sgs |
Angustiado deambulo por mi cuarto,
Enceguecido
Los brazos extiendo para delimitar un espacio
en la negrura.
Noche oscura del alma.
Una ventana abrir pretendo
que muestre el campo de amapolas
donde alocado galopa el unicornio
que para su sacrificio
espera a la estrella matutina
Arrancaré el velo a Salomé
aunque luego muera degollado.
Antonio Envid
Antonio, ¿me tengo que preocupar?, me ha parecido muy duro el poema.
ResponderEliminar¿Y por Salomé también?
Ángel
Ángel,percibo una fina ironía.Salomé no tiene de que precuparse, soy totalmente inofensivo.
ResponderEliminarTe aseguro, que no lo decía con ironía.
ResponderEliminarMe he asustado, qué se le va a hacer.
Sé lo que es una noche de esas.
Ángel
Esimado Ángel,te agradezco tu preocupación por mi estado de ánimo, no es el óptimo, pero, pasable. El poema es un grito para rasgar el muro de cemento de la realidad cotidiana con la esperanza de que haya algo mas allá de ella.
ResponderEliminarrecibe mis mejores deseos