domingo, 17 de abril de 2011

EL PRECIO DE LA PAZ (Servando Gotor)


No, la paz no tiene precio.  Pero ¿qué se entiende por paz? ¿Recuerdan cómo alardeaba Franco en sus 25 y 30 años de paz?  ¿Era verdadera paz? ¿Qué tipo de paz era aquella?  Y cuando Napoleón invadió España, ¿qué creen, que no nos traía paz? Por supuesto que nos la traía: nos traía su paz. ¿Qué gobernante, proceda del sable o las urnas, no pretende la paz, “su” paz, para mantener su propio estatus? No, la paz que tiene un precio no es paz. La paz que se paga es entrega, sometimiento y humillación.  La paz no se compra y menos a cambio de democracia o de estado de derecho.  Tampoco es paz la paz impuesta, ni la piadosa.  Como no lo es la soportada. Y si mal está que un político pretenda convencernos que el fin de la paz justifica cualquier medio o determinados medios o todos los medios, peor, mucho peor, es que un juez, nada menos que un juez, anteponga la paz al mismísimo estado de derecho. Y esto es lo que ha hecho el magistrado de la Audiencia Nacional, José Ricardo de Prada, en su voto particular del auto de cuatro de abril (caso Faisán) al expresar –entre otras barbaridades jurídicas- literalmente lo siguiente:
Es un elemento característico de los delitos terroristas su finalidad, última, política, y es, en este plano, en el de posibles negociaciones políticas, donde se encuentran legitimados los gobiernos de los Estados a disponer de un determinado ámbito de actuación, en que, sin infringir normas jurídicas que impliquen una quiebra del estado de derecho, les permita llevar adelante acciones tendentes a obtener resultados que quedan indiscutiblemente bajo lo que son las obligaciones de todos los gobiernos. Nos referimos, en materia de terrorismo, además del combate jurídico desde el estado de derecho, a la utilización de cuantos instrumentos políticos legítimos puedan existir desde la perspectiva de un estado social y democrático de derecho, para la obtención de la pacificación y el fin de la lacra del terrorismo.

De entrada, al referirse a esa “finalidad última política” equipara al gobierno democrático de España con los grupos terroristas, lo que resulta, sin más, inadmisible. Pero lo peor es que justifica no sabemos bien qué “instrumentos políticos legítimos” “además del combate jurídico desde el estado de derecho”.  ¿Hay quien pueda entender esto, máxime cuando previamente ha admitido, en base a esa “finalidad última política” que en las “negociaciones políticas” (…) “se encuentran legitimados los Estados a disponer de un determinado ámbito”?

Lo que en definitiva está diciendo es lo que ya estamos hartos de oír: que el fin justifica los medios y para alcanzar la paz todo vale. Afortunadamente se trata sólo de un voto particular y el resto del tribunal, es decir los otros dos magistrados, han opinado y decidido justo lo contrario.  Pero resulta verdaderamente alarmante que un juez tenga la osadía de suscribir semejantes argumentos.
No, la paz no se compra.  Porque si se compra, su precio no es otro que la libertad. No, la paz sólo es paz cuando libremente se acepta. Y eso sólo ocurre cuando el pueblo se la otorga a sí mismo mediante una constitución y un estado de derecho derivado de ella y sustentado en ella.  La paz sometida al terror no es paz. Y que nadie diga que la democracia y el estado de derecho son débiles. Al contrario: el rigor de la ley (estado de derecho) ha de ser un verdadero rodillo para todos aquellos que la contravengan, persigan lo que persigan. Los demócratas, los verdaderos demócratas son gente fuerte y briosa que lejos de rendirse o amilanarse ante los ataques externos, planta cara con la ley reafirmando así sus convicciones.

No, la paz como todo lo grande, no tiene precio.





Servando Gotor
El Comarcal del Jiloca
15/04/2011


10 comentarios:

  1. .
    Con la paz es que no me aclaro, Maestro. Para empezar,

    no sé cual es su contrario... la guerra evidentemente,

    pero eso, más que paz, sería un armisticio.

    Me ha venido bien eso que dices de que cada uno tiene

    su paz. Porque, si no, sólo se me ocurre la paz del

    cementerio.

    ¿Sería el contrario de la violencia? Con Gandhi como

    no-violento, que es algo que le hizo trabajar mucho,

    ya que supone mucha actividad. Nu sé.

    Siempre me ha sorprendido -off topic- lo claro que

    lo tenía Gandhi: qué huevos: sabía que hacía libres

    a los hindúes... pero también que los dejaba en la miseria...

    y eligió la libertad, aunque fuera para morirse de hambre.

    Supongo que es un bien mayor, pero con todo...

    loqax

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  2. Hombre, cierto que todo esto encierra -pero sólo aparentemente- alguna contradicción.

    A esta columna puedo añadir, aquí, no en El Comarcal, porque aunque tengo libertad tampoco me gusta comprometer a nadie (especialmente a mi amigo José Antonio Vizárraga, director del periódico), lo que le añadiría sería lo siguiente:

    ME CISCO EN EL PUT. PODER QUE DICE MANTENER UN RÉGIMEN LEGAL AL QUE TODOS NOS SOMETEMOS, TODOS MENOS EL PROPIO PODER Y EL TERRORISMO CON EL QUE -SUPUESTAMENTE ESTÁN ENFRENTADOS-.

    Al ciudadano nos llueven los palos desde todas partes: desde el poder y desde el terrorismo, desde las multinacionales que nos venden y desde las asociaciones de consumidores. Si yo me paso: cárcel. Si se pasa el poder (GAL, por ejemplo u otras corrupciones, con o sin sangre), no, entonces no se hay cárcel, "en nombre de la paz".

    Bueno, pues en nombre de la paz, permítanme que les pase a todos a cuchillo porque para que vds. me impongan su paz yo les impongo a vds. la mía, ¿qué les parece?


    A lo que ataco en realidad es a la HIPOCRESÍA de un supuesto estado de derecho con -supuesto- respeto a la legalidad, pero que en realidad se la pasan por el forro de los pies. VÁYANSE A PASEO.

    Si para la paz vale todo, denme a elegir, a lo mejor prefiero la PAZ DE HITLER, LA DE STALIN O QUÉ JODER LA MÍA, pero no las de Vds. que hoy me están mandando, que me imponen sus reglas sólo a mí, y a vds. no los sujeta ni se sujetan a nada para (qué buenos) favorecerme a mí con "su paz". ¡VÁYAN SE A LA ETCETERA!

    No sé si me he explicado claro. Y no hay tanta contradicción conla entrada aquí colgada: la columna, lógicamente, se expresa en el contexto del sistema y pone de manifiesto precisamente que el sistema es una pura contradicción un engaño en que se escudan quienes nos mandan.

    Mi discurso por lo demás es siempre el mismo: si alguien (en este caso el poder) defiende el estado de derecho, cúmplalo, pero no nos venga con excepciones para los fines que en cada momento le apetecen al sistema.

    En fin, esto es lo que quiero decir.

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  3. cucurrucucú, paloma17 de abril de 2011, 16:47

    .
    Okis makokis, el artículo va de la hipocresía del poder.

    Pero, ¿la paz? Salvo el caso Gandhi, sólo se me ocurre

    como concepto negativo/pasivo. Déjame en paz.

    Aquí paz y después gloria. Si vis pace para bellum

    -si quieres la paz, prepara la guerra-. Descanse en

    paz. Qué paz: no se oyen coches, estás en el monte, al

    lado del mar... no pasa nada.

    Por eso decía -no lo decía, lo digo ahora- que es

    una palabra/concepto que me cae antipático por soso,

    por insustancial: es tan abstracto que no dice

    nada pero nada concreto -salvo la ya mentada guerra,

    pero en eso ya me he puesto de acuerdo conmigo

    que mejor llamarla armisticio.

    Mmmm... nu sé, nu sé.

    narciso

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  4. Me quedo con que "me dejen en paz". Es la mejor: pero eso, que me dejen en paz todos.

    Lo que -insisto- me jode del poder es que me tomen por idiota.

    Y con el poder ni paz ni armisticios ni h... Adoquines y barricadas.

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  5. la paz sea contigoooo17 de abril de 2011, 17:31

    .

    Me he acordado de algo activo: durante la misa,

    dice el sacerdos: daos la paz: y nos damos la mano.

    Haced las paces -pero es que estaban enfadados, de

    nuevo es por contraposición u oposición.

    Nu sé.

    loqax

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  6. la paz os dejo, la paz17 de abril de 2011, 17:36

    .

    Estas no valen, ya lo sé, pero el cura dice:

    la paz esté con vosotros ¿?

    y se responde: y con tu espíritu ¿?

    El Evangelio dice que Cristo decía: dad la paz...

    si al que se la dais no la merece, la paz volverá

    a vosotros ¿?

    loqax

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  7. Sr. Gotor últimamente lo veo en sus artículos un poco "desmoralizado", le daré un consejo, Hágase un hombre de Centro, ni izquierdas, ni derechas... verá como es mas féliz, Me tiene muy preocupado que recurra a los 25 años de paz... eso es el pasado. Después de la memoria histórica, esto suena a cierto tufillo "fascistoide". Un Político.

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  8. Me gusta el artículo y los comentarios.
    "Pixan en un e hay que decir que chove" decía un gallego (como el gallego que utilizo es medio inventado, la traducción sería: "se mean en uno y hay que decir que llueve".
    Pues eso, que me dejen con la Paz (la Paz es una señorita muy fina del pueblo).

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  9. Sr. Anónimo: ningún insulto como ningún ataque anónimo consiguen dañarme. De modo que puede seguir, si gusta.
    Con el contenido de lo que dice se retrata y, desde luego, no me parece la persona más adecuada para darme consejos.

    Como decía aquel: saludos cordiales.

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  10. Por cierto, de desmoraliado nada, demoralizados estarán quienes crean o hayan creído alguna vez en esto. Yo, no. Y quienes aun creyendo no lo están... tanto peor: viva las ruedas de molino.

    La paz sea con todos vosotros.

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