martes, 14 de junio de 2011

LA HORA PURA Y PROFUNDA (Servando Gotor)

SGS

El poeta francés Paul Valery se despertaba a las cuatro o cinco de la mañana (“la hora pura y profunda”) durante los cincuenta últimos años de su vida, dedicando esas primeras horas, las más frescas del día, a la meditación, el análisis de la vida, del mundo… de todo.  Las ideas así concebidas las fue escribiendo en unos cuadernos, los “Cahiers”, doscientos sesenta y uno en total,  ejemplo cabal de cómo aprovechar una vida: “Aquí no me propongo agradar a nadie”, “autodiscusión infinita”, “a esta hora, a las 5 de la mañana, me repugna ser obligado a trabajar con la mente de otro.  Es la hora de ser lo menos semejante, lo más único posible”, “levantado antes de las 5 tengo la impresión, a las 8, de haber vivido ya toda una jornada con la mente, y de haberme ganado el derecho de ser tonto hasta la noche”.
También a mí, en esta barricada, me gusta pensar (vivir). Uno respira, observa y aprende.  Por eso, cuanto más crezco como persona más me arrugo socialmente. Cuanto más analizo y me analizo más me aparto del mundanal ruido, como me aparto de toda influencia colectiva adormecedora del yo. Vivimos, que sepamos, una sola vez y, cada vez más, pretendo vivirla al máximo.  Porque sólo yo vivo mi vida y nadie más que yo la vivirá por mí. 
Evidentemente, cuando digo “vida social” me refiero a la acepción más al uso ya que vivir es vivir con tu entorno y tu entorno es todo lo ajeno a ti: seres y cosas.  Vivimos nuestra vida inmersos en lo ajeno pero desde el yo absorbente y escrutador.  Cuando estoy con seres queridos, cuando estoy con gente que me transmite y me aporta algo mi yo se enriquece: esa es la única “vida social” que acepto.  Me gusta estar con gente a la que quiero o con gente con la que puedo entablar una buena relación en la que su yo y el mío –personales, intelectuales, afectivos- mejoren. Sin embargo, cuando “asisto” a un “evento social” en el que tengo que actuar como se espera que yo actúe (sea como actor o, normalmente, como espectador), donde no hay verdadera “relación” sino una “representación de relaciones”, siento apagarme no sólo porque mi yo no vive su vida ni se enriquece sino porque, además, la vida es limitada en el tiempo y ese tiempo perdido jamás volverá.  En esa vida social al uso todo es falso: desde el disfraz real que nos ponemos (el “uniforme” propio del evento) hasta el papel que nos toca -nos exigen o queremos o necesitamos- representar.  Si a ese evento tenemos que asistir forzosamente porque el pan de cada día nos lo impone, habrá que hacerlo, claro, pero porque no queda otro remedio.  Lo malo es cuando asistimos voluntariamente porque nos divierte, porque “matamos el tiempo”.
La vida social, esa “vida social” es una pérdida existencial, una pérdida de tiempo irreparable.  Y no deberíamos estar dispuestos, bajo ningún concepto a perder un minuto de esta corta y única vida que tenemos.  Hasta cuando soñamos somos más nosotros que cuando estamos en un evento social. Quizá cuando soñamos o, incluso en esos tiempos muertos que no hacemos –o creemos no hacer- nada somos más nosotros que en la vigilia porque el pensamiento rara vez se queda en blanco y el pensamiento es el principal instrumento de la conciencia.
De ahí que el Poder que maquina y diseña esa “vida social” nos bombardee constantemente con mensajes que falazmente la hermosean: sabe que encierra la muerte individual.  Y eso quieren y así nos quieren: más muertos que vivos. Con razón advertía Baudelaire, otro poeta francés que es el Diablo quien maneja los hilos que nos mueven…  “—hypocrite lecteur,—mon semblable,—mon frère!”


(El Comarcal del Jiloca
10/06/2011)

9 comentarios:

  1. Tienes razón Servando, es curioso pero hasta ahora el ostracismo había facilitado ese vivir el yo de manera más autentica. Ahora hay que esforzarse por separarse de esto que dices.
    Las obligaciones hacen que nos veamos rodeados de todas esas superficialidades, que remedio.

    Mi truquillo, es entrar pero también salir, de las realidades que no me pertenecen, las que estaban ahí antes que yo.
    Yo elijo la realidad a la cual pertenecer y mientras buceo en las que no me queda más remedio que hacerlo.
    Así el vivir dentro de ella, no afecta en nada a la personalidad, la cual fluye dentro impermeable, a todas esas cosas de las que hablas, permitiendo que el yo, siga existiendo de verdad y siga analizando, al sentirse en el fondo ajeno a todo lo que le rodea.
    Es una especie de sí pero no social.

    Angel

    ResponderEliminar
  2. Sr. Gotor!!! los que hacemos vida social y vemos !SALVAME!, nos gusta admitir en nuestro grupo de amistades a todo el mundo, creo que esto se llama DEMOCRACIA, no nos gusta encerrarnos en "grupito" y sobretodo somos ardúos defensores de todo que lleve el apellido "social". Es Vd. un afortunado!!!, a las cinco de la mañana muchos estamos en la cadena de la GM, sin pasar antes por la Universidad.... Quizá seamos "incultos" pero nos gusta la LIBERTAD y la llevamos teniendo muchos años.

    ResponderEliminar
  3. Ángel, me ha encantado tu refelexión. Muy guapa esa especie de sí pero no social.

    Un abrazo.

    (El anónimo, muy gracioso también, lo de ¡SALVAME! legitima toda su gracia y el sarcasmo que encierra, un abrazo también para tí, anónimo... ¡Y sálvate, cuanto antes!).

    ResponderEliminar
  4. ¿qué es la libertad? ¿ no saber que no se tiene ?
    Sr anónimo, la cuestión del artículo simplemente creo que va sobre no perder esa parte de nosotros auténtica, que vive sola, que discierne de todo lo que rodea. Por supuesto que a los que navegamos por este blog nos gusta lo social, pero lamentablemente, en el momento actual social, nos toca aprender a vivir con la soledad.
    Hemos pasado de diluírnos ( recuerdo aquellos tiempos en que la empanadilla de móstoles de martes y trece unió a toda España )a vivir encerrados en nuestra percepción, mirando por un agujerito lo que hay afuera, frívolamente.
    Desde luego que acompañarse está muy bien, solo que juntos, pero no revueltos ( a mi entender claro).
    Supongo que un día esta balanza se equilibrará y habremos APRENDIDO a convivir, aportándonos cosas los unos a los otros.
    Ay de aquel, que el día de mañana, no sepa vivir con su propia soledad.
    Mientras tanto habrá que apañárselas...creo que ese grupo del que usted habla, no es un grupo cerrado, es un grupo tolerante, con el que hay que conectar y no ellos con los demás.
    A aprender toca querido anónimo.

    Obrerosincarrera

    ResponderEliminar
  5. Permítanme un inciso ante tanta "cultura y tolerancia". Este país que actualmente goza de una libertad absoluta puede resquebrajarse por determinados sectores "inmovilistas" (que siempre los ha habido)apoyados por cadenas de Tv. semi-golpistas que amparadas ante una situación de crisis MUNDIAL pretender hacer valer sus razonamientos DICTATORIALES....!Qué bonito!! pasear por una ciudad al servicio del ciudadano de a pie, con sus parques, riberas, piscinas, campos deportivos, en definitiva un PAIS DE TODOS

    ResponderEliminar
  6. Pues a mí lo social me va, me va, me va... Me va la gastronómía, las copas y las juergas. Eso es lo que yo entiendo por lo social. El compromiso no me va, de hecho no me corto un pelo y sólo voy donde me apetece. He decidido no hacer esfuerzos y hacer lo que me da la gana. Estoy donde quiero y con quien quiero.

    Culturalmente, en los últimos 8 años, comparto poco. Bueno, con quien más comparto es conmigo misma. Bueno, también cuando salgo al extranjero y tengo la gran suerte de encontrarme con gente muy interesante, ahí aprovecho para compartir e intercambiar.

    Azulenca

    ResponderEliminar
  7. Latoso es el que nos quita la soledad y no nos da compañía.


    Benedetto Croce

    Por ahí van los tiros Sr. anónimo...

    ResponderEliminar
  8. ¿Recuerdas la vida social en tus tiempos de melena y oliendo a Yacht Man?

    Una compañera de Colegio Cima.

    ResponderEliminar
  9. Je, mejor no recordar muchas cosas... todos tenemos un pasado. En fin, creo que sé quien eres -por María Jesús, creo, ¿no?-. Supongo que ya te mandaría recuerdos míos, pero aprovecho ahora para darte un fuerte abrazo directamente.
    Un placer verte por aquí y recordarte. A ver si algún día nos vemos con Toño (¿me equivoco?) y recordamos aquellos tiempos.

    Eso, muchos besos.

    PD.- (Si estoy equivocado, me avisas, eh?)

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...