Es un buen ejercicio de reflexión el que no se si queriendo o sin querer propone Servando. Titula la foto dignidad y aparece un señor mayor acarreando una saco que parece muy pesado.
Desde mi punto de vista, la versión occidental sería en vez del fardo, el cochecito de los nietos...
Sí, Vladimira, a mí esta imagen me impresiona mucho y, en efecto, quería someterla a vuestro juicio. Tus reflexiones siempre me sorprenden porque aportan una visión nueva para mí (o complementaria, más bien en este caso): esa "versión occidental" quer refieres.
Yo veo un hombre esforzado (con un atisbo de dolor en el gesto) pero sereno. Digno, muy digno el semblante. La carga, lo que él soporta y hasta (o, sobre todo) el aspecto externo, el humilde pero cuidado e inmaculado atuendo, la forma de acarrear la carga -la cruel carga-. Los dedos, las uñas, el pelo, el rostro perfectamente afeitado, pero sobre todo, insisto, el gesto y el porte, todo, todo me revela una enorme dignidad. Todo me infunde un profundo respeto. No creo que fuera un porteador, un descargador; llevaba ocasionalmente una carga de un sitio a otro, o eso me pareció. Fuere lo que fuere, no cambiaría en absoluto ese semblante limpio, blanco, digno, que tanto me impresiona...
La fotografía se puede ampliar hasta dos veces clickeando encima para apreciar mejor estos detalles.
He hecho el doble zoom y he visto con detalle lo que a simple vista no se veía.
La culpa de que no lo viera no es de mis ojos sino de mis prejuicios. Supuse que era un anciano cualquiera de esos a los que ya nada les importa exhibir su atuendo sucio y desgastado.
Pero no, este hombre no se ha dejado vencer por la suciedad y el descosido fácil.
¿cuantos jerseis lleva aquí el amigo? será quelleva el negocio encima. Debe ser un estudiante porque el corte de pelo es el del antiguo SEU, que quizá ahora se haya reinventado en China.
Es un buen ejercicio de reflexión el que no se si queriendo o sin querer propone Servando. Titula la foto dignidad y aparece un señor mayor acarreando una saco que parece muy pesado.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, la versión occidental sería en vez del fardo, el cochecito de los nietos...
Vlad
Sí, Vladimira, a mí esta imagen me impresiona mucho y, en efecto, quería someterla a vuestro juicio. Tus reflexiones siempre me sorprenden porque aportan una visión nueva para mí (o complementaria, más bien en este caso): esa "versión occidental" quer refieres.
ResponderEliminarYo veo un hombre esforzado (con un atisbo de dolor en el gesto) pero sereno. Digno, muy digno el semblante. La carga, lo que él soporta y hasta (o, sobre todo) el aspecto externo, el humilde pero cuidado e inmaculado atuendo, la forma de acarrear la carga -la cruel carga-. Los dedos, las uñas, el pelo, el rostro perfectamente afeitado, pero sobre todo, insisto, el gesto y el porte, todo, todo me revela una enorme dignidad. Todo me infunde un profundo respeto. No creo que fuera un porteador, un descargador; llevaba ocasionalmente una carga de un sitio a otro, o eso me pareció. Fuere lo que fuere, no cambiaría en absoluto ese semblante limpio, blanco, digno, que tanto me impresiona...
La fotografía se puede ampliar hasta dos veces clickeando encima para apreciar mejor estos detalles.
No sé, me hace pensar un montón.
besos.
He hecho el doble zoom y he visto con detalle lo que a simple vista no se veía.
ResponderEliminarLa culpa de que no lo viera no es de mis ojos sino de mis prejuicios. Supuse que era un anciano cualquiera de esos a los que ya nada les importa exhibir su atuendo sucio y desgastado.
Pero no, este hombre no se ha dejado vencer por la suciedad y el descosido fácil.
Es no sólo digno, sino, honorable.
Gracias Servando, por tu indicación.
Saludos,
Vladimira
¿cuantos jerseis lleva aquí el amigo? será quelleva el negocio encima.
ResponderEliminarDebe ser un estudiante porque el corte de pelo es el del antiguo SEU, que quizá ahora se haya reinventado en China.