Villamayor de Gállego, 31 de enero de 2011
En esta trasnochada me vienen a la memoria muchos recuerdos, vivencias de mis viajes por los países musulmanes. Y después de visitarlos y haber convivido con sus gentes, puedo asegurar, que muchas de las imágenes que nos brindan ciertos medios de comunicación están, en ocasiones, manipuladas. Por ejemplo, he visto encabezar la portada de un periódico con una fotografía hablando de una revuelta en Líbano cuando en realidad la foto había sido tomada en Irán. ¿Cómo se sabe esto? Las pancartas estaban escritas en persa. Jugar con la ignorancia de los demás es una de las más sutiles formas de manipulación. Otro capítulo se merece la llegada a Ramala del féretro de Yaser Arafat. Recuerdo que los telediarios abrían con las imágenes de cientos de miles personas enloquecidas que se subían a las farolas, a los tejados, era todo un descontrol; sin embargo aquel golpe de efecto estaba premeditado. La llegada del féretro de Arafat fue en viernes, día de fiesta y oración para los musulmanes y además, un viernes especial: el que ponía fin al mes de Ramadán. En su día pensé que aquello no era una casualidad. ¿Por qué no se hizo un día antes o un día después? Se trataba de impactar al mundo entero mostrando la locura colectiva del pueblo palestino recibiendo a su líder. Pero aquella locura colectiva era debida en gran parte a una población que llevaba un mes ayunando. Pero pondré un ejemplo más gráfico y más cercano: uno puede ir a la Plaza de la Magdalena tomar una foto a la gente marginal que pasea por allí y subtitularla: Zaragoza hoy. Los zaragozanos sabemos que ese barrio no corresponde a la generalidad de nuestra ciudad, sino a una zona en particular. Y así se manipula. Cuando dan noticias acerca de un país musulmán nunca llevan las cámaras al centro de la ciudad, nunca muestran sus lujosos barrios ni sus lujosas tiendas, tampoco se acercan a la universidad ni a los talleres donde la gente trabaja.
Todo este preámbulo viene a cuento de la película que vi la semana pasada: De dioses y hombres. Un peliculón. Fui a ver esta película con la idea de que el tema prometía ser interesante y de que su director es francés. Al entrar en la sala observé un nutrido número de religiosas; dato me despistó y pensé que había fallado en la elección de la película. Confieso que soy creyente medio practicante, pero hay ciertas historias de la Iglesia que me chirrían. Después de ver la película confieso que esa primera observación fue un prejuicio en toda regla.
La película me parece magnífica porque expone, sin quitar ni poner nada, la convivencia y la problemática vivida en Argelia entre cristianos y musulmanes. Todo va bien hasta que una banda de fundamentalistas asesinan a un grupo de extranjeros que trabajaban en la construcción. Hasta ese día había habido una convivencia exquisita entre monjes y musulmanes, participando recíprocamente en los acontecimientos y en la vida cotidiana de la aldea. A partir de ahí todo cambia. Sin embargo son las palabras de una mujer las que hacen replantear la decisión por parte de los monjes de no abandonar Argelia. "Nosotros somos los pájaros y vosotros las ramas sobre las que nos posamos; ¿qué nos ocurrirá si os marcháis?". Y esta frase es extrapolable a cualquier parte del Tercer Mundo donde hay una comunidad religiosa comprometida en ayudar a una población de otra religión o etnia. La película deja claro que la religión no es la que divide, que lo que divide es otra cosa, una política disfrazada, lo de siempre, una doctrina con falsos ideales tendente a la destrucción.
“De dioses y hombres” la ha dirigido un francés, un ciudadano perteneciente a una nación laica que se atreve a abordar la temática serenamente, sin apenas emoción, poniendo las palabras justas y sin cargar las tintas. Yo me quedo con las palabras del prior defendiendo a sus hermanos musulmanes.
No quería de hablar de esta película en mi trasnochada; pero ayer viendo una actuación estelar de Adriano Celentano en YouTube, me dije: hablaré “De dioses y hombres” y recomendaré el video de Pregherò (Rezaré): falta nos hace a todos. Quizá sea Servando el que os los deje colgado aquí mismo.
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Lo siento, las versiones me matan y no puedo evitar colgar aquí la original de Ben E.King y, por supuesto, la de John Lennon. Y de propina una cuarta que nos recomienda, con enorme acierto un Mr. "Anónimo". Se recomienda verla entera. Esto sí que es una verdadera alianza de civilizaciones y no la que nos quieren vender. Brutal: deja a las otras tres a la altura del barro (a mi gusto siempre, claro).
Ahí van.
Ahí van.
Servando Gotor
No quiero ni pensar cómo se trataría el mismo tema en una película española -evidentemente, subvencionada-.
ResponderEliminarLo importante en el cine español es cobrar la subvención y machacar a todo lo que lleve una cruz.
ResponderEliminarLa versión de Celentano va para nota. Sobre todo la orquesta y su director. Pero él está en su línea: feo, con clase e interpretando.
María Jesús
Ya he visto las dos otras versiones y me quedo, por supuesto, con la de Celentano. La letra comienza diciendo:
ResponderEliminarRezaré por ti que tienes la noche en el corazón...
Luego la letra y la música va in crescendo, maravillosa la versión.
María Jesús
A mí lo que más me gusta de la versión de Celentano es el director (sobre todo cuando se entusiasma tanto que manda las partituras a tomar por el saco).
ResponderEliminar;-)
Ah, y respecto a las versiones, me quedo con la original: la de Ben E.King. Hombre, a ti, María Jesús,no es de extrañar que te guste la de Celentano, aunque sólo sea por ser italiano...
ResponderEliminar8-)
No es por molestar pero mirad esta versión a ver que os parece...
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=Us-TVg40ExM
Anónimo, esta es sin duda la mejor y además con diferencia. La conocía ya pero no recordaba que se trataba de esta canción.
ResponderEliminarTodo un acierto.
Colgada está.
Gracias.
Ha sido una trasnochada muy versionada.
ResponderEliminarGenial.
Para mí, lo bonito es encadenar las cuatro. Me alegro de que te haya gustado Servando...
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