vez porque conociera a alguno de vosotros sabía que en vuestro potencial estaba que si conocíais libres de prejuicios al otro, amigos tal vez no os hicieráis pero pasaríais a respetaros (la compasión formaba parte de vuestra persona o por lo menos de uno de vosotros).
Todos los comentarios que aparecen por este blog no son iguales y se publican todos.
Hay replicas, contrarreplicas...
Así es la vida, plural
No podemos negar las formas de pensar de los otros.
Las de unos nos podrán entrar por la oreja derecha y las de otros por la oreja izquierda.
Unas las podremos compartir, otras no, otras hasta nos pueden parecer odiososas.
Pero nosotros solo somos responsables de las nuestras.
Negarlas, negar lo que pueden pensar otros, sería negar la vida.
Es bueno que no se escondan pensamientos en las cavernas, si están a la luz, todos sabemos a que atenernos.
Buen día a todos
Isabel
Bonito el divertimento de Antonio Envid: '¡Vaya! Bahía'
Al leerlo en el recuerdo sonando el berimbau y algún jóven danzando una capoeira.
Brasil, hermoso país
Alguno de los comentaristas debe pertenecer o ser miembro de la Real Academia Española de la Lengua, o corregidor o simplemente "erudito cultural". (lo digo por "catástrofe". Existen personas que hemos sido hijas del proletariado y no hemos tenido acceso a la cultura durante cuarenta años. Solo con la llegada del Socialismo pudimos ver la luz...
ResponderEliminarAnónimo dijo... "Existen personas que hemos sido hijas del proletariado y no hemos tenido acceso a la cultura durante cuarenta años. Solo con la llegada del Socialismo pudimos ver la luz..."
ResponderEliminarRespecto al último aserto le agradecería que me lo aclarara porque, de verdad, no he comprendido bien que quiere decir.
En cuanto al segundo... mire, como que no me lo creo. Sospecho que tengo bastante mas edad que usted y a lo largo de mis estudios (aquellos de B.Elemental; reválida; B. Superior; reválida... Siempre estábamos revalidando los condimientos que habíamos adquirido ... Pues bien, tanto en aquellos primeros años del B.Elemental, hasta salir de la Univeridad me topé con multitud de becarios (curiosamente había muchos hijos de agricultores) Matrícula, libros y residencia gratis, formación universitaria que pagaba el Estado. Ahora bien, ¡estaban obligados a rendir cuentas! Desde luego no se becaba con dinero público aquel que no daba palo al agua: si era estudiante, debía aprobar.
He visto muchos de estos becarios durante la dictadura ¿qué le impidió a usted solicitar una beca? ¿Falta de espíritu de trabajo -estudiar duro-?
Este discurso se lo oigo a un amigo mío: que no pudo estudiar por Franco... y ahí me conozco la tela, no pudo estudiar porque la vida de un estudiante becado es dura, muy dura, y siempre sin blanca. No todos están dispuestos a ello, mejor ponerse a trabajar que disponen rapidamente de dinero.
Usted, Sra. mía, me malicio que es igualita que este amigo mío. Si se quiere engañar a si misma Es buena justificación para uno mismo el decir, no pude estudiar por tal (en este caso Franco) Y, muy sano, permitame que le diga: a eso se le llama "manejar la culpa2 -¿no Nar?- y es muy saludable para la mente.
Srta. al cabo de la calle
Hay cosas que no conviene sacarlas de tiesto.
ResponderEliminardurante la Dictadura algunos/as estudiamos, aunque fueramos hijos/as de un proletariado, más o menos ilustrado, el cual respetaba todas las cosas del conocimiento y en la medida de lo posible lo quería para sus hijos.
En la ciudad teníamos los Institutos, la enseñanza era prácticamente gratuita y los profesores, para mí, los mejores
(Los bachilleres de los otros centros había que revalidarlos en los Institutos. Sin esas revalidas, esos bachilleres eran papel muerto).
Cuando aquel régimen político (la Dictadura) tuvo necesidad de técnicos, el país se estaba desarrollando, crearon las Universidades Laborales. Sus alumnos eran mayoritariamente hijos de obreros, y de campesinos.
(Personalmente, me gustó mucho todo el tema de la educación en la Dictadura cuando se lo escuché a José Luis Sampedro).
También creo una Universidad, la Complutense, para formar a las/sus élites, la futura clase dirigente.
Sí, había becas, tanto para los estudios de bachiller, como para los universitarios y claro, conservar la beca dependía del rendimiento en los estudios.
El estudiante becado desde luego iba sin un duro en los bolsillos, pero... podía tener un/a amigo/a que le invitaba al cine, al cafecito, a un vinito, a comer los domingos a su casa.
Estudiar siempre ha sido duro
(Un día de primavera, con por ejemplo 17 o 18 años, el cuerpo pide salir a la calle, el paseo, ver , ser visto/a, la charla, el cine, la discoteca... pero hay examen de... (da lo mismo la asignatura) el lunes, y ... toca quedarse en casa, toca de 'cara-papel'... pero las hormonas en esas edades son parecidas para todos).
Si se tiene curiosidad intelectual es más llevable, pero el esfuerzo, el trabajo no lo quita nadie, ni la angustía sobre si aprobarás o no el examen, que nota sacaras
Sabes que no hay ciencia infusa, así que si tu capacidad es normal y no apruebas (estamos hablando con profesores normales, su criterio a la hora de calificar es justo) es que te faltan horas de trabajo.
Otra cosa que ayuda es que todos tus amigos/as estén en las mismas circunstancias que tú.
Todo lo relativo a la educación puede dar lugar a muchos debates.
Son muy diversos los puntos de vista desde los que se puede opinar.
Es saludabe para la mente, manejar la culpa y no hay pitorreo en esto. Es tiempo pasado, del estrés no se sale cubriendo el cuerpo con ceniza, la vida siempre sigue y hay que intentar vivirla con la mayor plenitud posible.. Pones una o varias circunstancias que pudieran explicar el porque fue así y...
si ahora tienes curiosidad intelectual pues... no pierdas el tiempo, con justificaciones que nadie pide, a satisfacerla y con calidad
Si tienes niños en edades escolares, a crearles el ambiente propicio (estudiar es duro, exige esfuerzo personal) para que lleguen en su formación lo más lejos posible
isabel