sábado, 22 de febrero de 2020

LAS BUENAS GENTES (Don Cleofás)



Pericles (foto: sgs)


España está llena de buenas gentes. Personas que respetan las normas y las leyes, no por miedo al castigo si las infringen, sino porque consideran que las leyes son justas, son buenas para todos, hay que observarlas. Son gentes que acuden todos los días a sus trabajos y ocupaciones y tratan de desarrollarlos de la mejor manera que saben, no para recibir ningún premio o distinción, sino por ser su obligación. Gentes que respetan la autoridad. Las autoridades velan precisamente para que se cumplan las normas, están al servicio de todos. Gentes que sienten un gran respeto por quien ostenta la autoridad. No solo se le respeta, sino que un simple apretón de manos por parte de un político supone una deferencia hacia ellos, simples plebeyos. Cuando llega uno de estos regidores, van corriendo a vitorearlo, a aplaudirlo y si consiguen hacerse con él una foto, levitan de gozo. Estos ciudadanos ven normal que quienes se ocupan de lo público gocen de numerosos privilegios y preferencias. Son gentes que ven y escuchan la televisión y la radio públicas y se sienten incapaces de pensar que quienes le están informando lo hagan torticeramente, sesgadamente, faltando a la verdad. Gentes que piensan que los cargos institucionales están ocupados por personas bien preparadas, dispuestas a resolver los problemas de los ciudadanos, que su principal prioridad es anticiparse, incluso, a cualquier emergencia, desarrollando planes para acometerla.
Las buenas gentes son muy nocivas para la sociedad, son las que permiten que prosperen los logreros, los que se aprovechan de sus cargos para sus propios intereses, los que retuercen las leyes o las hacen a su gusto, los que disfrutan los bienes públicos convirtiéndolos en sus bienes exclusivos.


jueves, 20 de febrero de 2020

DE CALENDARIO, o Amor en el Parque Grande (Servando Gotor)

WIFRIED FITZENREITERI: Tres muchachas y un chico - Berlín (Foto sgs)



La Charito Rosales es buena chica, no se merece que la tratemos mal ni que murmuremos ni la insultemos, a media noche te lleva al parque grande y a la luz de la luna descubre orgullosa su desnudez, sus buenos pechos de chica playboy, sus caderas a juego y, bajo el ombliguito, su conejito peluche; también te hace posturas estirando los brazos hacia el cielo para que las tetas, sin perder su voluminosa redondez, aparezcan más firmes y puntiagudas, ladea la cadera en escorzo hacia ti y luego te empuja al suelo hasta que te caes largo, se te sube encima y cabalga y cabalga, primero al trote, un trote suave, luego una locura y al final un galope ligero como volando dulcemente por el cielo. Si vas con la Charito Rosales al parque, si ella te lleva al anochecer, no hace falta ni que vayas preparado porque tiene condones en el bolso que para eso se los quita a su madre de la mesilla, porque sabe que no lleva la cuenta. La Charito Rosales sueña con ser algún día modelo de calendario, así, ¿eh? ¿te gusta? ¿a que no tengo nada que envidiarlas?, no Charito más quisieran, tú estas mejor, mucho mejor, dónde va a parar pero sigue por favor sigue, no te pares; los camioneros llevan calendarios para masturbarse, claro son muchas horas solos, de viaje, sí Charito, sí, los calendarios llevan camioneros para masturbarse pero no pares, por lo que más quieras. Charito Rosales quiere salir en los masturbos que llevan los calendarios para camionarse para que se miren masturbándole a ella, y no sólo los camioneros, le gustaría que todos los hombres del mundo se calendaran camionándola así con los brazos en alto y la cadera avanzando en escorzo. Charito Rosales va a la Kühnel dos veces por semana para aprender francés pero no le gusta y como a su madre le da lo mismo, que la manda para tenerla ocupada, Charito Rosales pasa del francés, de su madre y de que la suspendan, ella sólo sueña con ser modelo de calendario o, mejor aún, con llegar a ser algún día playmate. A Charito Rosales no le gusta estudiar, ni ser dependienta, ni siquiera de Galerías Preciados ni de una boutique del Coso o de la calle Alfonso.


La ciudad sin faro, pág. 222


miércoles, 5 de febrero de 2020

AD ETERNUM - Microrrelato (Antonio Envid)


Afrodita. Museo Nacional de Atenas (sgs)


Como es archisabido, Juan Rulfo se ha convertido en un clásico de las letras españolas por haber publicado una novela corta, “El llano en llamas”, y unos cuentos. Augusto Monterroso es mundialmente conocido por su microrrelato del dinosaurio. A Pepín Bello, ni siquiera se le atribuye nada de especial interés, recibió la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, solo por haberse codeado en la Residencia de Estudiantes con sus amigos Dalí, García Lorca, Buñuel, y haberse corrido más de una juerga con ellos. De modo que, como yo no he alcanzado especial mérito por toda una vida de trabajo, voy a probar suerte con la pereza. He ahí mi obra literaria:


De pronto, el reloj de la funeraria quedó parado.




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