lunes, 2 de septiembre de 2013

MERODEANDO A... LA ZAPATERÍA DEL AMOR (Narciso de Alfonso)



El fotógrafo de la vida y de la muerte no ha tenido piedad y nos ha dejado abierta una ventana impúdica delante de la zapatería del amor, donde todos los zapatos son huérfanos de pareja y de pieses, y tal vez por eso sienten el frío falso de la soledad, añadido al frío real del frío, y se amontonan para darse calor como si no estuvieran muertos.

Es la zapatería de Auschwitz-Birkenau, ante la que uno debería callarse para siempre, o andar de rodillas todo lo que le quedara de vida, o sumergirse ahí, en el montón de zapatos, y arrancarse el pelo o comerse las orejas propias y ajenas, o vestirse de saco y de ceniza en una penitencia definitiva.

Es la tienda de las últimas rebajas, de los saldos funerales, no hay manera de encontrar dos zapatos ni siquiera parecidos: después de pasarse una hora buscando entre la muerte y tanto cuero loco, se acaba saliendo con una chancleta en un pie y una bota en el otro, las dos pequeñas de talla y las dos del pie siniestro, que además abollan el empeine, como les pasaba con el zapato de cristal a las hermanastras malas de Cenicienta.

Hay que quedarse en estos zapatos, con estos zapatos, mucho rato, muchas vidas, en esta zapatería de los altos hornos de Loewe, para no olvidar nada, para impedir que la imaginación nos lleve más allá: hay que ponerse las piernas de madera, las patas de palo para clavarse en la tierra y, riendo como una hiena, obligar a la vieja que ya está desnuda y azul de frío a que se quite las sandalias Armani de cuero trenzado en rojo y negro para que la nieve bonita le haga cosquillas en los talones mientras se le come los dedos de los pies a gangrenazos, y como parece contenta de frío, pedirle que nos baile la última muñeira de su vida, a la pata coja y levantándose hasta la barbilla las tetas, que las tiene como baberos de babear.

Hay que quedarse muchas horas en la zapatería del amor, hasta que nos salgan suelas en los labios, hasta que vuelva la tormenta que nos llama padre y que llora en su delantal como una camarera, hasta que suba el nivel del mar que no existe y se lleve el rebaño de zapatos a las playas del Caribe, donde podrán andar descalzos y pisar la arena tibia, la arena blanca, la espuma larga de las olas.



Narciso de Alfonso
El Merodeador, IV



31 comentarios:

  1. Demasiado crudo. Demasiado bello.

    Ángel

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  2. Demasiado crudo...demasiado cruel : No ! Demasiado ligero = solo una falta de respecto a los 6 millones de muertos en los campos de la muerte y con eso no se puede hacer un ejercicio de escritura, de juego de palabra.
    El mal absoluto no puede ser bello ni ser telón o tela de fondo de una (re)creación literaria...
    Mesclar Loewe, Armani y Cenicienta y las hienas y formulas literarias como "hasta la barbilla las tetas, que las tiene como baberos de babear" me parece otra barbaridad...
    Ahora si no entiendo la "libertad del creador", o me he equivocado : lo asumo..Me gusta jugar...pero con Auschwitz nunca se puede jugar

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    Respuestas
    1. No he podido contestar antes por causas domésticas.

      No estoy de acuerdo en que haya frivolidad, sino todo lo contrario. Ponernos esos zapatos un momento, lo que dura el texto, para darnos cuenta de a lo que puede llegar el ser humano a causar sufrimiento irracional, que es el peor. El que no se explica uno.
      El que por más que uno se mire, no deja de preguntarse qué habré hecho yo, para acabar así. El que necesita una explicación lógica que no hay.

      Yo creo que el autor ha querido que el lector pase página, pero leyéndola.


      Un saludo a todos

      Ángel

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    2. Sin querer ser cruel...sé que entre los cincuenta y los sesenta, se toma uno las cosas muy a pecho...y que no hace caso ni a los de más de sesenta y menos a los de menos de cincuenta.

      Debe ser una edad difícil de narices donde uno no acepta consejos de nadie. Pero apelando a mi propio sufrimiento también, sólo quiero que sepáis que os entiendo y comprendo. Que uno tiene que definirse. Y deseo vuestra pronta paz interior antes de sobrepasar esta difícil edad en la que estáis.

      Un saludo a todos

      Ángel

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    3. Bernardo, creo que has debido leer de forma rápida. No digo que hayas leido como lo hago yo con frecuencia, en diagonal, pero algo ha fallado.

      No estaba entendiendo nada y he vuelto a leer el merodeo. La segunda lectura, independientemente del valor literario incuestionable para mi, desgajando y separando este aspecto lo que yo veo ahí es un grandísimo respeto hacia las víctimas, dolor y repulsa si me apura.

      La verdad, no termino de comprender que provocar una interpretación distinta a la que yo saqué en un principio y en la segunda lectura.

      Con todo el afecto.

      La Conchaparis

      Eliminar
  3. .
    .
    Así me gusta, Belga, que protestes con fuerza.

    Pero yo no juego con las palabras ni hago ejercicios de

    escritura: por eso puedo escribir sobre el sufrimiento ajeno,

    me asiste el derecho moral de mi propio sufrimiento tanto

    en el ejercicio de la escritura como en todo lo que me he jugado

    y me estoy jugando para escribir.


    No es el mal absoluto, Belga: los nazis, incluso los de las ss, eran

    humanos, aunque te pese. Y si no puedes sentir en lo más hondo

    de ti mismo que, en determinadas circunstancias extremas, podrías

    matar gratuitamente, con saña, a niños indefensos, como ellos, algo falla

    en tu concepto de lo humano -y de ti mismo-.


    No hay ni una sola palabra de frivolidad, lo siento. Piensa

    en loewe o en armani: puedes cogerlo de dos maneras, por lo

    menos: como puro contraste entre la mayor miseria y el máximo

    lujo de la humanidad -de la misma humanidad- o, como dices tú,

    tal vez: ¿por qué armani, loewe o incluso los cuentos para niños

    si aquello fue tan grave, si fue tan absoluto y definitivo que te impide

    tolerar que yo escriba sobre ello?


    Y las viejas tienen las tetas planas como baberos y saltaban para

    bailar -supongo que ya estabas por aquí cuando nos metimos a fondo

    con Celan y su tango de la muerte. La figura será literaria, pero las

    viejas bailaban al son de una orquesta… desnudas hasta reventar de

    frío o agotamiento.


    No es ninguna libertad de creador, ¿dónde está la libertad? es al contrario:

    pura obediencia a lo que pasó, a lo que sigue pasando, a lo que seguirá

    pasando.


    Con todo, si tengo que explicártelo, mal asunto: algo -en el merodeo,

    en mi lado- falla. No he podido llegarte con mis palabras al horror

    que enloquece a cualquiera, insoportable… pero no absoluto, ni inhumano.


    No sé, no lo sé, Belga.


    Un saludo. Siento haberte ofendido o escandalizado, eso no se puede

    hacer con nadie.


    Narciso


    .

    ResponderEliminar
  4. Narciso,
    Gracias por tu respuesta, tan pronta...
    A mi me cuesta entender y contestar...verba volant, scriba manent...no tengo tu fluidez (quien la tiene ?) para escribir...Solo te digo que me ha impactado mucho la "solución final" y esa época de la segunda guerra mundial...aunque no la he padecido en mi familia...Tu repuesta contiene otras matices que merecen (a mi juicio...solo para entenderlos) otros comentarios...

    ps : nadie tiene que justificarse : no me (intuitu personae) has ofendido o escandalizado
    a + otro comentario

    Un abrazo

    Bernardo
    Belga

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  5. Sinceramente, yo no veo ninguna broma. Yo ve un grito desgarrador de impotencia. Y me impacta tanto como la poesía de Celan: Quizá más, porque esta es más clara y está en mi idioma directamente surgida de la pluma del autor. (quizá porque lo que nos llega de Celan son traducciones intraducibles):

    Hay que quedarse en estos zapatos, con estos zapatos, mucho rato, muchas vidas, en esta zapatería de los altos hornos de Loewe, para no olvidar nada.

    ¿Y el último párrafo?

    Hay que quedarse muchas horas en la zapatería del amor, hasta que nos salgan suelas en los labios, hasta que vuelva la tormenta que nos llama padre y que llora en su delantal como una camarera, hasta que suba el nivel del mar que no existe y se lleve el rebaño de zapatos a las playas del Caribe, donde podrán andar descalzos y pisar la arena tibia, la arena blanca, la espuma larga de las olas.

    Sencillamente: un brutal grito, sin necesidad del mínimo decibelio.

    Gracias a Narciso y gracias a ti, Bernardo, que nos haces pensar.

    ResponderEliminar
  6. .
    .
    Como no lo había pensado antes, sólo ahora

    me aparecen sentidos o explicaciones de un texto

    quizá despiadado.

    La cosa, como la expresa el Belga, viene a indicar que

    el llamado Holocausto es un símbolo del mal absoluto,

    de hasta dónde podemos llegar (pero, como dice el Maestro

    Gotor: nunca se toca fondo); quizá un grito de basta ya,

    de nunca más y todo eso que uno -yo, en este caso-, sin

    duda respeta, pero que no se cree.


    Después de la promesa implícita -o explícita- de que

    con el Holocausto se acabaron para la Humanidad ciertos

    grados de horror, las cosas han seguido: sospecho que

    somos tan cínicos que hasta tenemos la curiosidad de

    saber si se podría llegar más allá, más lejos todavía.


    Lo que creo que nos horroriza es que los nazis hicieron

    compatible en su vida diaria el asesinato brutal por la

    mañana -en el tiempo del trabajo de matar y quemar-con

    la comida del mediodía con sus hijos rubios.


    Esa disociación o escisión de la conciencia -que está

    al alcance de cualquier ser humano- es, tal vez, uno

    de los elementos del horror: yo pude ser ese: y entonces:

    yo puedo ser ese, o, algún día, quizá tendré que ser ese:

    el mal -que parece absoluto- no estaba en los nazis:

    está en todos.


    ¿Lo va a parar alguien, o nunca llegaremos al fondo, porque

    no lo hay?


    Mmmmmm


    Un saludo

    Narciso


    .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola,

      Hace un par de meses vi un documental sobre Eva Braun, donde se intercalaban imágenes en color, filmadas desde las mansiones de los Alpes. Los hijos de los gerifaltes nazis correteaban por los jardines, mientras los padres charlaban en la terraza, de pie o en butacones, degustando vinos y viandas. Unos vestían de forma casual y otros de uniforme, y recibían cada nueva aparición con educados saludos y efusiones. Gracias a la imágenes en color percibí lo que me negaba el blanco y negro, la familiaridad de aquellas escenas. Y se parecían a nosotros.

      Iribarren

      Eliminar
  7. .
    .
    Belga, coño, te hemos dedicado un poema,

    y, claro, hemos puesto la dedicatoria al pie,

    para que quede constancia pública.


    http://balconcillos.com/wp/?p=810


    Gracias

    Narciso

    .

    ResponderEliminar
  8. .
    .
    ¿y si concretas un poco, Ángel?

    He leído tu último mensaje sobre los zapatos y hablabas

    de que estaba escrito para pasar por él como sobre ascuas,

    dejándolo inmediatamente atrás, cuando lo único que se

    repite es que hay que quedarse muchas vidas con los

    zapatos para no olvidarlos… si tú puedes ir por libre

    en tus comentarios -lo que es un deber, seguir tu criterio-,

    los demás podemos dejar de comentarlos, sobre todo si no se

    atienen a los presupuestos mínimos -del merodeo, en este caso-.

    No sé cómo sonará esto, pero te lo digo como si te dijera

    si quieres un café o dar una vuelta, sin la mínima acidez. Me

    parece.

    Un saludo cordial

    Gracias

    Narciso

    PD. Entre los 50 y los 60

    es una buena y hermosa generalización,

    que hace justicia con los que estamos

    en esa extraña banda de edad.


    .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me refería a que se pasa por ascuas...

      Me refiero a que usted, en su tónica, ha sido un poco más compasivo que el fotógrafo, que no ha tenido piedad.

      La cuestión es que uno se asoma al texto y se le ponen los pelos de punta y claro...uno se quita enseguida de allí, de ese pozo que se acaba de abrir en la vida que mira diréctamente a la realidad.

      Y claro, es bello y atrae pero mata mucho. Es un texto para matarse lo que uno quiera. Para mi...

      Ángel

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    2. Debe ser como cuando uno entra al agua fría. Que le pincha, y quiere entrar, pero no.
      Aunque el médico le ha dicho que es bueno para su salud. Pero él no lo hace, claro.

      En esas situaciones, a lo mejor alguno deseaba tener la culpa de algo, para entender un poco, aunque fuese un motivo lógico para el asesino y morir con explicaciones. No así. No así.



      Ángel

      Eliminar
    3. En una palabra...morir con honra, por lo menos.


      Ángel

      Eliminar
  9. Gracias...
    Pero Celan ha sido victima de Holocausto : le da crédito y respecto : seguimos jugando ?...

    nb : el uso del plural (te hemos...) es representante de un grupo o es que tu eres nosotros?

    Gracias

    Belga




    ResponderEliminar
  10. Hola, ni siquiera soy capaz de leer entera la entrada de Narciso. Ni siquiera esta guerra en la que existió un bando claramente bueno, otro malo, y unas víctimas absolutamente ajenas a ambos, que no fueron asesinadas por pertenecer a ninguno, es capaz de sacarme de la cabeza que somos peones en un tablero de ajedrez. Nuestra naturaleza admite una dualidad inimaginable desde este lado de la visión del mundo. Y existe el Bien y el Mal y juegan con nosotros.

    Si que juegan con nosotros. Nos echamos las manos a la cabeza, con razón, por aquella guerra, pero no tanto por lo que pasa en Siria. Allí, vemos niños muertos en hileras, algunos con su chupete puesto,y se nos rompe algo por dentro pero seguimos con nuestra vida, más tristes, pero seguimos. Están muy lejos, es un asunto que supera a unas personas individualmente, es horror, es maldad desbocada.

    Aquí, en Europa, ese horror es doméstico, creemos que está controlado porque nos conviene creerlo.

    En resumen: sólo nos horroriza lo que no está a nuestro alcance solucionar, bien porque ya sucedió, bien porque está lejos.

    Me consuela saber que en medio de todo esto, existen y existieron personas que no se conformaron ni se conforman con el bando que les había y les ha tocado, y fueron capaces y lo son de no apoltronarse en el bando que les ha tocado. La heroicidad consiste es esa subversión ante algo que nos sitúa en la parte cómoda de la vida. Son esas personas que se arriesgaron y se arriesgan. Las que hacen algo para que algo cambie.

    Pero ninguno de esos somos nosotros. Yo desde luego no lo soy y me avergüenzo de ello.

    Vladimira

    ResponderEliminar
  11. Sabias palabras, Vladimira:
    "sólo nos horroriza lo que no está a nuestro alcance solucionar, bien porque ya sucedió, bien porque está lejos".

    Sin embargo, el bando... claramente bueno había machacado al perdedor pueblo alemán tras la primera guerra mundial, prácticamente matándolo de hambre. Keynes ("Las consecuencias económicas de la paz")y alguno más lo advirtieron, pero los vencedores, pensando sólo en los votos (ya "cuando entonces" pensaban sólo en eso) no les dejaron salida. Y, claro se creó el caldo de cultivo para un "nacionalismo" (je, parecido a los de los señoritos vascos y catalanes). Nada justifica la barbarie, por supuesto. Pero USA, Francia y Reino Unido no fueron un bando al que pueda calificarse de "bueno". Claro que en el país de los tuertos, ya se sabe.
    De todos modos cada tipo o tipa que no respeta un paso de cebra coaccionando así al puntualmente indefenso peatón, descubre de alguna forma el dictador que todos llevamos dentro, pero que no podemos ejercer por eso... porque no podemos, por falta de poder.
    En general, todos somos muy buenos... hasta que dejamos de serlo.

    ResponderEliminar
  12. A mi me ha gustado mucho también el comentario de Vladimira.
    "Creemos que está controlado porque nos conviene creerlo ".

    Madre mia, qué hienas...muy interesante lo que ha comentado Servando. Da la sensación de que son comportamientos aprendidos que se implementan también a pequeña escala. Es increíble.

    Gracias por las explicaciones a todos.

    Ángel

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sé que hay estudios de psicólogía sobre los Israelitas, referentes al sufrimiento. Hay trabajos muy buenos al respecto. Son los más sabios en ese sentido. Me lo comentó una vez un amigo psicólogo.

      Me gustaría leer algo al respecto, tengo que buscarlo a ver si lo encuentro.

      Ángel

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    2. Ángel, en mi libro "Crisis, nunca pasa nada", hablo de uno de esos libros, que me pareció interesante (tienes la referencia en el blog lecturas hispánicas, que lo acabo de borrar).
      El libro se titula "El hombre en busca de sentido" y su autor es Viktor Frankl (psiquiatra judío que lo escribió y que estuvo en los peores campos nazis), lo tienes gratis, cómo no, aquí:

      http://papyrefb2.net/frames/index.php

      Eliminar
    3. No sé cómo haces para llegar siempre a tiempo...

      Gracias Servando...me lo empollaré todo.

      Una abrazo

      Ángel

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    4. Servando, no me acordaba de su nombre, pero lo tenía localizado. Es el autor del término resiliencia.

      Creo que el último nivel de la resiliencia es la creatividad.
      Me lo leeré todo...no ha visto nada de él en profundidad.

      Gracias Servando


      Ángel

      Eliminar
    5. Bueno, Ángel, un placer haber acertado.
      Un abrazo.

      Eliminar
  13. .
    .
    Belga: no te conozco el sentido del humor:

    Celan respeta el holocausto, y servidora también ¿?

    y 2) yo soy uno y hablo en singular, cuando digo

    nosotros es que somos nosotros.


    Cuando alguien tenga un detalle contigo -sobre todo

    si es español 8-) no le agredas encima… o sí, claro,

    puedes hacer lo que quieras, pero no esperes

    otro detalle.

    Gracias

    Narciso


    .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Entonces, gracias a vosotros...No espero ningun detalle sinos que el respecto que se debe a cualquier interlocutor aunque no comparte sus opioniones...Por respecto a los otros, voy a dejar ese tema...Me perdonarais mi falta de sentido del humor (y muchas otras cosas mas)
      Un cordial agradecimiento a "vosotros"...
      PD : Celan es una victima del Holocausto al" servidora" no se !

      (el)Belga...Bernardo para los que quieren

      Eliminar
    2. Bernado, eres el mejor de los extranjeros. Tienes que montar un taller de Español para extranjeros, como yo.

      Es por cuestiones sociales solamente, en mi caso...no vaya a ser que algún invidente me pregunte y por no saber español de españa, le atropelle un camión.


      Ángel

      Eliminar
  14. .
    .
    Belga: yo también dejo el asunto, pero me temo

    que te lo has montado tu solito: yo soy médico

    y el sufrimiento humano es sagrado para mí.

    No hay más. Cualquier interpretación que hayas

    hecho sobre mi texto sobre el holocausto judío

    que no tenga en cuenta que el sufrimiento es

    sagrado, no sólo está equivocada sino que me ofende

    profundamente. Por favor, no vuelvas a dudar, ni bromeando,

    acerca de si yo juego o frivolizo con el dolor humano.


    Me parece un despropósito -sin finalidad- que cuestiones

    mi plural en la dedicatoria y que preguntes que si hablo en

    plural mayestático.


    Hasta otra.



    Narciso

    .


    ResponderEliminar
  15. Esto es demasiado profundamente verdad y me entristece bastante que no se vea, claro. De claramente.

    Soy testigo directo.

    Sip



    Ángel (Cuervo)

    ResponderEliminar
  16. No me gusta meterme donde no me llaman pero es que desde fuera se ve claramente que ha habido un malentendido con el tono del merodeo de Narciso. Lo acabo de leer y me temo que lo que te ha ofendido tanto, -a tus sentidos, digo- es esa forma cruda de contarlo. Cruda, sin aditivos. Pero Bernardo, tienes que leer todo, también cuando dice:

    "Es la zapatería de Auschwitz-Birkenau, ante la que uno debería callarse para siempre, o andar de rodillas todo lo que le quedara de vida, o sumergirse ahí, en el montón de zapatos, y arrancarse el pelo o comerse las orejas propias y ajenas, o vestirse de saco y de ceniza en una penitencia definitiva".

    Así que Narciso deja muy claro lo que siente ante este hecho, otra cosa es que tú no compartas la manera descarnada de expresión. Descarnada y que la consideras incompatible con el respeto.

    Pero supongo que hablas únicamente de la expresión no? porque deja bastante claro todo lo demás.

    Bueno, ya me he metido donde no me llaman.

    Vladimira


    ResponderEliminar
  17. Bernardo, no cedas a ese impulso de protección mal entendido. Simplemente hay personas que se expresan de formas que tú nunca usarías. Simplemente es eso.
    Eres una persona capaz de comprenderlo.

    Vladimira

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