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España es el país que más largamente festeja el final y el comienzo del año. Esta vez unos quince días. ¡Claro, que si el trabajo es tan escaso, pues habrá que dosificarlo! Pues ya es hora de que normalicemos nuestra vida y nos enfrentemos a los problemas que nos aguardan agazapados.
Ya he dicho en alguna ocasión que a mí Zapatero me parecía un iluminado, pero también que, quizá, en estos momentos sea insustituible (“Puede hablar el caballo” 24.10.2010). Se le ha tildado de poseer escasas luces y yo no estoy de acuerdo, luces tiene, pero totalmente desenfocadas y su psicología es bastante más compleja de lo que puede parecer a simple vista.
Llegó a la secretaría del PSOE cuando éste se encontraba en pleno naufragio, escindido en dos facciones: felipistas y guerristas, sumergido en las procelosas aguas de la corrupción, habiendo tenido que adelantar unas elecciones y habiéndolas perdido (de ésto tomó buena nota) y como un nuevo mesías, pilotó el partido por aquellos mares hasta hacerle ganar las elecciones. Y él se lo creyó. Se creyó que era un enviado para cambiar el rumbo de la Historia (alguien tenía que haberle advertido: “no fíes tus triunfos en tus capacidades, sino en los errores de tus adversarios”)
Tras acceder a la Presidencia del Gobierno se rodeó de una pandilla de inútiles lo-que usted deiga-presidente, y asumió la dirección de los asuntos externos, de los internos y de la economía (¿Cuántas veces Solbes hubo de doblegarse a la “sabia dirección del jefe”, y, el pobre Moratinos?) y se dijo como el arcángel San Miguel ¿Quién como Dios? Por segunda vez dirigió y ganó unas nuevas elecciones y se contestó a la pregunta: “YO”. Alguien tenía que haberle dicho: se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo Era el hombre providencial que iba a colocar a España en los más altos parámetros internacionales (¿recuerdan cuando trataba dar lecciones de economía a Berlusconi?).
De pronto todo el tinglado de la antigua farsa cae de súbito y Zapatero no comprende como un castillo tan sólido creado por su fuerte brazo ha podido quedar destruido en pocas semanas. Su reacción inmediata es huir, encerrarse, no salir al público, le aterroriza verse vapuleado, increpado, él que solo ha recibido plácemes y parabienes, halagos y admiración.
Más tarde, tras unos ejercicios espirituales teniendo como libro de lectura y meditación: “Economía liberal para no economistas y no liberales” de Xavier Sala, y como complementario “El arte de la guerra” de Sun Chu, recapacita y se dice: yo soy el enviado para salvar a España, he de completar mi obra. Hay que luchar contra el enemigo con sus propias armas. Quienes son los enemigos, unos malandrines, “los mercados” y qué armas utilizan: las liberales, pues a ellos. Privaticemos, desregularicemos, desmontemos la legislación laboral, bajemos las pensiones… Ya que no paso a la Historia como socialista, pasaré como liberal.
Por último una reflexión: seguramente, si queremos subsistir hay que desmontar algo nuestro estado de bienestar y hay que adelgazar nuestra administración y desregularizar bastantes cosas, y si no las hace Zapatero, que ya no piensa en una nueva reelección ¿quién las va ha hacer? Por eso decía que hoy es insustituible.
Armando Bulla.
A mí igual me da todo ya. Soy chino, me siento chino. Voy por todas partes y sólo veo establecimientos chinos. Pero lo mejor es que luego voy a cualquier otro comercio, grande o pequeño, de no chinos y lo que compro... ¡también es made in china! ¡Qué maravilla!
ResponderEliminarZapatero sólo podía acabar dejándonos en China. Comenzó (más bien prologó) su presidencia dando la nota frenta a la bandera del pueblo americano y termina por dejarnos con los chinos. No esta mal, no esta mal: nos deja con los más ricos del mundo y,además, comunistas... ¡Como él! (algo chinito también parece el muy majete).
Pol cierto señol chino de la conchinchina, que en Sudafrica están contentisimos con nuestro sistema: "Un país, dos economías"
ResponderEliminarla buena pa los blancos y la otla pa los negritos. Ya lo decía Mao, hay que estar con los que cortan el bacalao.
Se dice que EE. UU. es la soiedad más libre donde cualquiera puede llegar a presidente.
ResponderEliminarPara eso España, aquí si que cualquiera puede ser Presidente, Zapatero es el ejemplo.