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No hay nada más sesgado que los análisis de los resultados electorales. Escuchar a cada uno de los partidos es participar en la ceremonia de la confusión. En un análisis simplista, en Galicia ha ganado el PP por aplastante mayoría y los vascos se han pronunciado rotundamente por las opciones independentistas. Ya advertimos que este es el análisis simplista, que desgraciadamente es el que quedará en la conciencia colectiva, sin embargo los datos están ahí, publicados, para que cualquiera pueda analizarlos y sacar otras muy distintas conclusiones.
En primer lugar, en Galicia el partido que ganó fue el de la abstención o el voto en blanco o nulo, esa mayoría silenciosa representó el 36,2% del censo, mientras que al PP solo le votó el 29,7 % del censo electoral (el 45,72% de los votos contabilizados). Una gran mayoría de los gallegos mostraron, seguramente, su desencanto por los políticos no yendo a votar, pero todavía es más elocuente el que setenta y cinco mil gallegos se acercarán a las urnas para depositar su voto en blanco o nulo en un claro manifiesto de su malestar. En cuanto a los de la Galicia libre e independiente sufrieron un gran descalabro pues apenas si recibieron los votos de un quince por ciento de los censados.
Los vascos se tomaron más a pecho las elecciones, aun así, de un censo de un millón ciento treinta mil votantes hubo casi sesenta mil se desentendieron de aquello no yendo a votar o haciéndolo en blanco. Si consideramos a los dos partidos ganadores, PNV y BILDU, como independentistas, hay que reconocer que ganaron las elecciones, pero hay cuatrocientos cuarenta mil votantes vascos que no se inclinaron por esas opciones, frente a los seiscientos ochenta mil que sí lo hicieron. Ahora la gran pregunta no resuelta de las democracias ¿Pueden arrastrar seiscientas mil personas a otras cuatrocientas mil, a su pesar, a una senda soberanista, de creación de un micropaís, a emprender un camino lleno de problemas y de incógnitas? La gran tragedia, además, del país vasco es que los soberanistas están repartidos, casi por mitad, entre los partidarios de una república burguesa y conservadora y los que conciben algo así como una república marxista, libertaria y bastante ácrata.
Armando Muchabulla
Será cosa de fundar un nuevo partido que aglutine a la abstención, pero ¿sin estructuras, ni organización? Ello me suena a esa mayoría silenciosa que hace poco elogiaba "alguien" con motivo, a la hora de contabilizar (rentabilizar) por alto o por abajo, el número de asistentes a cierta "sonada" convocatoria.
ResponderEliminarDe que vamos a temer ? Fanfaronadas como el que llama al lobo (que cada uno sabemos nos existe) para asustar...y parecer fuerte : no hay regiones de los 27 pais de la UE que pueden, por cualquier medio,se "salgan" de su "patria matriz" y estar acojidas en la UE que es nuestra molestia y nuestro futuro...Ya lo tenemos bastante dificil...
ResponderEliminarSeamos Europeos y no regonalistas...
Bernardo el Belga