sábado, 31 de octubre de 2009

Balconcillos 4 (Narciso de Alfonso)

Es tanto el silencio aquí. Es tanta la realidad, es tanta la belleza, es tanto el dolor. ¿Y el lado frágil? Mmmm. A estas alturas, quizá no sea ya necesario que preguntemos por quién doblan las campanas. Conocemos -creemos conocer- las cámaras de los horrores, las atmósferas alteradas, los lugares sin líquidos, las intemperies interminables. Es tanto el silencio aquí.

¿En qué consiste el juego de la muerte?, nos preguntamos con sammy mccoy, también parados, como él, en los dos niños -el que fue y el que sería-. Sammy no se rindió, defendiéndose con nada: con todo lo que iba rezando o padeciendo, con una cucharita perdida, con su pelea. Cuando sammy murió croaron las estrellas tiernas -en la escala de las heridas y de los edificios deshabitados-, mientras la gente, con cada deseo en su rompeolas, buscaba silencios de almohada.

¿En qué consiste el juego de la muerte? preguntó sammy mccoy una y otra vez. No le respondieron, nadie supo decirle, por ejemplo: ya no tendrás razón contra el invierno; nadie supo decirle, por ejemplo: mira, sammy,su juego consiste en su inexacto fin, sometido a un -más o menos- desesperado anhelo personal. Hay más, mucho más, sammy mccoy, pero puedes empezar con esto, por ejemplo, por qué no.

No tendrás que amar a trechos ni hablar de cosas inacabadas -eso dicen, eso dicen-; no volverás ya a esos repentes que ahora te cambian el mundo a gran distancia: estarás muerto, sammy, y la muerte es una muñeca rarísima.

Nadie supo decirle, por ejemplo: el cielo se te hará grande igual que el techo de los grandes palacios. Estarás ante la noche, puro, y el agua nocturna lavará por fin tus ojos. Y ya no quedará nada. Y dios no estará allí pero dios estará allí. Y avanzarás, por ejemplo, por qué no. Todo esto, además, lo pagará el seguro, sammy.

Es tanto el silencio aquí, es tanta la realidad, es tanta la belleza. Y el dolor, sí, es tanto el dolor. Somos el lado frágil, pero estamos vivos, vivos, a veces ocultos, sumergidos en un taburete como si fuese abstracto estar en tres sitios simultáneamente.

Vivos, vivos: el cisne color flamingo desplazándose como un barco de guerra bajo los sauces de oxford, ahí hay vida. Movimiento, colores divergentes, memoria del calor, vergüenzas animales. Como si el mundo fuese una rosa cruda.

Es tanta la realidad aquí. Y la belleza, también la belleza. Tal vez sammy habría cambiado de pregunta si hubiese visto al chico -el mecedor de abedules- en acción: subía hasta las ramas más altas y, sin soltarlas, se lanzaba pataleando en el aire hasta llegar al suelo, hasta el piso de helechos. Una vez doblados, los abedules ya nunca volvían a enderezarse: años más tarde, sus troncos arqueados seguían arrastrando sus hojas por el suelo: niñas a gatas con los cabellos esparcidos sobre la tierra para que el sol los secara.

Tal vez sammy habría cambiado de pregunta si hubiese visto a la hormiga adquiriendo la experiencia de cargar un tallo:desde el lecho de flores hasta el césped y, girando en redondo, de vuelta al punto de partida, abandonando entonces el tallo como si se tratase de un trasto inútil -tal vez, realmente, lo fuera-. Es tanto el silencio aquí, es tanto el dolor.

A veces la vida consiste, como le sucedía a philip (larkin), en buscar famosos del criket en la arena de la playa -estaba feliz de encontrarse libre-. ¿Y la muerte? Mmmm. Bien, por poner un poner: marilyn monroe -sin maquillaje- viaja ya sin velocidad, sola como un astronauta frente a la (inmensa) noche espacial (ésta es una escena por la que un astrónomo daría sus ojos). No entiende ni sus huesos ni su piel ni ese tamtam que la convoca a un eterno retorno; llegan largos alaridos por el sur de la noche seca. Tal vez los ángeles la buscan; los fariseos le gritan: esa maldita vaca tiene las tetas llenas de leche,llenas de perdigones; esa maldita vaca, maldita, maldita, no nos dejará dormir.

Marosa se acuerda de los repollos; de las altas acelgas azules; del tomate -riñón de rubíes-; de las cebollas como bombas de azúcar, de sal, de alcohol; se acuerda de las fumadoras luciérnagas; y concluye, concluye: ¡me acuerdo de la eternidad!. Wow, vaya con marosa.

El mar ensimismado, todo ese mar y los gestos de las olas, el sol, las azucenas dilatadas: sobre las vastas arenas pálidas, somnolientos, a orillas del amor, maduramos nuestra muerte, cuando la oscuridad nos envolverá, solidificándose, hasta convertirse en tierra. ¿Es para terminar en rostro geométrico, en difunto, es para eso que morimos tanto? ¿Para sólo morir tenemos que morir a cada instante? ¿Y mi patata, y mi carne, y mi contradicción bajo la sábana? Cordero de mí, sensato: ay, este pellejo.

(Narciso de Alfonso - Balconcillos)

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Colores de Manhattan (Servando Gotor)


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JULIA (por Fabiola A.M.)



Julia no es una persona…

Tal vez lo fuera…

Nos dicen que la diferencia entre personas y animales es que las personas tienen razón. Razón, “de pensar”. Por eso Julia no es una persona. Tal vez lo fuera… tal vez tuviera razón, pero la ha perdido. La ha perdido y ninguno sabemos dónde la ha dejado.

Julia vive en un universo paralelo que, de refilón, se junta con el nuestro. Físicamente vive en la misma casa que hace treinta años, pero en su universo está “en la otra casa”. Es una casa particular en la que su hija es su hermana, en la que la gente saluda por una ventana que hay en el salón y que, en nuestro universo, llamamos televisión.


Julia se pasa el día buscando cosas, aunque se olvida de qué eran antes de encontrarlas. Busca sombreros en tazas de café, se levanta de la mesa para buscar un abrigo de piel, busca frascos que ella misma ha escondido minutos antes porque cree que alguien se pone sus cremas.

Julia se despide muchas veces antes de irse a dormir. Dice "buenas noches" una y otra vez. Creemos que es pesada. Nos cansa. Pero ella cree que se ha ido a la cama sin decir nada, vuelve a levantarse y a decir "buenas noches".

Lo peor del universo de Julia son los agujeros negros. Los puntos en los que su mundo cae, los resquicios que aún le quedan por conocer, o por desconocer. Porque a veces Julia cae en uno de esos agujeros negros y se da cuenta de dónde está, o de dónde ha dejado de estar.

Se da cuenta de que se olvida de las cosas, se da cuenta de que no puede estar sola, de que es totalmente dependiente, de que no sabe cocinar, no sabe vestirse, no sabe peinarse, se le olvida su nombre… Y a veces llora. A veces pide ayuda. Otras se enfada.

Creo que cada vez cae menos en esos agujeros negros. Y no sé qué es peor.

Lo peor, para Julia, tiene que ser darse cuenta de que no es Julia. Pasar a verse desde nuestro mundo. Darse cuenta, de repente, de todas las películas que se monta por no entender lo que sucede en realidad.

Lo peor, para nosotros, es asumir que Julia no volverá nunca. Es no desesperarnos porque deje las cosas en los lugares más insospechados, porque haga veinte veces la misma pregunta, y porque esa pregunta no tenga ningún sentido.

¿Cuándo muere realmente una persona? ¿Cuando deja de vivir, o cuando deja de ser una persona?

Julia no es una persona. Perdió la razón y ninguno sabemos dónde la ha dejado. Tal vez ella sí crea saberlo, y es eso lo que busca en las tazas de café.

A veces, cuando no me ve nadie, miro yo también. Por si las moscas.

jueves, 29 de octubre de 2009

Certo (by... Juan Isidro Gotor)

CRÓNICA ROSA (Por Azulenca)


Berlusconi tildó al gobierno Zp de rosa y acertó. El rosa es un color que va de perlas para estas hijas de la paridad que están resultando incapaces de hacer algo con sentido común. Y es que Zp las prefiere tontas y bufonas. Antiguamente, a finales del siglo XX, el color de las mujeres progresistas era el violeta casi morado; este color representaba la lucha por la igualdad, la fuerza de las mujeres a la hora de desempeñar trabajos que tradicionalmente correspondían a los hombres. Entre el rosa y el morado, la vicepresidenta Salgado ha escogido el rosa. El color de las niñas ñoñas, de la debilidad, del amedrentamiento. Y prueba de ello es que para defenderse del contrario y como anda algo escasa de argumentos; ella que es la clásica delgadita alternativa y Mariano que es el clásico bien alimentado, pues no se le ha ocurrido nada mejor para tumbarlo dialécticamente que acusarlo de machista. Este es el progreso de las mujeres del siglo XXI. ¡Genial! Y lo más genial ha sido la respuesta que ha dado la “reina de las nieves” (La Salgado) al elfo económico (Montoro) cuando éste le ha preguntado por la salida de la crisis: la salida de la crisis será "cuando se produzca". ¡Y encima se cachondea! Y es que ella sí puede reírse de la crisis: la muñequita rosa veranea en la Costa Azul, en su apartamento de lujo situado en el centro de Niza.
Mosén Mariano y las dos sacristanas. No, no es una película del Padre Pitillo, pero casi. María Dolores de Cospedal huye de las preguntas y de las cámaras de televisión como si fuera un personaje de la prensa del corazón. Soraya no contesta, más bien pregunta. Soraya ha cambiado su cara en diéresis por el punto interrogativo. Pregunta, pregunta y pregunta sobre el Caso Faisán y la Serrana de la Moncloa (Tere de la Vega) esquiva, esquiva, esquiva, mientras, el de Interior se oculta, se oculta, oculta. ¿Merece la pena morir por defender unos principios? ¿Merece la pena que te maten para que luego salgan faisanes coleando?
Avispa, oso, faisán… Los sobrenombres de la corrupción, del escándalo. La política quiere coparlo todo, a cualquier precio y todos quieren el poder, más poder. Esperanza Aguirre calladita estaría mejor. A estas horas todavía no se ha dado cuenta la Presidenta de la Comunidad de Madrid de que el mayor divieso en el P.P es ella, y que esta clase de grano se extirpa. No digo más.
Me voy a poner menos trascendente. Leire. A Leire Pajín le ha durado poco el “marcao de la pelu”. El otro día salió otra vez en TV “toda espeluchada”. Yo en su lugar hablaría con Elena Pavofrío, sin duda la mejor consejera en materia de apartamentos en la Costa Azul, en peluquerías baratas y estilismos, en moda de firma… Todo eso se le da muy bien a Elena y ahora que Leire va a ganar más dinero por aportar las mismas ideas, o sea nada, pues nadie mejor que la Vicepresidenta rosa-económica para asesorarla.
Por fin tenemos un torero sin orejas, sin rabo y con medalla. Fran Rivera recibió su Medalla a las Bellas Artes. Era un hombre feliz, un torero, un triunfador con el máximo galardón a las artes entre sus manos. Esos otros toreros con la Medalla a las Bellas Artes, esos que salieron de la nada y se hicieron a sí mismos han quedado como unos pobres tirando la comida. Yo de pequeña jugaba a la baraja de las familias, recuerdo que me encantaba, entre otras cosas porque la baraja era una monada. A mí la familia que más me gustaba era la tirolesa, a mi amiga la familia bantú. La familia gótica todavía no existía. ¿A qué viene esto? Fran es nieto, hijo, sobrino de toreros y a eso se le llama pedigrí. Lo importante en estos tiempos no es hacerse a uno mismo, lo importante es pertenecer a una familia, a una tribu, a un clan.
Ayer al cine. Si la cosa funciona, la última de Woody Allen. Un guión brutalmente inteligente –como diría Servando Gotor-, la cuadratura del círculo y algunos golpes buenos.

lunes, 26 de octubre de 2009

Luces y sombras (Miguel Herrero)

Acerca de la decadencia (Antonio Envid)

EDWARD Gibbon en su monumental “Historia de la decadencia y caída del Imperio Romano”, que sorprende por la modernidad e independencia de pensamiento a pesar de haberse iniciado su publicación en 1776, asegura que la decadencia de Roma fue el efecto natural e inevitable de su grandeza. “En su prosperidad maduró el principio de la decadencia; las causas de la destrucción se multiplicaron con la amplitud de la conquista”. Concluye diciendo que en lugar de preguntar por qué cayó el Imperio Romano, deberíamos sorprendernos de que durara tanto.

Lo mismo podríamos preguntarnos hoy, que las manifestaciones de nuestra cierta decadencia son tan evidentes, sobre el éxito de los pueblos europeos en la Edad Moderna: ¿Cómo ha podido durar tanto tiempo nuestra prosperidad y nuestro dominio del mundo? Nuestro declive guarda, por cierto, muchas concomitancias con el
ocaso de Roma. Nuestros ejércitos son de mercenarios, nuestras mujeres se niegan a ser madres, hemos abandonado la ética por la estética y un cocinero, hoy, es más famoso y gana más que un reputado científico y, qué decir de los aurigas modernos, los futbolistas. De los Estados Unidos de América nada hay que analizar, pues han pasado del ascenso a la decadencia sin haber pasado por la etapa de la cultura, como aseguró Oscar Wilde.

Por cierto que para Gibbon la introducción del cristianismo en la sociedad romana contribuyó a su declive, la prédica de doctrinas que prestigiaban la paciencia y la pusilanimidad, las discordias teológicas, que desgarraron en facciones a la sociedad y, en definitiva, la tiranía que la religión supuso para el pueblo, lograron una sociedad decadente, desprovista de las virtudes viriles que este autor atribuye a la Roma imperial.

En el siglo XIX, Europa se mostró tan arrogante frente a otros pueblos, asiáticos, africanos…, a los que despreció sin tratar de conocer, mucho menos comprender, que la venganza a tanta prepotencia ha de ser duradera y profunda.

Antonio Envid Miñana

jueves, 22 de octubre de 2009

CRONICA FELINA (Por Azulenca)


No voy a entrar en el debate del aborto. Cada mujer hace lo que cree conveniente con su embarazo y además no lo voy a criticar, entre otras cosas porque no soy quien para juzgar a nadie. No hay nada nuevo bajo el cielo y el aborto es algo tan viejo, me atrevería a decir, como la mujer “humana”, racional. Las bestias no abortan, como mucho se comen a sus crías, a este paso y con un poco de mala suerte lo mismo sacan una ley que autorice a hacerlo. Resulta demencial que el gobierno de un país ponga los medios necesarios y los difunda con el fin de dejar abortar a niñas sin el consentimiento de sus padres, esto me parece que no tiene nombre ni precedente... Estamos viviendo en la España de Zp, la España de un padre con hijas góticas que se retratan en familia con el amo del mundo. Y esto ha sido un encuentro planetario anunciado, en la tercera fase. No sé qué será cuando lleguemos a la cuarta.
Cambiemos de tema: manipulación de la información o lo que es lo mismo negación de la evidencia, estrategia que dominan capullo en mano los socios listos. Con tanta tecnología moderna resulta que es imposible precisar la participación ciudadana de la manifestación del pasado sábado en favor de la vida. Las cifras rondan y se extravían desde los dos millones de personas a cincuenta y ocho mil. Para sacarnos de duda una empresa llamada Lynce, cualquier parecido con su nombre es mera coincidencia, ha dicho que ha numerado al personal, borrado los árboles y sus sombras, y que ha contabilizado a todos sus asistentes, vamos que guipan tanto que hasta casi pueden dar el nombre de los manifestantes. ¡Genial! El número que ha dado la empresa Lynce es de 55.316 asistentes Yo, tal y como vi la riada humana por las calles de Madrid, en mi modesta opinión de televidente, me parece que el Lynce estaba tuerto o se quedó bisojo. No digo más.
De todas formas y según los socialistas que van a misa y comulgan, es decir, que son católico-socialistas de última hora, toda esa gente que se manifestó el pasado sábado vive en la hipocresía y fuera de la realidad, ya que durante la España de Aznar se abortó más que nunca. La realidad es que a este gobierno le faltan principios, formación y sobre todo sentido común. Yo, por suerte, no tengo hijas adolescentes ni góticas, no me afecta el tema del aborto; pero esta lacra la pagará la sociedad y en especial los jóvenes. Y lo que es el colmo de los colmos es que culpen de la ley del aborto a Aznar. ¡Increíble! Esos político-socialistas-cristianos que van a misa y comulgan, que están a favor del aborto, que acusan al otro indiscriminadamente de algo que no ha hecho, que escachan a quien sea para prosperar ellos; eso, eso sí que es hipocresía. Hipocresía y poca vergüenza. La única devoción que demuestran es la de la vanidad, la de llenarse el bolsillo a toda costa, la del poder. ¡Sepulcros blanqueados!
La última noticia fashion: Leire ha ido a la peluquería, que no al estilista. Dada la cabellera lucida en la última comparecencia se desprende, visto el moldeado con cepillo redondo y flequillo cortado con hacha que le han hecho, que Leire ha ido a una “pelu”. Le han dejado la cabeza como a la muñeca Lesly de Famosa. Que no se preocupe Leire, hay más políticas con cabeza de muñequita. La vicepresidenta Pavofrío cada día se parece más a la Barbie: peinado, extrema delgadez y muchos modelitos. Y qué decir de la serrana de La Moncloa. Mejor no digo nada.
Me resisto a ver Agora de Amenábar. Estoy esperando la opinión de una autoridad en la materia, Arcadio Muñoz, para que me diga si la película es de obligada asistencia. La próxima semana hablaremos de los Presupuestos Generales del Estado.

domingo, 18 de octubre de 2009

CRÓNICA CON FAISAN (Por Azulenca)

Caso Gürtel, caso Faisán, ¡menudos dos casos! Y entre col y col, lechuga. Sutil forma de acallar lo que verdaderamente importa; pero lo que importa sólo importa a la gente con sentido común, a la que menos le afecta esta crisis. Y es que esta crisis es una crisis de cambio de identidad, me explicaré un poco peor. Esta romántica que le escribe a Fabio, que por cierto ya tengo ganas de que termine de escribirle; bueno a lo que íbamos, cuando María Jesús no le escribe al italiano le da por escribir en sus novelas cosas como éstas: “¡Hay que ver el poder de convocatoria que tiene un tonto en estos tiempos! El tonto tiene el poder de la palabra y el listo no habla por miedo a meter la pata”. Otra frase que me hace reír y pensar es la siguiente: “En cada lugar de España, en cada pueblo, en cada rincón, hay un tonto que se llama Mariano”. A lo que el otro héroe le responde: “Y un maricón que se llama Manolo. Este también seria un buen ejemplo”. ¿Se entiende? Pues no digo más. Si a todo lo anteriormente expuesto añadimos el encuentro planetario Zapatero-Obama, ¡vaya dos! Vaya dos intelectos que se ha “echao” el mundo mundial, pues ya tenemos arreglada la crisis, el paro y la cuadratura del círculo: la alianza de civilizaciones y el nuevo orden mundial, es decir, el caos. ¡Qué miedo me da esta parejica!
Volviendo a las cartas a Fabio quiero aclarar que es Fabio quien me disgusta. Cierto es también que su perfil obedece al de un hombre muy actual: ambiguo en todos los aspectos, egoísta y sobre todo débil. No soy ninguna andrógina, pero creo sinceramente que Fabio no es merecedor del pensamiento ni del ejercicio caligráfico de quien le escribe, eso es todo. Y digo esto porque Fabio existe, vamos que tiene nombre y apellidos y sé donde vive. Por supuesto que esta es una opinión muy personal que siempre me ha aceptado su autora y que no le importa que la exprese en mi columna.
Hecha esta salvedad, volvamos al coto. El faisán ha volado y la correa se ha apretado un agujero más. A este paso nos vamos a quedar con la hebilla en la mano. Genial. Así no vamos a ninguna parte, que por lo visto es donde se pretende llegar.
Los piratas de Somalia. No, no es ninguna película, quizá sería factible hacerla pero habrá que esperar un poco más. Y la guionista no podría ser otra que la actual Ministra de Defensa, que viéndola como cuenta el asunto “pirateño” a Informe Semanal es como si ya tuviese escrito el guión. Esa inmensa bola del mundo que tiene como decorado de fondo le favorece mucho, algunos pensaran que le hace juego con su cabeza; con tanta misión de paz y tanto despliegue de tropas se le ha debido quedar el cerebro a imagen y semejanza del globo terráqueo: hemisferio norte, hemisferio sur. Lo mejor de todo es como lo cuenta. Lo cuenta como si se lo hubiesen contado sin haberse enterado nada. Me consuela reconocer que por lo menos sabe hacer su papel, los verdaderos cuentistas son así, como ella.
Día de la Hispanidad con desfile militar. Un gran día para silbar al presidente de gobierno, el día que más aplausos se lleva la Guardia Civil, un gran día para afeitar a La Legión; no sé qué será de la pobre cabra y de su barba en la próxima parada militar, me temo lo peor. En el 12 de octubre yo me quedo con la Virgen del Pilar, con la riada humana que le lleva ramos de flores, con el manto que le tejen de claveles y gladiolos blancos, con la fragancia deletérea que inunda la Plaza, en definitiva, con ese sentir del pueblo llano que se extiende a toda Sudamérica.
He reanudado mis miércoles de cine. Katyn de Andrzej Wajda. Genocidio, ejecuciones, fosas comunes… Estas palabras me recuerdan la polémica que levantó el juez Garzón con la reapertura de las fosas de la Guerra Civil Española. Yo le recomendaría al juez Garzón que promoviera una película como Katyn y que se contara nuestra historia como lo ha hecho Andrzej Wajda, tal y como fue, sin apasionamientos y con esa maestría estética que sólo dan los años de profesión. Tal vez si hicieran una película así de perfecta contando nuestra Guerra Civil, la de los dos bandos, quizá, dejaría hablarse de la Guerra Civil Española.
Foto.- Y a falta de faisán buenas son estas simpáticas gallinas.

EL GRITO EN EL CIELO (Servando Gotor)


El pueblo en cuanto tal no existe. Es una entelequia, un tropo, una sinécdoque. Sólo ocasionalmente, cuando se producen manifestaciones colectivas, parece vislumbrarse como una realidad. Las revoluciones, como caso extremo, y las elecciones, como supuesta normalidad democrática, son las dos manifestaciones punteras de esa ilusión.

Si ahora que los ejercicios nemotécnicos andan tan en boga nos trasladamos a nuestro origen más próximo, concluiremos que la sociedad que sufrimos arranca de la oposición de determinados “grupos” (en el sentido más amplio del término) al régimen dictatorial impuesto tras la Guerra Civil. Aquella dialéctica, denominada “transición”, fue otra manifestación original y extraordinaria de esa ficción llamada “pueblo”. Y esos “grupos” –de extrema heterogeneidad- se unieron bajo una única voz: “libertad”.

Pero ¿qué entendían por “libertad”? El devenir de la historia nos ha demostrado que, aquello que entonces parecía tan claro, describía dispares ilusiones si bien bajo un común denominador: la “liberación” de la dictadura (el “pueblo”, en cambio, lo que entendía por “libertad” era el logro de un “régimen de libertades”). Así, mientras unos concretaban esas ilusiones en una democracia cristiana, otros aspiraban a una democracia liberal, y si algunos soñaban con una social democracia otros reclamaban una democracia socialista o comunista de tintes marxistas. Dejo al margen grupos extremos, como anarquistas, leninistas, maoístas o fascistas, por insignificantes.

El PSOE (“en ti tengo puestas todas mis complacencias”) que, con buena financiación externa (el caso Flick), irrumpió en el ámbito político como un toro bravo por el que apostó la mayoría de aquella España liberada, se amansó al roce del poder, el beso de las instituciones y la calma de un lecho constitucional. Nos metió en esa OTAN que ellos mismos habían vilipendiado, se desmarcó del marxismo, apostó por Europa y ocupó y hasta compartió un céntrico espacio con esa derecha liberal que igualmente optaba por la moderación. Fuera lo que fuera, izquierda y derecha intentaron “centrarse” y, mal que bien, se convivió con cierta calma, alterada sólo por la voracidad (y esa sí que siempre fue extrema) de los nacionalismos.

Luego, conforme se iba asentando “el régimen”, se consolidaban prebendas y expectativas. La democracia estaba bien como grito contra la dictadura y mucho mejor como medio de vida y herramienta de poder. En cuanto a la libertad, sólo un sueño. Y, además, dispar. Así que saboreados los frutos de ese poder (“el árbol de la codicia”), nadie se ha mostrado dispuesto a abandonarlo. De ahí parten los enfrentamientos encarnizados, la compra de favores y la feroz judicialización de las disputas. Declarada abiertamente la sádica lucha por el poder, todos se han olvidado de que lo principal es la democracia y –sobre todo- la “Libertad” con mayúsculas, hoy en horas bajas por la denominada “escuela del resentimiento” (Harold Bloom), ese “grupo” de minorías extremas que gobiernan de facto con sus escasos pero decisivos votos. Extremadas las posturas nos encontramos con que lo que el actual PSOE y el PP persiguen no son “libertades” sino “poder”. Y como tal, “interventor”, “controlador”, “fiscalizador” de ese individuo alienado y reducido a “ciudadanía” por mor de la incultura y una degenerada idea de igualdad. El PP persigue exactamente lo mismo: el mantenimiento de este “régimen” que poco a poco va calando en “el pueblo”. Ese pueblo enajenado que vota y calla.

Ya no es, pues, una cuestión de ideas ni de partidos. Es el régimen: el de listas cerradas, sistema electoral injusto; poder alienante, igualdad extrema, letargo cultural, dictadura del resentimiento y de lo políticamente correcto, descarados monopolios, prensa amordazada y nulas libertades. Como decía Ortega: “¡No es esto, no es esto!”.

Por eso pongo el grito en el cielo y apelo a barricadas. Pero barricadas de verdad. Las que se merecen toda esta cuadrilla de ineptos y amorales que nos mandan o aspiran a ello.



(El Comarcal del Jiloca, 02/10/09)

sábado, 17 de octubre de 2009

PERO, ¡QUÉ MANÍA!













Foto: Juan Isidro Gotor













 



Foto: Javi

DESPROPÓSITO


No se si la polisemia se puede aplicar a la fotografía, supongo que sí, o al menos esto es lo que me sugiere la foto que ilustra estas líneas. Por una parte la hipérbole de estar superinformados o superalienados, y por otra la paradoja de ceder a los megaojos y megaoidos de unas antenas parabólicas el espacio que antes ocupaban los propios ojos y oidos en una galería, balcón o ventana. El despropósito se ha instalado en nuestras vidas para quedarse, queramos o no.

JAVI

martes, 13 de octubre de 2009

E-pistola

Quién iba a sospechar que con el advenimiento de la informática, y con él, el de internet, el viejo género epistolar renacería con tanta fuerza. Cuando ya casi habíamos renunciado a comunicarnos con nuestros semejantes mediante el engorroso procedimiento de coger la pluma de ganso, el tintero, el papel secante y el pergamino -hay quien empleaba otros métodos más modernos-, comprar una estampilla filatélica de adecuada tasa en la estafeta de correos, rellenar unas lineas con cuidada caligrafía, y meter todo eso en un buzón para que Correos te lo perdiera, bueno, pues como decía, cuando casi habíamos renunciado a ello, viene internet y sus correos electrónicos E-mail, y todos descubrimos de pronto la cantidad de cosas que tenemos que comunicar a quien nos rodea. Todo esto está muy bién, nada que objetar... salvo lo referente a su denominación. Me niego a llamarlos E-mail, y lo de correo electrónico me resulta demasiado rebuscado. Me gustaba más el simple nombre de "carta", o el más antiguo de "epístola", por lo que me he puesto a jugar con las palabras para ver si encuentro un término más preciso. Lo de carta electrónica queda descartado por la misma razón que correo electrónico, existen otras posibilidades como "ordenorreo", que ignoraré al mismo tiempo que la escribo, "cartaputadora", que suena fatál, "correotrónico", "electrocarta", o la que más me mola: E-pistola, bonito sincretismo anglo-spanish que define perfectamente lo que son a veces nuestras comunicaciones, un arma mortífera, cuando no soporifera. Si mi idea calara, podríamos decirnos por ejemplo: "te mando una E-pistola con tál o cuál comunicacion-munición para que la reenvies o te suicides directamente", o "he recibido tu E-pistola y me ha encantado volarle las pelotas a fulano con ella", en fín se abre todo un mundo ante nuestros ojos con esta posibilidad, pero como pasa con tantas cosas referidas a la ciencia y la tecnología, su empleo puede servir para intenciones contrapuestas, así que usadla con moderación.

JAVI

sábado, 10 de octubre de 2009

Feliz Froilán

-¿Sabes qué te digo, Froilán? Que esto del alzheimer que tú tienes es lo mejor que te podía pasar. Ya quisiera yo olvidarme de algunas cosas para recordar mejor las otras. Y anda, eso de escagarruciarte donde te viene, que toda mi vida he deseado yo cagarme en la cocina, en la escalera, en el microondas, sobre la vecina del segundo izquierda. Y pasarme la noche cantando joticas, como tú, que no hay Dios que te detenga, Froilán, y yo ni lo intento porque te comprendo, que si pudiera cantaría jotas y martinetes toda la noche, todas las noches, a pleno pulmón partido, y que se jodan los vecinos, que para eso tienes alzheimer. Lo que más te envidio son dos cosas: comer a todas horas, sin parar, y, sobre todo, no conocer a nadie. Lo que pagaría yo por no conocer a nadie, por quedarme mirando a mi hermana como si fuera una desconocida avutarda y a mi cuñada como si fuera un corredor abisinio de maratón.

(Narciso de Alfonso, extraído de "Cuescos")

Certo (by... Juan Isidro Gotor)


Un día de lluvia en los Juzgados.

XXII.-EL CIRCO ATLAS (por Antonio Envid)


Nunca un regalo será tan apreciado como el de las entradas que puntualmente nos llegaban en las fiestas patronales para visitar el Circo Atlas. Pepe y Manolo, los propietarios del circo, eran amigos de uno de los parroquianos de la taberna y cuando decaía la asistencia regalaban entradas para llenar la carpa, que eran recibidas por nosotros con alborozo.
A mí, con franqueza, el espectáculo no me entusiasmaba demasiado, prefería el cine. Aquellos leones con aire aburrido, que subían a un tambor, saltaban un aro de fuego y, de vez en cuando, como por compromiso, daban un manotazo al aire con un semirrugido, me parecían patéticos. Nada que ver con los que salían en Las minas del Rey Salomón, por poner un ejemplo. Tampoco los equilibristas, que de pronto daban un ensayado traspiés, ni los trapecistas volando entre cuerdas, me decían mucho, salvo la visión de las desnudas piernas de las chicas, que me producían una excitación no muy definida, y que me proporcionaban alguna información sobre la anatomía femenina, bastante misteriosa para mí.
Esperaba impaciente, sin embargo, la aparición de los Hermanos Tonetti, Manolo y Pepe, los propietarios del circo, que además eran el número fuerte del espectáculo. Pepe era el augusto. Su sola irrupción en la pista, ruidosa, con grandes carcajadas contagiosas, caminando a zancadas con sus enormes zapatones, su redonda nariz roja, su inverosímil atuendo, chaquetón de retazos de gayo colorido…., era un huracán de alegría y despropósito que agitaba nuestra monótona vida. Cualquier trasgresión, con él, era concebible. Manolo, en cambio, el clown, pausado, paciente ante los disparates de su hermano, con su cara pintada de lustral blanco y su brillante traje, rememoraba un lunar y alejado personaje.
Pepe increpaba al público. -¿Dónde están los del barrio del Rabal?- Siempre había alguno, claro. –¡María! Cada año más guapa ¿Cómo se ve que tu novio…? ¿Qué estás soltera y sin compromiso? ¡!Por que quieres…! ¡A ver, los del Gancho…- Y así continuaba un rato, con unos y con otros, soltando sandeces y sobreentendidos, que eran aplaudidas por un público fiel y entregado, fácilmente convencidos de que realmente eran reconocidos por el magnifico actor. Manolo le seguía, despacio, ingrávido, haciendo gestos de desesperación y asombro ante las manifestaciones de su hermano.
Pepe hacía un número graciosísimo: el de la pescatera, lejanamente inspirado en las vendedoras callejeras de pescado de su tierra (era santanderino). Se tocaba al efecto con una inverosímil peluca, sobre la que colocaba una esportilla de las utilizadas para llevar el pescado, vistiendo unas extravagantes sayas. El personaje le daba ocasión para meterse con todo el público, con el regocijo general. Al final, indefectiblemente, terminaba arremangándose las sayas para, con exagerados gestos, simular rascarse el ano.
Cual sería mi asombro cuando, de atardecida, aparecieron ambos hermanos por la taberna. Pepe aprovechaba sus ratos libres para familiarizarse con la población que visitaba, de modo que, después, ese trato con la gente del lugar y el conocimiento físico de sus calles, le permitía la familiaridad con que, en su espectáculo, trataba al público, como si fueran sus paisanos. Vestidos ambos hermanos con trajes de calle de esmerado corte, apenas si me fueron reconocibles. Pepe seguía siendo vivaz y simpático, pero totalmente correcto en su trato. Manolo le seguía, poco hablador y atento con todo el mundo. Entre los parroquianos tenían algunos conocidos y con ello, al poco, comenzaron a conversar con todos los concurrentes con familiaridad. Yo los miraba embobado, no me podía creer que mis idolatrados Hermanos Tonetti tuvieran una existencia al margen de la pista del circo y que hablaran y bebieran vasos de vino como cualquiera de mis convecinos.
La conversación, al principio festiva y banal, fue tomando aires de cierta seriedad y Pepe se lamentaba de las dificultades económicas que suponía explotar un circo. Alguien sugirió que había notado una curiosa coincidencia: cuando llegaba el circo a la ciudad se veían menos gatos. –A los leones les encantan los gatos- espetó Manolo y de nuevo la conversación continuó por los cauces festivos que nunca debería de haber abandonado. A pesar de los muchos años transcurridos todavía recuerdo la pícara cara que puso Pepe cuando, ante las manifestaciones de uno de lo divertido que debía de ser el trabajo de payaso, contestó: -Si, pero me han salido almorranas de tanto rascarme el culo al hacer “la pescatera”-
Pepe pone cara de pillo y saca una bola roja del bolsillo, con una goma, y se la encasqueta en la nariz.
- Manolo, te has echado una mancha.
- ¿Dónde?
- Aquí, en la corbata, que te regaló la madre.
Pepe actúa como en el circo, con voz de cómico, con gestos rápidos. Manolo adopta una actitud rígida, con movimientos lentos, como si se moviera dentro de un estanque lleno de agua, mira su corbata con una expresión de asombro exagerada.
- ¡Oh! Que desgracia.
- ¡Que desgracia!
Ambos al unísono: -¡Que desgracia!, ¡Que desgracia!- y se ponen a llorar: haciendo pucheros Manolo, con berridos, cada vez más potentes, Pepe. Caminan llorando en círculo, uno en pos del otro.
-No te preocupes, tengo un quitamanchas- dice parando en seco Pepe. .-¿Tienes un quitamanchas? ¿De verdad? ¡Me has salvado!
Pepe saca del bolsillo una tijera y con un movimiento rápido le corta la mitad de la corbata.
-Ya te he quitado la mancha-
Manolo hace gestos de desesperación y comienza a perseguir a su extravagante hermano, ambos, en su persecución, trazan circunferencias alrededor de un centro imaginario Yo me parto de la risa.
Como en un kynematoscopio ésta escena se repite en mi mente con frecuencia. Comienza, se desarrolla, termina y vuelve a comenzar de nuevo en un bucle sin fin, dando vueltas uno en pos de otro, como en las escenas que podían contemplarse en aquellos viejos cachivaches anteriores al nacimiento del cine, cuando el mundo era mucho más joven que ahora y la gente se entusiasmaba con la mera ilusión del movimiento.
Muchos años más tarde me enteré de que Manolo, agobiado por los problemas económicos causados por su circo, cayó en una depresión y terminó suicidándose, todavía joven. Me consuela pensar que en realidad emprendió un largo viaje a uno de los cuernos de la Luna, donde, vestido con su brillante traje de seda azul, con expresión serena en su blanco rostro lustral, instalado en la intemporalidad, contempla benévolo el circo de aquí abajo.

(Capt. XXII de "El tenue aroma de la acacia", Antonio Envid Miñana)

CRÓNICA HALLOWEEN (Por Azulenca)


La foto. Cuando se menciona esta palabra todo el mundo sabe a lo que nos estamos refiriendo. Yo acabo de regresar de vacaciones y todavía colean los comentarios sobre la famosa foto de los Zapatero con los Obama. Hay muchas clases de gótico: gótico temprano, gótico tardío, gótico-mudéjar, gótico florido, gótico flamígero… En cualquier caso el gótico es un estilo que se eleva para dar cabida a una mayor espiritualidad, para aproximarse a lo celestial. Las niñas de nuestro presidente de gobierno han posado, según dicen los entendidos, con vestimenta gótica. Como son menores algunos opinan que no es ético hablar de ellas. Yo me pregunto que si hubiesen posado más espontáneamente y vestidas de otra guisa, ¿se hubiese hablado tanto de ellas? Por lo visto el retrato más esperado se filtró, se escapó y echó a correr por todas las agencias de prensa adelante hasta que apareció un presunto censor y mandó retirar la foto. Gracias a esta acción dictatorial vamos tener foto hasta que las niñas Zapatero lleguen a la mayoría de edad.
Lo cierto es que nuestro Zapatero no ha querido nunca que sus hijas sean fotografiadas. Desde que existe la Democracia en nuestro país, todos los presidentes del gobierno con hijos menores de edad han sido fotografiados sin tanto remilgo, con naturalidad, al fin y al cabo son los hijos del Presidente. También han sido fotografiados todos los infantes de España y los hijos de los infantes, los hijos de los príncipes y demás parentela real. Sin duda alguna los presidentes con talante prefieren ocultar a sus vástagos, o quizá debería decir ¿vástagas? En cualquier caso la foto con los Obama es la foto con los Obama y es obligado hablar de ella éticamente, pues no deja de ser una lección, no sé si buena o mala, pero en cualquier caso se puede aprender de ella. Estéticamente, quiero decir.
La vestimenta elegida por unas niñas para ser recibida por el presidente de USA es gótica, eso dicen. Yo por suerte no tengo un hijo gótico, tampoco románico y en cualquier caso y puestos a elegir lo preferiría renacentista y si podemos afinar un poco más, plateresco. Los vestidos de las niñas eran anchos, negros, sin formas, sin gracia; los complementos existentes como los no existentes se minimalizan en toda la extensión de la palabra y del “calcero” mejor no hablar. A esta forma extraña de vestir la llaman gótica.
A mí me parecía haber visto por la calle a gente vestida así, pero con algo más de gracia. Vamos, que me sonaban esas pandillas bulliciosas que llaman a tu puerta para pedirte “chuches” con indumentaria al estilo monster, con algún sombrero de cucurucho, enfundadas de esqueletos, portando algún ataúd como bolso y con unas simpáticas calabazas con ojos y boca iluminadas con velas. ¿Lo están ustedes adivinando? Las niñas de Zp confundieron la recepción de los Obama con la fiesta de Halloween, quizá pensaran que en USA todas las noches se celebra Halloween y su papá, que aprendió economía en dos días; pero que es un perfecto desconocedor del calendario religioso y profano, no supo advertirles que la noche de Halloween se celebra al 31 de octubre.
Por todo lo anteriormente expuesto la foto, la famosa foto es toda una lección. Una lección de pésimo gusto, de no saber estar, de no adecuarse a la circunstancias, en definitiva, de hacerse merecedor del diploma de ridículo ilustrado. Y en medio de tanta oscuridad al lado de los Rodríguez Zp, Michael Obama aparece sonriente, resplandeciendo con su vestido de color ocre naranja, así como tirando a calabaza.
Hay góticos y góticos. Ahora, por desgracia existe también el gótico cutre. Por eso y puestos a elegir el estilo que más me va, a mí, en toda mi persona es el barroco. ¿Por qué? Porque en el barroco cabe todo.

jueves, 8 de octubre de 2009

ALBERTO SANCHEZ MILLAN


Ayer murió a los 66 años Alberto Sanchez. Cineasta, fotógrafo, crítico de cine, contertulo impenitente y muchas cosas más. Lo conocí en la Tertula Cinematográfica Aragonesa en el Café Levante junto a Pedro Aguaviva, Santiago Choliz, Manolo Moreno, José Luis Gota y los también ya tristemente fallecidos José Luis Pomarón y Pedro Marqueta. Tenía aspecto de sabio despistado con su alborotado pelo gris y sus gafas de hipermétrope que magnificaban sus ojos y conferían a su mirada un aire de permanente asombro. Asombro por otro lado real, ya que como persona creativa, no hubiera sido tal sin la necesaria capacidad para asombrarse de cuanto nos rodea. Ingenio que se hacía patente en algunas frases muy suyas cuando decía que el cine amateur hay que mirarlo con las gafas de ver cine amateur, o que la televisión es el chicle de los ojos, o como cuando le decías que estabas metido en tal o cual proyecto, indefectiblemente te preguntaba: "y tu ¿qué estropeas ahí?. Siempre dispuesto a colaborar en las pelis de los amigos como en  "Las cuevas del flaco" junto a Pedro Aguaviva y éste que escribe (foto). En nuestras cenas en Casa Emilio siempre eran seguras la buena pitanza y la divertida velada con su inacabale anecdotario. Entañable, vital, querido Alberto, mis más afectuosa despedida, descansa en paz.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Desde Transilvania con amor (por Pepe Arnau)

PROPERCIO, poeta del s. I A.C., en versión de Mariano Berdusán


(Extraído de "Todo amor es grande - Breve antología poética"
de Propercio. Editorial "Libros del Innombrable", Zaragoza, 2004. Traducción, notas y pie de entrada: Mariano Berdusán Cabellos).





EL POETA ENCARGA A CINTIA LO QUE TIENE QUE HACER CUANDO ÉL HAYA MUERTO.

13.B

Cuando llegue el momento en que la muerte cierre mis ojos,
atiende bien lo que quiero que hagas en mi funeral.
Que mi séquito fúnebre no se prolongue con profusión de imágenes,
y el sonido de la trompeta no sea un vano llanto por mi muerte;
ni se me tienda un lecho sobre base de marfil,
ni mi cadáver repose sobre atálica cama.
Que no haya en mi funeral una hilada de platillos con perfumes
sino más bien las sencillas exequias de un entierro plebeyo.
Bastante grandes serían mis exequias si puedo presentarme
ante Perséfone con al menos tres libros como la mejor ofrenda.

Tú vendrás detrás golpeando tu pecho desnudo
sin cansarte de vocear mi nombre,
y besarás mis fríos labios por última vez,
cuando me sean ofrendados los pefumes Sirios en el vaso de Ónice.

Después, cuando el fuego prendido me haya convertido en cenizas,
que una pequeña urna guarde mis restos,
y álcese sobre mi exigua tumba un laurel plantado,
cuya sombra proteja el lugar de mi sepultura,
y que tenga dos versos: “EL QUE AHORA YACE AQUÍ,
POLVO REPULSIVO ERA EN OTRO TIEMPO ESCLAVO DE UN ÚNICO AMOR”.

Y la fama de mi sepulcro no será menos conocida
que lo fuera el ensangrentado túmulo del héroe de Ftia(*).
Y tú recuerda, este será también para ti el camino cuando un día llegues a tu final
y vengas, ya encanecida, a estas piedras que me recuerdan.
Entretanto, guárdate de despreciarme una vez sepultado:
pues la tierra es buena conocedora de la verdad de las cosas.

¡Ojalá que una cualquiera de las Tres Hermanas hubiese ordenado
entregar mi alma ya en mi primera cuna!
¿Para qué mantener vivo el hálito de la vida para un momento incierto?

Después de tres generaciones fueron vistas las cenizas de Néstor(**):
si un soldado Gálico, en los campos de Ilio,
le hubiera acortado la duración de tan larga vejez,
no habría visto él enterrar el cuerpo de Antíloco,
ni diría: “oh, muerte, ¿por qué tardas tanto en venir?”
Tú, sin embargo, alguna vez llorarás por tu amigo perdido:
Se debe amar siempre a los seres ya desaparecidos.
Testigo es aquella cuyo níveo Adonis(***) fue herido por un cruel jabalí
mientras cazaba en las cumbres del Idalio;
se dice que en aquellas lagunas yacía tumbado el hermoso
y que hacía allí corriste tú, Venus, con tu cabellera suelta.

Pero tú, Cintia, en vano invocarás a mis mudos despojos:
pues ¿qué podrán hablarte ya mis huesos deshechos?


__________

(*) Se refiere a la tumba de Aquiles; junto a ella fue sacrificada Polixena, hija menor de Príamo y prometida de Aquiles.
(**) Rey de la ciudad de Pilos y combatiente en la guerra de Troya, recibió de los dioses el privilegio de una extraordinaria longevidad. Fue padre de Antíloco.
(***)Dios prototipo de belleza masculina y juvenil, ardientemente amado por Venus.


(Click aquí para verlo en Balconcillos)

JAVI

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