lunes, 30 de mayo de 2011

EN LA TRASNOCHADA 50 (María Jesús Mayoral)



 



En Villamayor de Gállego, 29 de mayo de 2011

En esta trasnochada viendo el correo diario me encuentro con una foto de Richard Gere enfundado en un esmoquin con una rosa en la mano. No pasa semana sin que me llegue esta foto, por supuesto, enviada por alguna amiga. No me gustan los hombres que regalan flores, me mosquean. Las flores suelen tapar mucho y encubrir más. Compañeros de trabajo y amigos cuando le hacían una faena a su amiga, novia o esposa, seguidamente le mandaban un ramo o un centro de flores. A veces me decían: La tengo muy cabreada, pero esto lo soluciono con un ramo de flores y se le pasa. Por otra parte, y es un hecho, los hombres casados cuando quieren alguna aventura son los que más flores regalan: tanto a la esposa como a la que quieren conseguir. Y es que las flores adulan o encubren, por eso no me gusta que los hombres me regalen flores.

La foto que he mencionado de Richard Gere corresponde a la película ¿Bailamos? La protagonista femenina es Jennifer López. El tema central de la película es un clásico: señor aburrido de vida rutinaria busca aventura fuera de casa. Las sinopsis que he podido leer en la Red apostillan que está enamorado de su mujer, pero que llevar una vida tan perfecta le cansa. En cierta ocasión, un jefe y vividor nato me afirmó sin dar lugar a más comentarios: Cuando un hombre casado busca fuera de casa es porque lo que tiene en casa no le gusta. Pero volviendo a la película, yo vi otra cosa en ¿Bailamos? Nada que ver con las sinopsis que he leído en Internet. Ví a un Richard Gere soso en busca emociones, tal vez perdidas. Como casi siempre sucede en la vida real, este señor aburrido se fija en una pobre chica, preferentemente joven, guapa y con temperamento. Temperamento que apasiona, pero que da el suficientemente miedo como para no rematar faena. Y a la que sí ví en su punto es a Jennifer López, en su papel de mujer torre inamovible que sabe cuál es su origen y las intenciones del sosísimo Richard Gere. Ella establece desde el principio que él pertenece a una casta superior y que esa relación sólo es un pasatiempo ocasional.

¿Bailamos? Es una película floja, apta para una lluviosa tarde de domingo. A mí las pasteladas no me van y si son americanas, menos todavía. El final estaba cantado, el señor soso se queda con su maravillosa mujer y para poner broche final a su amor; él se presenta en el trabajo con una rosa roja en la mano. Esta escena de Richard Gere subiendo las escaleras mecánicas, enfundado en un esmoquin y con una rosa en la mano, es la que hace suspirar al personal femenino. Está claro que es una película y que la vida real es otra cosa. En condiciones normales ningún hombre hace eso: presentarse de esa guisa en el trabajo de su mujer para llevarle una rosa. Que te lleven flores al trabajo no deja de ser un cachondeo en la sección de turno. Que le pregunten a mi amiga y compañera de trabajo la juerga que se llevó a mi costa cuando en aquellos largos pasillos, llenos de puertas, apareció por lo militar un compañero con rosas blancas recién cortadas de su jardín para regalármelas. Aún nos estamos riendo las dos. ¡Qué malas somos las mujeres! No obstante mi amiga ya le había advertido el peligro que corría al hacer una cosa semejante. Él afirmó que sólo quería traerme unas flores y nada más.

Y es que mejor que flores, perfumes o brillantes; yo, que soy una romántica a ratos, prefiero una carta de esas que a mí me gustan.

Le voy a dejar a Servando la dirección del vídeo de la película ¿Bailamos? Donde se marcan Richard y Jennifer un tango en condiciones. Está claro que la que domina es ella. Vamos, que es mucha mujer para Richard.


4 comentarios:

  1. Di que sí, Maria Jesús, a que fin regalar flores con lo bonitos que son los diamantes, si no escuchad a Marilyn Monroe en "Los caballeros las prefieren rubias" cuando canta esa deliciosa canción "Diamonds are a girl´s best fiends"
    http://www.youtube.com/watch?v=PluRW3_FEt0
    en la que con su escasa pero bonita y acariciadora voz lo deja bien claro.
    Por cierto que esa canción sería suficiente para desmontar el mito de que Marilyn no tenía otro talento que su atracción sexual (que también)
    En cuanto a lo del Gere, es algo más que sosísimo, en mi pueblo lo llamarían un pichafría, eso sin entender mucho de qué consideran las mujeres como atractivo masculino, que vaya usted a saber.
    Antonio.

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  2. Lo que pasa con Gere es que antes de hacer el soso hizo Oficial y Caballero. Tampoco es que estuviera estupendo pero al menos era joven y fresco. Después de acartonó y quiso ir de "maduro atractivo"...

    Vive de las rentas de esa película para público adolescente del tipo de Top Gun.

    Salud!

    Vlad

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  3. A mí Richard Gere nunca me gustó, ni siquiera en Oficial y Caballero. Entra dentro de mi clasificación de hombres con mirada de topo. Todos estos actores son productos americanos, etiquetados para hacer papeles limitados.

    María Jesús

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  4. Antonio:
    La Monroe también era otro producto de factoría de Hollywood: su atractivo estaba en su mirada míope y en esa cabellera rubia de bote. Lo cierto es que todo esto unido a su cuerpo y a su apariencia de gatita mansa, toda ella, era un derroche de glamour simple ante cámara.

    En cuanto a los brillantes... Las flores no me van y los brillantes, tampoco. Puestos a regalar a lo grande, mejor una VISA potente. Me pasa una cosa, los mejores regalos son los que me hago yo.

    María Jesús

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