jueves, 13 de junio de 2013

EL INELUDIBLE NAUFRAGIO (Antonio Envid)


sgs

Franc observaba como se diluían los cubitos en su copa de gintónic. Si no fuera por la estridente música de la sala podría oír los ligeros chasquidos del hielo al fundirse, como tenues lamentos en su agonía. Así sucedería con el Titanic, pensó, el hielo se rompía en grandes témpanos precipitándose en las aguas del océano mientras los confiados viajeros del barco continuaban su travesía. La sala se estremecía al ritmo de la excesiva música, una multitud se movía a su ritmo, si no fuera por la música, un extraño pensaría que un intenso dolor convulsionaba los cuerpos de los danzantes o eran presa de una gran desesperación; parejas derrumbadas sobre los sofás se achuchaban; algunos deambulaban vacilantes bajo los efectos del alcohol y tóxicas pastillas; unas chicas se contorsionaban voluptuosamente en las plataformas de las gogós. Franc permanecía ajeno a todo, contemplando como la montañita de cubitos de hielo se desmoronaba lentamente, su mente viajaba por mares habitados por focas y leones marinos, por montañas de hielo que se precipitaban sobre las olas. Su sueño de siempre, trabajar en una base ártica, ser marino y explorador del Polo.

Cuando su chica se aproximó hacía él, no se percató de su presencia. ¡Despierta!¡Vamos! Lo sacudió con cierta violencia. ¡Llévame a casa, estoy rendida!. Franc emergió de las lejanas brumas océanas para llegar a una realidad oscura rasgada por brillantes flashes, desde un silencio de tierras vírgenes a la algarabía de la sala. Se levantó despacio bajo la irritada mirada de su amiga. No me gusta que trabajes de gogó y, además, hasta tan tarde. Los ojos de la chica echaron chispas mientras soltaba una lluvia de reproches e insultos. Alguien tiene que llevar dinero a casa… ya llevas dos años en el paro…. no haces nada, eres un vago… si fueras más hombre me sacarías de esto… medio hombre… medio hombre, hasta en la cama… Entonces Franc se volvió hacia ella y le hundió sus dedos en la garganta; la chica pugnó por soltarse, manoteaba violentamente, cada vez sus esfuerzos eran menos enérgicos, al poco, solo ligeras convulsiones agitaron su cuerpo. Si alguna indiferente mirada recayó sobre ellos, solo percibió un encuentro muy fogoso, cada uno iba a lo suyo. Quedó inerte tendida en el sofá y Franc volvió a contemplar tranquilamente cómo los restos de los hielos derivaban por su copa de gintónic, pronto aparecería el Titanic, puntual al ineludible naufragio, pero quizá la tragedia ya se había consumado. 


Antonio Envid


1 comentario:

  1. Ay, Antonio
    La "movida" de los cubitos en el vaso, el Titanic, el fracaso, la frialdad del hielo y la de los "amantes" : lo combinas todo...y todo se termina en la muerte, como la vida...
    Un placer y
    Un abrazo

    Bernardo
    ps : lo de "gogo" tiene diversos acepciones : es interesante de ver la traducción por WIKI, en Francés y en Español

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