CRÓNICA DUCAL (Por Azulenca)

MJM

Érase una vez en un país de charanga y pandereta, un rey que tenía dos hijas; a la mayor la casó con un aristócrata soriano y a la otra con un vasco que jugaba al balonmano. Su hijo, el príncipe, eligió como esposa una divorciada que daba el telediario. El pueblo estaba feliz y contento. El rey hizo a sus hijas duquesas, quienes para demostrar a los esposos su devoción, se vistieron de lujo siguiendo el gusto de ellos para cada ocasión. Pero el maleficio del desamor surtió efecto con la mayor y el matrimonio acabó en separación. Su hermana con el de balonmano, siendo felices y comiendo perdices en Washington, se vieron envueltos en un escándalo de impresión: tanta palma y tanta arena, tanto informe a millón dejó al vasco humillao que no imputao. El rey del disgusto de un portazo se hizo un moretón. Y el pueblo ahora con tanta crisis y tanta corrupción se siente indignao y en la confusión. (Continuará, es decir, irá a más)

Romance del Presunto Duque Mangante.

Bono quiere para su partido un líder que grite: ¡Viva España! Bueno, pues yo le digo a José Bono que ya le falta menos para cantar el Porrompompero; daría hasta la talla, le pones tres guitarristas detrás y hecho. Y es que el todavía Presidente del Congreso está a todo: lo mismo le reza devotamente a la Virgen de Cortes, que posa junto a la cabeza de Azaña para ensalzarlo. A esto se le llama coherencia. El busto del que fuera Presidente de la Segunda República lo acaban de instalar en el Congreso como despedida y cierre de una legislatura ruina total. Es una cabeza que da miedo, está bien que dé miedo y que la dejen plantada en medio del Congreso; lo mismo espanta a alguno cuando se tropiece con ella. Este estilo escultórico de cabezas feroces prolifera en las estaciones del metro de Moscú.

Como regalo de despedida los socialistas han dejado el encargo a los Populares de levantar a Franco de la tumba. Los socialistas cuando pierden puntos o se hunden echan mano del Franquismo, es el tema recurrente. El caso es revolver hasta los muertos. Yo le diría a los restos de lo poco que le queda de Ministro de la Presidencia, Ramón Jaurégui, que se vaya a preguntar a la fila del paro a ver qué opinan de este asunto. Es más, ya puestos, y como últimamente lo resuelven todo por Boletín Oficial, que convoquen al Caudillo para juzgarlo y que llamen a Garzón para sentenciarlo.

Veo a los socialistas un tanto legañosos, debe ser de tanto llorar: encajar una debacle electoral lleva su tiempo. A algunas de las hijas de la paridad se les ha contraído el rostro, veo a Elena Valenciano fatal. Leire también lo está y en un ejercicio de contracción mental, de esos a los que nos ha acostumbrado nuestra sibila Pajín, ha predicho que el próximo Congreso de su partido debe ser un ejercicio de democracia profunda. Si la sequedad mental va a más, Vaginesil dicen que funciona. De todas formas que no se preocupen los socialistas por los cargos perdidos porque lo van a ganar en salud, ahora que se van a bajar del coche oficial y que se les han acabado las comilonas, van a mejorar las cifras de triglicéridos y colesterol. Otro que está sufriendo es Alfredo, Rubalcaba por parte de madre y Mortadelo por la mía, y es que a perro flaco todo son pulgas. La semana pasada sufrió un conato de atentado involuntario con la grabadora de un periodista. Alfredo que está muy susceptible tras su derrota, tuvo un comportamiento un poco lastimero y llorica, tampoco era para tanto. Sin ir más lejos y no hace mucho, algunas autoridades femeninas se llevaron buenos tartazos en la cara y aguantaron el tipo divinamente.

Lola de la Mancha ha decretado recortes a toda pastilla, Dolores de Cospedal se ha convertido ya en la recortadora oficial de Castilla-La Mancha. Ya la veo paseando en rocín en lugar de Audi y batallando en los aeropuertos fantasmas de su Comunidad, como los hiciera Don Quijote con los molinos. ¡Ánimo, Lola, recorta que algo queda!

El miércoles al cine. Un método peligroso. Una película estéticamente perfecta en la que eche de menos algún diálogo inteligente.

Azulenca