miércoles, 3 de noviembre de 2010

LA VISITA DE LOS VIERNES, PART. 1ª (ANTONIO ENVID)

SGS

Pues, sí. Tal como me ve, hecha una ruina, yo de joven era bonita y tenía mucho éxito entre los hombres. Con una sonrisa pícara confiesa: Tuve varios amantes. No todos a la vez, claro, aquello habría sido pecado. ¿Ahora no hay pecados, verdad? Solo delitos. Qué vida más aburrida, no tiene matices, o algo es delito o está permitido, monocroma, en blanco y negro. Entonces, no, entonces había pecados, veniales, menos graves, graves, y creo que incluso los había muy graves reservados a la Santa Sede. Toda una amplia gama de pecados, había donde escoger. Y la confesión, ¡ah, la confesión! La morbosidad de recordar el pecado, confesándolo a un hombre, cura, pero hombre, y luego el dolor del arrepentimiento, la laceración de la contrición, voluptuosamente, he pecado, mi carne es débil, y al fin, la lasitud del perdón… Pero, bueno, no nos desviemos, le he dicho que tuve varios amantes, concretamente tres, pero sucesivos y legales, como Dios manda. Me casé tres veces. Tuve tres maridos y todos ellos estuvieron locamente enamorados de mí. Me duraban poco los maridos, se morían los pobrecitos, después de haberme dado lo mejor de su vida. Dios, sabiendo mi concupiscencia, y escribiendo derecho con renglones torcidos, lo dispuso así, para que no pecara, digo yo, por eso lo haría. Él lo dispuso así. ¿Le aburro, joven? Es que aquí, en la residencia, me dicen que hablo mucho, pero yo tengo que aguantarles sin protestar sus interminables listas de dolores, achaques y goteras. Eso sí que es aburrido. No le digo nada cuando se ponen a echar pestes de sus hijos, yernos y nueras…

En fin, mi primer marido, Sisenando, era abogado, penalista, por más señas. Un pimpollo de hombre, siempre iba hecho un pincel, perfumado, con su traje, su corbata de seda, que se hacía traer de Inglaterra y sus camisas blancas, inmaculadas, también inglesas. Era muy educado, siempre me cedía el paso, me arrimaba la silla cuando nos sentábamos a la mesa y me traía flores, como usted, ¿sabe? Por eso le cuento estas cosas, porque usted es muy amable y sabe tratarme como una señora, no como estos empleados de la residencia, que me tutean sin ningún respeto. Bueno, era lo que se dice un buen mozo. Pero en la cama…En la cama era un diablo, nunca he conocido otro mejor, los demás fueron buenos, pero éste fue el campeón. Cuando me amaba me recitaba artículos del Código penal y yo me ponía a cien. “ El que por imprudencia grave causare la muerte de otro, será castigado, como reo de homicidio imprudente, con la pena de prisión.” Ve, aún me acuerdo. Una vez, cuando ambos alcanzábamos la cumbre me susurró: “Será castigado con la pena de muerte, como reo de asesinato, el que matare a otro concurriendo alguna de las circunstancias siguientes: Con alevosía Por precio, recompensa o promesa. Con ensañamiento”. Y a cada parrafito, un dulce empujoncito. Cuando llegaba a pronunciar “ensañamiento”, ambos estábamos en la cima, tocando el techo de la alcoba nupcial. Otra vez, mientras nos acariciábamos y yo jugueteaba con su miembro me contó cómo a los ajusticiados, cuando se les ahorcaba, a muchos de ellos se les producía una erección, una gran erección, pronunciada y persistente, la última gran erección, tan persistente que a menudo al meterlos en la caja, el propio enterrador tenía que atajarla de un fuerte golpe para cerrar la tapa. Todavía recuerdo como me puse aquella vez, fue inolvidable… ¿Ya se va, joven? Claro, claro, ha pasado el tiempo de la visita. ¿Vendrá, como siempre, el próximo viernes? ¿Y me traerá un ramito de flores? De violetas, no se gaste mucho. Me encantan las violetas. Pues si es buen chico le contaré como me fue con el boticario, que también tenía su encanto el hombre, de otro estilo, pero adorable.

Antonio Envid

3 comentarios:

  1. Escuchando a un empresario, Editorial Comuniter, me acordé de usted.

    Como usted, persona de números.
    Cuando le recordaron que con esa empresa solo hacia perder dinero, comentó que no solo de cifras viven algunas personas, las hay que se arriesgan a perder porque necesitan que la cultura esté en su vida y en las vidas.

    Los pesimismos sobre los tiempos que nos están tocando vivir (que algunos creemos que han estado siempre en la historia, cuando se hace referencia al amor por la cultura, etc. basta con leer a los clásicos) también estaba presente.

    La mejor representación de todo esto lo tenemos en el Tea Party USA, donde una de las causas de su desprecio a Obama es que sea un intelectual. Ellos no han ido a Yale ni falta que les hace para funcionar en la vida y saber lo que les interesa...

    La gente necesita identificarse con sus líderes, luego el líder tiene que tener o fingir que tiene gustos comunes con las mayorías, que al fin y al cabo serán quienes los voten...

    Proseguir con todo lo que sabemos,lo obvio, sería ser más plomazo...

    Así que cuando descansamos del mundo, es una suerte que compartan otros con nosotros sus conocimientos ¿intelectuales?, ¿...?
    o, sus formas de entrenerse

    isabel

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  2. estimada Isabel, tanto lo que decía Goebbels: "cuando oigo hablar de cultura echo mano a la pistola", como el grito de Millán Astray, ¡muera la inteligencia! significan lo mismo, el recelo del poder hacia el pueblo culto.
    Un pueblo culto es más dificil de dominar y esto inquieta al pdoder.
    En cuanto a los tea prty es la expresión del norteamericano reaccionario que es muy numeroso, son los del club de las armas, los que consideran que el WASP (White, Anglo-saxon-Protestant) pertenece a una raza superior,etc. fascismo puro (aquí está surgiendo algún tintorro-party).
    Ahora bien, es muy reconfortante el que haya ggente idealista como tú, pero en la vida suele ser al revés que en le cine, siempre ganan los malos.
    Ahora, como hombre de números creo que no se pueden montar empresas para perder dinero, aunque sea en cultura, hay que tratar de compaginar la obra cultural con un lucro razonable, es el único modo de que la empresa sea durable. En este aspecto quizá norteamérica sea un referente, pues hay multitud de fundaciones que no son totalmente altruistas, pues los donantes obtienen importantes ventajas fiscales.

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  3. Estoy de acuerdo, Antonio, en casi todas las cosas.
    El acuerdo no es total en que en la vida siempre ganan los malos o no hubiésemos llegado hasta el 2010 con las formas de vida que disfrutamos (por lo menos en unas partes de mundo) en este momento.(Tal vez solo ganan a corto plazo).

    Pero sí, siempre hay que estar peleando para no perderlas y no siempre nos complace la manera en que lo hacen nuestros líderes, sean políticos o de otra clase.

    También estoy de acuerdo en que los hombres de números, en las empresas que monten, uno de sus fines debe de ser la obtención de beneficios. Lo demás es un suicidio, lento o rápido pero suicidio.
    No conocía o conozco al empresario, luego lo que sigue carece de todo rigor. A veces, al hablar, utilizamos fórmulas de ¿cortesía?, las cuales pueden tener varias lecturas: la literal, pero también otras. Una posible pudiera ser, unos se reafirman personalmente a través por ejemplo de un coche de gama alta, un yate etc. otros elegimos otra forma, la mía, es ésta.

    Algunas veces discurrió como tema con Narciso que en el respeto a la actividad profesional entra o debería entrar(en los honorarios) el valor añadido que garantiza el seguir poder desarrollándola con garantía.
    Una formación continua, las renovaciones de material, la vida, exigen dinero.
    Cuando la persona ,¿intelectuales puros? , es poco práctica,(los hay así) tal vez deba acompañarse para el desarrollo de su profesión de otra ,¿auxiliar? que atienda estos temas...

    Totalmente de acuerdo con lo que dice o dices sobre las fundaciones en USA.

    isabel

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