domingo, 15 de mayo de 2011

EN LA TRASNOCHADA 49 (María Jesús Mayoral)

MJM

En Villamayor de Gállego, 13 de mayo de 2011
En la trasnochada, hora de reflexión o de ensueño, me quedo con lo que he leído esta mañana en la revista italiana Espresso. No hace mucho, Antonio Envid escribió en este blog sobre el opúsculo de Stéphane Hessel; antiguo miembro de la Resistencia que a la edad de 93 años ha publicado ¡Indignaos! Librito que ha causado furor en Francia y que en mi opinión no es para tanto. Ahora otro nonagenario -también en Francia- se acaba de subir al mismo carro, se trata de Edgar Morin. En la entrevista que le hacían en el semanario italiano, el titular rezaba así: Cómo rebelarse hoy. Yo me pregunto: ¿Se vende bien esta moda, este intento de abrir los ojos a los jóvenes? Pero en realidad quiénes compran estos libros, ¿los jóvenes?
Soy desconfiada por naturaleza y no me creo nada, me gusta ir más allá y en mi peregrinaje mental por las estrellas, por suerte o por desgracia, acierto en mis vaticinios sin ser adivina. Cómo me voy a creer que a estos dos viejecitos –en el sentido más cariñoso de la palabra y con todo respeto- de noventa años se les haya ocurrido hacer un llamamiento a los jóvenes para que se rebelen. Esta llamada al abrimiento de ojos, al despertar de los jóvenes, va encaminado a la venta de libros ahora que han bajado. Está claro que han encontrado un filón con esta novedad y a partir de ahora proliferaran este tipo de lecturas como las setas. Alguno dirá que el éxito del opúsculo de Hessel ha sido casual, que no estaba previsto. En estos tiempos que corren las ventas nunca son casuales. De hecho en España se ha hecho con el librito una editorial que a mí no me merece ningún respeto, y que para vender más y mejor le ha hecho el prólogo José Luis Sampedro. Aprovecho para decir que este opúsculo lo podéis leer en Internet.
La entrevista de Morin concedida a Espresso me ha parecido un cantar de sutilezas. Por ejemplo él prefiere hablar de metamorfosis y no de revolución, apuesta por una agricultura ecológica como salvación, contempla nuestra barbarie contemporánea en la tecno-economía y afirma que Europa está en plena regresión… Me he quedado con una de esas frases lapidarias que quedan bien sin decir nada: En la historia el bien a menudo ha sido causa del mal. Lo cierto es que estos dos nonagenarios de renombre, catapultándose desde Francia -cuna de revoluciones- y a cuenta de la globalización, han creado un fenómeno de ventas con pocas aportaciones al lector. En mi opinión, claro.
Los jóvenes no podrían ni sabrían rebelarse, al menos de momento. Tanto Hessel como Morin deberían haber escrito un manual para padres donde dieran las directrices para adoctrinar a los hijos ante la que se les va a venir encima; y como consecuencia la que se nos va a venir a los demás. Porque desde luego habrá violencia, de eso no me cabe la menor duda; de hecho los adolescentes la emplean a menudo en los institutos: estoy hablando de una realidad social. Realidad de la que no hablan ni Hessel ni Morin, entre otras cosas por razones de edad y posición. En mi opinión no se pueden hacer comparaciones históricas, me refiero a comparar el presente con la Resistencia o el poder financiero con el fascismo. Todo eso es pura teoría, una bonita declaración de intenciones y poco más. Para indignarse, para rebelarse o bien para sufrir una metamorfosis, debe haber una base; una base que no existe: el pensamiento y la conciencia. Y a falta de esa base el paso inevitable de los jóvenes será la acción.
Por otra parte el fascismo y el comunismo cayeron por su propio peso y no a consecuencia de una minoría rebelde. Ahora estamos hablando de otra cosa, estamos hablando de una mayoría insatisfecha con un futuro incierto, al mando está la globalización más despiadada. El enemigo es difícil de localizar –dice Hessel. No estoy de acuerdo con Hessel. El enemigo es un viejo conocido de todos, sabemos qué hacer para derrocarlo sin violencia y contamos con los medios para hacerlo, o mejor dicho, para no hacerlo. ¿Qué hace falta? Conciencia y decisión. Pero el paso no se dará porque estamos practicando la teoría del sálvese quien pueda, empezando por los defensores de los obreros. Todos los días en la plaza más bonita de Zaragoza, camino del trabajo, veo a un sindicalista sentado en un banco fumándose tranquilamente un puro mientras lee el periódico; supongo que después se irá echar un café y luego se dará una vuelta por el sindicato. Esto pasa cotidianamente en un país con una tasa de casi cinco millones de parados. ¡Indignaos!




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Foto.- Costa de Normandía lugar donde se efectuó el desembarco en la Segunda Guerra Mundial.

3 comentarios:

  1. El día que cayó el muro de Berlín, me dije: ahora que ha desparecido el fantoche del comunismo ¿qué nos librará del capitalimo salvaje?
    Los fascismos no surgieron de la noche a la mañana, se fue creando el caldo de cultivo durante los "feclices" veinte y cuando todo estaba preparado, surgieron con total naturalidad. Para lo que no tengo una clara explicación es porqué cayeron, cuando Europa era mayoritariamente fascista (no solo Alemania e Italia, especialmente Francia, Checoslovaquia, había fuertes movimientos fascistas en Inglaterra y en EE. UU. y desde luego España)
    Creo, y lo he dicho en este blogg, que se están poniendo los cimientos en Europa para un resurgir, lento pero decicido, de neofascismos. Salvo que haya un cambio de rumbo.
    Veo en el agudo análisis de Maria Jesús bastante fatalismo, lo que tiene que suceder sucederá, desgraciadamente suele ser así, pero cuando se tienen suficientes años para hacer balances quizá descubramos con sorpresa que no siempre se cumple este aserto, que hay lugar a la utopía,a veces ocurre lo que no podía ocurir.
    Un ejemplo: ¿porqué una parte de occidente reaccionó contra el exitoso e imparable nazismo y lo derribó? Yo no me lo he explicado satisfactoriamente, salvo por una reacción regeneracionista y humanitaria. Hay lugar a la esperanza y hay que depositarla en los jóvenes.
    Antonio.

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  2. Mi naturaleza es guerrera y aunque por edad he dejado ya aparcadas la espada y el casco, ya que me resultaban pesados; me he pasado a las flechas y el arco. Yo soy partidaria de la acción cuando todo se para.

    La historia se compone de ciclos, de períodos florecientes y decadentes, siempre ha sido así. En la actualidad estamos en decadencia y se ve claramente en todos los ámbitos. ¿Dónde están los pensadores? ¿La buena literatura? ¿El arte con mayúsculas? Ahora, salvo excepciones resulta todo muy ramplón. El fascismo cayó porque cayó en una degeneración tal que les abocó al fracaso, después ocurre el efecto dominó: cae uno y caen todos.

    Los jóvenes. Desde luego son una esperanza, pero una esperanza a medias: los hay muy bien preparados y los hay con una mente blanca, que salvo la marca de las deportivas y la telefonía móvil, del resto no quieren saber nada. El pueblo se tirará a la calle en cuanto no pueda comer y ya comienza a faltar. A mi pueblo llega mucha gente pidiendo comida, este síntoma es muy malo.

    María Jesús

    María Jesús.

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  3. Los jóvenes no podrían ni sabrían rebelarse, al menos de momento. Eso he dicho y me he equivocado. Pero el Movimiento del 15-M es más una convocatoria de las redes sociales que una rebelión.

    María Jesús

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