MJM |
Desde luego esto de pasar de sindicalista pancarta en mano a Ministro de Trabajo es algo difícil de digerir, mentalmente, me refiero. Porque si por algo se significa la clase política es por ser “digerente”, de digerir, claro. Y yo que a este hombre, Valeriano Gómez, lo encajo más con un guardapolvo azul reponiendo clavos y tuercas en los estantes de una droguería que de ministro. No sé a qué fin me viene esta imagen. Este Zp tiene un “celebro” a la hora de poner Ministros de Trabajo… Me gustaría saber con quién consulta nuestro Presidente. Quizá con la consultora del PSOE, la sibila de Benicasin y bostezadora oficial en el Congreso, nuestra Leire.
Por cierto, he oído una noticia de refilón. Parece ser que nuestra sibila reconvertida en ministra, Leire, ha dado positivo en un control de alcoholemia. Ella de natural es así, bosteza y se despereza en el Congreso y luego pues eso, va, bebe y da positivo. Hasta ahora es en lo único que ha dado resultado positivo. Fue una apuesta que hizo con un señor que iba muy perjudicado: él por supuesto dio positivo y ella, menos, pero también. Esta mujer es un claro ejemplo de vida edificante, sobre todo a la hora de echar cimientos para vivir del cuento y bien. Otro que dio positivo en un control de alcoholemia fue Nacho Uriarte, Presidente de Nuevas Generaciones del P.P. El episodio acabó en multa con retirada del carné de conducir. Desde luego nuestros políticos son un claro ejemplo de no tener vergüenza, precisamente ellos que deberían ser los primeros en cumplir las normas. Yo los echaría del partido y luego les daría un escarmiento. Por ejemplo, a Leire la pondría a lavar cabezas y al Uriarte a limpiar retretes. Lo de poner a Leire a lavar cabezas no lo he dicho por su peletes, pero tampoco estaría mal redimir su pena reduciendo de paso su seborrea.
Ha sido una semana sosona. La noticia cumbre ha sido la visita de la canciller alemana, Angela Merkel. Esta mujer tiene su gracia, más que hija de un pastor protestante, dado su estilismo, parece haberse criado en una vaquería; tan rolliza ella, con ese flequillo cortado con hacha. Creo que daría mucho más juego anunciando mantequillas, quesos y yogures. Bromas aparte, esta germana ha venido a llevarse cerebros y a poner los puntos sobre las íes. Los mejores se van de España a marchas forzadas, casi huyendo; y los que se queden aquí, pues eso, al paro o a la política.
Hasta los Telediarios han sido aburridos: 20 minutos hablando de Egipto, una forma de no abordar la actualidad española y despistar al personal. Todas estas noticias que nos llegan de Túnez, Jordania, Yemen, Egipto… traerán cola. En estos países las revoluciones involucionan, nunca avanzan. Espero equivocarme pero los musulmanes cuando se mueven es porque les atizan. Ahora sólo nos queda saber quién les atiza.
El sábado noche al cine: Más allá de la vida, la última de Clint Eastwood. El año pasado viendo Invictus pensé que Clint estaba viejo. Este año sigo opinando lo mismo. Más allá de la muerte es una película que se deja ver, está bien dirigida y lo mejor es el efecto tsunami en pantalla grande con sonido Dolby. Tratar el tema del más allá después de tantas versiones y visiones, algunas insuperables, resulta complicado. Eastwood no aporta nada nuevo. Tres historias divergentes que convergen en Londres, la cuadratura del círculo con vivos, muertos y parapsicólogo incluido.
Debo confesar que he sido una curiosa de estos fenómenos paranormales -por calificarlos de alguna manera-, hasta que un día abordé a un amigo médico que sabe la tira de esto, entre otras cosas porque estuvo trabajando con enfermos terminales. Después de haberme leído unos cuantos libros sobre el tema, le pregunté qué opinaba sobre las experiencias de la gente que ha pasado por una muerte clínica. Me contestó esbozando una sonrisa maliciosa:
- Ninguno de los que se fueron regresaron para contarlo. O estás vivo o estás muerto.
De todas formas, si alguien necesita un buen guión sobre este tema, que no dude en preguntarme. Sólo responderé a directores de cine. Tengo buen material. No digo más. Si Clint me hubiese consultado previamente, su película hubiese aportado algo nuevo.
Azulenca
Dos cosas: la primera que anoche soñé con un cuarto Reich al frente del cual, el kaiser tenía aspecto de mujer y de Tío Marshall que venía a prestarnos dinero. Además, todos le aplaudiamos porque venía a ayudarnos endeudándonos más.
ResponderEliminarSegunda, que la respuesta esa de que nadie vuelve para contarnoslo -absolutamente cierta para mí- deshabilita cualquier comentario sobre el más allá, al margen de hipótesis y fantasías imaginativas, que -por qué no- pueden resultar interesantes y divertidas. De modo, querida Azulenca, que si tienes muchas cosas que decir al respecto, sería un placer oir al menos alguna y, sobre todo, si viene de tu imaginación, de tu experiencia personal o... de algún julandrón o julandrona que haya vuelto para contártelo.
Por lo demás, como siempre, la crónica en buena línea de imaginación, de esa imaginación tuya tan caricaturesca.
besos.
La dedicatoria era obligada, tanto por tu conocimiento de primera mano de la vida siciliana, como por la estupenda fotografía.
ResponderEliminarQuerida Azulenca, para fenómenos paranormales basta y sobra ver los telediarios.
ResponderEliminarAntonio
Servando, cómo has adivinado que tengo anécdotas tronchantes al respecto.
ResponderEliminarLuego está también la parte seria. La conversación con mi amigo el médico tuvo mucho más trasfondo, que claro no es para dejar por escrito. Esa es una historia de la que mejor no hablar.
Gracias por vuestros comentarios.
Azulenca
Se me olvidaba, la foto corresponde al cementario de Carcassonne.
ResponderEliminarAzulenca
Mi comntario será breve, yo clonaría a la Merkel y pondría a todas las "Merkelitas" en el Gobierno 1º nos ahorraríamos un montón de pasta en trajes 2º dormiríamos sin sobresaltos pensando en lo que nos podía deparar el destino a la mañana siguiente y 3º podríamos dedicar al "iluminado" (véase zp) a temas circenses, porque ¿Quien mejor que él para hacer malabarismo, funambulismo, prestidigitación, adivinación, etc.?.
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