sábado, 27 de agosto de 2011

¿ANORMALES? (Truhán)

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Cuando alguien cree tener un defecto o anormalidad suele, actuar de alguna de las siguientes formas:

1º No reconocerlo como tal y vivir con naturalidad.
2º Reconocerlo y admitir que nadie es perfecto y, por tanto, vivir también con naturalidad.
3º Reconocerlo e intentar ocultarlo. Entonces ya no se vive con tanta naturalidad.
4º Reconocerlo y, para restarle peso o gravedad, decir que ese defecto lo tienen la mayoría de los mortales. Aquí la naturalidad brilla por su ausencia.

Existen otras formas de afrontar la situación pero resalto estas como las principales.

Las dos primeras son las más sanas por aproblemáticas: uno  se admite a sí mismo tal y como -con acierto o sin él- se ve.

En las dos segundas se parte de la no aceptación y, por tanto, resultan traumáticas o problemáticas.  Vivir ocultando ese supuesto defecto (e insisto en lo de “supuesto” porque a lo mejor el defecto no es tal defecto), vivir ocultándolo, insisto, es verdaderamente vivir un infierno o una pesadilla interior.  Reconocerlo para sí como defecto pero atribuirlo al común de los mortales -lo que es tanto como no admitirlo- supone añadir a ese infierno interno otro externo, de modo que no sólo te amargas tú sino que amargas a los demás. 

Aplíquese esto a los calvos, gordos, flacos, altos, bajos, sanos, enfermos, bizcos, miopes, hipermétropes, blancos, negros, morenos, pelirrojos, heterosexuales, homosexuales y metrosexuales -suponiendo que en tales casos estemos de verdad ante defectos o anormalidades- y saque cada cual sus conclusiones, atendidos los comportamientos apuntados.


Usted lo pase bien

Truhán


6 comentarios:

  1. Hay una actitud frente a los defectos que me sorpende: tengo conocidas que acuden al gimnasio a diario para mantenerse delgadas. Pero cuando hablan con otras personas dicen que no hacen nada especial para estar así. "comen de todo y les da pereza el gimnasio". Yo creo que tiene más mérito decir que te esfuerzas por mejorar. Cuando les pregunto por qué mienten me dicen que no tienen que contar su intimidad. Bien, pero que tampoco mientan. Creo que nuestra princesa Letizia se operó la nariz por motivos de salud. . .

    Salud!
    Vladimira

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  2. Vladimirita, por no hacer preguntas indiscretas -la indiscreción es algo que aborrezco- voy a hacer afirmaciones y tú te contestas.

    Estas amigas tuyas tienen una escasa formación académica o personal. Una cuestión tan sencilla como la que planteas -tiene mas mérito el esfuerzo y hay que presumir de ello- ni se les ocurre.
    La formación, académica o no académica, es lo que nos hace exquisitos. No se si lo sabrás pero es que "yo soy de Philadelphia" y ya se sabe...
    No hay cosa mas tremenda que la ordinariez. Y siempre sale. De ahí a la ausencia de moral -capacidad de actos nobles y rechazo de los ruines- va un pelo conejo. Al final, si no hay formación, en un despiste siempre sale este sustrato ruin y ordinario.
    Yo, como soy de Philadelphia, hay cosas que ni "jarta" de vino díría o haría -entre otras cosas, mis padres se revolverían en su tumba-
    Sé exquisita, como lo eres.

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  3. Admiro mucho la educación y a las personas exquisitas. El saber estar. El valor de ser coherente con uno mismo como dice Vladimira.

    Pero no puedo evitar sentir admiración también por las personas que son, en bruto.

    No se porqué de esta sensación, pero es así.
    Las personas originales hasta la médula, con sus defectos y sus virtudes, conscientes de ellos, me fascinan, lo mismo que vuestra exquisitez.

    Todo ser original me fascina igualmente.

    Ángel

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  4. Tienen formación académica pero no la utilizan, no trabajan y tienen mucho tiempo libre. Y ese es el problema. Yo creo que lo que no aceptan además de su metabolismo y su constitución física es el paso del tiempo. Admiran un canon de belleza natural que es en sí mismo una excepción.
    Respecto a la originalidad de la que habla Ángel yo creo que las personas originales lo son también porque son consecuentes con sus pensamientos. Su mente es original. Ésa es la verdadera originalidad y es consecuente. Ineludiblemente consecuente.
    Es sólo mi opinión, claro.
    Salud!
    Vladimira

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  5. La Srta. Exquisita de antes1 de septiembre de 2011, 1:12

    ¿Ves Vladimirita? Lo que yo te decía: tus amigas andan escasas de formación personal. No falla, o falta formación académica o personal. En otro caso hubieran concluido, como tú lo haces, que el esfuerzo y sacrificio para estar estupendas es un valor.

    La Srta. Exquisita de antes

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  6. Por cierto, Srta. Exquisita, me gusta muchísimo cómo maneja gramaticalmente el lenguaje escrito.

    Es una maravilla. Es relajante leerle.

    Angel

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