lunes, 30 de mayo de 2011

ENTRE LAS RUINAS DEL CIELO (Servando Gotor)

SGS


SALÓN DEL MODERNO APARTAMENTO DE BERTA. MOBILIARIO MINIMALISTA, SI BIEN DESTACA UN CENTRO DE ROSAS ROJAS SOBRE UNA MESA DE FUMAR.  AL FONDO A LA DERECHA UNA PUERTA DE DOBLE HOJA Y CRISTAL ESMERILADO ESTÁ ENTREAVIERTA, DEJANDO VER PARTE DEL DORMITORIO CON LA CAMA SIN HACER FRENTE AL ESPECTADOR. LA CIUDAD PARECE VIGILARNOS. ES DE NOCHE Y SOBRE EL CIELO DESTACA UNA LUNA LLENA Y ROJIZA.

UN PIERROT, DANZA CUBRIENDO TODO EL ESCENARIO AL SON DE UNA MÚSICA DE FERIA HASTA QUE APARECEN BERTA Y LLUDUS BALLARD POR UN LATERAL, SIEMPRE AJENOS AL PIERROT, QUIEN SIN EMBARGO LOS SEGUIRA CON LA MIRADA DURANTE TODA LA ESCENA.  BERTA ACABA DE LEVANTARSE PARA RECIBIR A BALLARD Y LLEVA UN BREVE Y TRANSPARENTE CAMISÓN DE MUSOLINA AZUL CELESTE, BORDADO.  EN LA MUÑECA IZQUIERDA, SIETE PULSERAS DE PLATA CHOCAN ENTRE ELLAS A CADA MOVIMIENTO BRUSCO DE BERTA.  AUNQUE DESPEINADA, ESTÁ HERMOSA; ÉL TRAJEADO PERO DESALIÑADO,  EL NUDO DE LA CORBATA AFLOJADO Y HUMEDADES EN LA ROPA PUESTO QUE SE HA ACABA DE RESBALAR CAYENDO SOBRE UN CHARCO. 

 EL PIERROT NO HABLA Y SE DIRIGE A LA VENTANA SEÑALANDO LA LUNA:


CORO.

La luna estaba roja
Roja como la sangre

Y parecía un disparate
de´encías deleznables

(EL PIERROT se sienta en un lateral,
 y contempla la escena como un espectador más)

BALLARD.No sé, no sé qué tengo. Estoy deprimido y, además.
BERTA (sirviéndole una copa).  Toma, esto te sentará bien.
BALLARD.  Mala noche, mala. Hay días en los que uno.
BERTA (que ha reparado en el traje empapado). ¿Y esto?
BALLARD. Abajo, aquí mismo, un charco y.  Me he resbalado, mira, fíjate cómo voy.
BERTA. Anda, traé, quítate la chaqueta

(BALLARD aprovecha la proximidad de Berta para cogerla del brazo, pero ella le rechaza bruscamente, dejando oírse las siete pulseras de plata chocando entre sí,  y se aleja con la chaqueta tendiéndola sobre el respaldo de una silla. Él se sienta en el sofá).

BALLARD. Berta…
BERTA. No.
BALLARD. Por todo lo que tengo, por todo. Hoy te necesito más que nunca.
BERTA. Llegas siempre sin avisar, cuando te viene en gana, siempre. 
BALLARD. Pero hoy.  De verdad, Berta, he tenido un día tan malo que.
BERTA. No, Lludus, no insistas.
BALLARD. Nena, por lo que más quieras, pídeme lo que sea.
BERTA. Estoy agotada.
BALLARD. ¿Agotada…? ¡Ah! Qué frío, hace frío aquí… la noche está helada… ¿O es el viento…?  ¿Y la luna, has visto lo roja que está la luna, Berta? (Repara en las flores y hasta se levanta observándolas como hipnotizado). Dios, qué horribles, parecen de fuego. O de sangre... Qué frío, qué mal todo… (vuelve a sentarse).


(También Berta se sienta, pero alejada de él).

BERTA.  ¿Y un café, no te sentaría mejor un café?
BALLARD. No, Berta, no es un café lo que necesito.  Bésame.
BERTA. Lludus, por favor, basta.
BALLARD. Estoy mal, nena, muy mal… Pídeme lo que quieras, pídeme lo que quieras pero déjame besarte.

(Un silencio sostenido. BERTA se levanta, con sonrisa hipócrita
y ahora es ella quien se sirve una copa.  Vuelve a sentarse)

BERTA. ¿Lo que quiera lo que quiera?
BALLARD.  Lo que me pidas. Lo juro.


(BERTA vuelve a levantarse con sonrisa maliciosa
 Suena música de jazz. BALLARD la sigue ansioso con la mirada)

BERTA. ¿Seguro?
BALLARD. Lo juro.
BERTA. ¿Seguro seguro?
BALLARD. Palabra.

(BERTA se levanta de nuevo y desprendiéndose de la copa con un último trago, comienza a quitarse una a una las siete pulseras al ritmo de la música, al tiempo que se acerca a él, le quita el vaso de la mano y arrastrándolo por la corbata lo conduce al dormitorio. EL PIERROT se ha levantado de su sitio muy interesado por lo que ocurre y sigue a los dos de cerca, hasta que ya en el dormitorio él cerrará la dos hojas de la puerta, señalando, no obstante las siluetas de ambos tras el cristal esmerilado.  Se aprecia que Berta empuja a BALLARD hacia la cama y se lanza bruscamente sobre él, haciéndole el amor con pasión, casi con violencia.  EL PIERROT mira al público con complicidad y agitando la muñeca con la mano muerta para destacar la brutalidad del momento.  Al fin, el cuerpo de BERTA se deja caer sobre el de BALLARD.  EL PIERROT, hará un gesto cómplice de alivio, turnando siempre la sonrisa con la preocupación. BERTA y BALLARD se visten despacio y los veremos aparecer de nuevo en el salón.).


BERTA (pasea por el salón terminando de arreglarse y colocándose de nuevo las siete pulseras, una a una, bebe de su copa, se enciende un cigarrillo y ofrece otro a BALLARD). ¿Y bien?
BALLARD  ¿Y bien, qué? (Bebe).
BERTA. Lo prometido.
BALLARD (sigue en pie), Pide lo que quieras.
BERTA.  Mañana te habrás olividado.
BALLARD. No, lo juro.
BERTA. ¿Seguro?
BALLARD. Seguro.
BERTA. Bueno, pues quiero…  Quiero la casa.
BALLARD. ¿La casa?
BERTA. Sí, la casa de que te hablé, la de la montaña.
BALLARD. ¿La de la revista?
BERTA. La misma.  No la quiero a mi nombre, me basta con saber que la has comprado y que estrá a mi disposición…  

(BALLARD vacía de un solo trago su copa, se levanta y vuelve a servirse, pensativo y como extrañado…)

BALLARD. ¿Y él?
BERTA.  Quién.
BALLARD. Bob.
BERTA (riéndose se levanta y se sirve también una copa). ¿Bob?
BALLARD. Sí, Bob.
BERTA.  ¿Qué Bob?
BALLARD.  Vamos Berta, el tipo ese, el que nombras en sueños.
BERTA (sin parar de reír).  Bob (un largo silencio). Lludus, ¿puedo pedirte algo más, una cosa más?
BALLARD. Sí, con tal de que rompas con él.
BERTA (riéndose).  Así que era eso, ¿eh? Celos.  Ya me parecía a mí.  (BALLARD se abandona en el sillón avergonzado). Bien, no te preocupes, será imposible seguir con él si me das lo que voy a pedirte.
BALLARD. ¿Seguro?
BERTA. Seguro.

(Nuevo y largo silencio, BALLARD se levanta inquieto y EL PIERROT, que ha seguido esta última conversación ensimismado y con enorme preocupación, se muestra enormemente triste).  

CORO.
Roja como la sangre
Como la sangre roja…

Berta, Ballard, ¿sabéis como es la muerte? Azul…

La muerte es azul
de un azul claro e intenso como el cristal,
helada lluvia de insectos

BALLARD. Bien, dime, qué más quieres.
BERTA. Mátalo.

(Risas de Berta, que se disipan gradualmente al igual que la iluminación del escenario, hasta que queda completamente a oscuras y en silencio salvo la luna rojiza. Entre tanto, triste y cabizbajo, EL PIERROT se habrá ido retirando hasta la silla lateral desde la que ha contemplado la mayor parte de la escena y cae abatido sobre ella coincidiendo con el último resquicio de luz y la última reverberación de la risa de Berta.    TELÓN). 




EN LA TRASNOCHADA 50 (María Jesús Mayoral)



 



En Villamayor de Gállego, 29 de mayo de 2011

En esta trasnochada viendo el correo diario me encuentro con una foto de Richard Gere enfundado en un esmoquin con una rosa en la mano. No pasa semana sin que me llegue esta foto, por supuesto, enviada por alguna amiga. No me gustan los hombres que regalan flores, me mosquean. Las flores suelen tapar mucho y encubrir más. Compañeros de trabajo y amigos cuando le hacían una faena a su amiga, novia o esposa, seguidamente le mandaban un ramo o un centro de flores. A veces me decían: La tengo muy cabreada, pero esto lo soluciono con un ramo de flores y se le pasa. Por otra parte, y es un hecho, los hombres casados cuando quieren alguna aventura son los que más flores regalan: tanto a la esposa como a la que quieren conseguir. Y es que las flores adulan o encubren, por eso no me gusta que los hombres me regalen flores.

La foto que he mencionado de Richard Gere corresponde a la película ¿Bailamos? La protagonista femenina es Jennifer López. El tema central de la película es un clásico: señor aburrido de vida rutinaria busca aventura fuera de casa. Las sinopsis que he podido leer en la Red apostillan que está enamorado de su mujer, pero que llevar una vida tan perfecta le cansa. En cierta ocasión, un jefe y vividor nato me afirmó sin dar lugar a más comentarios: Cuando un hombre casado busca fuera de casa es porque lo que tiene en casa no le gusta. Pero volviendo a la película, yo vi otra cosa en ¿Bailamos? Nada que ver con las sinopsis que he leído en Internet. Ví a un Richard Gere soso en busca emociones, tal vez perdidas. Como casi siempre sucede en la vida real, este señor aburrido se fija en una pobre chica, preferentemente joven, guapa y con temperamento. Temperamento que apasiona, pero que da el suficientemente miedo como para no rematar faena. Y a la que sí ví en su punto es a Jennifer López, en su papel de mujer torre inamovible que sabe cuál es su origen y las intenciones del sosísimo Richard Gere. Ella establece desde el principio que él pertenece a una casta superior y que esa relación sólo es un pasatiempo ocasional.

¿Bailamos? Es una película floja, apta para una lluviosa tarde de domingo. A mí las pasteladas no me van y si son americanas, menos todavía. El final estaba cantado, el señor soso se queda con su maravillosa mujer y para poner broche final a su amor; él se presenta en el trabajo con una rosa roja en la mano. Esta escena de Richard Gere subiendo las escaleras mecánicas, enfundado en un esmoquin y con una rosa en la mano, es la que hace suspirar al personal femenino. Está claro que es una película y que la vida real es otra cosa. En condiciones normales ningún hombre hace eso: presentarse de esa guisa en el trabajo de su mujer para llevarle una rosa. Que te lleven flores al trabajo no deja de ser un cachondeo en la sección de turno. Que le pregunten a mi amiga y compañera de trabajo la juerga que se llevó a mi costa cuando en aquellos largos pasillos, llenos de puertas, apareció por lo militar un compañero con rosas blancas recién cortadas de su jardín para regalármelas. Aún nos estamos riendo las dos. ¡Qué malas somos las mujeres! No obstante mi amiga ya le había advertido el peligro que corría al hacer una cosa semejante. Él afirmó que sólo quería traerme unas flores y nada más.

Y es que mejor que flores, perfumes o brillantes; yo, que soy una romántica a ratos, prefiero una carta de esas que a mí me gustan.

Le voy a dejar a Servando la dirección del vídeo de la película ¿Bailamos? Donde se marcan Richard y Jennifer un tango en condiciones. Está claro que la que domina es ella. Vamos, que es mucha mujer para Richard.


domingo, 29 de mayo de 2011

CRÓNICA INDIGNADA (Por Azulenca)

MJM

Vaya semana y Servando de vacaciones. Primero, primero, dar la enhorabuena a nuestra compañera de blog, María Jesús, por el resultado electoral de las pasadas elecciones municipales en Villamayor de Gállego: adiós al rodillo socialista. Villamayor lleva veinte años luchando por su segregación y con este resultado conquista su ansiada libertad. ¡Villamayor de Gállego, enhorabuena! Servidora desea lo mejor a tan joven municipio. Contáis con un gran potencial, tenéis muchas ganas de trabajar y mucha ilusión: el futuro es vuestro.  

Este Zapatero es un lince, no sólo va a hundir España sino que se va a cargar su partido. Se ha pegado legislatura y media intentado cargarse el P.P, va y se carga el PSOE.

Chacón se despidió ayer de su sucesión a Zp gimoteando como una ñoña; ella dice que lo ha hecho por el bien del partido. Yo añado que esta decisión es decisiva para el bien España. Chacón, Ministra de Defensa por la gracia de Zp y en estado de gracia cuando tomó posesión de su cargo, pacifista declarada de toda la vida; si llega a ser sucesora de Zp, no lo quiero pensar, pues la niña era independentista catalana de primera. No quiero ni pensar en una España con una presidenta del Gobierno independentista catalana. Lo cierto es que le ha salido bien hacer de ministra de Defensa; aunque no lo parezca es el ministerio más fácil, basta con hacer lo que te dicen y pasar desapercibida. En su caso es lógico. A ver, qué sabe la Chacón de cascos Marte, de acuartelamiento y mantenimiento, de armamento y municionamiento… Ella, una pacifista que desde que es ministra vive de la Defensa y que no distingue un buceador de asalto de un zapador anfibio, qué otra opción le queda salvo hacer lo que le mandan.

Y a Rubalcaba desde que le han puesto el PSA prostático en su sitio, le ha echado un par… y se ha catapultado como único candidato a unas primarias, que al parecer son primarias únicas, es decir para uno sólo. Entonces… para qué las convocan. Esto de hacer primarias con un candidato es como la flauta de Bartolo con un agujero sólo.
El jueves 26 a Madrid. Mira que es mala suerte pasar por la Carrera de San Jerónimo en el mismo momento en que entraba Zp en el Congreso. Menos mal que nos quitamos el amargor con una cata en condiciones de vinos sicilianos y para olvidar la visión de la acampada en la Puerta del Sol, nos recreamos la vista con dos joyas madrileñas de esas que tanto me gusta visitar. Como hice el viaje con María Jesús Mayoral, quizá sea ella quien os cuente esta visita en alguna trasnochada. Desde luego estos indignados y acampados en el Kilómetro Cero escogieron un punto ideal, no hay nada como partir de cero para llegar a ninguna parte. Debo decir que no me gustó lo que vi. Sólo pondré un ejemplo. Una joven tumbada en una tienda de campaña a las vistas de todos acariciándose la tripa como si estuviera en la playa: tal cual y como lo digo. A mí, más que rebeldes indignados acampados en la Puerta del Sol, me pareció un party convocado por Twitter para gente desocupada.
 Azulenca




sábado, 28 de mayo de 2011

EL 15-M RESISTE (Armando Bulla)

Foto: Laconchaparís


La clase política en sus covachuelas juega al Monopoly. Te cambio la presidencia de la comarca del Altomonte por la alcaldía de tres pueblos. Ni de coña, por lo menos tienes que darme cuatro. ¿Cuatro? Estás de broma. Entonces ¿Cuánto querrás por la Diputación de Vetusta? Esa no está en juego…..
La policía trata de despejar una plaza. Destroza el campamento. Los ocupantes presentan una fuerte oposición pasiva. El asunto comienza a descontrolarse y llueven los primeros porrazos.
Compañeras y compañeros, esto es el Consejo de Ministros. Qué no digan que no gobernamos, que no hay normalidad. Antes que nada, gracias por tu heroico gesto de ayer, Carmeta, toda España te está agadecida. Tenemos que aprobar hoy por lo menos tres leyes. Hay que ganarse el sueldo, España es lo primero. Hasta que no las aprobemos no se va nadie a casa… Todos los viernes lo mismo. Susurra alguien a su compañero de sillón. La mujer y los chicos esperándome para irnos a la sierra. Si no fuera por el coche oficial y las prebendas, y el saludo que me hacen los guardias de puertas, iba a ser Ministro mi tía Enriqueta….
Cuando la policía se aleja, la gente vuelve a ocupar la plaza rehaciendo pacientemente los tenderetes y recomponiendo las tiendas de acampada de montaña.
A ver ¿quién ha traído alguna Ley? Yo tengo una para evitar el maltrato animal en las granjas de grillos, que será muy útil para llenar el BOE y que no diga el personal que no nos ocupamos de sus problemas. ¿De grillos? ¿y la Ley de igualdad qué?¿No es también para las grillas?. Bueno, perdona, “para evitar el maltrato y la maltrata en las granjas de grillos y grillas”.
Rápidamente por internet se transmiten las imágenes de la ensalada de palos que captan decenas de teléfonos. En otra plaza la gente comienza a tomar medidas para aguantar un asalto. El aire se puebla de flores. Es la revolución de las flores. Compañeros, no respondáis a la violencia, mostrar resistencia pasiva….
Sigue el Monopoly. La Presidencia de la Comunidad también está en el corro, siete diputados por veintiún concejales….No voy, no voy, esto no era lo acordado.
Las urnas se guardan con mucho cuidado. Esto de sacarlas cada cuatro años es una pesadez.
Las plazas de las ciudades españolas se llenan de gentes que se solidarizan con Madrid, con Barcelona, con Valencia….. que sienten que los valencianos, los catalanes, los gallegos…  tienen los mismos problemas, que se sienten solidarios entre ellos, que les empieza a importar un bledo l´Estatut catalá, el Estatuto galego y la madre que los parió, que ven que los políticos van en coche oficial por autopista y ellos a pie por el arroyo y por eso contemplan mundos diferentes, que viven en planetas distintos, que empiezan a sospechar que están siendo estafados. 

Armando Bulla. 

viernes, 27 de mayo de 2011

ÉRASE UNA VEZ... (II), Antonio Envid

AEM

Desde que lo expulsaron del centro de la tercera edad (“el almacén de vejestorios zumbáus”, según él. “Además, no me dejaban fumar”, apostilla) apenas sale. En el buen tiempo pasa la vida en el patio, dormitando, viendo pasar las nubes, fumando cuando no lo ven. De su última aventura, la expulsión,  se siente especialmente orgulloso. “Gallinas. Gallinas y cagáus, eso es lo que sois”, gritaba subido en el mostrador de la cafetería, sin poder hacerle callar. “La última vez fuisteis a votar porque si no vendría la derechona y os quitaría la pensión, y ¿ahora qué? Por unos míseros euros vendéis vuestro voto ¡Qué os den por allá a todos, que yo recibo la pensión de Francia! Alguno hay aquí que se alegró cuando me iba pisando los talones la guardia civil, pero ahora se jode, que pasé a Francia y me cago en todos vosotros…..”

-Abuelo ¿se puede quedar un rato con el chico, que tengo que salir? Pero no le cuente esas cosas del quinto regimiento y de la batalla del Ebro, que luego tiene pesadillas, el pobre.

-Entonces ¿qué le cuento?

-Pues, cosas normales, lo que cuentan todos los abuelos. Cuéntele algún cuento, que los chicos de ahora no los conocen, pues nadie se los dice.

-¿Te parece que le cuente el cuento de la Caperucita Roja?

-¿Eso lo entretendrá? Bueno, siempre será mejor que esas truculencias de la guerra y del maquis.

En que se va la joven, el abuelo comienza a liar un cigarro.

-A ver, mocé, cómo le digas a tu madre que me he fumáu un cigarro, te arreo un soplamocos, que las orejas te van a parecer las hélices de un avión. Ven aquí y escucha al abuelo.

-Pues mira, cuando estaba en el maquís, por allá por Castellón. Aquí le dicen maquis, pero en Francia, que de allí viene la palabra, es maquís. Resulta que había un jefe, que lo llamaban “la Teresot” o “el Teresot”, que nadie sabía si era una tía o un tío, pero esto es otra historia, que ya veremos si te la contaré o no, porque tiene su miga. Eh? No hoy no te cuento lo de si era una tía o no, hoy toca el cuento de Caperucita Roja. Bueno, pues en nuestra partida la llamábamos, en clave, “La Abuelita”, porque a veces se escondía en una cabaña en los pinares……

Mientras echa unas caladas con satisfacción. Mira pícaramente al chico.

-Había una chica en uno de los masos, que tenía un hermano en el monte, en las partidas, y hacía de enlace. Sí, nos traía y llevaba información, órdenes, medicinas…..en fin, lo que hacía falta y la llamábamos “La Caperucita Roja”. Roja, porque era anarquista y Caperucita, porque en invierno o cuando llovía se cubría con una arpillera, haciendo como una caperuza. ¿Qué no sabes qué es una arpillera? Pues ¿qué os enseñan en el colegio? Sois todos un hatajo de ignorantes.

-Bueno, pues como teníamos a todos los guardias acobardados, el Gobierno envió a un capitán de la guardia civil, que tenía fama de implacable, para acabar con las guerrillas. Pronto se ganó el sobrenombre de “El Lobo” por la forma de perseguirnos, día y noche, sin mostrar el menor rasgo de piedad….



Antonio Envid.

miércoles, 25 de mayo de 2011

ATENDERTE, ENTENDERTE (Narciso de Alfonso)

SGS
 
Me gusta cuando hablas en alemán porque no entiendo nada y pareces otra, y siento que te quiero más. Porque nada invita más al amor de una mujer que la absoluta imposibilidad de escucharla.  Como nada hay más aciago que la obligación de atenderla y entenderla.  Por eso, te lo suplico, cuando me hables, hazlo siempre en alemán, o en indú si quieres, incluso en serbocroata; pero, por favor, nunca más de forma que te entienda.  Es mejor así. Estás tan hermosa.
Me gusta cuando hablas en español porque te entiendo y te desnudas y presentas ante mí cual eres, y siento que te odio aún más.  Porque nada invita más al odio de un hombre que conocerlo bien.  Como nada hay más nefasto que la sensación de no entenderlo, de no atenderlo.  Por eso, te lo suplico, cuando me hables, hazlo siempre en español o en catalán siquieres, incluso en gallego, pero por favor, siempre de forma que, al menos entienda la mitad de tus palabras. Es mejor así.  Eres horroroso como un espectro, sí, pero resulta tan hermoso no sentirme engañada.


Cuescos

lunes, 23 de mayo de 2011

GIN TONIC & CORRUPCIÓN (Servando Gotor)

SGS
En el café de Mariano, reposando las elecciones junto a un gintonic, resguardados de las últimas lluvias de mayo: no, Mariano, son todos unos corruptos, todos.  Estás loco: los hay limpios que no echan mano de la caja y dan la vida por todos, altruistamente. Claro. ¿No te lo crees? Sí, pero esos saben lo que hay mejor que tú o que yo: de primera mano.  Pues aún les doy más valor. No, si callan.  ¿Y qué pueden hacer? Apartarse y denunciar, Mariano, eso; porque su silencio les hace cómplices y su participación también: hacen la cama a los corruptos.  Por la misma razón también cuando tú votas participas…  de modo que no deberías votar porque votando te implicas.  Mira, Mariano, estás confundiendo el tocino con la velocidad: la participación activa y la pasiva, el sufragio activo y el pasivo. Ya, pero al votar, por mucho sufragio pasivo que sea, participas activamente, algo así como una pasividad… “activa”.  Es posible, Mariano, pero se trataría de una pasividad activa… “mediata”, mientras que la posición del político llamémosle “honrado” supondría una actividad pasiva… “inmediata”…  sí, no pongas caras, además de la actuación del político corrupto, que comportaría una actuación activa e inmediata, tendríamos la del ciudadano de a pie que no vota: un individuo que actúa con una pasividad… inmediata.  Pero la pasividad también es una acción.  Cierto.  Por  lo que estaríamos frente a una actividad pasiva inmediata. Sí, pero “omisiva”.  Claro, claro: omisiva.  Por tanto, con el ciudadano que no vota estaríamos ante una actividad pasiva, inmediata y omisiva…  Pero si es omisiva no puedes calificarla de actividad, Mariano, por favor.  Sí, porque la omisión no deja de ser una forma de acción: una acción omisiva.  No, no estoy de acuerdo, eso sólo sería si su no participación, su abstención, fuera deliberada.  Quieres decir, “consciente”.  Exacto.  Entonces nos encontramos con dos situaciones: la del ciudadano que no vota deliberadamente y la del que no vota por desinterés o abandono, la primera nos mostraría una actividad pasiva inmediata consciente y la segunda una actividad pasiva inmediata inconsciente.  Te dejas algo.  ¿Qué?  El que no vota por simple descuido o abandono o sencillamente porque no ha podido, porque fuerzas ajenas a él se lo han impedido.  Sí, claro, entonces cambia el cuadro, tienes razón: estaríamos ante una actividad pasiva inmediata inconsciente omisiva y… obstativa.  ¿Obstativa?  Sí, obstativa… creo. ¿Obstativa u obstructiva?  No, me parece que estamos empezando a liarla, a ver, déjame pensar: “obs-ta-ti-va”…  no, no estoy de acuerdo, no me parece una calificación apropiada… mejor sería “fortuita”.  Pero qué coño dices, claro que lo es: porque la causa impeditiva podría ser fortuita o no, supón que un familiar te secuestra en la jornada de reflexión durante cuarenta y ocho horas, entonces no podrías votar porque alguien te lo impide pero no de modo fortuito, con lo que estaríamos ante una causa de fuerza mayor, más que fortuita.  Claro que el que un familiar te secuestre también puede ser fortuito.  Circunstancialmente, sólo circunstancialmente: por ejemplo si está loco de nacimiento sabes que puede hacer cualquier cosa así en cualquier momento y entonces no estaríamos ante un caso fortuito, pero si le acaba de dar una venada…  Es todo muy subjetivo.  Sí, objetivamente subjetivo.  Pero lo objetivo es subjetivo.  Parece fácil pero no es difícil.  Qué lío, Mariano.  No me llames Mariano que Mariano eres tú.  ¿Yo, Mariano? Sí.  ¿Pero no eras tú…?  Mariano, sí, el que…  ¿Entonces quién coño soy yo? Bueno, mejor lo dejamos, anda pon otros dos gintonics.  No, yo no, ponlos tú.  ¿Por qué?  Porque Mariano eres tú.  ¿Y el político que echa mano a la caja, quién es, eh, quién coño es?  Un pringao. Ya, quieres decir: un mojor. Eso es: un mo-jor. 


Servando Gotor
El Comarcal del Jiloca, 13/05/2011

domingo, 22 de mayo de 2011

UN DÍA EL SOL PASEARÁ SU CÁLIDA MIRADA (Antonio Envid)

AEM

Un día el sol paseará su cálida mirada
sobre una tierra desierta
contemplando su espléndida
belleza mineral

sólo el ronco gemido del viento
turbará tanta armonía

Entonces comprenderéis que la vida
es más cruel que lo que comúnmente
se imagina
pues es totalmente innecesaria.


Antonio Envid

SÁNDOR MÁRAI SE LAMENTA DE LA PÉRDIDA DEL PARAISO (Antonio Envid)

SGS


En ¡Tierra, tierra! El anciano Sándor Márai, desde su largo exilio norteamericano, reflexiona con nostalgia sobre la Europa de la lejana posguerra y sobre su perdido hogar en Hungría. El libro recoge la inteligente visión de los acontecimientos de su querida patria durante la última gran guerra europea, la posterior ocupación por las tropas soviéticas y, finalmente, la anexión al imperio comunista; seis años más o menos, desde el 1942 hasta su salida definitiva del país en 1948, aunque son frecuentes los flash-back y las referencias a épocas posteriores.

Además de añorar la Europa burguesa y humanista que, sin embargo, fue capaz de incubar y generar los fascismos para dar paso a una de las más atroces guerras y de entregar grandes extensiones de su geografía al inhumano régimen comunista, Márai se lamenta amargamente del desdichado destino de su patria. El escritor denuncia la indiferencia con que la Europa occidental abandonó a Hungría al poder totalitario ruso, a pesar del gran esfuerzo de sus compatriotas, descendientes de los nómadas magiares, que desde la lejana estepa asiática  se asentaron su actual tierra, para salir de su aislamiento y convertirse en occidentales educados, cultos y cristianos. Sin embargo, también  amonesta severamente a los grandes terratenientes húngaros, las clases aristocráticas de su país, que quizá no fueran peores que las capas altas del siglo XX en la sociedad francesa o inglesa, sólo más distraídas: se olvidaban de pagar los impuestos.

Contra la aristocracia de su país dice: “Los grandes señores húngaros no pagaban su carga impositiva, obligatoria y filantrópica, y quienes vivían en el barrio del Castillo prefirieron aguardar primero a los cruces flechados y después a la redistribución comunista, pero nunca pagaron sus impuestos”. En efecto, la Hungría resultante de la primera gran guerra, que supuso la desmembración del Imperio austrohúngaro, en palabras del escritor, “Era un país hermoso y continuaba siéndolo incluso después de su mutilación, sin los Cárpatos, sin Transilvania, sin las Tierras Altas, sin las Tierras Bajas, sin Fiume. Tenía trigo, petróleo, carbón, tenía de todo para alimentarse…”. Su historia fue convulsa desde entonces, desplazado el régimen demócrata liberal, el país fue dominado por el movimiento fascista de los cruces flechados, propiciado y tutelado por la Alemania nazi, para finalmente ser invadido por las tropas hitlerianas en su desesperado avance hacia las fuentes energéticas de los Balcanes, siendo seguidamente conquistada por las tropas soviéticas en su contraofesiva. El imperio soviético ya no abandonaría Hungría, crearía un gobierno títere comunista y el país ha de esperar a 1990 para recobrar su libertad tras la disolución del sistema comunista.

 Márai se lamenta de la pérdida, entre los vendavales de la historia, de la Europa burguesa de entre guerras; esa sociedad hecha a medida de lo humano de comerciantes, industriales y profesionales cultos y satisfechos, que en el periodo que medió entre las dos grandes guerras europeas propiciaron la edad de oro de la cultura europea, sobre todo en los países de la Europa central. Esa Europa que arranca del “…mercader de Venecia, que había iniciado, con grandes riesgos y por lo tanto con grandes beneficios, la cadena moderna del trueque, en el comerciante de Lübeck que había inventado la letra de cambio y que ya no tenía que viajar personalmente a la feria de Novgorod. Tras la crispada rigidez de la Edad Media escolástica no solamente ayudaron a crear la nueva Europa los humanistas que acabaron en la hoguera, sino también los comerciantes: detrás del trágico rostro desfigurado  de Giordano Bruno se divisaba la mirada pícara de Jacques Coeur, el comerciante de Brujas que vigilaba atento en medio de sus quehaceres desde el mostrador…”

 Escritor de éxito en el periodo de entreguerras, que había residido largamente en Paris frecuentando a poetas como T.S. Eliot y Tristan Tzara o Ezra Pound, a pensadores como Unamuno, a novelistas como Joyce, Hemingway, Fitzgeralt, Faulkner, no quiere abandonar su patria, porque necesita sumergirse en la lengua húngara, en la que escribió siempre, para crear. El escritor nos advierte de que el húngaro es fruto del esfuerzo solitario de los escritores y poetas de su país, pues al ser una lengua que no tiene más pariente que el lejano finés, no puede acudir a idiomas hermanos para su evolución, como lo hacen los idiomas latinos, sajones o eslavos. Pero también dejó a Europa para refugiarse en su país, porque la Europa de la posguerra no le atrae por su “falta de una misión”. “Una Europa económicamente unida, sin conciencia de su misión, no puede convertirse en una potencia mundial como lo fue durante siglos, cuando sí creía en sí misma y en su tarea”, son sus acertadas conclusiones sobre la evolución de nuestro continente.

El totalitarismo del Régimen comunista de su país,  inhumano y  esterilizante de cualquier pensamiento creador, le fuerza a exilarse a EE. UU. en 1948, refugiándose desde entonces en su idioma como su única patria. Habiéndose prohibido sus obras en su país y siendo el húngaro un idioma minoritario y especialmente difícil para el extraño, Màrai se sumió en el olvido y terminó suicidándose en 1989, ya muy anciano (había nacido con el siglo), poco antes de la caída del muro de Berlín, de la disolución de los regímenes comunistas y del lento descubrimiento de sus obras, que lo ensalzarían hasta ser reconocido hoy como uno de los más importantes novelistas europeos modernos.
Antonio Envid



(1) En su libro Confesiones de un burgués, el autor dedica algunas páginas a los españoles que conoció en Paris. Relata como veía a Alfonso XIII en el vestíbulo del Hotel Riz hablando con su embajador Quiñones de Benavente y como más tarde asistió como reportero a la llegada de la reina a la Gare d´Orsay hacia su exilio, “…la vi llegar y echarse a llorar…”. Por los cafés de Montparnasse trató con varios de los exilados españoles, que se dejaban caer por los cafés Dôme y Rotonda. “Todas las tardes pasaba por allí Unamuno con sus suave sonrisa de sabio, aguantando las incomodidades de la emigración forzosa con comprensión y serenidad; a su alrededor se reunían los intelectuales y los aventureros de la nueva España, oficiales, filósofos, escritores. A mi me gustaba estar con ellos.”…”El exilio de los españoles parecía casi romántico…”. “Francesc Macià, jefe de tribu de los exiliados catalanes, era de un nacionalismo tan apasionado como el de sus enemigos, los que se habían quedado en casa, como Primo de Rivera y los demás generales, que iban blandiendo sus sables; y el que los observaba después de medianoche, en la borrachera del coñac en vasos de agua, no comprendía con exactitud lo que separaba a los españoles de los “opresores” que se habían quedado en España.”

sábado, 21 de mayo de 2011

¿OBVIO? (Vladimira Pund)

Fotografía: Pepe Arnau

“Lo difícil no es lo que parece difícil, ni siquiera lo que parece fácil: lo realmente duro (...) es no pasar por encima de lo obvio… nos puede parecer que cualquiera ve lo obvio, pero no es así: por ejemplo, yo preguntaría: ¿qué es lo que un vehículo automóvil hace durante más tiempo? Es obvio, pero pocos caerán en la cuenta de inmediato, como correspondería a lo obvio. Pues bien, lo que hace durante más tiempo es esperar.”

Vladimira Pund

viernes, 20 de mayo de 2011

"VOLANDO SOBRE ALBURQUERQUE" (Narciso y Servando)

SGS
Platón la abraza en un rincón, junto a un contenedor, la aprieta contra él queriendo besarla; Certeza, siguiendo su instinto y su justicia, sin apartarse de él, coge una piedra del contenedor y, en vez de dejarse besar, golpea con fuerza y rabia a Platón en la boca, rompiéndole los dientes, rasgándole los labios, tirándole del pelo con la mano izquierda para que no esconda la cara, golpeándole una y otra vez, sólo en la boca, machacándole los dientes y los labios, dejándolo caer después sobre la arena de la playa y alejándose satisfecha, crecida, con el vigor y el orgullo de haber vencido al enemigo, lamiendo con fruición la sangre que mancha su mano y sus dedos. ‘Quien esté libre de piedra que lance la primera culpa’, se dijo.
-Lo siento Platón, pero era necesario.  Ahora hablarás menos, te quejarás menos y pensarás más.
-Bracias Herdeza, ho sahes hómo de lo abradehco.  
 
Papá se alegraría, es lo primero que pensó Platón tras recibir el golpe.  Paxton estaría satisfecho de que alguien, incluso su propia novia, le hubiera partido la boca a su hijo; quizá así podría comprender un poco más su trabajo de guardián del lado frágil, siempre tan vulnerable. Platón tenía la idea de que Paxton, su padre, además de ser un pobre diablo, cumplía una tarea ambigua, una mezcla de sentimentalismo y protección civil. Paxton, aunque no se lo dijo nunca explícitamente, sabía que su hijo era uno de los auténticos enemigos del lado frágil: con su actitud cobarde, indecisa; con su complejo de inferioridad; con su enorme autocompasión satisfecha. Era sólo un hombre despreciable.
‘Uando anunhian bor el aldavof eh se ha berdido un ninio, hiembre bienso eh ese ninio joy yo’, dijo Platón con cara de niño perdido y la boca destrozada por los golpes. ‘Mira, Platón, olivo mío, te he traído diez azulejos color calabaza.  Es por nuestro aniversario, mañana tres meses de novios, tres meses ya, y parece que fue ayer’, respondió Certeza. ‘No hay osa eh be dé máh rabia eh oír hablar a dravés de un haramelo’, siguió Platón, que estaba masticando un caramelo de menta sin patatas, ‘¿dieh azulehoh olor alabaza?, eh bien, eh huzto lo eh nehesidaba, barece eh adivinez miz eseos’, dijo. Normal de cabeza y de pies pequeños, Platón perdió la cara al sentir de pronto el vacío, todo el vacio ecuestre que llevaba dentro, grande como una catedral de papel, doloroso como un rincón clavando las espuelas, ‘ay, mamá, cuánto daño me has hecho’, pensó.

Certeza se preguntó la contraseña. "Volando sobre Alburquerque", se respondió a sí misma satisfecha, con permiso oficial para seguir viviendo.  Los turistas estaban haciendo cola para cortarse el pelo, "la raya del pelo es feliz", se dijo Certeza al oído. "Platón nunca podrá perdonar a Dios, hay tan poca gente que pueda perdonar a Dios de corazón, siguió diciéndose al oído, de espaldas a la realidad, umbría y vestida de corto, con las uñas pintadas de rojo inglés.  


Narciso y Servando
de El guacamayo azul

jueves, 19 de mayo de 2011

A LA MANIERA CATALANA: RIESGO DE TRIPARTITO EN ARAGÓN (Servando Gotor)

SGS

En “La última noche de Boris Grushenko”(Woody Allen, 1975) un general ruso arenga a sus tropas en vísperas de una batalla contra los franceses. Discurso elemental, como conviene al caso: “Si nosotros matamos más franceses que ellos rusos, la victoria será nuestra, ahora bien: si mueren más de los nuestros que de los de ellos, perderemos”(perogrulladas como esta recuerdan a las de don Marcelino en su papel de Secretario de Organización del PSOE). Pero la escena sigue y el general ruso, tras su primario discurso que revela, una de tres (iba a decir dos), que le consta que sus soldados son idiotas, que el idiota es él o que tan idiota es él como ellos, tras la arenga, digo, mira dubitativo a sus soldados, no se sabe bien si porque cree que no ha sido claro o porque no le han entendido –o por ambas cosas- y concluye: “¿alguna duda?” Entonces, levanta la mano Grushenko (el propio Allen): “¿Y qué ventajas tiene ganar la guerra?” El general estupefacto responde tras unos momentos de duda: “¿Te imaginas, si perdemos, tener que tragarnos todos los días esa asquerosa comida francesa?”

Bueno, pues a algo parecido estamos llegando en esta insulsa sociedad que sufrimos y no sin esfuerzo porque las generaciones que surgen de mil sistemas de enseñanza desastrosos, estúpidos y contradictorios no podían ser más listas (no lo digo yo, lo dicen los informes PISA). Ello permite, entre otras muchas cosas, que Biel, en incontrolable soberbia, ose amenazarnos a los aragoneses con que el PAR es como el clavo de un abanico: “¿saben qué pasa –se jacta- si al abanico le quitan el clavo? Pues que el abanico se rompe”. El colmo. Con Biel como con el general ruso, una de tres: que piensa que el pueblo es idiota, que él idiota es él o que ambos, a la PAR, el pueblo y él, somos idiotas.

Desde la muerte de Franco (me resisto a decir: “desde la democracia” porque esto ya no creo que lo sea), desde la muerte de Franco, digo, aquí no ha gobernado la mayoría sino en brevísimas ocasiones. Normalmente han sido las minorías -a las que, sí, hay que tener en cuenta y respetar, pero nada más- quienes han “impuesto” sus criterios. Que yo sepa, que todos sepamos, la democracia siempre ha sido y será el gobierno del pueblo, y el pueblo es la mayoría (lo contrario es aristocracia o caciquismo, del tipo que sea).

Pues bien, en los tiempos que vivimos hemos de tragarnos cosas tan impertinentes como ese exabrupto de Biel. Y –según se baraja en medios políticos- hasta soportar, aunque sólo sea como posibilidad que –encima- si el PAR se desmorona en las autonómicas y el PP no gana por mayoría absoluta, seremos víctimas de un tripartito a la “maniera” del que ha destrozado Cataluña. Como lo oyen. Y, desde luego, la Chunta, sépase, es a este respecto comparable a Ezquerra Republicana, tanto que como ella y Herri Batasuna o la Xunta Gallega, “los cuatro a la par”, suelen coincidir en las posturas más extremas, algo que suele olvidarse.

En fin, este es el panorama: una de tres, o nos gobierna el PP por mayoría, o PAR y PSOE no sucumben (y entonces nos pareceremos al gobierno socialista andaluz cercano a los cuarenta años de Franco, si estos comicios no lo remedian) o tripartito a la maniera catalana. Vamos, como quien se queja porque la vida es terrible y además corta (de nuevo Allen, “Annie Hall”).

Está claro que se impone la decencia y la reforma del sistema electoral, incluida la regulación de una segunda vuelta para acabar de una vez por todas con la tiranía de unas minorías que sólo son eso: minorías, cuyos nefastos resultados a la vista están.

miércoles, 18 de mayo de 2011

¿QUI PRODEST? (por JAVI)

Los que aún tenemos algún virus anarco corriendo por nuestras venas no podemos dejar de simpatizar con la movida del mayo del 2011, pero como los años no pasan el balde, uno también es gato escaldado, y sabe que espontáneo no es ni el beso de un churumbel, uno tiene que hacerse la típica pregunta policiaca: ¿a quieén beneficia? (para los más erúditos: ¿qui prodest?) Yo, sinceramente, no lo se. Lo que sí se es a quien no va a perjudicar: al dinosaurio institucional al que teóricamente va dirigida, y es que el mastodonte tiene un aparato digestivo que asimila cualquier cosa que le eches. No tengo muy clara la alternativa que proponen los seguidores de este "happening", pero yo les aporto una idea: confiemos la dirección de las Instituciones a un administrador de fincas: puede que nos tome igual el pelo, pero al menos no nos tocará los gemelos del sur con campañas electorales ni pretendiendo tener una altura moral ligada a su ideología.
"Al margen de lo expuesto anteriormente, aprecien el despiste orientativo del partido que se anuncia en la foto que ilustra estas líneas. Es que estos chicos, desde que renunciaron al marxismo-leninismo van un poco perdidos. Así les va. Así nos va a todos."

JAVI

martes, 17 de mayo de 2011

CRÓNICA MORTAL (Por Azulenca)

MJM

Miente como un bellaco quien diga que hemos hecho recortes. Eso ha dicho Zp y se ha quedado tan ancho. Está claro que este chico está de psiquiatra, porque lo suyo es un caso clínico de mentira patológica. El pueblo español que lo corea también va para nota, porque hay que ver la de seguidores que tiene enarbolando banderas con puños y capullos y siglas PSOE; me gustaría saber el nivel de entendederas que tiene este personal, porque esto de apoyar a un cadáver político… A estas alturas se puede decir que Zp pasará a la historia de la Democracia como el presidente recortador de sueldos y el más turbador o masturbador, según se mire. Porque a falta de pan bueno es el sexo. Si hacemos un balance de todas las medidas que ha tomado, las únicas que se mantienen son las sexuales: aborto a gogó, pastilla del día después, cursos de iniciación...

Nuestra Leire -Pajín se entiende- ha estado tal y como es ella: matadora. Aunque mejor debería decir mortal, mortal en todos los sentidos, atreviéndose a presentar la Ley de Muerte Digna. Yo no sé ni me quiero imaginar de qué va esta copla, pero en este país donde cada uno interpreta las leyes a su antojo o según le pagan; pienso que lo mejor será, dependiendo de la gravedad de la enfermedad, buscarse un sitio donde morirse solo. Mejor morirse solo a que te desasistan, mejor morirse solo a que te liquiden. No sé qué pinta la política en la aplicación de la medicina, la verdad. Un médico, un profesional de la medicina sabe lo que tiene que hacer con un enfermo. Y ahora viene Leire -indocumentada mental para estar al mando de un Ministerio de Sanidad o de cualquier otra cosa- a decirnos cómo hay que morir. ¡Genial! Y hablando de muertes dignas habría que hablar también de vidas dignas. Porque a este paso viendo la cantidad de mendigos tirados por las aceras, pidiendo para sobrevivir, habría que comentarles que no tendrán para vivir pero que pueden contar con una muerte digna.

El terremoto de Lorca ha sido una gran desgracia. Y este gobierno tan solidario con sus amigos a la hora de dar subvenciones, sobre todo al arte y a la cinematografía, ha decidido conceder una limosna a los desgraciados que han sufrido el terremoto. Porque como de costumbre los que se han encontrado con su casa en el suelo -no hay más que verlos- son una pobre gente que seguramente ni la tendrían pagada. Viendo el dinero que se les va a destinar con eso no tienen ni para malvivir. Más que practicar la limosna deberían entregarles otra casa en parecidas condiciones, al menos hasta que se reconstruya la suya; si es que la reconstruyen. Y llega el fin de semana y se presenta en Lorca la Barbie económica, Elena Salgado, para valorar la cuantía del siniestro; ella, que está derrumbando la economía del país, se atreve a peritar los daños de un terremoto. Ya puestos, debería peritar el país entero.

Lo de Pepiño no es la aviación, eso esta claro. Ahora se le va rebelar la compañía Ryanair, si no le perdona las sanciones. Esta compañía aérea de bajo coste amenaza con retirar su flota de nuestro país. Aunque este Pepiño, listo como un percebe, seguro que dará solución al “conflito”. Y además qué problema hay que no puedan resolver los jueces, pues eso, que le dé el caso a un tribunal cualquiera y que absuelvan a la compañía de su deuda. Asunto concluido.

El miércoles al cine. Rompecabezas. Filosofía vital argentina del ama de casa con tintes de metafísica moderna. Una película muy floja y con un tono tan argentino, tan argentino, que de seguir así deberían plantearse doblar las películas en España. Cosa que no entiendo, porque yo tengo amigas argentinas y no hablan así.

Azulenca

DEMOCRACIA REAL, YA (Armando Bulla)



Un interesante movimiento espontáneo, comunicado a través de redes sociales por una plataforma bajo el lema “DEMOCRACIA REAL, YA”, ha concentrado a veinte o veinticinco mil personas en la Puerta del Sol de Madrid. Este tipo de concentraciones se ha repetido en bastantes localidades españolas con cierto éxito. Parece un movimiento juvenil que reclama un cambio en la clase política y en las políticas de este país.


Los de mi generación trajimos la democracia a España. Una democracia muy imperfecta, pero hay que haber vivido esa transición para saber que se hizo lo que se pudo. Varios fueron los dragones con los que hubo que luchar. En primer lugar la ignorancia. ¿Qué sabíamos de comicios, de listas abiertas o cerradas, de circunscripciones electorales…? Así pues nuestra legislación electoral adolece de numerosos defectos, que no es el momento de analizar. En segundo lugar, el miedo. El miedo estaba presente, tanto en la clase dirigente, que temía una revancha, como en la oposición. Franco se había encargado de recordar sistemáticamente las miserias de una guerra entre hermanos y las venganzas de la victoria. En tercer lugar, un ejército comandado por generales muy renuentes al régimen democrático. La ingerencia de potencias extranjeras, tampoco faltó…

Correspondería a esta generación joven el perfeccionar aquella rústica maquinaria y hacerla moderna. Generación educada ya en una atmósfera de discusión y diálogo, con una formación muy superior a la nuestra. Jóvenes que han viajado por todo el mundo y han de tener un bagaje importante de cómo son las cosas en otros países. En fin, esperanzadora generación moderna en todos los sentidos.


Sin embargo, he leído las propuestas que hace esta plataforma, que quizá no sea representativa de la juventud de este país, y me ha decepcionado profundamente. Estando de acuerdo con bastantes de las propuestas que hacen, no encuentro yo reformas de calado y, en general, demuestran una ignorancia en materia política como la que nos engalanaba a nosotros. En materia económica el desconocimiento de cómo funciona el mundo y los mercados es supino. ¿Dónde están las ideas motrices que han de perfeccionar nuestro muy imperfecto sistema político? Desde luego no en la nacionalización de la Banca y en el contrato de trabajo para toda la vida. No en el papá Estado que se hace cargo de todas tus necesidades. Tenéis el peor de todos los miedos, el más paralizante: el miedo a la libertad.

Armando Bulla.

lunes, 16 de mayo de 2011

TODAS LAS MAÑANAS ME SIRVE UN CAFÉ Y ME REGALA UNA SONRISA (Armando Bulla)

SGS

Todas las mañanas me sirve un café y me regla una sonrisa. Es rumana y cuando la clientela no la apura pega la hebra conmigo, más bien ella me cuenta cosas y yo la escucho. “La vi ayer con un chico de la mano, me imaginé que era su hijo y lo llevaba al colegio”. Si es mi hijo. Me contesta. Pero no lo llevaba al colegio, sino al centro médico. Entonces me cuenta que su hijo tenía un problema grave en los cristalinos y lo han operado y en las revisiones le aseguran que todo va muy bien. “Algunos me preguntan qué influencias tengo para que lo hayan operado tan pronto ¿qué poder puedo tener yo? El doctor me dijo que era grave, pero que lo operarían pronto y quedaría bien. En mi país decían que tenía estrabismo y no hicieron nada. Habría tenido que ir a una clínica privada y me habría costado no menos de trescientos mil euros, que yo no tengo. Allí hay que pagar por todo, en el hospital, para que te expliquen qué te pasa, para que te digan qué medicina te dan, para todo hay que dar propina…” Quizá no sepa a quien contarlo y me lo cuenta a mí.

Quizá yo tampoco tenga a quien contarlo, porque estas cosas no son noticia, y se lo cuento a ustedes. En este nuestro querido país hay legiones de abnegados profesionales, trabajadores, funcionarios y empleados, que hacen las cosas porque se lo dicta su conciencia, porque creen que es su obligación el operar a un niño y salvarle el preciado don de la vista, sin preguntar si es nacional o extranjero, si es hijo de un poderoso o de una camarera y que le dan prioridad porque lo creen necesario. La inmensa mayoría de nuestros convecinos tienen un fuerte espíritu moral y aunque aprecien el dinero, saben que éste es un medio, pero no un fin. Tenemos la obligación de salvar este gran valor, educar a nuestros hijos en esta cultura y dejar de aplaudir, incluso admirar, a ese atajo de logreros, sinvergüenzas y canallas para quienes el único valor existente es el enriquecimiento rápido y para ello pisotean los derechos de los demás y explotan sus necesidades.   

Armando Bulla

domingo, 15 de mayo de 2011

EN LA TRASNOCHADA 49 (María Jesús Mayoral)

MJM

En Villamayor de Gállego, 13 de mayo de 2011
En la trasnochada, hora de reflexión o de ensueño, me quedo con lo que he leído esta mañana en la revista italiana Espresso. No hace mucho, Antonio Envid escribió en este blog sobre el opúsculo de Stéphane Hessel; antiguo miembro de la Resistencia que a la edad de 93 años ha publicado ¡Indignaos! Librito que ha causado furor en Francia y que en mi opinión no es para tanto. Ahora otro nonagenario -también en Francia- se acaba de subir al mismo carro, se trata de Edgar Morin. En la entrevista que le hacían en el semanario italiano, el titular rezaba así: Cómo rebelarse hoy. Yo me pregunto: ¿Se vende bien esta moda, este intento de abrir los ojos a los jóvenes? Pero en realidad quiénes compran estos libros, ¿los jóvenes?
Soy desconfiada por naturaleza y no me creo nada, me gusta ir más allá y en mi peregrinaje mental por las estrellas, por suerte o por desgracia, acierto en mis vaticinios sin ser adivina. Cómo me voy a creer que a estos dos viejecitos –en el sentido más cariñoso de la palabra y con todo respeto- de noventa años se les haya ocurrido hacer un llamamiento a los jóvenes para que se rebelen. Esta llamada al abrimiento de ojos, al despertar de los jóvenes, va encaminado a la venta de libros ahora que han bajado. Está claro que han encontrado un filón con esta novedad y a partir de ahora proliferaran este tipo de lecturas como las setas. Alguno dirá que el éxito del opúsculo de Hessel ha sido casual, que no estaba previsto. En estos tiempos que corren las ventas nunca son casuales. De hecho en España se ha hecho con el librito una editorial que a mí no me merece ningún respeto, y que para vender más y mejor le ha hecho el prólogo José Luis Sampedro. Aprovecho para decir que este opúsculo lo podéis leer en Internet.
La entrevista de Morin concedida a Espresso me ha parecido un cantar de sutilezas. Por ejemplo él prefiere hablar de metamorfosis y no de revolución, apuesta por una agricultura ecológica como salvación, contempla nuestra barbarie contemporánea en la tecno-economía y afirma que Europa está en plena regresión… Me he quedado con una de esas frases lapidarias que quedan bien sin decir nada: En la historia el bien a menudo ha sido causa del mal. Lo cierto es que estos dos nonagenarios de renombre, catapultándose desde Francia -cuna de revoluciones- y a cuenta de la globalización, han creado un fenómeno de ventas con pocas aportaciones al lector. En mi opinión, claro.
Los jóvenes no podrían ni sabrían rebelarse, al menos de momento. Tanto Hessel como Morin deberían haber escrito un manual para padres donde dieran las directrices para adoctrinar a los hijos ante la que se les va a venir encima; y como consecuencia la que se nos va a venir a los demás. Porque desde luego habrá violencia, de eso no me cabe la menor duda; de hecho los adolescentes la emplean a menudo en los institutos: estoy hablando de una realidad social. Realidad de la que no hablan ni Hessel ni Morin, entre otras cosas por razones de edad y posición. En mi opinión no se pueden hacer comparaciones históricas, me refiero a comparar el presente con la Resistencia o el poder financiero con el fascismo. Todo eso es pura teoría, una bonita declaración de intenciones y poco más. Para indignarse, para rebelarse o bien para sufrir una metamorfosis, debe haber una base; una base que no existe: el pensamiento y la conciencia. Y a falta de esa base el paso inevitable de los jóvenes será la acción.
Por otra parte el fascismo y el comunismo cayeron por su propio peso y no a consecuencia de una minoría rebelde. Ahora estamos hablando de otra cosa, estamos hablando de una mayoría insatisfecha con un futuro incierto, al mando está la globalización más despiadada. El enemigo es difícil de localizar –dice Hessel. No estoy de acuerdo con Hessel. El enemigo es un viejo conocido de todos, sabemos qué hacer para derrocarlo sin violencia y contamos con los medios para hacerlo, o mejor dicho, para no hacerlo. ¿Qué hace falta? Conciencia y decisión. Pero el paso no se dará porque estamos practicando la teoría del sálvese quien pueda, empezando por los defensores de los obreros. Todos los días en la plaza más bonita de Zaragoza, camino del trabajo, veo a un sindicalista sentado en un banco fumándose tranquilamente un puro mientras lee el periódico; supongo que después se irá echar un café y luego se dará una vuelta por el sindicato. Esto pasa cotidianamente en un país con una tasa de casi cinco millones de parados. ¡Indignaos!




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Foto.- Costa de Normandía lugar donde se efectuó el desembarco en la Segunda Guerra Mundial.
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