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Unidos nuestros corazones,
un viento helado,
me susurró....¡ ahora !
perdiéndose la sincronía.
¿De dónde nace
esa voz sigilosa,
espectante
y dueña de emociones?
¿Quién osa jugar
con el destino de dos almas?
Tierra y mar
reencuentro eterno.
Ángel Ferrer
Muchas gracias Servando, no me lo esperaba para nada...más que por la publicación, por haberle dado valor.
ResponderEliminarangel
Las gracias a tí, Ángel, por tu poema, que contribuye a que este blog colectivo siga teniendo aportaciones totalmente originales.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Salud! compañero. sea bienvenido.
ResponderEliminarAntonio
Gracias D. Antonio.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso
angel