miércoles, 30 de marzo de 2011

SIN PEDIR PERDÓN AL ESPACIO (Vladimira Pund)

SGS
Querida verticalidad,
Te deseo
me incitas a la acción
al movimiento
a la ubicuidad retardada
al bombeo coronario.


Observo desde mi sofá
cómo mueves el mundo
matemático
resolviendo la ecuación espacio-tiempo.


Verticalidad añorada,
te observo desde mi horizontal
y eres enorme, das miedo.


La horizontalidad es más comprensiva conmigo
me permite cerrar los ojos sin pedir perdón al espacio
esconderme de la angustia de existir.




martes, 29 de marzo de 2011

VERÓNICA SE EQUIVOCA (Mariano Berdusán)

SGS

Desde que leí, en algún periódico o revista, no recuerdo bien ahora, las declaraciones de Verónica, me ha rondado por la cabeza la idea de escribir este breve comentario sobre las mismas.
Verónica es una artista (¿no será eso mucho decir?) que creo que ha actuado en alguna serie de televisión y no sé si habrá hecho algo más, aparte de esa actuación. Probablemente, sí. Si no, no acabo de entender bien del todo sus famosas declaraciones.
Ha dicho Verónica que ella es atea, que no cree en Dios, ni en la Iglesia, ni en ninguna religión, sea de la clase que sea. Que para eso, ella es atea. Ha dicho también que no la importaría nada perder “eso” lo antes posible, en la mejor ocasión que se le presente. No sé. No voy a entrar en este punto. Ella sabrá. Pero me he enterado, por otra parte, que Verónica tiene ya 32 añitos, que no son 16, ni 18, ni 20. Que son 32. En estas tierras la gente dice que “el que a los 30 no es rico, a los 40 es borrico”. No sé. Como he dicho, ella sabrá.
Verónica dice que ella es atea. Que no cree en esto ni en lo otro ni en lo de más allá. Pero yo creo que Verónica se equivoca. En esta vida, para bien o para mal, no hay ateos. Todos somos creyentes. Cada uno tiene su Dios ( con mayúscula) o sus dioses o sus diosecillos (todos ellos con minúscula). Y cada uno cree en su dios, ya sea éste con mayúscula o con minúscula. Sin esta creencia, la vida no sería posible. O sería más bien una mentira y una farsa.
La buena de Verónica no tendrá su  Dios ( con mayúscula ) en el que ella dice  (quizás sólo con la boca pequeña) que no cree. Pero estoy seguro que tiene otros dioses, otros ídolos de metal o de barro, en los que sí cree y a los que sí adora. Podrán ser el amor, la belleza, el esfuerzo, el éxito, el dinero, la TV y hasta “eso” que a ella tanto le gustaría perder en la mejor ocasión que se le presente... No, Verónica no es atea. Es creyente. Pero que muy creyente,  al menos en aquellas cosas detrás de las cuales ella ha dicho que va. Lástima que tenga su punto de mira tan desenfocado. Y eso a sus 32 años. Que ya no son 16, ni 18, ni 20.
No ser creyente en Alguien o en algo es ser como un pozo sin agua, un rosal sin flores o un cielo sin estrellas. Y lo que es peor, es ser una persona sin ilusión y sin esperanza. Lo que, por supuesto, no deseo de ninguna manera para la buena de Verónica.    
Si buenamente tuviera yo la posibilidad de decirle algo a Verónica, me gustaría decirle que ni a su edad (ella es aún una persona joven) ni a ninguna otra edad, ante las cosas más o menos positivas de la vida deberíamos decir “de esta agua no beberé” porque, como dijo el poeta, “en esta vida todos bebemos agua de muchas fuentes” y ella, Verónica, ni de lejos sabe ahora a qué fuente ni a qué agua tendrá que acudir algún día para apagar su sed. Día que tarde o temprano le llegará. Seguro.


(De El color de mi cristal)

lunes, 28 de marzo de 2011

Visión de El beso de Klimt por María Jesús Mayoral



MJM
 



Dedicado a Mariano Berdusán

CRÓNICA GUERRERA (Por Azulenca)

MJM
Hay muchas clases de guerras, por ejemplo: guerra química, guerra bacteriológica, guerra nuclear, guerra fría, guerra civil… Pero esta guerra que se ha declarado a Libia, si atendemos a las explicaciones que dio nuestro Zp en el Congreso, merece una clasificación aparte: estamos asistiendo por primera vez en la historia de la humanidad a una guerra humanitaria. A lo que añade Pepiño Blanco que esta vez no hay foto de las Azores, así que cualquier día de estos se retratan los intervinientes en un fotomatón que queda más íntimo. El príncipe más fashion de los desiertos, Gadafi, ahora molesta en todas partes; esperemos que esta guerra humanitaria lo deje en fuera de juego lo antes posible. Nuestro Zp como es tan hospitalario, lo mismo le da asilo político. Aunque la estancia resultaría barata: el príncipe soberano de los desiertos viaja siempre con su jaima, la aparca en cualquier sitio y a vivir. El problema lo tendrá el sastre de Gadafi que se quedará sin trabajo, pero tampoco sería un obstáculo, que hablen con Camps. Un sastre especializado en alta costura beduina puede ser en España todo un boom en moda regional.

Rubalcaba después de la cistitis fantasma ha vuelto al Congreso como una rosa, hasta ha hecho gracia a sus señorías en su rifirrafe restituido con el diputado del PP, Gil Lázaro. Cuando veo en TV el intercambio de preguntas y respuestas de estos dos me parece asistir a una conversación entre Piolín y el Pato Lucas. Por otra parte pude observar que sus señorías han recibido una pésima educación, ese concierto de risotadas que nos ofrecieron estuvo fuera de tono. Primero porque el tema no tiene gracia por mucho que Rubalcaba le ponga el punto y segundo, porque si hubieran ido a un buen colegio o hubiesen tenido unos padres disciplinados sabrían que soltar carcajadas fuera de tono en sitios serios es de gente zafia y ordinaria. Y qué hacen los soseras de la oposición, pues sacar un cancionero a cuenta de la gracia de Rubalcaba. Yo a todos estos, políticos en general, les pondría un babi y los mandaría a parvulitos.

Bono, nuestro político-católico-relamido, ahora calla en cuestión de guerras, él que siempre declaró pacifista a pesar de ser Ministro de Defensa. Y no sólo es pacifista sino que además es muy generoso, muy generoso con el dinero de los demás: ha invitado a los de su pueblo a visitar y comer en el Congreso. Por supuesto, paga el Congreso. Pero no contó con la rebelión del personal de servicio y la noticia ha salido a la luz. Bono desde que se dedica a los caballos se está convirtiendo en el amo del cortijo del Congreso.

Este sábado reunión de empresarios en La Moncloa. Botín -un apellido muy preciso y muy propio para un banquero como Emilio- le ha dicho a Zp que no adelante las elecciones y que aparque el tema de su sucesión. Todo un consejo. En un país con millones de parados Zp ha conseguido que los empresarios concedan treinta mil becas. ¡Menudo avance!

El miércoles al cine. La vida según Burney o la vida de un pobre cabrón. Esto último lo pongo yo. Un guión excelente, como la vida misma. En algunos momentos el protagonista me pareció un poco Simpsons, más que nada porque aparece en varias ocasiones en calzoncillos y camiseta.

Azulenca



domingo, 27 de marzo de 2011

LA GITANA DE WALL STREET (Antonio Envid)


SGS

No querrá creerme, pero yo accedí al mundo del espectáculo muy tarde. Me he pasado media vida como broker en la NYSE ¿Cómo se dice? ¿Bolsa? en la Bolsa de New York, okey. Sí, ganaba mucha pasta ¿se dice, pasta, okey?. Con el bonus del primer año me compré una casa, grande, con jardín y piscina, el segundo año me compre un perro y me casé con una chica preciosa, el tercero me compré un barco. Vivíamos en Rhode Island, los fines de semana organizábamos fiestecitas en casa a las que acudían unos amigos divertidísimos, los veranos navegábamos. En lugar de jugar al pádel, por consejo de un amigo, para quitarme la tensión de mi trabajo, comencé a ir a una academia de baile que tenía un español cerca de la NYSE. Bailaba baile gitano, ya sabe, zapateado y todo eso, era más divertido que el pádel y descargaba toda la adrenalina acumulada durante la semana, en realidad el tiempo que pasaba en esa academia era el único verdaderamente satisfactorio de la semana.

De pronto comencé a sufrir un extraño fenómeno, al afeitarme descubrí que día tras día me disminuía el vello de la cara, me convertía en lampiño ¿lampiño se dice, no? Ok. Yo me enjabonaba y pasaba la cuchilla, pero era por seguir la costumbre. Nadie parecía darse cuenta de que mi cutis era cada vez más suave, por lo que no le día más importancia. Después me fue despareciendo el vello del torso y de las piernas. Otro día descubrí que las chaquetas me apretaban y comprobé que me estaban naciendo unos pechos femeninos, que fueron creciendo poco a poco hasta alcanzar el desarrollo notable que usted ve. Ni mi esposa, ni mis compañeros de trabajo, ni los amigos hicieron la menor alusión al tema, no lo notaban o no les importaba en absoluto. Lo más extraño es que cuando fui a mi sastre, éste dijo con la mayor naturalidad “Habrá que ensanchar las chaquetas de los nuevos trajes y sustituir las camisas por unas blusas. No se preocupe, yo me encargo de todo”. Como a todo el mundo le parecía natural, dejé de darle importancia. Luego hubo que acomodar los pantalones de los nuevos trajes a unas hermosas curvas que salían de mi cintura y dibujaban estas caderas más que notables. Cuando le dije a mi maestro de baile que quería aprender de bailaora, ¿ve como pronuncio? “bailaora”, dijo: “muy bien, ¿empezamos ya?”

Pronto deseche los trajes pantalón y me decidí por ropas totalmente femeninas. Fue el día en que noté que en mi garganta ya no quedaba ni rastro de la nuez. Nunca nadie me hizo el menor comentario sobre mi paulatina transformación. Otro día al llegar a casa le dije a mi chica que quería el divorcio. “Okey, cariño –dijo- ¿te parece bien la firma de abogados Braun & Braun & Braun para que arreglen los papeles? pero, te advierto, yo me quedo con el perro”.

Asqueado de que a nadie le importara mi metamorfosis, tuve la ocasión de enrolarme en una compañía de baile flamenco que actuaba en El Palladium para irme de New York. Al director le entusiasmo ver a un norteamericano bailar con tanto coraje ¡Puta madre! exclamó entusiasmado. Y aquí me tiene usted. Hago dos funciones diarias con el éxito que ha podido comprobar en este tablao madrileño y no tengo la menor nostalgia de mi vida en la Citi. El suceso de la temporada, Lola “la gitana de Wall Street”. ¿Qué dice? Eso no se le pregunta a una dama, vaya, si es usted un caballero como aparenta. ¿Qué soy en realidad? Esa pregunta ya se la hacía Sócrates y todos los sabios que han venido después, sin que nadie haya encontrado una respuesta satisfactoria. Ortega y Gasset, que no es una pareja de baile, sino un señor muy español y muy sabido, decía que: yo soy yo y mis circunstancias. O sea, traducido, Lola, la gitana de Wall Street, y sus circunstancias, el flamenco. ¿Oído? Pues ahueque, que he quedado con unos guris para tomar unas copas de manzanilla y los veo venir por ahí.

Antonio Envid

VIVIR MATA (Servando Gotor)

JAVI
“Primero se mofaron de los católicos y ni me inmuté porque soy ateo. /  Luego jodieron a funcionarios y pensionistas y no protesté porque no era funcionario ni pensionista. / Después reprimieron a taurinos y conductores y tampoco me quejé porque voy en bici y me gusta el fútbol. / Más tarde militarizaron a los controladores y yo a la mía porque viajo en AVE. / Finalmente cerraron las bocas de los fumadores y seguí en silencio porque lo que me mola es la mariguana. / Ahora me toca a mí y nadie me defiende porque me he quedado solo”. Bueno, sí, esto es un remedo actualizado del poema de Martín Niemüller que –dramática, muy dramáticamente- dice así: “Primero apresaron a los comunistas, / y no dije nada porque yo no era comunista. / Luego se llevaron a los judíos, / y no dije nada porque yo no era judío. / Luego vinieron por los obreros, / y no dije nada porque no era ni obrero ni sindicalista. / Luego se metieron con los católicos, / y no dije nada porque yo era protestante. / Y cuando finalmente vinieron por mí, / no quedaba nadie para protestar”.

La intolerancia, el aplauso a la prohibición de lo que no nos gusta y la delación son conductas totalitarias y, como tales, fuentes y focos de conflictos. De ahí a la violencia, un paso. Piénsenlo bien quienes alegre –o no tan alegremente- apoyan estas conductas prohibicionistas y las aplauden públicamente ante la primera alcachofa que les plantan en la boca, disfrutando de un estúpido momento de supuesta gloria. Por favor: piensen. Aunque sea mucho pedir en estos tiempos.

Los no fumadores (yo lo soy desde hace unos años) no están/estamos legitimados para pedir, ni menos para exigir ni aplaudir, la prohibición de espacios de ocio o recreo exclusivos para fumadores. Quienes no fuman pueden evitar los riesgos o molestias que el humo comporta de una forma muy sencilla: no entrando a esos espacios, que a fin de cuentas nadie les obliga. Y si sienten un irresistible interés o una necesidad imperiosa en ir de copas, cafés o aguas, no se preocupen: tampoco se lo prohibirá nadie, ni debería prohibírselo nunca. Salvo que las sectas prohibicionistas (las que piensan como ellos) se extiendan -como alarmante y lamentablemente puede ocurrir- nadie prohibirá locales de atmósfera “limpia”. “Limpia… de tabaco”, que la atmósfera siempre está y estará contaminada de múltiples y peligrosas partículas. Vivir –piensen-, vivir mata.

En lo que respecta a camareros –y me importa un bledo ser heterodoxo o “políticamente incorrecto”- también estos podrán elegir (en la medida que el mercado laboral lo permita) entre trabajar en espacios con humos y un plus de peligrosidad, o en hacerlo en espacios limpios de nicotina, sin plus. Así de sencillo. Y si no pueden o no quieren elegir porque el humo les molesta o no les gusta o, incluso, son propensos al cáncer, que busquen otro empleo: la barra o la mesa no es para ellos (por cierto tampoco debe serlo para tantísimos autónomos dueños de establecimientos hosteleros por ellos mismos regentados porque no tienen otra opción). En todo caso, aún no he visto a nadie que disfrute trabajando en una mina, en un andamio o en la vendimia y también son trabajos que entrañan riesgos y peligros y jamás se ha planteado nadie prohibir la extracción de mármol, la construcción de adosados o la recogida de patata kennebec, monalisa o desirée. Lamentablemente, son pocos los trabajos asépticos. Sin ir más lejos, yo preferiría ser “ministra” de sanidad en lugar de un humilde barriquero asalariado, ya ven. Pero no por ello abogaré por la eliminación de las barricadas. Qué le vamos a hacer: vivimos en sociedad y vivir –insisto- mata. Y vivir en sociedad también, ¿más o menos?

El Comarcal del Jiloca
18/02/2011

sábado, 26 de marzo de 2011

BALCONCILLOS 11 (Loqasto)


SGS
Vaya, bien, has llegado justo a tiempo para que el (bueno) de pessoa te aclare las cosas acerca del verdadero color de la luna. Como se trata de una lección práctica, bajarás de estos balconcillos convencido de que la poesía es útil, sirve para algo, enseña, ilustra. Comencemos: la blancura falsa de la luz de la luna es de muchos colores: en el alto aire es de un blanco ceniciento azulado de amarillo esfumado; sobre lo tejados varios, en desequilibrios de negrura, ya dora de un blanco negro las casas o de un color sin color el encarnado castaño de las tejas. En el fondo de la calle no tiene color, salvo un casi azul que procede tal vez del ceniciento de las piedras. Al fondo del horizonte es casi de azul oscuro, diferente del azul negro del cielo del fondo. En las ventanas en que da es de un amarillo negro. Así trabajan estos muchachos, aunque su vida esté desecha en una raya de la noche o en ese vidrio que sangra en la ventana, sí, en el mismísimo nivel de la lluvia y del frío. Te preguntarás por qué escriben, entonces –o no te lo preguntarás, no es necesario- y uno de ellos te responde que tiene en las manos obispos envenenados, panaderas rebeldes con más poder que un lirio, sastres como la vida, pupilas y puentes: cree que la cama es su sepulcro diario, y fuma, fuma gravemente. Así trabajan estos muchachos, atento con lezama, que ha salido a entender la noche y cualquiera sabe qué encontrará. Dice que la noche es un gran reloj: no para el tiempo, sino para la luz, y que se oye una gran sonoridad que no se oye. Vamos bien, pepe, vamos bien, dale. Ay, la noche; el neuma universal; la suma respirante que, con zancos infantiles, forma los grandes continentes. Fue un combate sin término: la noche reposaba en la profundidad de las aguas, era un pulpo que era una piedra, y lo peor, quizá lo peor: la liebre que penetraba en la oscuridad, con orejas de trébol, separando dos estrellas; la liebre que arañaba sus brazos con palillos de aguarrás y, riéndose, repartía por su rostro grandes cicatrices. Así trabajan estos muchachos, se alimentan de lo inexacto, de la fruta monstruosa, de lo irrecuperable que se acumula, hasta que alguien vuelve: alguien vuelve con un pequeño rectángulo de eternidad entre las manos. Pero no importa: ya han declarado tu espíritu impuro y tus axilas brillan en la noche con todos sus pelos, inútiles las brújulas, inútiles los mapas. Tan de repente, quién lo hubiera dicho: cinco veces y nunca contestó nadie. A todo esto, heidi vuelve a masturbarse al oeste del pecho de elena (medel), que justo ahora está rezando. Y eso que le ha dicho –elena a heidi- que mañana escalarán la montaña que tenga menos flores o la que más le recuerde a su hogar: son fugitivas. Al parecer, heidi es cruel como las institutrices políglotas, y pide tarta, y llora, y echa de menos a espinete. Sube, sube si quieres a los más altos balconcillos y recuéstate en uno de ellos, sin prisa pero atento, muy atento a todo lo que veas y oigas. Puedes tirar piedras al agua o dar una cariñosa impresión a los muchachos, tantas veces necesitados de afecto, o de reconocimiento, o simplemente de audiencia, de que alguien, alguna vez, les haga caso y les escuche de verdad, con las dos orejas, y los dos oídos, y con los oídos de los oídos. Los muchachos trabajan también de modos más cotidianos: no son extraterrestres. Si te asomas, tal vez puedas ver a enrique y a nathalie, en provenza, camino de la casa de lulú, con los niños a cuestas –alexandre y gérome-. Enrique lo repite continuamente: trabajaron duro, ombligo contra ombligo, estuvieron a punto de sumergirse en rilke, y enrique aprendió a michaux. Llama a nathalie mi viejecilla, mi avispa, mi vientre.  Bien, es cierto que todas sus buenas intenciones fracasaron y sus proyectos  Se redujeron a polvo y todo estuvo mal desde el principio, pero los muchachos estuvieron a punto de ejecutar un trabajo perfecto, sin duda: el amor es uno de sus puntos fuertes. También tienes ahí a nicanor para mostrarte que los muchachos trabajan duro, esta vez le ha tocado convencer a lázaro de que no resucite, y le ofrece argumentos más que atendibles. Escuchemos, escuchemos: ¿no recuerdas cómo era la cosa, viejo? no aguantabas ni a tu propia sombra, tu corazón era un montón de escombros y de tu alma no quedaba nada. Cadáver eres feliz, ríete de los peces de colores –aló, aló, no te hagas el sordo-, ya estás libre de polvo y paja, en tu sepulcro no falta de nada: ¡no resucites por ningún motivo!

miércoles, 23 de marzo de 2011

Elizabeth Taylor



ALGUNAS PREGUNTAS SOBRE QUÉ PINTAMOS EN LIBIA (Armando Bulla)

Laura Fernández

Recuerdo de mis clases de Historia, que se nos decía que los “pactos de familia” entre los Borbones españoles y franceses fueron nefastos para España, pues nos vimos arrastrados a una serie de guerras con Inglaterra donde recibimos tortas a manta, concluyendo con el coscorrón de Trafalgar. Pues ahí estamos, otra vez, embarcados por Francia en un fregado bastante más que regular en Libia.

Por ahí, por Tobruk, quedaron enfangados Rommel y su poderosa Afrika Korps en un sitio que duró ocho meses y en el que el invicto general tuvo que emplear toda su formidable fuerza para desalojar a los ingleses.

Por lo sucedido hasta ahora, todo tiene visos de que las potencias extranjeras queden también empantanadas en aquél desierto durante meses, con grandes problemas de aviatuallamientos, que supondrán un auténtico derroche de medios. Sin un objetivo definido, sin un mando único, operaciones embarulladas, aviones que se caen. Mientras tanto el astuto Gadafi en su terreno, con mercenarios bien adiestrados y bien pagados, con bases y material bélico abundantes, con el apoyo incondicional de su tribu ¿Qué intereses estamos defendiendo? Entiendo que Francia, que domina todo el Zagreb, vea amenazado este dominio por su flanco oriental. Comprendo que Italia, que tiene intereses económicos muy importantes en la zona y que además, por su proximidad geográfica, sienta temor al desquite de Gadafi. ¿Pero a nosotros, qué se nos ha perdido? Creo que REPSOL tiene un pozo de petróleo, eso es todo.

Gadafi es maestro de terroristas y si en su momento se vio involucrado en la masacre de Munich y ha derribado un avión de la PAN AM y otro de la UTA ¿quién le viene a estorbar el que comience otra campaña de terrorismo en Europa? Y siempre pagan el pato los más débiles, y los más débiles en este asunto somos los españoles. ¿Quién puede impedir el que se le crucen los cables y derribe un avión de Iberia, pongamos por caso?

El objetivo no confesado, parece ser, dividir el país en la Cirenaíca, rica en campos de petróleo, que dominarían las cuatro petroleras grandes, y la parte occidental, la antigua Tripolitania, que quedaría en poder de Gadafi. Ya veremos que tiene que decir China, tan interesada que está en dominar económicamente África y tan necesitada de petróleo.



Armando Bulla

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Fotografía: Laura Fernández

martes, 22 de marzo de 2011

EN EL OJO DE LA VENGANZA (Antonio Envid)

AEM
No le escuchaba. “Le garantizo que está hecho por Demmenie el mejor artista soplador de vidrio que haya habido en la manufactura de estas joyas….” Me había llamado la atención poderosamente cuando lo vi sobre el terciopelo rojo de su ajado estuche y no podía separar la vista de él. “Porque hay que considerarlo como una joya, única, labrada, elaborada con gran minuciosidad y destreza, hoy no hay artista que pueda hacer algo así, se ha mejorado la tecnología, pero se utilizan otras técnicas, éstas han sido olvidadas…” Es como si me hubiera mirado y hechizado, oía el runruneo del mercader alabando su mercancía, pero no le escuchaba. “¿Es usted coleccionista?, porque, claro, este tipo de objetos únicamente interesan a los escasos coleccionistas que hay. He de reconocer que la demanda es limitada, pero la oferta es mucho más limitada todavía, pocos de estos objetos han llegado hasta hoy, tenga en cuenta que está manufacturado en los mediados del XIX, que es cuando Demmenie asombra a los parisinos con los productos salidos de sus manos. De modo que, dado su escaso mercado, el precio es muy razonable y al alcance de muchos bolsillos, no vaya a creer otra cosa” El vendedor de antigüedades, más bien de cosas viejas, entre anticuario y chamarilero, seguía promocionando el artículo y yo no podía evitar el dejar de mirarlo, como si hubiera entre él y yo una especie de amarra invisible. “Mire, observe, con que perfección ha conseguido la esclera, es un blanco como surcado de venitas, cualquier otro soplador habría conseguido como mucho un globo glauco, pero Demmenie, no, él era un perfeccionista, para ello utilizaba protóxido de cobre incrustado en la masa vítrea, sin dejar de trabajar con la llama y el tubo de soplar, y este hermoso color verde del iris, se obtiene con una mezcla de óxido de cobre y hierro, en sabia proporción, y para el negro de la pupila hay que mezclar óxido de plata, uranio y carbón. Se saben los componentes, pero no las proporciones que utilizaba el artista, que desgraciadamente se han perdido…..”

Salí de la tienda con la prótesis ocular en mi bolsillo, recogido en su estuche y éste envuelto cuidadosamente y yo preguntándome porqué demonios había adquirido un objeto tan absurdo, que además me producía una profunda aversión. Cuando llegué a casa lo deposité aprensivamente en un cajón sin ningún ánimo de contemplar mi adquisición.

Traté de olvidar el inútil objeto, pero cuando disminuía la atención de mis ocupaciones habituales, me invadía la imagen del ojo de vidrio, de tal modo que llegue a tener pesadillas. Unas veces el vítreo globo se convertía en algo gelatinoso y dúctil, que penetraba por debajo de la puerta de mi cuarto y me perseguía hasta alcanzarme y envolverme en su repugnante y frío cuerpo. Otras, se agrandaba de forma considerable, girando en todas las direcciones, hasta que me descubría y entonces comenzaba a rodar hacia mí acelerando su velocidad y con la aviesa intención de aplastarme. En otras ocasiones aparecía la calavera de su propietario con una cuenca vacía y en la otra el obsceno ojo fluorescente, emanando una blasfema luz proveniente del averno.

Resuelto a acabar con estas aprensiones, una tarde desenvolví y abrí el estuche para contemplar el globo ocular firme y directamente y comprobar que era nada más que un trozo de cristal. Pero ¡ah, sorpresa! noté que en el fondo de la pupila se veían figuras en movimiento. Acerqué la lámpara de mi escritorio y empuñé una lupa de bastante aumento y quedé estupefacto. En el fondo del maldito ojo se veía a un caballero trajeado con levita y tumbado en una chaise longue, que parecía dormir o estar privado; una dama ataviada a la moda de mediados del diecinueve avanzaba hacía él con un recipiente en la mano, llegada al caballero derramaba en sus ojos y cara algún corrosivo ácido, que causaba horribles quemaduras en el rostro de su víctima. A continuación se veía a la dama frente al espejo de su tocador, extrayéndose el ojo de cristal y tras limpiarlo cuidadosamente depositarlo en su estuche, mientras se ajustaba un negro parche, que menoscababa su especial belleza, pero sin anularla del todo.





Antonio Envid.

lunes, 21 de marzo de 2011

CRÓNICA ECOLÓGICA (Por Azulenca)


MJM

Hay que ver cuanto erudito circula por tertulias en radios y televisiones. Todos saben de energía nuclear, de centrales nucleares, de reactores, de energías renovables… Y con tanto homo sapiens y tanta cabeza nuclear a puro de no hablar de otra cosa, resulta que hablan de todo menos de lo fundamental: como siempre. Y después de tanto horizonte eólico y huertas solares ahora nos dicen que no son rentables y que las centrales nucleares –excepto en caso de tsunami- resultan hasta saludables, serán porque son rentables. Sin embargo la antigua Serrana de la Moncloa (Tere Fdez. de la Vega) invierte en energía renovable, ella, la no renovable, la más escaldada: véase como se le ha quedado el pelo y su acurrucada piel. Por eso es Serrana toda ella, porque es ecológica. Otra que ha opinado sobre política nuclear ha sido nuestra Barbie Super-Económica (Elena Salgado) y ha hablado hasta incluso de debate científico; por cierto compareció ante las cámaras como una gallina pasada por agua, no le debió tiempo de ir a Marco Aldany y vaya pelos: ella, la Salgado, la que lleva pelambrera a modo de casco. No sé, pero la Salgado no tiene pinta de ser tan ecológica como La Serrana, lo digo por la cantidad de laca que debe usar para sujetarse el pelo.

Ha sido, ya digo, una semana nuclear. Hasta Zp se ha atrevido a opinar, esta vez a juicio de muchos, con coherencia. Eso sí su discurso ha seguido la tónica de siempre: dice cuando no quiere decir y no dice cuando queremos oír. En fin, Zp es así. En un alarde metafórico ha declarado que las cosas no se ven igual cuando uno es Presidente del Gobierno que cuando no lo es, cuando uno es Presidente del Gobierno se produce una reacción química por la cual uno siempre muestra más responsabilidad. Que diga esto uno al que parece que el oxígeno no le llega bien al cerebro, me hace pensar que lo mismo esa reacción química que dice sufrir Zapatero se ha ajustado. Lo mismo, también pudiera ser, que le hubieran practicado una lobotomía. Porque la coherencia en Zp siempre ha brillado por su ausencia, de hecho no ha cumplido nada de lo que prometió. Aunque a mí eso de la reacción química me ha hecho pensar, porque el químico de la cuadrilla socialista es Rubalcaba y ahora que se habla de sucesión está en un momento en el que le escuece orinar.

El que lució una cabeza brillante en el Congreso fue el Ministro Sebastián, bueno, más bien quiero decir una calva reluciente, es decir, con efecto bombilla. Y es que todo se pega y a puro de regalarlas…

Yo no sé, pero con todos estos políticos que tenemos en el Congreso deberían hacer una serie de dibujos animados tipo Bob Esponja. Y es que esos planteamientos que nos hacen vistos desde la animación, lo mismo resultarían más comprensibles. Por otra parte, y esto es muy importante, idiotizaría aún más al personal: factor primordial a la hora de dirigir el voto.

Nuestra Sibila de Benicasim va a sacar una ley para proteger a los consumidores, ahora hace causa común con aquel personaje legendario que defendía a los débiles: El Zorro. Me veo en un serio apuro porque de seguir así tendré que cambiar de nombre a la Sibila y cómo tendría que llamarla con eso de la igualdad: La Zorr… En verdad que suena mal.

¿Y nuestra Exploradora de Exteriores? Pues Trini ha estado en Egipto y opina igual que otro intelectual llamado David Bisbal, ambos opinan que es una pena que Egipto y las pirámides estén tan vacíos, es decir, sin turistas.

Azulenca

domingo, 20 de marzo de 2011

UN CULO PERFECTO (Babiluno)

SGS (*)
El Energúmeno conoció el dolor muy temprano; siendo un bebé. El auténtico dolor, quiero decir. Fue una gélida noche de invierno, cuando su madre le metió dentro de la cuna, un boto de agua hirviendo con el tapón mal enroscado. Los berridos del crío no le mosquearon porque pensó que se callaría en cuando entrara en calor. Tampoco sospechó nada su padre, que llegó de madrugada con una cogorza tal, que al ver la densa humareda que envolvía la cuna, pensó que estaba ante otro numerito de magia de la bruja con la que tenía que compartir el dormitorio por eso del casamiento. Serían los propios vecinos quienes, alarmados por el asqueroso olor a fritanga que estaba invadiendo la escalera del edificio, darían aviso a los bomberos que, tras reventar la puerta equivocada, entrarían al galope hasta el dormitorio de la desdichada viejecita del piso de arriba dándole un susto de muerte. Me angustia solo imaginarlo, pero fue así. Nadie terminó por evitar que el boto de agua hirviendo se fuera vaciando lentamente sobre el cuerpecito del infeliz. A ese dolor me refería.

En uno de sus paseos por el monte, el padre del Energúmeno vio nacer una oveja con dos cabezas y pensó que nada podría ser más prodigioso. Pero se equivocaba. Lo de la espalda de su hijo resultó ser el acabóse. Una y otra vez, lo tumbaba boca abajo sobre la cuna y se esforzaba por encontrar una explicación que poder contar sin pasar por loco. Pero no era posible. El parecido entre la enorme quemadura cicatrizada en la espalda del Energúmeno y el osito de peluche de la cuna era, decididamente, algo asombroso. Ambos, podrían pasar por un calco perfecto, salvo por esos espantosos colmillos que le daban al osito de la espalda del bebé, el aspecto de una bestia.

El padre del Energúmeno siempre quiso creer que esa rara habilidad del niño para cicatrizar las heridas a su antojo, era obra de las pócimas y ungüentos de brujería que su madre le aplicaba desde que nació. Sin embargo, nunca durmió del todo tranquilo pensando que pudiera tener algo que ver con la mala sangre que modelaba aquellas figuras de pesadilla sobre su piel. La posibilidad de haber embarazado a su esposa con algún bichito defectuoso, le acabó haciendo sentir tan culpable, que solo sería padre una vez.

Nada de todo esto hubiera pasado, si el padre del Energúmeno no se hubiera enamorado perdidamente del culo de la bruja que sería su mujer. Ocurrió durante una clara noche de verano. Había salido a pasear por un monte cercano a su piso, cuando escuchó un extraño cántico y se escondió tras unos matorrales. En silencio, pudo observar las danzas y conjuros secretos de una bruja invocando belleza y poder a la luna llena. En un momento del ritual, la mujer se quedó inmóvil y olfateó con la intensidad del felino que ha localizado a una presa. Súbitamente, se bajó el faldón y se agachó para dejar bien expuesto su gordo trasero a la luz de la luna. El padre del Energúmeno pudo contemplar el enorme culazo de la bruja iluminado como un campo de fútbol en una noche copera. Se pellizcó con fuerza el antebrazo, pero aquel pandero, que muy bien podría estar hecho con la piel de mil elefantes, no desapareció de su vista. Un olor nauseabundo que le recordó a las bombas fétidas de su infancia, le envolvió y sintió que su vida estaba en peligro. Había que escapar, pero ya era tarde. Las tremendas posaderas de la bruja pegaron un fogonazo de luz tan brutal que el padre del Energúmeno permaneció conmocionado durante varios minutos. Cuando recuperó la percepción visual, la bruja se había esfumado. Lentamente, se puso de pie y se quedó embelesado mirando al cielo. La luna llena le pareció inmensamente bella. Nunca se había sentido así de bien. Un tsunami de gozo le había traspasado de lado a lado y supo que la preciosa hembra que le había enseñado el culo más perfecto que cualquier hombre pudiera desear, debía ser, por encima de todo, la madre de sus hijos.

Durante meses, el padre del Energúmeno no paró de contar a todo el mundo la romántica historia de su encuentro con el culo perfecto bajo la luz de la luna. Solo había que ver su cara para comprender que estaba atontado por una emoción enfermiza que tenía a sus amigos alucinados. ¿Cómo era posible que viera con tanta claridad un maravilloso culo donde solo había un trasero del tamaño de un autobús? Y eso no era lo peor. Las sobadas nalgas de la bruja eran bien conocidas en todo el barrio por sus aventuras desvergonzadas y sus amoríos de pago. Sus buenos amigos intentaron convencerle de lo evidente pero sus palabras chocaron una y otra vez contra un pedrusco sordo y ciego. Cansados, lo dejaron en paz. Todos los indicios apuntaban a un claro caso de encantamiento extremo, y así lo aceptaron.  (sigue...)


De El Blog de Babiluno





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(*) Fotografía: Desnudo reclinado (detalle). Amedeo Modigliani. Metropolitan Museum of Art, New York







sábado, 19 de marzo de 2011

PÓLVORA Y DINAMITA EN LA D.G.A. (Servando Gotor)


SGS

Se abrió la veda con Gil en Marbella, ¿recuerdan? Entonces, la mayor parte de los políticos y altos funcionarios no sólo gozaban de la presunción de inocencia sino también de la de honorabilidad y respeto sociales, fuerte escudo frente a todos.

Precisamente esa presunción de honorabilidad, rota después hasta invertirse en presunción de corrupción ha quebrado la inmunidad de los políticos quedando abierta la veda. ¿Solución? Manejar prensa y poder judicial.

La imputación de un alto cargo y cinco funcionarios de la DGA por prevaricación y cohecho por presuntas irregularidades detectadas entre 2004 y 2007, hace cuestionarse por qué sale a la luz justo en vísperas de la cercana consulta electoral. Parece claro que alguien maneja los tiempos. Se me ocurre pensar que el PAR, esa bisagra que se adapta a cualquier situación jactándose de ello, pudiera tener esta vez una participación decisiva para el cambio de gobierno. Y quizá por ello algunos estén interesados en que desaparezca. ¿Adónde irían sus votos? ¿A la Chunta, que nunca apoyaría al PP sino al PSOE, o al PP? Esa es la cuestión. En los estereotipos (decisivos normalmente) el voto del PAR es un voto regionalista moderado que podría acabar en el PP, sí, pero el componente local y la fibra sensible de un supuesto y especial amor al terruño y al agua, bien pudiera arrastrarlo hacia el PSOE porque el PP, “la derechona”, sólo ama a España y al centralismo (estereotipos, insisto).

Marcelino Iglesias y Eva Almunia, silencio. Y el Consejero de Industria, Arturo Aliaga (PAR), reacciona veloz, la mejor defensa el ataque, personándose como acusación contra su propio alto personal. Sublime. Dice que, en cuanto detectó irregularidades en el 2008, puso en marcha una investigación interna. Pero no es así: el asunto se inicio por la denuncia de un ingeniero.

La cosa no pasaría de esta contradicción si a la gente no se le informa (exclusiva para El Comarcal), que empresas y profesionales de la minería en Aragón –ya en la década de los 90- tenían la sensación de que todo lo relativo a minas y explosivos (estos competencia de la Delegación del Gobierno) funcionaba –al menos- irregularmente. Y a este respecto, entre otras turbulencias judiciales (que las hubo pero no transcendieron por aquella “honorabilidad”) conviene constatar que una zafia investigación del entonces Fiscal Jefe abrió unas diligencias penales en las que declararon como imputados por los mismos delitos de hoy (cohecho y prevaricación) varios políticos del mismo departamento, entre ellos el propio Director del Servicio Provincial de Industria hoy también imputado y único cuya identidad ha transcendido al secreto sumarial.

Pero en las viejas diligencias había más de un director general. ¿Y qué pasó? Que se sobreseyeron por auto de 27 de marzo del 2002. Y, ¿por qué? Por una deficiente investigación de la fiscalía, que actuó “bajo unos postulados más inquisitivos que acusatorios (y que) ha dejado que sea un Juzgado de Instrucción quien investigue unas cuestiones complejas”. Ante tan deficiente investigación, las pruebas brillaron por su ausencia. Y si a eso añadimos que todavía eran tiempos de presunción de honorabilidad política, se acabó el invento. Eso sí, ninguno de los imputados se querelló después contra los denunciantes (“algo huele a podrido”).

Más: en aquellas diligencias Industria no se personó como perjudicada sino que defendió a los imputados con sus propios letrados. Cómo cambian los tiempos.

Más de un empresario y más de un ingeniero dicen haberse arruinado víctimas presuntamente de prevaricación y cohecho. Eran otros tiempos. Pero cuando una buena empresa depende de numerosos y complejos trámites y autorizaciones administrativas todo control de los funcionarios que las gestionan se queda corto ante la grave tentación que supone, máxime cuando estos poderes se enquistan eternamente. Hay más, mucho más que contar, cuestiones muy graves, pero eso será otro día.


El Comarcal del Jiloca
18/03/2011

viernes, 18 de marzo de 2011

AURORA BOREAL (María Arnau)


SOBRE ÁNGELES (Antonio Envid)

AEM

Pues mire usted, le voy a ser franco, yo, creer en Dios, no creo, es una cuestión de fe, no de lógica, por tanto no tengo explicación que darle, será que lo mío es antifé. Pero así como le digo una cosa, le confesaré otra, y es que en los ángeles sí creo, en ellos creo a pies juntillas.

Son miríadas la multitud de ángeles que pueblan el universo y hay quien con afición de naturalista y paciencia de encajera los ha clasificado en nueve coros o clases: arcángeles, querubines, serafines, tronos, dominaciones, virtudes, poderes, potestades y principados, y en cada coro, legiones de individuos. Pero los que a mí me caen bien son los custodios, que no tengo ni idea en qué nómina están. Estos ángeles custodios son verdaderamente extraños, sienten auténtica fascinación por nosotros los humanos. No se si nos comprenden o no, yo creo que no. ¿Cómo van a comprender el dolor, sin tener cuerpo? ¿Y el placer? El placer, mucho menos. Tiene que ser de ahí de donde les viene su curiosidad, porque si nos comprendieran bien, es seguro que no perderían ni un segundo con nosotros, aunque hemos de reconocer que difíciles de entender, sí que somos. Es por esto que nos siguen a todas partes, nos miran, nos contemplan, se introducen en nuestros rincones más íntimos, se sientan a nuestro lado mientras comemos, se meten en nuestra cama mientras dormimos, se encierran con nosotros en el retrete…. Todos nuestros actos han de resultarles muy chocantes, pues de otro modo hace milenios que habrían perdido su interés, dado que somos iterativos hasta la saciedad. A no ser que el mundo celestial sea mucho más repetitivo y monótono que el nuestro, que algo de esto me malicio yo. ¿El mundo angélico, desangelado? Vaya, vaya…

Pues como le cuento, estos custodios me resultan extraordinariamente simpáticos, especialmente el mío. Es todo un lujo contar con un ángel para mi exclusivo servicio, y además, completamente gratis, ni siquiera hay que darlo de alta en la seguridad social. A pesar de ser un entrometido, mi ángel custodio es lo que se dice “un ángel”. Me ha librado y me sigue librando de cantidad de peligros y problemas en los que suelo meterme gracias a mi natural atolondramiento. Es discreto, va por delante de mí despejándome el camino de dificultades, sin pedir nada a cambio. Sin ir más lejos, el otro día me hallaba al borde de la desesperación, había extraviado mi móvil y no había modo de encontrarlo. Estaba aislado del mundo, ni podía llamar a nadie ni recibir llamadas, como un náufrago asido a una triste tabla en alta mar, peor, como un enterrado vivo, como en esa película de “Buried”, pero sin móvil ¿se imaginan?. La cantidad de correos que me estarían entrando y yo sin poder acceder a ellos, sin poder enviar un triste mensaje de auxilio. Cuando se iniciaban los síntomas de un ataque de ansiedad en toda la regla y presa del síndrome de abstinencia comenzaba a darme cabezazos contra la pared, de pronto, desde el fondo de un cajón, que había revisado de arriba abajo al menos tres veces, se oye el sonido de mi móvil. Me sonó a música celestial, nunca mejor dicho. A toda velocidad lo cogí ¡Diga! ¿quién es? pregunté ansioso. Escuché como un ligero suspiro y un batir de alas al otro lado.

Si he de ponerle alguna pega, es que cuando nos vamos de copas, él no bebe, no prueba ni una gota de alcohol, dice que está de servicio, de modo que yo he de beberme las de los dos, o sea, que al final termino algo cargadito, a menudo, más que algo, vamos a ser francos, mientras él permanece igual de etéreo que siempre. En fin, nadie es perfecto, como ya dijo Joe Brown.

Antonio Envid


______________
La foto es del Ángel custodio de la ciudad de Zaragoza, escultura de Pablo Serrano.

AMOR CORTÉS (Antonio Envid)

AEM
En el prado, que imita a un tapiz flamenco -miosotis, caléndulas y margaritas lo engastan- el coro de doncellas se solaza. Y en el medio, ella, su reina, por hermosura y gentileza. Un unicornio llega a rendirle pleitesía.

Extasiado ante el cuadro, el doncel refrena su brioso palomino. Cuando sus ojos se detienen en ella, queda prisionero. Sus miradas se cruzan. Los rojos labios de la doncella emiten un deseo, tengo sed, musita lánguida.

Descabalga el joven. Sus áureas espuelas describen una elegante curva en el aire. Llena la argéntea copa de agua en la rumorosa fuente. Avanza con la copa rebosante de fresca linfa, ni una gota derrama. Tan firme es su pulso.

Gentil reverencia. Se destoca, una gaya pluma traza la ecuación de una curva. Sin derramar una gota, tan firme es su brazo, el cáliz le ofrece. Como el tributo debido, con suave sonrisa es recibido.

Apenas un roce de los dedos. Ligero estremecimiento. Un puente de miradas entre ambos. No hay fuerza en el mundo capaz de desviarlas.

Bebe una sola gota, otra queda en sus rojos labios temblorosa. Diamante entre rubíes.



Antonio Envid

A LA NOCHE (Roberto Plural)

SGS

A la noche
----------a la noche


-------------- flor de luto en licor de estupro

--------------------------------a la noche


--------------cuando el grillo araña
--------------cuando el huerto brama


………………………x……a la noche



---------------que una rueda estalla en caries
---------------y treinta rosas tientan cables

------------------------------a la noche


---------------como el musgo cuando vuela
---------------como el verbo cuando rueda

-------------------------------a la noche



--------------en las norias de hielo
--------------bajo brumas sin techo

-------------------------------a la noche

a la noche
---------
--------------del beso de niebla
--------------del sexo sin tierra


------------------------------a la noche....

-------------- ------------------------------



jueves, 17 de marzo de 2011

TRAEN FLORES VERDES A MI MEMORIA (Vladimira Pund)


Áspides ansiolíticas
en procesión nocturna
traen flores verdes
a mi memoria.

Vienen cargadas de verbos mudos,
arrancados del seno de la voz
del habitante de mi memoria

ofídicas y solemnes
pitones, cascabeles y anacondas
portan sobre sus lomos
una gorra sin cabeza
una camisa sin torso
unas gafas sin ojos
unos zapatos que no caminan

objetos inútiles
porque ya no tienen dueño

procesionan espirúlicas
hacia el epicentro de mi alma
hacia el hueco coronario

pero caen una tras otra,
rítmica y espaciadamente
insonoras
porque el abismo no tiene fin.


ÉXTASIS (Vinomio Pañuelo)


Collares, colgantes, perlas, cadenas, cuentas, medallas. Ponte todo, por favor. Cuando fogosa y desnuda cabalgues sobre mi cuerpo adereza bien tu excelso cuello. Vístelo de gemas, de esmeraldas y zafiros. Envuélvelo de alhajas que salten y retocen por el aire bosquejando con tus senos órbitas infinitas de fuego. Que choquen entre sí y contra tus pechos y tus pechos contra el mío y entre ellos. Y que sus fresas besen mis párpados, mi nariz, mis labios, adentrándose en mi boca hasta que al tacto de mi lengua se fundan calor y frío, piedra y pasión, metal y ardor. Y cuando al fin regreses, cuando estés de vuelta ya, reposa sobre mí unos segundos, que nada hay más sublime que tu desnuda imagen bañada de sudor, el collar hundido entre tus pechos y, abajo, más abajo, el entrañable, el lento, el amoroso adiós de nuestros sexos.

Vinomio Pañuelo

miércoles, 16 de marzo de 2011

UNA NUEVA SENSACIÓN (Javi)


“Con este amargor tan extraño no puedo concentrarme”, pensó mientras encendía otro cigarrillo en la penumbra del interior de su coche. Aquella sensación le dejó perplejo. No provenía de su boca, era más bien …., ¿cómo definirlo?, un estado de ánimo que lo desazonaba, jamás había sentido algo parecido. De pronto, seguir a su decimotercera víctima ya no le pareció tan atractivo, así que apagó el cigarrillo, arrancó el coche y volvió a su madriguera.

JAVI

lunes, 14 de marzo de 2011

CRÓNICA RODADA (Por Azulenca)

SGS


Yo no sé. Bueno, en fin… El día que Zp abandone La Moncloa tendrán que exorcizarla, “rugiarla” con agua bendita y esas cosas. Hay algo raro en ese Palacio, casi todos los Presidentes de Gobierno salen “sonaos” de allí. Yo creo que debe haber un ectoplasma rondando por allí y haciendo de las suyas, es más, yo creo que con Zapatero se ha cebado. El día que él y su familia gótica abandone el palacio tendrán que hacer una limpieza en condiciones. Y mientras él se empeña en consolidarse como candidato omnipresente y eterno, va el pasivo Tomás Gómez y de un plumazo lo retira de su campaña, no quiere darse con él el baño final de multitudes en la Plaza de Vistalegre. Hace bien, yo a Zp no lo querría ni para el reparto de una herencia.
Hemos tenido una semana Agustiniana, quiero decir, presidida por el Iluminismo. Rajoy habla de hacer un plan energético como Dios manda y a Zapatero no se le ocurre otra cosa mejor que mandar al líder de la oposición a hablar con Dios. Y Bono, que de no ser político sería por lo menos arzobispo, ha declarado que no está mal invocar a Dios ni siquiera para un Presidente del Gobierno. Yo de todas estas declaraciones deduzco que los políticos y en especial los socialistas buscan el Iluminismo como única solución a la crisis. Ese iluminismo que siempre se ha buscado en los exámenes escolares cuando no se tiene ni idea. Desde luego tiene su gracia que esta casta político socialista sin luces las vean por todas partes.
Tenemos por Ministro de Industria un maduro que recomienda ruedas verdes para los vehículos; unas ruedas que ni siquiera existen, eso sí, gracias a esta intervención estelar no se van a vender las ruedas que sí están en el mercado. Sebastián, el Ministro Bombilla, otro iluminado a la hora de crear conflictos y no dar soluciones.
La Sibila de Benicasim, Leire Pajín, otra que ha puesto luz al tema, eso declaró en la cadena Ser el Día de la Mujer Trabajadora desde su papel de Ministra para la Igualdad. Estos socialistas entre luces y brotes verdes la llevan buena; bueno, la llevamos buena con ellos. Yo donde más noto la luz es en el recibo. Y Zp que últimamente está sembrado a la hora de dar recomendaciones, les dijo a las mujeres en su Día Internacional que se dieran un homenaje: eso es todo lo que se le ocurre a este hombre en el Día de la Mujer Trabajadora, una sosada más.
¿Y el de la cistitis, qué? A nuestro Rubalcaba ya le han dado el alta y deberá seguir un tratamiento domiciliario. Yo a este le pondría otro tratamiento también domiciliario. Me parece a mí que la cistitis le ha sobrevenido a consecuencia del acojone que le ha entrado con el Caso Faisán.
El ex ministro Caldera ha escrito un libro titulado “Un tiempo para la igualdad”. ¿Y quién estaba apoyando al antiguo Ministro de Trabajo en la presentación de su libro? Nuestra antigua Serrana de la Moncloa. La encontré visiblemente desmejorada, la falta de poder la ha desvitalizado. No sé, la vi reducida, sin ese empaque que tenía cuando iba de Vice más Vice. En fin, nuestra Serrana se ha quedado en pastorcita de la Vega.
El viernes al cine. Destino oculto. Una patochada. Los americanos cuando se ponen a hacer películas metafísicas resultan patéticos.


Azulenca








jueves, 10 de marzo de 2011

LA ESTEPA PRODIGIOSA (Antonio Envid)


AEM


I

Atravesar la plaza de aquel pueblo perdido en la estepa de los Monegros en pleno mes de julio era una inefable aventura. Salir de la casa, preparada por siglos de experiencia para su aislamiento (paredes de adobe, ventanos pequeños, amplio tejado de teja árabe a dos aguas) de la tórrida temperatura exterior, que provocaba un sol justiciero, señor absoluto durante ocho o nueve meses al año de aquel territorio, que no permitía el transito a la más ligera nube, para trasladarse al islote de enfrente en el que radicaba el bar, exigía quebrar las leyes más elementales de la física terráquea y sumergirnos en los arcanos que rigen la celeste. Traspasar el fresco umbral suponía entrar en un mundo de dos dimensiones y el camino hasta el bar, una cinta de Moebius. El implacable sol te aplana hasta reducirte sólo a dos dimensiones, ancho y largo. Pronto se disipa la inquietud que produce la ausencia total de sombras. Tras el viaje hasta el bar y tomarte allí tres o cuatro, o cinco…. quintos (dependiendo del humor de la concurrencia y del tiempo que tomara vencer el temor de repasar el camino para la vuelta), arribabas de nuevo a casa sin saber cual era tu mano derecha y tu mano izquierda, que bien podían haber sido trocadas por el espacio bidimensional recorrido (1).
El bar suponía un territorio neutral, allí las diferencias ideológicas o políticas quedaban depositadas en la percha que se encontraba en la entrada. Como en los míticos salones del oeste, los revólveres. Para las discusiones de teoría política estaban los casinos: el Casino de Labradores y el Círculo de Jornaleros, casi siempre vacíos, salvo en época electoral. En el bar confluía todo tipo de gente y solía estar lleno hasta que la sombra de la torre de la Iglesia comenzaba a escalar el dintel de la puerta del establecimiento, señal inequívoca de que la tarde decaía y ya se podía volver a casa sin que se derritiera la escasa sesera del personal. Esto hasta después de la cena, en que el local volvía a concurrirse.

Boinas caladas hasta las cejas, palillos en las comisuras de las bocas, pequeños gruñidos, que para los entendidos significaban: “envido”, “las veo”, o en la mesa de al lado, “las cuarenta”, “arrastro a la puta de oros” y otros términos de general inteligencia. ¡Ponnos otra ronda, Eustaquio! Soberano y farias ¡qué pagan éstos! Fuera, el infierno. No existía vida perceptible fuera de este microcosmos.

Una tarde, una fuerte corriente de aire cálido, como proveniente del infierno, abrió con furia la puerta, para volver a cerrarla de un portazo. La lengua de fuego lamió todos los rincones del local. De pronto, los cafés levitan en el aire y se vacían, las copas trazan una elegante curva en el espacio para vaciarse de inmediato, lo más curioso para mí, el resto del personal no parecía extrañar estos curiosos fenómenos, es que no caía al suelo ni una gota. Algunos farias se elevan desde los ceniceros donde descansaban hasta alcanzar un cierto nivel entre el suelo y el techo, para navegar a continuación por el local echando humo, como curiosos zeppelines silenciosos. Ante mi cara de asombro, alguien dijo: “No ponga esa cara forastero, es el Cucaracha y su banda, que apretaos por la necesidá han bajau de la sierra. Todo lo llevan con paciencia, pero la falta del café, las copas y el fuqmeque….” . “Pero –contradije tímidamente- el bandido Cucaracha ¿no murió envenenado hace casi cien años?” -Y eso que tiene que ver. Sigue con su banda por la Sierra de Alcubierre en forma de espíritus.

En Sisallera, ya lo dije, no regían las leyes de espacio y tiempo terrenas, sino otras cósmicas, pero tampoco las de los hombres, pues los boletines oficiales, convenientemente fajados, fueron amontonándose, desde tiempos de la Gaceta, en un rincón del Ayuntamiento, mientras un temor ancestral impedía que nadie se acercara a ellos, “es la orden del Rey, se obedece, pero no se cumple”. Un día dejaron de llegar y nadie se apercibió de ello.


II


En el reducto del bar se refugiaba la vida durante la mayor parte del día, el tórrido sol omnipresente y cegador no permitía otra cosa. La noche era distinta, pero lo de la noche me costo bastante enterarme, o sea que me harán la gracia de que se lo cuente otro día, u otra noche, como prefieran. Me abrí paso por entre los espesos jirones de humo de cigarro, que semejantes a pesados cortinajes, solo se traspasaban cortándolos con un cuchillo y allí estaban todos los habitantes de Sisallera. Los encontré más inquietos que de costumbre, no se oían solo los habituales gruñidos con que se gobernaban las interminables partidas de cartas, ni el chocar de las fichas de dominó sobre las mesas. Hoy imperaban las conversaciones, no solo en los corros formados en cada velador, si no de mesa a mesa, incluso de esquina a esquina del local.

“Qué si una base de submarinos, dicen que…” “Pero cómo serás tan bruto, Anacleto, ¿cómo van a poner una base de submarinos en el pueblo, si no hay gota de agua en cien quilómetros a la redolada?” “Pos será pa ponerlos a secar, digo yo, que de tanto ir por el agua se llenarán de verdín, a ver donde van a encontrar mejor secadero”. El que había dicho la mazada traspasó de una comisura a otra de la boca el mondadientes, mientras se rascaba la mollera.

-Yo lo que creo es que van a poner una plataforma “areonáutica”, de esas pa echar cohetes a la “atmosfera”.
–Ves, eso ya tiene mejor pinta, porque cielo, lo que se dice cielo, aquí si que hay, todo el año, que echas la vista p´arriba y se te llenan los ojos de estrellas y relumbran como si todo estuviera lleno de gusanos de luz, que a veces tengo que cerrar los ojos, que si no me entran mareos.
-Bueno, a nosotros qué nos importa, que pongan lo que quieran, como si quieren criar grillos, el caso es que dicen que quieren comprar tres mil hectáreas y que las pagan a seis mil euros o más, según la tierra.
–¡Quiá!, no caerá esa breva. Pero si esta tierra no vale ni para esparto. A no ser que sean extraterrestres, porque yo creo que esto es lo más parecido a Marte que pueda encontrarse.
-¡Oye, si son extrarrestres, a ver si nos pagan con billetes marcianos! ¡Habrá que ir con tiento!
-Yo con las perras, mecagüen el alcalde, me compro un jáguar. ¡Buá! ir por estos caminejos, levantando una polvareda que se verá desde Bujaraloz, con un jáguar ¡Qué gozada! -Pues yo, me pondré un yacuci, para cuando tengamos agua. – Mientras, lo llenas de vino, jua, jua…

¡Que legiones infernales se habían apoderado de las almas de estos sisallenses! Cuando digo que aquí imperan leyes cósmicas, no lo digo a humo de pajas, sino por pura convicción. Aun a riesgo de que se me derritiera el poco seso que me quedaba tras oír semejantes despropósitos, franqueé el umbral del bar y me aventuré por la impía plaza, huyendo de la colectiva locura, que amenazaba por contagiárseme. Aquí, lo que pasa, es que hay un agujero de gusano. Sí, hombre, eso que dicen los científicos, que puede que en algunos sitios haya un agujero en la dimensión espacio-tiempo, una especie de atajo que comunica una dimensión con otra, de modo que puedes trasladarte de un espacio o de un tiempo a otro en un instante. ¿No han oído hablar de “el empuje hiperespacial de Alcubierre? Pues, la sierra de Alcubierre está a un tiro de piedra de aquí ¡En fin!, que es evidente que el único cuerdo de este pueblo soy yo.


III


Tocado con un quepis legionario con cogotera, que había comprado al efecto en el mercadillo que se celebra los miércoles en la villa, atravesé la plaza hacia el bar, mi refugio habitual. A pesar de lo temprano de la hora una larga fila de sisalleses, que salía del Ayuntamiento, aguantaban impávidos los irascibles rayos de un sol que iniciaba ya su diario recorrido celeste. Al paso, no me quedó más remedio que escuchar las animadas conversaciones “ …pues yo pienso pedir, además del precio de la tierra, un Ipad…” “ a mí me tendrán que dar, además, una play esténsion para mi nieto, que lo tengo en Barcelona…”

Maldiciendo el día que nací y sospechando que las conversaciones del bar serían igual de emocionantes, di media vuelta y volví al frescor del zaguán de mi casa, donde pasé el día agarrado al botijo y a la botella de anís, leyendo viejos libros de Isaac Asimof, procedentes del stock que no pude devolver cuando el fracaso de mi intento de montar una tienda de libros en el pueblo.

Era ya de noche cuando me aventuré a salir otra vez, tomando el camino del puticlub en la carretera que atravesaba el pueblo. La débil iluminación del local no permitía ver lo ajado de sus butacas ni de sus chicas. La animación habitual. Algún camionero mortalmente herido de soledad y sus ojos llenos de la negrura inmensa de la noche, invitaba a una de las chicas. “Ponle otra copa a ésta y a mí otra cocacola. Maldita profesión ésta del volante, ni una copa te puedes tomar…..después me corren las tripas que parezco un concierto de fontaneros”. Alguno del pueblo mirando con aburrimiento a las requetevistas y requetecatadas chicas. Alguna de ellas, subida a increíbles botas con plataformas y tacones de treinta centímetros, con medio cuerpo enfundado en negras mallas y una especie de tanga cubriéndole la pélvis, trataba de recorrer el salón con contoneos de funanbulista. Dos, allí, a la espera de improbables clientes se contaban sus cuitas.

Dos lugareños hablaban animadamente en la barra sin notar mi presencia. “Que sí, que lo ha dicho el chico del Damián, ese que es tan leído, el que quiso montar una librería aquí en el pueblo y como no vendió ni un libro, se los leyó él todos. Sí, está un poco majara, pero es muy instruido el chico. Que son extraterrestres, de otro planeta, pero que como aquí hay un agujero que comunica un mundo con otro, como si fuera un atajo….un agujero de gusano, creo que dijo…… “Chica, déjanos, que estoy hablando con aquí unas cosas muy importantes”. Anda, Ivanov, ponle una copa a ésta, pero que se largue”. “¿Qué te decía? a si, pues que pasan de allá para aquí y de aquí para allá tan anchos, como mi gato cuando sale a la calle por la gatera, igual. Bueno, pues que quieren comprar todo el término, para criar grillos. Qué más da, grillos o langostos. Que esta tierra es muy buena para eso y es lo único que comen estas criaturas y parece que su planeta lo tienen ya agotau”



Antonio Envid


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(1) El conocido y enigmático anillo de Möbius o Moebius produce un mundo de sólo dos dimensiones. La hormiga que dibujó Escher puede recorrerlo infinitamente, pasando de una cara a otra de la cinta sin traspasar nunca el borde de la misma. Cuando al dar una vuelta llega a la posición de partida su parte derecha se ha trocado en la parte izquierda.
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