¡Siguiente! Verá, quiero montar una empresa, una asesoría, algo sencillo. Eso facilita las cosas, un negocio de actividades arriesgadas sería más complicado… ¿algún empleado? Dos, yo incluido. ¿Local? Nada, una oficinita. ¿En propiedad? Sí, supongo que será más fácil comprarla. No crea, los arrendamientos están muy chungos… bueno, le haré un esquema de los trámites: primero, a la Agencia Estatal Tributaria: inscripción censal, solicitud del CIF provisional, declaración de inicio de actividad, y alta en el Impuesto de Actividades Económicas. Vaya. Espere, espere, además deberá acudir al Centro de Gestión Catastral de su localidad, por lo de la oficina. ¡Hola! Necesitará también acercarse al Departamento de Economía, Hacienda y Empleo para la autoliquidación del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados. Ya. En la Dirección Provincial del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales le sellarán el Libro de Visitas, por los dos trabajadores. Qué suplicio. Un esquema, ya digo, y no voy a marearle con plazos y costes, eso lo irá descubriendo usted mismo, ah, por cierto, la escritura de constitución de la sociedad: eso en una Notaría, y luego al Registro Mercantil para inscribirla. Claro. Más: antes de la escritura de constitución necesitará una certificación negativa de denominación... y, por supuesto, si la oficina quiere comprarla como dice, eso también ha de pasar por Notaría, Ayuntamiento, Agencia Tributaria y Registro. Más pagos. Por supuesto: al Notario y al Registrador sus honorarios o aranceles; y al Ayuntamiento y a la Agencia Tributaria los impuestos (transmisiones e impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos)… y, antes de comprar, le recomiendo que vaya también al Registro para asegurarse de que no le dan gato por liebre; ¡ay, cómo añoro cuando se consultaban los libros del Registro en el acto y al completo…!, ahora vamos para atrás en beneficio de los registradores, te dan la información por cuentagotas y desde luego no en el acto, ni siquiera de un día para otro, ¡esto es avanzar! Pues qué bien, oiga, y así con quién coño vamos a competir. Con Sogüeto. ¿Con So-qué? So-güe-to. Pues ¿sabe qué?, desisto: “que inventen ellos”, me quedo en mi barricada. Eso dicen todos; por cierto, mera curiosidad, ¿a qué clase de asesoramiento pensaba dedicarse? Protección de datos. Gran futuro, fácil negocio. Eso parecía… ¿Querría música en la oficina? Pche. Es que yo le hubiera recomendado a un experto en negociaciones con la SGAE, imprescindible. En fin, adiós empresa… oiga y eso que tiene ahí detrás… ¿Dónde? Allí, tras el ventanal. Ah, una cámara de vídeo, estamos rodeados de cámaras, todo el país lo está. Cínicos, y con la política de protección de datos pretenden hacernos creer que defienden nuestra intimidad… en fin, qué locura montar una empresa: mejor morirse… y usted, ¿cómo consiguió esta ventanillita?, con una buena oposición, supongo. No, qué va, por el sindicato, entré precisamente por el ventanal de atrás, el de la cámara de vídeo… pero no se vaya tan triste, hombre, le conseguiré una subvención. ¿Para mi barricada?, no gracias, ya rechacé una en tiempos. No sea imbécil, tengo amigos en Cultura. ¿En Madrid, en el Ministerio? No. ¿En la consejería de la DGA? Tampoco. ¿En la de la Comarca, en el Ayuntamiento? No, hombre, en la Diputación Provincial. ¿Y eso cómo se tramita? Verá, conozco una asesoría que…, usted diga que va de mi parte y... Buen modelo de producción el nuestro, ya veo, y yo que creía que todo el problema estaba en el I+D+i. Tonterías. Lo que deberíamos de hacer es limpiar el patio: pocas leyes y buenas y luego eliminar trámites y privilegios. A mí no me mire así, que yo no tengo la culpa, eh. Sí, claro que la tiene, todos la tenemos. Bueno, ¿le interesa la subvención o no? No. Pues largo, ¡el siguiente!
(El Comarcal del Jiloca, 21/08/09)
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