miércoles, 12 de junio de 2013

MERODEANDO A... Si alguna vez fui sabio en amores (Narciso de Alfonso)



sgs

El fotógrafo ha puesto su ventana indiscreta sobre esta pareja de jóvenes que están de pie junto a un estanque y él le explica a ella algo que la cabeza nos oculta, quizá el funcionamiento digital de una cámara de fotos, aunque bien puede tratarse de (casi) cualquier otra cosa manejable del mundo o de la vida, como el fuego pequeño de una vela o de una lamparita, una máquina de movimiento perpetuo que él mismo ha podido diseñar o un precioso caleidoscopio chino construido con fulgurantes cristales minúsculos.
Ella tiene un relativo interés por el joven o por el cacharro que él le muestra: ha inclinado ligeramente el torso pero se mantiene a una rigurosa distancia del muchacho, la suficiente como para evitar cualquier contacto incluso con los presumibles movimientos de él. 
Tal vez están conociéndose para llegar al amor, o tal vez están amándose para llegar a conocerse. No sabemos si se han permitido el hermosísimo lujo de perder la noción del tiempo, junto al estanque, entre los patos, y el cacharro que miran juntos es sólo una escusa para estar cerca, para aproximarse hasta sentir la temperatura, el aroma, el aliento, el color real del otro. 
Quizá, para ellos, enseguida ya es demasiado tiempo, simplemente porque buscan el ahora del otro, su presencia inmediata y sin postergaciones, su aquí aquí. Tal vez ella, posiblemente mucho más sabia en amores, esté utilizando sus agudos acetatos para atraerlo, o esté creando una dulce conexión entre ellos que permanecerá cuando se separen y se distancien, si es que llegan a hacerlo y no se quedan ya para siempre juntos, unidos, inseparables. 
El diálogo soterrado entre ellos vendría a ser, mudamente: ‘mátame’, ‘ya lo estoy haciendo’, ‘hueles como el regaliz o los libros viejos’, ‘tienes unos ojos del color del barro de los charcos’, ‘quédate, quédate’.


Narciso de Alfonso
El Merodeador, IV

22 comentarios:

  1. Él acaba de salir del trabajo y han quedado en la puerta del parque. El chico es abogado en un bufete bueno y ella es trabajadora social. La chica le ha dado el móvil que lleva en el bolso para ver si él puede hacer una foto chula. Es que el móvil es nuevo y ella todavía no lo sabe usar bien. Y el otro, encantado, claro. El truco es viejo pero funciona.

    Yo es que estaba en el banco que está justo detrás, al lado de Servando.

    V.

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  2. Narciso de Alfonso13 de junio de 2013, 6:28

    .

    Mmmm... me lo quería imaginar así mismo,

    pero como uno -mientras merodea- no puede

    inventar nada -sólo suponer, hipotetizar y tal-

    me tuve que callar y fabular la afoto a pelo,

    ya que el fotóngrafo es muy reservado para

    estas cosas y nunca nunca suelta nada acerca

    de las condiciones en las que tuvo que hacer

    la afoto, así que V., gracias por abrirme el alma

    a la verdad real, que andaba yo despistadillo.

    Gracias

    Un saludo

    Narciso

    PD. Lo bueno, con todo, son siempre

    las afotos, claro, los textos son la

    excusa para colgarlas en cualquier sitio

    en el que se acepten merodeos (buenos)

    .

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  3. V. Tienes razón : como estabas sentado al lado del mirón y del jefe de ese blog, lo interpretas como lo has visto...Narciso nos equivoca siempre : no me gusta ni el regaliz ni el "olor a humedad" de los viejos libros...
    Tenemos que vivir con todos los sentidos...y mas: con el placer de combinarlos todos
    V. has abierto el alma de Narciso : lo que nos es poco....pero iba despistadillo en la verdad real


    Un abrazo a todos

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  4. Hola. Creo que sin pretenderlo os he despistado. Soy Vladimira. A mí los libros viejos me provocan un picor tremendo en la cara y una sequeda en las manos muy desagradable. Pero a Narciso como no entra en contacto con la cuestión material no sabe ni del olor ni de esos asuntos corporales.
    Hace muchos años estuve muy interesada por un chico muy atractivo pero con un olor algo desagradable. Él también estaba interesado. Pero por el asunto del olor, que no era fuerte ni exagerado a los ojos de los demás, tuvimos que desistir. Era un olor que me provocaba una gran desconfianza.
    Las cosas del amor en mi caso tan precedidas por las del olor.

    Vlad

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  5. Tranquila, Vla

    Los estudios recientes, muestran que la percepción del olor(los pheronomes) tienen una importancia en la vida : el "desamor", a veces, se centra, o se indica por el rechazo a los olores corporales...
    Es como en el dicho : "eso me huele mal" !
    Un abrazo (un saludo no tiene olor !)

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  6. Narciso de Alfonso13 de junio de 2013, 14:09

    .
    Pero si V. es de Vladimira de Zembla,

    mujer de alta estirpe. Aún recuerdo

    en un blog que se llamaba carboncillos

    o algo asín, que publicamos de inmediato

    los poemas de Pale Fire, Dios mío -y tío de

    los demás- qué tiempos aquellos, cuando

    la nieve todavía tenía los ojos verdes...

    -lo dijo el poeta con exacta precisión-.

    Ese asunto del olor me ha interesado, Vlad,

    claro,

    creo que a muchas personas les despertaría

    la curiosidad, a mí no -no tengo curiosidad 8-(((

    pero me ha interesado, Vladimira de Zembla.

    Así que ella era Trabajadora Social?

    hummmm

    Gracias

    Un saludo cordiale

    Narciso

    .

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  7. Narciso de Alfonso13 de junio de 2013, 14:15

    .

    Coño, Belga, que eres el jefe de los

    merodeos y apenas se nota en nada...

    si por lo menos consiguieras que el

    blogger nos publicara los merodeos

    con cierta frecuencia, y no solamente

    cuando a él mismo le da la gana...

    Estoy a tus órdenes, Belga.

    Y si no te gusta el regaliz de olor ni

    el olor polvoriento de los libros

    de regaliz, ¿qué olores te gustan,

    malandrín?

    No vale decir: ni la tierra mojada de la

    lluvia, o del ozono de la tormenta,

    ni el olor a madera ni a madera de lápiz,

    y tampoco los perfumes, claro...

    Lo tienes chungo con los olores,

    Belga.

    Un abrazo, aunque pases de tu cargo.


    Gracias

    Narciso.


    .

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    Respuestas
    1. Los merodeos no tienen jefe : siguen su olfato,
      El único responsable es le Bloggero :SGS , por el llego todo, hizo todo y trajo (y se trago) todo...y que siga así...Un día me explicaras el olor del ozono : lo de la tormenta lo entiendo...Te acuerdas del olor de la tiza, del aceite, de la comida...Hay que volver a oler...

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  8. A él le gusta el olor de su ausencia

    Es verdad, ¡Qué tiempos aquellos?

    Se nota su olor también


    Por cierto, me ha emocionado el texto...

    Abrazo

    Ángel

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    Respuestas
    1. El interrogante es una errata, que conste, que tampoco quiere decir una rata sorda...que conste.

      Ángel

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  9. A mi lo único que me pone es el olor a magdalenas. Es esnifar una y ponerme a levitar. Marecel Proust

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  10. El asunto de los olores no es nada sencillo de explicar. Hace unos días tuve que coger un taxi. El taxista hacía al menos tres días que no se había duchado. Ni cambiado de ropa. Ni lavado los dientes. Y además se acababa de comer una ensalada. El olor de la digestión de ensalada es uno de los que más me moesta del mundo. Como tenía prisa opté por bajar la ventanilla.Trataba de respirar el aire de la ventana pero aún así me estaba mareando y además enfadando mucho. Me resulta asquerosa esa invasión tan apabullante de mi espacio olfativo. Le dije que debería ser más respetuoso con la clientela. Y va y me dice que tiene un problema de olor. Y ahí es cuando salté porque conozco ese olor perfectamente porque tuve un compañero de clase al que le sucedía. Se sentaba delante de mí. y desde luego no era eso. Así que le dije que además de guarro era mentiroso y me bajé.

    Si llega a pasarme esto en Zembla alguna cabeza hubier rodado!!!!

    El asunto de los olores en mi caso da para mucho.

    salud!

    Vlad

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  11. No digo nada porque voy muy mal, pero me lo estoy pasando en grande. Gracias por vuestro humor y vuestros comentarios. Un abrazo a todos. (la ensalada del taxista de V, supongo incluiría cebolla -además-).

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  12. Narciso de Alfonso13 de junio de 2013, 22:00

    .
    Vlad: el asunto del taxista oloroso no

    tiene desperdicio... se me escapa (un poco)

    el final: el tipo te dijo que okis, que apestaba,

    pero tú supiste que te engañaba.

    O sea que para ti hay, por lo menos, 2 olores

    apestosos, él te dijo -apenado, disculpándose

    tal vez- que olía fatal y tú le dijiste que nones,

    que ese no era el pestazo verdadero -que

    era el de tu compañero de clase-.

    Caray, qué olfato tienes...

    Además, dada tu noble condición

    zemblana, tiene que ser mucho más

    duro de soportar.

    No me imagino lo que puede ser, entonces,

    entrar para ti... en un mercado, por

    poner un poner...

    En fin, gracias por explicar este

    apasionante asunto del taxista.


    Un saludo cordial

    Narciso


    .

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  13. .
    Belga, amor, el ozono de la tormenta

    creo que debe de venir del ozono

    que arde con los rayos, más bien

    explota, explosiona, se incendia,

    y, después de la tormenta, queda

    ese olor, que es a anchura, o por

    lo menos siempre lo he creído

    así, porque lo ancho, como lo largo,

    tiene que oler... pues para mí, lo ancho

    huele después de las tormentas.


    Y otro asunto: la tiza, a qué huele?

    Por fin dices: el aceite, la comida...

    O sea, no el olor del aceite de la comida,

    sino el aceite y, además, la comida.

    Carajo.

    Un abrazo,

    ¿de cualquier comida?


    Narciso



    .

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  14. Narciso: el olor del mercado es una maravilla! Son olores primarios. Losomás nítidos y limpios que existen! El de la pescadería es fabuloso! Vlad

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  15. Lo de la cebolla es lo de menos Servando. Yo creo que es el tomate con el aceite y el chuf chuf de los jugos gástricos. Además es un olor con caliente. Salud! Vladimira

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    Respuestas
    1. Saludos desde Logroño. El chico de la foto puede es el panoli que todos llevamos dentro, el que trata de camelar a la chica con su flamante cámara y su sensibilidad fingida. A él no le gustan los patos ni los estanques (tampoco a ella) y antes de lanzarse a la acción ha comprobado de reojo que ningún conocido sigue sus movimientos. Los brazos de la chica hacen cruces de hastío; tiene frío y ha quedado con Bea. Ahora más que nunca se arrepiente de haber pronunciado aquel "de momento amigos", que en verdad era un no y lo era para siempre. No hay nada como un viejo banco del parque para decir adiós.

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    2. D. I.Iribarren, usted si que ha calado al tipo. Vamos que lo ha clavado, a usted no se la pegaría.

      Y creo que la damisela está en su misma tónica, dudo que la engatuse, ella está jugando. En si, esa mujer es fiel reflejo de la máxima "La mujer siempre lo sabe"

      Vladimirita, estoy contigo en eso de los olores de los mercados. Los olores, su sonido y su color. Tengo un montón de mercado fotografiados, son mi debilidad pero de todas esas fotografías mi preferida, bueno son tres, es la de un vendedor de ajos, de unos 8 años, a la puerta de un mercado (no importa cual) Si supiera el modo de traerlas, las mostraría.
      Vamos, que el vendedor de ajos me subyugó.

      Srta. Adormilada (mejor me tomo una siesta)

      Eliminar
  16. Narciso de Alfonso14 de junio de 2013, 13:52

    .
    J.Iribarren de Logroño

    sí puede que hayas visto mucha más

    realidad que cualquiera, lo que te convierte

    -por voluntad propia, o sea, si quieres-

    en merodeador. Creo que si el jefe del Merodeo

    Total, el Belga, anda por aquí, podría hacerte

    miembro de primera línea, como a un general

    de caballería.

    El tal Belga, Bernardo H., es un errático donde

    los haya, pero buena gente, con sus debilidades

    como la buena gente, pero responsable con

    su cargo, sobre todo cuando se emociona

    con el Merodeo y tal. El asunto se había

    como atascado en los olores de ellos, porque

    creo que él era -para una merodeadora de

    estirpe- un taxista que estaba en digestión de

    ensalada. A BB, en cambio, le gusta el olor

    de la tiza ¿? que no huele, creo que se refiere

    al olor de niño que hay en los colegios de

    niños pequeños, pero no estoy seguro.

    En fin, un saludo.

    No es siempre así, quiero decir que

    si escribes, lo más fecundo -no, no

    es fecundo la palabra, pero es igual-

    es que nadie te diga nada, o sea que

    no temas, esto ha sido pura casualidad,

    porque pasaba por aquí y tal.

    ¿Por qué has elegido Bea para la amiga

    de ella?

    Un saludo cordial


    Narciso


    .

    ResponderEliminar
  17. Si no fuere porque yo estuve allí estaría conforme con la versión del señor de Logroño. Por mucho que una sea trabajadora social, ese pelo no es de recibo.

    ResponderEliminar
  18. Narciso de Alfonso15 de junio de 2013, 3:42

    .

    Sin personalizando, lo que voy viendo

    con unos ojos que Dios me dio -y que

    un día se comerá la tierra- es que la

    mirada -y la consiguiente valoración-

    que han acabado predominando han sido

    las prosaicas, cuando el merodeador

    -y supongo que el fotóngrafo- no quieren

    la realidad real, sino que es precisamente

    lo que rechazan: el merodeo -y supongo

    que la fotóngrafía- inevitablemente buscan

    la propia realidad que, ahí es donde está el

    el reto, tiene que ser más verdadera que

    la verdad real, pero por completo compatible

    con ella. Como sencillo merodeador lo que

    busco es eso: llegar más hondo, más adentro,

    más abajo que los mismos fotografiados, decir

    lo que ellos ni siquiera sospechan de sí mismos,

    pero -insisto- siendo el hallazgo compatible

    con su realidad real.

    Creo que hay que exagerar -es el arma buena-

    y hasta engañar -que no es mentir-, son

    recursos imprescindibles, pero siempre

    que consigan decir más realidad o más

    verdad de la prevista incluso por los tipos

    de la pareja.

    Uy, que teoría más maja.

    Un saludo

    Narciso

    -

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