jueves, 26 de julio de 2012

EL MITO DEL COMPROMISO DE CASPE (Antonio Envid)

-
-

AEM



El pasado junio hemos celebrado los aragoneses por todo lo alto el sexto centenario del llamado “Compromiso de Caspe”, ejemplo paradigmático de cómo arreglar los conflictos entre pueblos mediante negociaciones y pactos, sin acudir a las armas. En efecto, el Compromiso resolvió el peliagudo asunto de encontrar un heredero para la Corona de Aragón vacante por la muerte de nuestro Rey Martín I sin sucesión. Ahora bien, que la cosa se hiciera de forma tan civilizada y con tanta diplomacia y tacto es harina de otro costal. La realidad fue muy otra:

En primer lugar, no es cierto que Martín I el Humano muriera sin descendencia directa. El hijo de éste, el llamado Martín el Joven, Rey de Sicilia y sucesor en el Reino de Aragón por designio de su padre, tuvo dos hijos de sus dos sucesivos matrimonios, pero ambos murieron prematuramente, entonces Martín el Joven inició el proceso para legitimar a su hijo ilegítimo Fadrique, habido con la noble siciliana Tarsia Rizziana, pero antes de conseguirlo murió. El abuelo, Martín I, prosiguió con el proceso ante el Papa Benedicto XIII, pero también falleció antes de resolverse el asunto. Luego, había una clara voluntad real, que el heredero fuera don Fadrique de Aragón, nieto del Rey, conde de Luna y señor de Segorbe.

En segundo lugar, no es cierto que el “compromiso” evitara una guerra civil que ensangrentara las tierras de la Corona de Aragón. Guerra la hubo, por una parte el conde de Urgell Jaime II, pretendiente a la corona, no aceptó el resultado de estas negociaciones y se rebeló contra el proclamado rey Fernando I de Trastamara, llamando en su apoyo a tropas inglesas y gasconas. Por otra parte, tampoco don Fadrique aceptó la decisión y también luchó contra Fernando I. Lo que pasa es que ambos fueron vencidos y olvidados por la Historia (como ocurre siempre).

De tacto y política, nada de nada, ganó el más poderoso de los pretendientes, Enrique que era regente de Castilla y tenía a su disposición las tropas y bienes de ese reino. Chanchullos, componendas, promesas de prebendas, arrimarse al sol que más calentaba…. Especial fue la intervención de San Vicente Ferrer, un santo chaqueterillo y arribista que había gozado del favor del rey Martín a quien traicionó hurtándole su voluntad en favor del Trastamara, que ofrecía más futuro; lo mismo haría, andando el tiempo, con su gran protector el Papa Luna, cuando declinaba su mitra.

¿Entonces, porqué se presenta como el gran pacto político, asombro de la Historia y ejemplo permanente? Pues, sencillamente, porque fue el primer paso para la paulatina absorción por Castilla de los territorios de la vieja Corona de Aragón, y así convenía para reforzar la legitimidad de los Trastamara y luego de los Austrias, y quien paga, manda, hasta en la Historia, amén de que a los aragoneses nos halaga aparecer como un pueblo conciliador, civilizado y democrático, de lo cual tengo bastantes dudas.


Antonio Envid  

3 comentarios:

  1. Estoy completamente de acuerdo con lo que dice. Lo corroboro por mis recientes investigaciones para escribir la novela "El laberinto, 1412, Compromiso de Caspe", publicada por Vicent García Editores.
    Un saludo, Sony Grau i Carbonell

    ResponderEliminar
  2. He pedido la novela que leeré con interés. La materia es muy propia para ser novelada y algunos de los que intervinieron en este asunto son carácteres muy interesantes: el propio Martín, Jaime II de Urgel y sobre todo su madre, Antón de Luna, Vicente Ferrer que predicaba en valenciano y lo entendían los franceses y los italianos, y el inefable Benedicto XIII

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, don Antonio, materia propia para ser novelada. Mas, ¿no se ha tratado siempre como una novela? Que no digo que las cosas sean como yo la veo pero mi novela en extracto mi novela -entiendase por opinión pues no llego a mas ni tengo mucho interés en ello- es la siguiente: La cosa se inicia con una pugna en si Aragón debería ser cola de león (Castilla) o cabeza de ratón (conde de Barcelona). Ganaron los últimos y ahí entra Ramón Berenguer que le viene que ni al pelo. El Compromiso de Caspe se repita el asunto pero gana la posición contraria, de ahí la pataleta del Sr. de Urgell.
      Errores o aciertos de la Historia que han marcado, en exceso, el ánimo de muchos. Materia propia de la psiquiatría mas que otra cosa ¡Que estupidez! ¿no?

      La Conchaparis

      Eliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...