Hay un grabado de Durero
con una mujer solitaria
y una laguna
envuelta en gris.
Cien rosas afiladas
en poliédrico cristal
burlan la pericia de arquitectos
al rumor fatal de la impotencia fabril
La enigmática mujer
padece estáticas alas
y baña su mirada en el silencio,
en el aburrimiento amargo
de un reloj sin fin.
Quería un mar balsámico
y mil montañas de ónice,
una escuadra de alunita
y el rumor alado
del más lúcido amanecer
Hay un grabado de Durero
con una mujer rendida
llorando los siete pasos
de una escalera hostil.
Pero esas alas muertas,
esa mirada hecha de piedra y sal,
esa hora de infinita miseria
y las radiantes sombras de la laguna,
en vano nos distraen
de un mágico cuadro
-mesa de Júpiter-
que en todas sus líneas
.......................suma
..........................TREINTA Y CUATRO.
Sssshhhh…
Servando Gotor
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