Esta Zaragoza de mis entretelas cuando me ve casi aniquilado por el aburrimiento me sorprende con unas gotas de bálsamo artístico, para preservarme y hacer más larga mi agonía. Es una amante que raciona sus encantos con cuentagotas. Esta medicina espiritual me fue suministrada el pasado sábado cinco en la Sala Multiusos: el magno espectáculo de flamenco montado por Carlos Saura y que de aquí parte a Nueva York, donde no me cabe duda que obtendrá un sonoro triunfo.
Carlos Saura ha montado un soberbio espectáculo con el profundo conocimiento que tiene sobre esta manifestación artística, que junto a nuestra literatura, es la proyección más universal de nuestra cultura, El flamenco ya no es un patrimonio exclusivo nuestro, ha sido declarado “Patrimonio espiritual de la Humanidad” por la UNESCO.
Saura ha pretendido, y conseguido, mostrar la universalidad del flamenco y su simbiosis con las distintas culturas con las que ha tomado contacto, más allá de su núcleo inicial de nacimiento, la baja Andalucía, significativamente las provincias de Sevilla, Cádiz, Huelva. El flamenco no solo ha impuesto su imperio en Andalucía, sino que ha sabido cantar las penas de los mineros cartageneros, las fatiguitas y alegrías de los gitanos castellanos, cantar tangos extremeños, ha emigrado a Cataluña, para crear un género nuevo, la rumba catalana, y a Cuba, con esos cantes de ida y vuelta, de donde volvió con la cadencia del danzón
A mi me gusta por la mañanadespués del café bebíopasearme por la Habanacon el sigarro ensendío
pero ha sabido hacerse blues negro en Nueva Orleáns y se ha aliado con el jazz en Nueva York.
La dirección musical va a cargo nada menos que de Chano Domínguez, quien funde sabiamente los sonidos de la guitarra flamenca y la percusión de palmas y cajón, con los del saxofón, batería, piano, chelos, flautas. Las coreografías de Rafael Estévez y Nani Paños hallan resultados muy originales y plásticos. Las voces de Alba Carmona, Blas Córdoba, La Genara, Israel, Jesús Méndez, David Palomar y la Tremendita, redondean el espectáculo.
Antonio Envid.
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