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| AEM |
He podido contemplar
recientemente el templo de la Sagrada
Familia de Barcelona, salvando las dificultades de la multitud de visitantes
que a él acuden a diario. Sumergirse en el bosque de piedra de su interior mientras
el sol mediterráneo, que se cuela por sus amplios ventanales, inunda sus naves,
produce un amplio abanico de sensaciones, desde la irrealidad de sus aéreas
columnas que pierden su mineralidad para transformarse en orgánico bosque
cubierto de ramajes, pasando por un sentimiento de calma y felicidad luminosa,
hasta el efecto ascensorial que provoca la altura de sus bóvedas.
Saliendo del templo,
por la fachada de la Pasión, opuesta a la del Nacimiento, descubrí que José
María Subirachs, el escultor de las excelentes y discutidas esculturas que la
adornan, ha grabado el siguiente cuadrado:
1
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14
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14
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4
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7
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10
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10
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5
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13
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2
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3
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15
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En este cuadrado
mágico, si sumamos los números de cada fila nos sumará 33 (constante mágica).
También cada columna suma 33. La diagonal: 1, 7, 10, 15, suma 33, y lo mismo la
otra diagonal: 4, 6, 10, 13. Pero también los números de cada uno de los
cuadrados simples en que el cuadro puede descomponerse, ejemplo:
1
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14
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11
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7
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¿Qué significa este
cuadrado? En primer lugar, la suma es 33, la edad de Cristo al morir, inscrito
en la fachada que representa precisamente el sacrificio y muerte del Redentor,
es clara; pero, por otra parte, yo creo que es un homenaje al gran arquitecto
Gaudí tan esotérico y enigmático a fuerza de ser espiritual.
Los cuadrados mágicos
han suscitado una gran fascinación en todos los tiempos, sobre todo entre los
intelectuales y artistas del Renacimiento, quienes les atribuían facultades
adivinatorias y protectoras. El cuadrado mágico más conocido es el que talla
Alberto Durero en su grabado “Melancolía”
16
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3
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7
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4
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1
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En él, sus filas, sus
columnas, sus diagonales, cada una de ellas suman 34, que es la “constante
mágica”. También los números de los cinco cuadrados de cuatro celdas en que
puede subdividirse este cuadro suman 34.
Muchas
interpretaciones se han dado a este grabado lleno de simbolismos. Otro alemán
Martín Lutero, años más tarde, aunque no se refería a él,
dijo:
“las matemáticas hacen
melancólicos a los hombres, igual que la medicina los hace enfermos o la
teología pecadores”.
De modo que no
tratemos de indagar demasiado sobre la naturaleza de las cosas, quedémonos en
su agradable superficialidad.
Antonio Envid.
Le mando esta página Don Antonio...espero que le guste.
ResponderEliminarhttp://euroestan.com/clases.htm
un saludo
angel
Antonio, leo las cosas cuando las cuelgan.
ResponderEliminarCuando tardo en hacer un comentario puede ser por varios motivos, desde "el que decir si le salió redondo', pasando por el de no querer ser una pesada, pasando por 'si en el trabajo médico que le tocó hacer a Narciso estaba que viviera, que hiciera las cosas que me apetecía hacer, fueran manuales, intelectuales, domésticas, del tipo que fuera, y que 'tranquila, que cuando hablaba o hablara él sabía de que hablaba' parte de mi tiempo lo necesito para intentar cumplir el mandato médico del médico y por otra parte está esa técnica de la garrapata de la que nos habló,en este caso usted, creo que fue a través de un poema, ese engancharte como una garrapata a quienes te pudieran dar vida
Me parece que sigo haciéndoles caso a los dos, al médico y al poeta del poema de la técnica de la garrapata.
Cuando no haya comentarios es por alguna de las razones expuestas con anterioridad. Son bonitas muchas cosas: la orden del médico, la técnica de la garrapata, ese decir que hay que quedarse en la superficialidad de las cosas (claro para no ser un plomo, o que te pese demasiado el mundo) después de ser profundo.
Ante los superficiales/profundos, me descubro
Gracias a todos, aunque por lo que sea (¿proximidad en la edad?) casi todos mis comentarios caigan en los textos de Antonio.
Isabel
la pagina que recomienda Ángel es interesante, pero su estética horrible
ResponderEliminaren cuanto a Isabel es notorio que es una incondicional, le agradezco los elogios que siempre me dispensa
siga con la estrategia de la garrapata, yo intento seguirla, los momentos de felicidad hay que aprisionarlos, hundirnos en ellos y que no haya fuerza en el mundo capaz de hacer que los soltemos
Antonio
No siempre se puede seguir la estrategia de la garrapata, pero se intenta.Cuando la leí, la hice mía
ResponderEliminarDel último curso que trabajé y de las fechas de diciembre, cuento una anécdota.
La madres de los alumnos, en E. infantil, tenían la costumbre de poner un dinero y hacernos un regalo común por Navidad. Como al resto de las compañeras de Infantil, el regalo llegó en su fecha, con una tarjeta de felicitación donde estaban los nombres de todos los alumnos de la clase.
Hubo un pero, al día siguiente las mismas madres que en nombre de todas habían traído el regalo, vinieron con dos botellas de cava de Ana de Codorniu. Ante mi extrañeza me explicaron, no les habían pedido dinero para colaborar en el regalo a las madres de los niños que tenían problemas económicos (emigrantes y de otra cultura), pero los habían puesto en la tarjeta. Cuando se enteraron sus madres también ellas quisieron colobarar y exigieron que el cava (champán)que me compraran fueran del bueno. Desde entonces yo llamo al cava Ana de Codorniu el Dom Perignon de los pobres .
Según ellas (las emigrantes y las nacionales), a mí me gustaba lo bueno y siempre intentaron mostrar delicadeza en los detalles,(en general, excepciones siempre hay en la vida y celotes también y estos son horribles), la delicadeza de quien respeta los gustos del que aprecia.
Parece ser que sigo teniendo los mismos gustos de toda mi vida. Me gusta lo bueno.Por eso estoy y sigo por esta barricada y claro atención especial para los que Servando llama 'sabios', y todos los demás de la barricada aprecian. Como ellos escucho (leo), anoto y aprendo.
Ni esta anécdota es desconocida por Narciso, le tocó en mi caso, como en otros, hacer un trabajo médico a fondo, concienzudo.
En cortito que mientras tengan el bolg activo, sigo por aquí y por 'Balconcillos'.
isabel
inmigrantes, no emigrantes
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