SGS
Asterio White. Siempre la misma historia. “Mira, bonito -dice- yo como Charles Bukowski: “no son las cosas importantes las que te llevan al manicomio (…) sino las pequeñas tragedias (...), no la muerte de tu amada sino el cordón del zapato que se rompe cuando tienes prisa.
“’SU TABACO, GRACIAS’. No, bonito, esto no lo decía Bukowski, lo decía la puta máquina de tabaco a la que acababa de arrancarle un Nobel (que no me gusta) tras muchos intentos: comprobar que no tengo cambios, conseguirlos, decirle al camarero que le dé al mando, elegir Marlboro, ‘AGOTADO’, intentarlo con Camel, ‘AGOTADO’, con Winston, ‘AGOTADO’. Rendido al fin, intento con Nobel, que parece haber, pero… ‘INTRODUZCA EL IMPORTE EXACTO’, de nuevo a la barra. ¿No le he dado cambios ya? Para Marlboro, bonito, que el Nobel vale menos… Mientras, un listo se me cuela (‘PRODUCTO AGOTADO, ELIJA OTRO’), no lo intentes –le advierto- no hay ni Marlboro ni Camel ni Winston. Ni caso, el listo intenta los tres y acaba en el Nobel (‘INTRODUZCA EL IMPORTE EXACTO’), ahora es él quien va hacia la barra y yo el que se cuela, ¡toma ‘peineta’*! Pero la máquina ni flowers, hay que habilitarla de nuevo. Entre gritos al camarero, sin abandonar mi puesto, lo consigo y, al fin, ¡vaya!: ‘AGOTADO’. Le pego una patada a la máquina, el camarero y los clientes con él se abalanzan contra mí. Cabreado les hago una ‘butifarra’ y con los pies a un palmo del suelo me sacan a la calle, ’SU TABACO, GRACIAS’, puedo oír. Entro de nuevo, vuelven a echarme: ‘reservado el derecho de admisión’. Les hago ahora un ‘calvo’ y el camarero me responde con un brutal ‘elefante’. No puedo más, empuño el móvil y llamo a la poli: ‘SI SU LLAMADA ES PARA… MARQUE EL UNO, SI ES PARA… MARQUE EL DIEZ…, PARA CUALQUIER OTRA GESTIÓN MARQUE EL VEINTICINCO’. Marco veinticinco y se corta la comunicación. Lanzo el móvil contra la acera y me dirijo al coche para ir a comisaría. ’SU TABACO, GRACIAS’ me persigue. Saco el ticket del parking, ‘INTRODUZCA EL IMPORTE EXACTO’. Cuando al fin lo consigo estoy a punto de darle otra patada, ahora a la máquina de los tickets, pero me muerdo a tiempo el escroto. Entro al coche (‘SU TABACO, GRACIAS’), programo el GPS. Salgo del garaje y un pitido estridente se impone al ‘SU TABACO, GRACIAS’: el cinturón. Ya en la calle, ‘A DOSCIENTOS METROS, GIRE A LA DERECHA’… ‘A CIEN METROS GIRE A LA DERECHA’… (‘SU TABACO, GRACIAS’), ‘GIRE A LA DERECHA’, ¡obras!, no puedo girar, paso de largo, ‘EN CUANTO PUEDA, DÉ LA VUELTA, EN CUANTO PUEDA DÉ… (SU TABACO, GRACIAS)’, NADA, NO HAY FORMA DE DAR LA VUELTA, un cruce, dos, ‘EN CUANTO PUEDA…’, tres… Tras muchas desventuras, incluido aparcar, entro en comisaría. A rebosar, ¡cuánta gente jodida! En un rincón, un alijo de droga y explosivos custodiado por dos policías. Ventanillas, muchas ventanillas, tomo número: el 666, la Bestia, ¡y van por el 333!, ha pasado media Bestia y tengo que tragarme otra media, día muerto. Derrotado me acomodo, intento relajarme (‘SU TABACO, GRACIAS’), saco un Nobel, con placer, casi sonriendo, y cuando voy a encenderlo se me echan encima los dos policías. No puedo, no puedo más, miro los explosivos, miro el mechero…”
Pobre Asterio White, hoy, Nochebuena, sordo y vendado como una momia en una residencia para enajenados peligrosos. Ni cabrito ni turrón: un vaso de leche. Esta leche es leche buena, le digo, y mañana Navidad, responde. “Bukowski, bonito: con cada cordón de zapato que se rompe de entre cien cordones de zapato que se rompen, un hombre o una mujer o una cosa va a parar al manicomio. Así que ten cuidado al agacharte”. Feliz Navidad, Asterio. “SU TABACO, GRACIAS”.
El Comarcal del Jiloca,
24/12/2010
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* ARGOT:
PEINETA: Puño cerrado y en alto señalando al cielo con el dedo anular.
BUTIFARRA: Típico corte de mangas.
CALVO: Vuelto de espaldas al aludido/agredido, el agresor se baja el pantalón exhibiendo el culo.
ELEFANTE: Como el "calvo" pero, en vez de culo, de "cara" al agresor. Lo de la "trompa", mera hipérbole... (por lo general).