martes, 13 de julio de 2010

EL GOL DE INIESTA (Antonio Envid)


---------------SGS

En una táctica de ataque, la mejor defensa es el ataque, el balón llegaba continuamente a Iniesta, pero éste, sujeto a un duro marcaje por parte de los jugadores de Holanda, no acertaba a la portería, hasta que, finalizando la prorroga, se produjo el gol. Iniesta, por fin, acierta en su disparo y el balón se introduce en la portería. España campeona mundial de fútbol. Del Bosque había mostrado dudas iniciales respecto a Iniesta, pero luego le otorgó su confianza sin reservas, lo cierto es que finalizando el partido retiró al goleador oficial Villa y mantuvo a Iniesta. El jugador ingresa en la nómina de grandes héroes de la patria, junto a Pelayo, al Cid y Marcelino. La expectación ante la final, las ilusiones de un pueblo puestas en una competición de fútbol, la necesidad de que un triunfo aportara un poco de ilusión a una sociedad alicaída, a la que no parece irle nada bien las cosas y que internacionalmente está siendo tratada con cierta displicencia, cuando no con declarado desprecio por parte de organismos y gobiernos foráneos. Cómo me recordaba todo ello a alguna etapa histórica en la que las únicas alegrías que recibía el pueblo español se las proporcionaba el fútbol, y más concretamente, el momento del triunfo contra Rusia, el gol de Marcelino. Hace más de cuarenta años y hay algo en el ambiente que recuerda aquella época. El intento de enmasacarar los fracasos económicos y sociales con espurios triunfos deportivos. La insatisfacción social que no se muestra abiertamente, pero se intuye como un mar de fondo, como un runruneo que presagia una galerna. La sensación de que no caminamos hacia ninguna parte, que estamos dando vueltas sobre nosotros mismos. Por lo demás, nada es comparable, esta sociedad no tiene nada que ver con aquella, su economía se ha expandido de forma notable, hoy hay una generación de españoles que se han educado en libertad, que se han formado en la universidad, que han viajado, que tienen un concepto totalmente moderno de la vida. Solo es esa sensación de desorientación que a todos nos embarga.

Hoy, el día de después de la gran hazaña, ha bajado la Bolsa española.



Doce de julio de 2010



3 comentarios:

  1. Por cierto, Y los Bardén, Víctor, Ana, Serrat, and company... ¿Dónde estaban estos días? Ni una enhorabuena ha salido de sus bocas... No sé qué es peor si el silencio delatador de estos sinvergüenzas que sólo quieren a España para exprimirla dándose recíprocamente premios y agasajos a costa de nuestros bolsillos o el exceso de banderas españolas que hemos visto estos días en telecinco, hasta en el pelo de la cuadrilla de chiquilicuatres (con perdón del chiquilicuatro) que eructan a todas horas allí.

    ¡¡¡SINVERGÜENZAS!!!

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  2. A mí las banderas siempre me han infundido temor. La bandera sirve para saber hacía donde dice el jefe que hay que ir para dar los porrazos. ¿Es posible que se haya derramado tanta sangre por seguir una determinada bandera?

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  3. De verdad. sigo siendo de las personas que odian el futbol !a muerte!, nunca entenderé que en un campo unos energúmenos esten dando dos horas patadas a una pelota y luego se les recompense con esas suculentas sumas de dinero.
    Además de exponerte a que te "sacudan" solo por aplaudir al equipo contrario. !Solo hay que ver los gestos de la cara! de estos aficionados la mayoría de las veces violentos.
    "el opio del pueblo", no se si vive el caudillo o no, estos días lo pongo en duda, me recuerda aquel libro !y al tercer año resucitó!.

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